Pasado de Alma - Berlín (Ben y Gus)

look de alma de esa época:

-Te he dicho que NO! Joder Zach... Estoy cansada y no quiero ir otra vez al trabajo sin dormir, por favor... murmuré mientras entraba en el departamento seguida de Zach que cerró la puerta tras él y se apoyó en ella cruzando los labios y sonriendo. Hacía ya unas semanas que nos habíamos instalado en Berlin, corría el año 2007, tenía 17 años y todavía era humana.
-Es una tontería que trabajes, a mí no me lo reproches... Lo siento, ya están todos avisados y no voy a ir para atrás, si no te gusta te largas con alguna amiga, no se... dijo con su sonrisa simpática y pasota de siempre antes de ya despegarse de la puerta e ir hacia la cocina. -Bromeas?.- casi le grite siguiéndole. -Vale, aquí no tengo voto... Lo pillo... pero es que ni siquiera piensas escuchar lo que pienso?!.- dije metiéndome en la cocina. -No necesito escucharte princesa, sé perfectamente lo que piensas... Y sé que lo pasaras genial y te arrepentirás de estar actuando como una aguafiestas... murmuró en tono seductor acercándose a mí y corriendo mi cabello para dejar despejado mi cuello del todo antes de comenzar a besarme por allí. Suspiré un poco rindiéndome. ¿Quiénes vienen?.- pregunte en un susurro mientras sentía sus besos por mi cuello y cerraba un poco los ojos. -Amigos... Ven, tenemos todavía un rato... respondió Zach sin entrar en detalles, cogiendome por la cintura y llevándome hacia una de las paredes.

Lejos de lo que se habían pensado las chicas nosotros no estábamos en ningún bar, estábamos sentados en el cementerio como si fuera cosa de todos los días eso de estar entre tumbas... Siempre nos había parecido un buen sitio para pensar y era demasiado temprano para beber... Incluso para nosotros.

De repente sentí una fuerte presión hacia atrás y antes de darme cuenta estaba en un pasillo desconocido de ¿un edificio?- ¿Pero qué...?- me levanté desorientado y no me costó mucho dar con Gus que estaba apenas unos metros más para allá. Nos miramos confusos y sentimos como se abría una puerta cercana. Dos personas hablaban alemán.- Mmm... ¿Teletransporte gratuito?- me burlé frunciendo el ceño levemente. Gus me miró porque obviamente no era para nada tema de broma y suspiró- ¿Algún asunto pendiente en Alemania? En serio... ¿cómo hemos llegado hasta aquí? No es el mejor momento ahora mismo- dijo Gus como siempre siendo mucho más sensato que yo y pensando más en su asunto inconcluso con Arlette que otra cosa.

Esas dos personas se aproximaron por el pasillo para ir hacias las escaleras, no sin antes lanzarnos una mala mirada- Te digo yo que en ese piso pasan cosas raras, siempre tienen muchas visitas, deben pasar coca o algo así- dijeron entre ellas en alemán antes de perderse por las escaleras. Nosotros nos miramos desconcertados y miramos por primera vez hacía la puerta de la que hablaban.

Zach:

-¿Qué amigos?.- le pregunté a Zack sin abandonar mis intenciones de saber un poco más de que iba esa "velada". Es cierto que a estas alturas empezaba a acostumbrarme a sus desmanes pero la verdad es que no me gustaba tanto quedarme afuera y menos aún que me tratara como a una niña, si me había largado de casa no era para cambiar unos padres por otros! Además de que odiaba la mentira por encima de nada y que me diera evasivas me sacaba de quicio.

El apartamento era grande, tenía ventanas altísimas y pocos muebles. Estaba en Charlottenburg, un barrio residencial lleno de edificios antiguos reformados que había estado bajo dominio británico y era demasiado tranquilo para el movimiento que tenía Zachary y todos los que lo rodeábamos.

Charlottenburg:

apartamento:

Zack, como siempre, no me hizo caso. Siguió intentando distraerme pero yo ya estaba perdiendo la paciencia. -Vale. Pues quédate con ellos, me voy.- dije apartándolo algo cansada. -No seas así... venga, son los de siempre y algunos conocidos... nada raro, te lo prometo.- dijo poniendo su mejor cada de bueno y esa sonrisa de lado que hacia cada vez que quería apelar a sus encantos y que le dejara pasar una.
Entorné los ojos, pero igual ya salí de la cocina tomé la cajilla de cigarros y la metí en el bolsillo de la chaqueta, cogí las llaves y abrí la puerta del apartamento. Zack me siguió sin separarse e insistiendo. -No iba en serio con eso de que te fueras con tus amigas... vamos, princesa, no es lo mismo si no estás.- dijo con un tono meloso, negué con la cabeza y llamé al ascensor. Se puso ya entre la puerta del ascensor y yo. -¿Quiénes vienen?.- insistí mirándolo a los ojos. -Vale, no vienen todos conocidos... así, técnicamente.- dijo entornando los ojos y poniendo cara de cordero. -Puede ser que la invitación sea más abierta que antes... pero es toda gente razonable, lo prometo.- dijo mirándome sin quitar la cara de niño bueno. Frenó el ascensor y bajaron unos 5 o 6 chicos y chicas. Eran vampiros y enseguida saludaron a Zack que se giró sonriente y se fueron acercando al apartamento de a uno sin pedir ni permiso. Detrás ví por primera vez a otros dos tíos que nos miraban, ni siquiera había advertido que estaban allí, una de las vampiras que había salido del ascensor se acercó a ellos.

-Es por acá.- les indicó sonriendo y dando por hecho que estaban esperando allí para entrar a la "fiesta" que pensaba montar Zachary sin mi consentimiento. Me quedé allí parada, mirando como por un lado la chica abrazaba a los otros dos con intenciones de meterlos en la casa. -Enseguida que quieras dormir te prometo que echo a todos.- dijo haciéndome un guiño delante de los demás. -Por cierto, ella es la encantadora Alma... nuestra anfitriona.- murmuró sonriendo. Suspiré, no tenía caso, tampoco iba a ser una aguafiestas allí con media docena de vampiros mirándome y Zack poniendome cara de bueno. -Ya, ya... Bienvenidos a nuesto hogar.- dije y al instante se empezaron a meter en el apartamento. Protesté un poco sin poder evitarlo. No conocía a ninguno de todos los tíos y tías que acababan de entrar en mi casa. Zack me cogió por la cintura y me habló al oído. -Te amo, lo sábes verdad? Y le daría mil vueltas al mundo por tí, no seas mala... sólo unas copas, tenemos que arreglar algunos asuntos y luego ya te dejamos tranquila... Por cierto, estás guapísima y además escucho tu corazón... y ya sé que me has perdonado.- fue soltando intentando ir endulzándome un poco, negué con la cabeza y lo miré de reojo. -Ya, ya... mil vueltas al mundo...- dije alzando las cejas un poco en broma, mientras nos metíamos en la casa. Detrás nuestro estaba la vampira y los otros dos, me giré y me miraban con cara de susto... -Entren, entren... Me hace quedar como una loca, pero es que necesito descansar a veces... que parece que aquí nadie trabaja... dije ya sonriendo un poco y metiéndome en el apartamento. La casa estaba totalmente tomada a esa altura por los primeros que habían entrado, tumbados en los sofás, preparando bebidas en la cocina... ya me veía recogiendo todo el lío solita por la mañana.

La puerta se abrió de golpe y nos quedamos totalmente congelados viendo toda la escena. Era Alma, ¡Con Zack! Estaba tan alucinando que me costó un poco darme cuenta de que no era lo único “raro”. Su pelo captó mi atención enseguida, junto con sus rasgos más aniñados, eso sin contar con el apremiante sonido de su corazón que volvía a retumbar en mis oídos como hacía tiempo que no hacía. OH DIOS MÍO.
 
Todos se metieron dentro de nuevo y escuché a Gus reírse levemente. Ni sabía como se podía reír cuando yo estaba tan shock. - Genial, no solo estamos en otro país, sino que además estamos en otro año- dios quería morirme. ¿Habíamos viajado con el tiempo? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿DÓNDE?.  –Bueno ya que estamos aquí tendremos que seguir el juego- dijo el pobre resignándose a ello. – No sé si voy a poder con esto.  –dije casi enseguida sin atreverme ni a dar un paso. Me miró enarcando una ceja – En serio, no voy a poder, ese tío es un gilipollas que encima me mató por si no te acuerdas y ahora… Ahora tengo que ver como… arg- ni si quiera era capaz de acabar las frases pero es que Alma estaba totalmente colada por ese tío, lo acababa de ver, y no iba a poder aguantar más escenitas como las que acaba de presenciar. ¿Qué se amaban? ¿Qué daría mil vueltas al mundo? Por favor, se me revolvía el estomago solo de imaginarme con lo que me podía encontrar en esa casa.  -Me imagino que no es fácil, sobre todo porque entiendo que no es el mejor momento, créeme que lo entiendo- dijo seriamente, estaba claro que las cosas con nuestras parejas ahora mismo no estaban geeeniales así que no era el mejor momento para viajes en el tiempo ni por asomo- Pero no podemos irnos y ya, si estamos aquí es por algo y seguro que en el fondo no te quieres arriesgar a que le pase algo a Alma- le miré. Vaaale, así dicho claro que no sabíamos porque estábamos allí, ¿y si era para cambiar el pasado? ¿pero no lo estábamos cambiando ya? Bah. Supongo que no era momento para preocuparse por ello, con mantenernos todos con vida tendríamos suficiente.- Además si las cosas salen muy mal en esa casa podemos defendernos, sabemos cuales es su punto débil.- dijo Gus con tono misterioso mientras entrabamos ya en la casa. Ya. Alma. Estaba claro que era el punto débil de Zack.- El problema es que no es solo él suyo- dije enarcando una ceja, obviamente también era el mío – Pero él no lo sabe- me recordó. Y casi que me podía imaginar miles de cosas que podrían salir mal si se nos pasaba por la cabeza la sola idea de amenazar a Zack con algo relacionado con Alma… Esperaba no estar en ese punto en ningún momento.  
 

Entramos por fin en la casa, por suerte Alma nos había invitado previamente así que pasamos el umbral de la puerta sin problemas, además todo el mundo ya se había puesto a hacer algo así que nuestro retraso en la puerta no había llamado la atención. Gus se alejó un poco para ir a por bebidas “para integrarnos” según había dicho antes de desaparecer. Yo me acerqué un poco al grupo que estaba en el sofá pero me quedé de pie, caminando un poco por el salón, observando la casa… No estaba muy amueblada pero apestaba a tabaco, estaba claro que Alma vivía allí. Esperaba que Gus volviese pronto con esas bebidas, sentía que las iba a necesitar.

Apenas entrar en casa perdí a Zack de vista, así que me fui a la habitación otra vez a quitarme la chaqueta y ponerme algo más cómodo. Bah... me dejé los jeans y una camiseta y salía ver cómo iba la cosa. No hacía mucho que estaba viajando con Zack por ahí... pero lo suficiente como para saber que estar entre vampiros podía acabar mal en cualquier momento, así que básicamente intentaba adivinar los conflictos antes de que ocurrieran para poder largarme a tiempo. O al menos eso pensaba... según Zack era todo parte de su gran capacidad para manejar cualquier tipo de situación, yo no estaba tan segura de eso. Zack estaba hablando con una de las chicas, riéndose como siempre y dejando que se le acercara demasiado para mi gusto. No era celosa, o quizá sí... pero es que nunca sabía bien qué era lo que pasaba y quiénes eran los que estaban alrededor de él y me ponía bastante insegura tanto misterio.  
En los sofás estaban tumbados tres chicos con otra de las chicas, apenas los había visto al salir del ascensor pero recordaba a uno de ellos de una reunión anterior... Más cerca de la puerta estaban los últimos dos chicos que habían entrado con la chica que ahora hablaba con Zack. Los miré atenta, no los había visto antes, estaba segura. Hablaban entre ellos y no tenía idea qué decían pero estaba claro no se sentían cómodos o algo porque daban la impresión de no estar para nada relajados en aquel ambiente, eso me daba un poco de mala espina que estuvieran tan aparte de los demás, así que intenté mantenerme alejada de momento y observarlos más. En un momento uno de ellos fue por bebidas y aproveché para acercarme un poco e indagar.

Me acerqué sigilosa al mueble-bar para servirme un vaso de alguna cosa y uno de los chicos del sofá se levantó para hablar conmigo. -Así que eres la famosa Alma.- dijo sacándome conversación. Sonreí levemente un poco orgullosa con eso de ser "famosa". -Tendrías que tener más cuidado... sábes, todos aquí hacemos que hablamos de otra cosa, pero tu corazón no nos deja pensar... dijo entre provocador y amenazante. Me puse un poco nerviosa y miré hacia donde estaba Zack. -Tranquila, no te haría nada... Zack me mataría... Pero no puedo evitar decirte que haces que se me nuble la mente.- murmuró acercándose demasiado y pasándome el vaso que me había servido. Definitivamente esas tonterías me hicieron poner nerviosa, apenas sabía cómo tratar vampiros... Zack era diferente. El punto es que no controlé mis nervios y antes de darme cuenta el vaso se rompió en mi mano... o quizá fue cosa del vampiro, el punto es que me hice un corte y empecé a sangrar.

No sé bien qué fue lo que pasó porque fue inmediato pero todos los vampiros me miraron, al tío ese se transformó la cara haciendo que me asustara mucho en serio y al instante le habían literálmente quebrado el cuello y estaba tumbado a mi lado, mientras Zack me abrazaba intentado tranquilizarme. -Shhh... tranquila, no pasa nada, no volverá a molestar.- murmuró. -Ponemos algo de música?.- propuso como si nada la vampira que antes había estado hablando con Zack que la siguió para decirle qué poner o no sé. -Estoy bien, no pasa nada.- mentí descaradamente. Estaba bastante asustada y algo enojada con Zack también, pero ¿qué caso tenía decir eso cuando era la única condenada humana allí? -En serio. Ya está, ese tío es un idiota... Me molesta que dejes que entren idiotas a casa.- dije un poco por los demás también ocultando a medias mi bronca. -Lo sé, lo siento princesa... Te aseguro que era el único idiota...- dijo Zack dando una mirada a los demás sonriente pero un poco amenazante. Sonreí levemente pero note que al echar una mirada reparaba en el tío raro que había quedado de pie junto al sofá. -Oye tú! Era tu amigo? Ayudame a sacarlo del camino... Las chicas quieren bailar, queda feo.- casi que le ordenó pero sin dejar de sonreír, como era su costumbre.

Todo pasó muy rápido, algo habitual entre vampiros. La cuestión es que la "fiesta" apenas había comenzado y ya había un vampiro con el cuello partido en el suelo. Pintaba movido ese viaje en el tiempo...

Aspiré ligeramente mientras intentaba yo mismo tranquilizarme un poco. Todo ese numerito me había puesto un poco a la defensiva y el olor de la sangre de Alma no ayudaba tampoco demasiado. Además era su sangre humana... Vamos que no es que no me gustara beber de Alma porque además adoraba todo eso del intercambio de sangre pero la sangre de humanos siempre le daba otro punto obviamente, y hacía tanto que no percibía ese olor de ella...

Y estaba Zack, que era un completo imbécil, más le escuchaba hablar y más me lo parecía. ¿Era todo lo que iba a hacer? ¿Pensaba dejarla sangrando así en medio de tanto vampiro?. Ni si quiera me molesté en atravesarle con la mirada como hubiese hecho en cualquier otro momento cuando me soltó aquello. No se lo creía ni él- ¿Me has visto cara de criado? Es tu casa, además como dejes a la humana así no durara ni dos minutos- dije despectivamente mientras esquivaba el cuerpo del tío ese pesándole un poco por encima. Acorté la distancia y sin esperar respuesta de ninguno tomé la mano de Alma y la envolví con un pañuelo de tela que llevaba en uno de los bolsillos de mi chaqueta. -Ten, sujétalo fuerte -la indiqué para que la sangre se cortara y dejara de salir de su herida mientras apartaba ya mi mano. Iba conociendo lo suficientemente al idiota de Zack como para saber que si seguía tocándola se podía liar así que mejor que se lo terminara de curar ella y listo.

El tío raro no le hizo caso a Zack y soltó eso de "la humana". Lo mire enarcando una ceja a la defensiva, se suponía que sabia mi nombre hacía tres minutos me había presentado cuando lo había dejado entrar y además estaba en mi condenada casa! No alcance a decir mucho que ya estaba cogiendome el brazo y dejándome la venda esa. Lo mire apenas se acercó un poco más a los ojos... Tenía algo, no sé que me interesó enseguida y que me impidió ser hostil con él. -Gracias.- dije en un alemán que no era lógicamente todavía demasiado fluido. -Alma, mi nombre es Alma...Y tú serás un caballero pero no tienes nada de memoria... Me presenté hace menos de un minuto.- le dije con una pequeña sonrisa un poco infantil y en un tono de algo de reproche, si había algo que no me gustaba era pasar desapercibida de esa forma. Zack miró la escena y la siguió con atención. -Y yo me llamo Zack soy el anfitrión y te he pedido que me ayudes a cargar el cuerpo de este tío que quiso pasarse de listo con Alma. Es posible que aquí alguien me escuche?.- dijo ya cansándose de eso y comenzando a tirar el mismo de las piernas del vampiro.

-No, no lo has hecho- la rebatí con una sonrisa ladeada porque en ningún se había presentado, al menos en ni presencia-Me acordaría -murmuré sin poder evitar clavar mis ojos en ella por un instante. Bueno, vale que ahora que lo pensaba la había presentado Zack pero no había sido "ella", ¿no?. Gus se acercó enseguida que escuchó a Zack y me pasó la copa que había ido a buscar antes de ir a ayudar a Zack, no sin antes mirarme con una sonrisa burlona. -¿En serio?-murmuró solo para mi, cosa que me hizo entornar los ojos. Vale, era un poco de locos eso de estar coqueteando con Alma pero es que no lo podía evitar.

Gus comenzó a ayudar a Zack a cargar con el cuerpo antes de hablar para intentar que nos quitara el ojo de encima-Perdona a mi marido, le pone de mal humor el tiempo tan nublado que hace siempre en Alemania- y yo por poco escupo el trago que había dado a la copa. ¿¡Me acababa de presentar como su marido!?
Le fulminé con la mirada y volví a ver su sonrisa burlona. "¿Qué? Si dejaras de buscar problemas no tendría que tomar estas medidas" pensó para mí. Parecía un comentario de padre pero no dije nada, estaba un poco indignado pero sabía porque lo había hecho... Era su forma de decirme que dejara de joder las cosas y dejara en paz a Alma, no era plan de tener problemas con Zack y que nos largaran de allí nada más llegar, ¿no?. Además de paso también explicaba nuestras alianzas de casados... Si no me sintiera tan ofuscado por el corte que me acababa de hacer delante de Alma ahora mismo me hubiese hecho tal vez hasta gracia.

El tío respondió enseguida y sonreí sin poder evitarlo ante ese comentario. Algo en él me parecía tan interesante ahora mismo que me estaba costando no prestarle atención. Escuché el comentario del otro y entorné los ojos un poco ¿decepcionada? Bueno sí, no es que quisiera nada con este vampiro... pero es que, se había sentido tan bien hablar con él así. Me miró también algo ¿decepcionado? y sonreí después. -Y yo que pensaba que era un cumplido porque te he parecido hermosa o algo, ahora mi autoestima ha quedado pisoteada.- dije riendo enseguida sin poder dejar de mirarlo a los ojos. Ya cogí otro vaso para servirme algo más tranquila. Y me acerqué igualmente a él, al menos había sido simpático, no? -Mejor así, Zack dice que tengo un imán para los líos y ya estoy empezando a creerlo.- dije alzando mis hombros antes de ya encenderme un cigarro. Enseguida volvieron Zack y su esposo. -Cuéntame algo de tí. De dónde vienes? A qué se dedican?.- dije entrando más en confianza. Me seguía apenando que fuera gay por una razón que no entendía... bueno sí, porque definitivamente me gustaba. Pero por otro lado ahora podía conversar más libremente sin que Zack o alguno de sus amigos me mordiera los talones, eso era algo, no?

Sonreí ante su comentario y tuve que hacer verdaderos esfuerzos para no seguirla la corriente y decir un "Es que eres hermosa". STOP. Lo peor es que ella no paraba de coquetear conmigo y yo moría por seguirla la corriente. Daba igual que estuviésemos en el pasado, que Zack estuviese por allí, que ella pensase que era gay... Al final Alma me seguía mirando como cada vez y yo cayendo como siempre. ¿Sería el destino? Alma siempre iba diciendo tonterías sobre eso y ahora iba a tener que empezar a creer en ello también y darla algo de crédito porque daba igual que hace años nos hubiesen borrado la memoria o que ahora estuviésemos en pleno 2007,  la atracción aparecía siempre.

-Bueno... Ya sabes lo que dicen, todos los hombres buenos están pillados o soy gays- murmuré por fin a su comentario encogiéndome levemente de hombros sin apartar tampoco mi mirada de ella. Estaba igual y aún así era tan diferente... No solo por el aspecto físico, sino porque se notaba que era más joven y algo más "inocente" por no haber vivido todavía ciertas cosas. Le di otro trago a la copa para tener que dejar de mirarla de una vez y para seguir su conversación- Somos franceses pero necesitábamos un cambio de aires y Berlín parecía un buen sitio- expliqué sin entrar en detalles mientras veía que Zack y Gus ya estaban por la sala- ¿Y tú? Por tu patético alemán deduzco que tampoco eres de aquí- dije con un deje burlón en la voz. Intenté dejar de coquetear porque se suponía que era gay pero no sabía realmente si lo estaba consiguiendo, Alma era muy jodida.

Enseguida dijo eso sobre los hombres buenos pillados o gays y asentí con una pequeña sonrisa. -Así es, eso o son vampiros y te complican la vida con fiestas de lunes a viernes.- dije sonriendo levemente y pensando un poco en Zack, aunque de pronto el modo en que me miraba ese vampiro no me dejaba tan tranquila... a lo mejor no era taaaan gay o sí? Era raro, porque tampoco podía dejar de mirarlo tan fácilmente.
Por suerte entraron Zack y su marido justo cuando me hizo ya ese otro comentario haciendo que entornara los ojos. -Es injusto! Hago lo que puedo... Pero ahora que dices que eres francés...- murmuré ya al final en francés. -No veo porqué tenga que estar esforzándome tanto.- continué ya sin intenciones de retomar mi pésimo alemán. -También soy francesa... Bueno, en verdad nací en Bélgica pero medio de casualidad. Mi familia es de París y hace poco que estoy recorriendo algo... Es largo de contar, básicamente me fui de mi casa con Zack y hace ya un par de meses que no he vuelto a pisar Francia.- dije así medio rápido sin entrar en detalles. De verdad era un tema que me ponía triste y no quería pensar en ello. Tomé algo más de alcohol... -Me gusta Berlín. Quisiera quedarme más tiempo, conseguir un empleo mejor, pero no sé realmente cuánto nos quedaremos....- dije dándole una calada al cigarro mientras ya veía como Gus se incorporaba a la conversación acercándose a Ben y Zack aprovechaba para cogerme por la cintura. -De qué hablaban?.- preguntó sonriente. -Bah... Ya sé, te lamentabas por tu trabajo, te dije que era una tontería que le dieras importancia... Ven, bailemos.- me dijo ya llevándome de la cintura. La vampira hacía ya un rato que había puesto música y bailaba en medio de la sala, sola. Yo ni me había enterado abstraida como estaba con ese tipo raro. Me detuve un segundo, retrasando a Zack y volví a acercarme a ellos para soltar una pregunta antes de ya ir a bailar. -No sé sus nombres.- les pregunté reparando en el marido y notando también que era muy guapo.

Pasó al francés enseguida olvidándose del alemán y sonreí como un tonto. Nosotros durante mucho tiempo habíamos hablado siempre en inglés debido al lugar donde nos habíamos conocido,  pero es verdad que con el tiempo habíamos ido usando más el francés casi que sin darnos cuenta en nuestra vida cotidiana. Culpa mía seguramente, que era un idioma que siempre adoraría y que me encantaba hablar para no perder el acento.  Estaba claro que al final si empezaba a hablar en francés ella me respondía de igual forma casi que por inercia.
Me contó sobre su vida, nada que ya no supiese-Bueno, viajar nunca esta de más pero espero que vuelvas pronto a París, es una ciudad hermosa- y bebí de mi copa para que no se me escapara una sonrisa pues sabía que al final estaría años sin pisar la ciudad, de hecho si no recordaba mal no había vuelto a pisarla hasta que había empezado a salir conmigo. Comentó lo del trabajo pero poco pude aportar pues enseguida llegó Zack y compañía. – Gus… Y él es Ben- contestó esta vez Gus antes de ver como Zack tiraba más de ella y conseguía apartarla por fin de nosotros. – Veo que Alma tiene un prototipo claro de chico, tíos que no le dan importancia a su trabajo y bastante chulos- se burló un poco Gus mientras tomaba su copa que había dejado antes por allí.- Muy gracioso- lo que me faltaba por escuchar… - Bueno cariño, ¿quieres bailar?- se siguió burlando mientras me miraba. Estaba claro que se lo estaba pasando de maravilla a mi costa, parecía que se había tragado un payaso o algo, cosa muy rara en Gus. – Vete a la mierda- le solté enseguida pero sin poder evitar sonreír porque la situación de que “estuviésemos casados” no dejaba de ser bastante bizarra.

Dijo eso de París y sonreí con tristeza... ya sabía yo que era una ciudad hermosa, por eso me apenaba. Pero de momento no estaba en mis planes. Se presentaron y enseguida acabé bailando con Zack que parecía muy interesado en arrancarme de esa conversación. -¿Qué?.- murmuré ya pasando mis brazos por detrás de su cuello y mirándolo a los ojos. Lo conocía, algo tenía en mente. -Que estás preciosa.- susurró enseguida sin quitar sus ojos de los míos. -Ajá.- murmuré. -¿Y qué más?.-
-Y que lamento meterte en estas situaciones Alma de verdad lo hago, pero es que la vida de los vampiros es así, no dejaría que te tocaran ni un pelo... Lo sábes no? Si no lo maté fue porque no quería que lo vieras volverse cenizas... Yo sólo quiero que sueñes cosas bonitas.- murmuró acercándose a mi oído y soltando todo eso. -Siempre sueño cosas bonitas.- respondí. -Bonitas e interesantes...- solté como si nada viendo al instante la sonrisa de Zack y el brillo en sus ojos. -De qué hablaban?.- me preguntó enseguida antes de darme un giro y cogerme por la espalda abrazándome luego por detrás. -Sábes que son gays, no? Ví cómo lo mirabas.- fue diciendo sin dejar el tono de dulzura. Entorné los ojos, no me aguantaba sus celos, pero menos aún su hipocresía. -Es una pena que sea gay... Me gusta.- dije sinceramente como si tal cosa mordiéndome un labio y viendo como el tal Ben empezaba a bailar con su Gus muy cerca nuestro. Definitivamente era una pena. Zack sonrió ya girándome y dejándome de frente a él otra vez. -Más que yo? Te gusta más que yo?.- me preguntó poniendo cara de bueno. -No, nadie me gusta más que tú... Lo sábes muy bien, por eso estás siempre que sueño cosas interesantes.- dije ya retomando el tono de antes y sonriendo. Zack ya se acercó a mis labios empezando a besarme de una vez y me fui dejando llevar por ese beso.

Al final Gus me arrastró a bailar sin saber ni como había pasado, de hecho al final empezamos a bailar pero me recordaba más a la escena tonta que había al final siempre en las bodas, cuando los invitados ya iban un poco con el puntillo y se ponían a bailar todos con todos. Es que no era nada serio, no me lo podía tomar en serio- Venga Ben- se quejó Gus entornando los ojos mientras yo reía levemente- Lo intento, lo intento-dije con cara de niño bueno intentando no reír, de verdad que intentaba tomarme el baile en serio pero me costaba mucho. Vale que yo en cierta manera era bisexual, es decir, tenía claro que podía tirarme a chicos y chicas sin distinción pero jamás en la vida había tenido una relación sería con un chico y ahora empezaba a entender porqué... Me iban más las chicas que a un tonto un lápiz. Una cosa era el sexo (que siempre me había encantado experimentar y hacer casi de todo) y otra muy distinta el tener que hacer cosas de "parejitas".
Fuimos bailando algo más en serio y ya estaba yo sonriendo por lo bien que nos estaba quedando cuando desvié la mirada hacia la izquierda y vi a esos dos besándose tan felices. Arg. -Creo que necesito otra copa- dije en cuanto acabó esa canción- Yo también- reconoció Gus, ese baile también había sido suficiente para él. Así que nos soltamos y enseguida nos tiramos en el sofá que los vampiros habían dejado libres con nuestras copas.

Seguimos besándonos por un buen rato, sentí las manos de Zack en mi cintura y fui dejándome llevár mientras ni dejaba de moverme un poco. Cada tanto me daba una vuelta y otra vez volvía a cogerme e la cintura y atraerme hacia él. Al cabo de un rato se nos acercó la vampira que había puesto música y que estaba bailando sola. -Oigan si era tan privada la fiesta ni me molestaba.. dijo un poco cortándonos el rollo. Nos separamos y ya estaba por decirle algo que me interrumpió. -Tranquila, no muerdo... Me prestas un rato a Zack? Estoy cansada de bailar sola, prometo que lo cuido dijo poniendo cara de buena. Zack me miró enseguida... Y alce mis dos manos en señal de no meterme a decidir por él. -Claro, voy por algo para tomar.. dije robándole un último beso antes de ir a servirme algo y ver cómo Ben y Gus estaban ya en el sofá.
La vampira empezó a bailar un poco sexy con Zack que le seguía el juego, entorne los ojos pero no dije nada.  Me serví un vodka con limón y me senté también en el sofá. Bebí un sorbo y busque mis cigarros de la mesa, poniéndome uno n los labios... Pero al final desistí de encenderlo y me puse pie para ir a buscar algo de marihuana. Volví con una cajita, me acomode mejor y me armé despacito un porro antes de encenderlo. Me quede un rato el humo en la boca y al final lo largue mientras me apoyaba en el respaldo del sofá y me relajaba un poco. La vampira esa seguía provocando a Zack que se reía todo el rato siguiéndole a veces la corriente y apartándose otras veces. No sé porque lo hacía, pero no me daba celos sino un poco de bronca porque no entendía si pretendía provocarme o qué. Le di otra calada y ya deje de mirar a Zack... La música sonaba fuerte y los otros vampiros bebían y reían a los gritos al lado mío...

De pronto sonó el timbre y uno delos vampiros fue a atender, entraron sin pedir permiso unas chicas y algún chico más. Serían humanos... Iban con curiosidad y yo ya me imaginaba d que iba eso. -Llego el delibery!.- dijo el vampiro que les había ido a abrir riendo y enseguida agarro a una chica y se la llevó de la mano, sentándola a su lado y tras morder su muñeca comenzó a beber. La chica hizo una mueca pero le sonrió y se acomodó mejor, complaciente. Zack seguía bailando como si nada.
Cogi mi cajita y me puse de pie para apartarme de ese sofá... Le di una calada más al porro para tranquilizarme pero me incomodaba todo eso así que me fui a la cocina para ver si cambiaba el chip, entre la vampira que jodia con Zack, que él tal Ben que me había interesado había resultado un gay muy enamorado y ahora esto de los humanos... En fin, no me estaba gustando tanto esta fiesta.

Observé toda la escena como si de una serie se tratase. Me había contado algunas cosas de su pasado con Zack pero me parecía que esto rallaba lo pasable. Me costaba creer que Alma hubiese conseguido aguantar tanto con ese tipo. La Alma que yo conocía no hubiese aguantado esos desplantes que la estaba haciendo Zack en la pista con la vampira esa y la llegada de  humanos fue el colmo, ella misma había odiado durante mucho tiempo mi desprecio hacía los humanos porque ella misma era una de ellos.  Y ver como se mordían como si tal cosa en su casa era fuerte.
 

-No sabía que Alma fuese una adicta a las mordidas- me confió Gus bastante alucinando con toda la situación. Obviamente él no conocía apenas del pasado de Alma y la estaba juzgando, no tenía porque saber como yo que no lo era. De hecho si no recordaba yo había sido él primero que alguna vez la había mordido. O eso pensaba, ya con la situación y la pregunta de Gus ni sabía que pensar- No lo es- dije un poco molesto por esos prejuicios. Me puse en pie y me rellené la copa antes de observar a Alma, estaba fumando unos pasos más allá. Ni si quiera podía juzgarla por lo del porro, de ser humano yo habría probado también de todo- ¿Estas bien? No pareces muy contenta con tu fiesta-murmuré en un intento de hablar algo más con ella y de alguna manera de "protegerla", contra más cerca estuviese más rápido podría reaccionar si algunos de esos locos se confundía de "comida"- Dime que al final de la noche no te pondrás en mitad de la sala y dejarás que todos te muerdan como en un ritual o algo- dije bromeando mientras miraba hacía la pista donde Zack seguía a lo suyo bailando mientras otros más allá se iban ocupando de los humanos. Madre mía que tío.

Me quedé allí de pié contra el marco de la puerta, fumando un poco e intentando no pensar cuando Ben se acercó a preguntarme eso. -No es mi fiesta.- le aclaré enseguida remarcando el "mi" como si no fuese ya obvio, desde ya que todo eso no me gustaba. Ni siquiera había tenido ganas de hacer nada al principio y ahora esto era el colmo. Dijo lo demás al final y sonreí un poco porque eso sí que era bizarro de pensar. -Joder... Has adivinado mi gran final...- dije ya en broma relajándome un poco. Ese tal Ben me caía bien. Zack ni se había enterado de los humanos, o hacía como que le daba lo mismo, pero seguía bailando con la vampira esa. -No puedo creer todo esto en mi propia casa....- solté por lo bajo y le di una calada al porro soltando el aire despacito. Miré un segundo a Ben. -No lo digo por Zack.- dije como si hiciera falta aclararlo, pero es que ahora empezaba a pensar que les estaba dando pena. -Es decir, me da igual que esté con esa vampira o con cualquier otro... Sé que me ama y yo también lo amo.- "o eso creo" pensé. -Me gusta verlo así, quizá suene un poco enfermizo o algo, pero es la verdad... prefiero no sentir que se anda limitando por mí o por lo que sea, no soy celosa y también acabo teniendo mis deslices, así que... digamos que me he vuelto muy comprensiva.- dije con una leve sonrisa porque eso era cierto, además me ponía mucho verlo bailar así con otra, sobre todo porque cada poco me miraba y me encantaba eso. Era como un estúpido juego que habíamos comenzado y no sabía bien cuáles eran los límites o a qué punto se me podía ir de las manos, pero me gustaba jugarlo...
-Pero lo de los humanos sí que es demasiado... Siento si te mueres por ir a morder a alguien pero no lo pillo, vosotros han sido humanos, no? No hace falta toda esta manipulación, me parece horrible.- dije despacito porque tampoco sabía que tanto me oían y además ya habia visto cómo me miraba Zack y en cualquier momento se aparecía y me cortaba la conversación. Digamos que Zack no era tan "comprensivo" como yo y sí que se ponía celoso con mayor facilidad... esta misma noche ya llevaba preguntándome por mi conversación con Ben varias veces y eso que era gay!

Me recordaba todo eso demasiado a nuestros comienzos y no dije nada mientras bebía, sobre todo porque ese "lo amo" me quemaba un poquito en el fondo por mucho que fuera cosa del pasado y demás. - Puede sonar enfermizo pero créeme que te entiendo, aunque al final creo que siempre se necesita algún límite para no acabar mal- y como siempre lo decía desde mi punto de vista, punto que sabía que ella no compartía del todo pero bueno... Bebí de mi copa y miré hacía Gus un segundo esperando que se tragara que lo decía por cómo había ido trascurriendo mi relación con él y punto.
-Son comida y están ricos- dije simplemente, otra punto en el que no coincidíamos, o bueno, no coincidíamos, ahora Alma les veía más como comida aunque seguía siendo mucho más humana en ese tema que yo la verdad. Me acabé la copa y miré el vaso vació- Voy a por otra copa antes de que tu novio me atraviese con la mirada-me burlé clavando mis ojos en ella por un instante antes de alejarme por fin. Se quejaba de mis celos pero en apenas ese minuto hablando había visto la mirada de Zack clavada en nosotros como mínimo diez veces. ¡Eso si que era pasarse!
Me rellené el vaso y al darme la cuenta la imagen que vi fue muy fuerte, un par de vampiros mordían a una pobre chica que estaba totalmente ya medio ida sobre uno de los sofás. Era también rubia y se daba un ligero parecido a Alma. ¿Sería para sacarse las ganas del "límite" que les había puesto Zack? Daban bastante escolofríos de pensar. 
Le di otro trago a mi copa y tomé a Gus de la mano para volver a bailar, mejor alejarnos de allí. Me daban ganas de beber con tanto olor a sangre pero ni si quiera quería joder las cosas más en el pasado.

Fue diciendo eso de que se necesitaban límites para no acabar mal y asentí. Suponía que le habría pasado algo parecido, se sentía bien no ser la única loca suelta por ahí, hasta ahora no me había cruzado con demasiada gente que me comprendiera. -Sí, bueno... Supongo que es así, pero no voy a ir fingiendo por ahí. No me gusta mentir, ni que me mientan.- dije encogiéndome de hombros. Me había largado de casa precisamente por eso, lo peor que me podían hacer en el mundo era mentirme y no pensaba dejar que Zack lo hiciera.
Dijo lo demás sobre los humanos y entorné los ojos mirándolo algo cabreada por su tono. -Soy comida entonces? Sólo eso? Porque te molestas en hablar conmigo o porque se te ha ocurrido vendarme la herida hace un rato?.- le dije sin dejar de mirarlo a los ojos. -No somos sólo comida, yo no soy solo comida...- repetí ya sin mirarlo dándole una última calada al porro justo antes de que me dijera eso de Zack. -Ya... sí, pues que lo resuelva.- dije sin darle importancia y ví cómo se alejaba por la copa. Lo seguí con la mirada y ví cómo cogía de la mano a Gus. Me dió un poco de pena, por momentos sentía que teníamos cierta ¿conexión? pero luego ya caía en la cuenta de que era todo mi imaginación, no era más que un gay amable y feliz de la vida que no había querido que alguien se cargara a la novia de su anfitrión y quedarse sin fiesta.
Zack ya dejó de bailar y la vampira se fue con una de las chicas por ahí a beber de ella. Enseguida se acercó a mí. -No te importa de qué hablábamos.- le dije antes de que me dijera nada porque ya me lo veía venir. -Ya, ya... Vengo en son de paz.- dijo alzando las manos como si rezara y enseguida me cogió de la cintura. -Julia se llama, la chica. Y me ha dicho que fue cosa de uno de los chicos. Te juro que no tenía idea de que iban a traer humanos y hacer esto.- me dijo atajándose de todo por las dudas. -Me da igual, estoy cansada... Quiero que se vayan todos.- le dije. -Pero sé que no lo harás, así que lo mejor es que me vaya yo.- murmuré. -No, venga, sentémonos un rato... tomemos algo, es que has estado fumando y no piensas bien... No morderé a nadie si tú no quieres.- me dijo ya tironéandome al sofá. Al lado mío unos vampiros mordían sin cortarse a una rubia. -Lárguense de aquí. Ahora. No quiero que se pasen así en mi casa.- les dijo y los vampiros se rieron pero igual se llevaron a la rastra a la chica de allí y la dejaron cerca de la puerta.

Me había quedado con las ganas al final de responderle algo a Alma sobre el tema de la comida pero Zack ya había vuelto hacía ella así que se había pasado mi oportunidad.
Fui bailando un poco con Gus pero no pude evitar mirar hacía Alma de vez en cuando lo más disimuladamente posible. Podía ser más joven pero en las pocas cosas que habíamos tenido oportunidad de hablar parecía pensar más o menos igual a cuando la había conocido.- Deja de mirarla- me avisó Gus cuando supuse que empezaba a ser demasiado obvio-No puedo- dije medio bromeando, aunque en realidad es verdad que no podía... Verla hablar de esa manera y en ese plan me traía muchos recuerdos nuestros del principio-Está cabreada- se la notaba, y bueno que la conocía- Pero además esta fumada, es una mezcla que nunca he visto, es interesante- dije como si se tratara de un ratoncillo de laboratorio o algo así. Gus negó con la cabeza y le dio un trago a su copa mientras nos movíamos un poco, aunque sin hacer demasiado caso del ritmo de la música- Estoy deseando llegar a nuestro tiempo y decirla que tiene un pésimo gusto para los hombres, y que su vida ha sido un lio siempre- dijo como si llegara ya mismo a esa conclusión- En serio, ¿en qué estaba pensando?-reí esta vez yo, había sonado totalmente a un padre indignado- Shh, calla- mejor no hablar de estas cosas en alto, no podíamos saber quien estaba escuchando y había mucho vampiro suelto.

Zack dijo un par de tonterías pero la verdad es que casi que ni lo escuchaba, me parecía una pérdida de tiempo y estaba bastante fumada ahora mismo... sólo quería estar tranquila y no pensar demasiado en lo que veía... sobre todo la parte en la que habían estado destrozando el cuello de esa chica a mi lado, se la habían llevado pero todavía había manchas de sangre en el tapizado. -Alma, en serio lo digo, es que no estás escuchándome.- protestó Zack. -Sí, sí te escucho... Estoy un poco aburrida, es eso.- dije mirando sin querer un poco a Ben y a Gus bailar. En un segundo me cruzé con su mirada y ya bajé la vista.  -Y qué quieres hacer?.- me dijo ya dándome la chance de que le dijera. -Es lo por lo de Julia? Es una tonta, le gusta provocarme porque sabe que no pasará nada.- dijo al final.-No es por ella... Me da igual.- respondí antes de servirme un poco de whisky. 
Se nos acercó uno de los vampiros y se sentó en el medio de nosotros abrazándonos, se notaba que iba con el puntillo. -Ey! Y tú? Es cierto lo que dice Zack...Qué no te has dejado morder? No sabes lo bien que se siente...- me dijo poniendo una de sus manos en mi hombro. -No, no sé y no quiero saberlo.- dije ya y me acomodé un poco apartándome de él. -Una pena, Zack tendrías que explicarle... Ya suficiente raro es que estés con una humana, pero que encima no le saques nada de provecho.- dijo mirándome de arriba a abajo. Estaba cansada, harta de verdad así que ya me puse de pié. -Qué demonios te pasa? No te alcanza con estar en MI casa bebiendo de otros humanos que tienes que molestarme? Quién demonios eres? Quién te ha invitado y qué tienes que ver con nosotros?.- dije ya levantando la voz. -No, no... Discúlpame, no lo decía mal... En serio, ven, era sólo un comentario...- dijo el vampiro bajando la voz y mirando a Zack con algo de miedo. Yo ya no me molesté en volver al sofá. Me fui a la cocina enseguida y abrí la heladera para tomar algo de agua y ver si me iba tranquilizando... estaba a minutos de largarme de allí.

La música estaba lo suficiente alta como para no poder escuchar con detalle cada conversación así que no fue hasta que Alma fue alzando la voz que nos percatamos del altercado. ¿Era así como se suponía que tenía que ir la fiesta? Me daba un poco de miedo pensar que podíamos estar cambiando algo pero es que tampoco sabía que podíamos más hacer.
La observé irse a la cocina y quise seguirla pero al final iba a parecer que no paraba de buscarla, ¿verdad?. Mierda. Por suerte (o no) del destino justo me chocó una de las vampiras que estaba bailando y me tiró la copa encima. Joder, genial. La atravesé con la mirada momentos antes de darme cuenta de que me había dado una pequeña excusa para ir hacía la cocina. Algo era algo.
Maldije por lo bajo con un poco de indignación y caminé hasta la cocina. Entré y no me costó demasiado encontrar a Alma bebiendo por ahí un vaso de agua- Joder, ¿de qué va la gente? ¿no saben mirar por donde van?- murmuré como para mi mismo mientras me acercaba a por un trapo. Lo mojé un poco de agua y me froté torpemente en el costado de la camisa "intentando evitar que quedara mancha". La miré un segundo y volví mi vista enseguida a mi camisa- Joder, parece que te estoy siguiendo todo el rato o algo, pero ya me voy en serio- dije a modo de disculpa mientras seguía frotando un poco más.

Me había sentado en un taburete a beber un vaso de agua. Más que nada necesitaba apartarme un rato del salón y pensar, le había dicho a Zack que no me siguiera... No necesitaba sus excusas ni sus explicaciones. Estaba en Berlín porque quería irme de casa pero también porque él tenía asuntos allí... El punto es que no tenía rumbo, no lograba decidir qué hacer con mi vida y me preocupaba estar dando vueltas en círculos sin llegar a ninguna parte. Bueno... También podía ser que la mariana me había pegado un poco mal y ahora estaba deprimiéndome sin razones. Bebo algo más de agua y escuche que alguien entraba a la cocina. Era Ben.
Sonreí al verlo protestar así por una camisa y cuando dijo lo demás red estarme molestando. -Estoy acostumbrada a que me sigan pero en tu caso no me molesta.- dije con una pequeña sonrisa. Era cierto, de algún modo hacía que se me cambiara el chip. -Venga, quítatela, así no vas a conseguir limpiar nada... No seas tímido, confía en mí que soy muy buena con la ropa.- dije ya poniéndome de pie, abrí una puertita de la cocina donde tenía el quitamanchas y ya fui yendo hacia él para ayudarle a quitársela sin dejarle demasiadas opciones.

-Creída-murmuré entornando los ojos pero sonriendo ante eso de que estaba acostumbrada a que la siguieran. No me cabía la menor duda. Insistió después para que me quitara la camisa e hice lo que decía. - Si querías verme desnudo solo tenías que decirlo- dije obviamente de broma y sin poder controlar ese tono de juego mientras la acababa de desabotonar y me la quitaba, obviamente no me daba timidez con ella y bueno, que no tenía complejo precisamente con mi cuerpo. La verdad es que la mancha era lo de menos, jamás me había preocupado por esas cosas más de lo necesario y solía ser bastante pasota con el tema ropa, pero ahora me había servido como excusa así que no podía menos que seguir con aquel juego.- ¿En serio no la estropearás?- dije como si dudara mientras se la pasaba y la veía "preparada" con el quitamanchas en la mano.

-No, no soy creída... es que...- me aclaré enseguida porque en verdad el comentario iba más que nada por Zachary y porque no quería que me siguiera, de hecho se lo había dejado en claro... no porque pensara que todo el mundo me iba siguiendo por ahí. -Sí, bueno... no importa, sonó a creída... ya está.- dije al final porque tampoco iba a estar explicándole todo eso.
Ya dijo lo demás y entorné los ojos. -Y ahora quién es el creído?...- dije enseguida sonriendo un poco mientras ya me pasaba su camisa y aproveché para mirarlo un poco sin cortarme tanto de todos modos. -No, no la estropearé... soy buena con la ropa, me importa mucho.- reconocí mientras iba ya poniéndole un poco de quitamanchas y "trabajaba" un poco el sitio en el que le habían tirado el vaso. -Es una bonita camisa, tienes buen gusto o te regalan con buen gusto.- sentencié mientras iba ya metiéndola en el lavarropas. -Te tocará quedarte un rato así... puedo darte una camisa de Zack si quieres... pero paso de meterme en la habitación contigo semidesnudo, no es personal... Al contrario.- dije y me interrumpí porque había sonado fatal eso, la maría no ayudaba a razonar. Suspiré. -Voy a que no quiero más líos, es una tontería pero parece que hoy tienes todos los números... No sé, es que ni el hecho de que hayas venido con tu esposo le ha dejado tranquilo, es de locos.- dije ya por Zack hablando más de lo que hubiera querido. -Tu esposo es celoso? Gus, verdad? No le importa que estés aquí conmigo ni nada... verdad?.- le pregunté de vuelta y me callé apresurando un trago de agua. -No me hagas caso, la maría me pone pesada... debería dejarla, fumo para relajarme... pero al final me deprime un poco y encima hablo y hablo, no puedo parar de decir tonterías... No tienes que responderme si no quieres.- le dije mientras ya terminaba de poner en marcha el lavarropas.