distrayendome

Su comentario hizo que me mordiera el labio, pero tenía que resistir. Entonces, la joven nos trajo las bebidas. Le sonreí cínicamente, y le dí ambas copa a Anthony para que las sostuviera. Mirándolo a los ojos, con mirada de depredadora...

Al momento siguiente, y a una velocidad que la chica nisiquiera se pudo imaginar lo que se le avecinaba... Le mordí el cuello de manera boráz, con algo debía de desquitarme sin romper mis códigos.
Nada mas duré unos segundos asi, ya que carecía de sed... Mas bien lo hacía por goloseria...

Lancé a la chica contra el sillon de forma violenta, la cual empezó a gritar de dolor y desesperación al ver la forma aterradora de mi rostro.

Los ojos teñidos de rojo, con un iris claro que en su pupila se encontraba estirada como la de un felino... Lo siniestro de mis gestos, y no hacía falta aclarar que mi sonrisa mostraba los colmillos anormales y los dientes manchados en su sangre. - Delicia. - Me lamí los labios para suavisar mi rostro y mirar a Anthony... - ¿Juegas?. - Me sonreí segura y perversa.

Mientras lo escuchaba miraba hacia afuera, enarqué la ceja mientras sus palabras me dirigían ha hace mas de quinientos años al pasado. Mordí con cierto dolor mi labio. Quizás sus palabras me hacían entender lo que le había provocado a quien amaba, y lo peor que solo había sido en un arrebato de protegerlo de mi misma.

Miré hacia afuera y el cielo comenzó a nublarce, y a caer lentamente gotas de agua... - No podría negarlo. - Dije con cierto desgano mientras observaba la suave llovisna que había provocado - No crees que ... - Volteo a verlo.

- Estoy segura que estas enamorado de Merysun. - Me sonreí jactante. - Si es igual a mi... Tan salvaje, seductora... y demas. - Rolee los ojos era como hablar de mi. - ¿No te da miedo que se te escape de las manos?. - Le pregunté ladeeando mi cuerpo y terminando de beber igualmente mi copa.

Escuché su historia, me recordaba a la mia en cierto modo... Remordí entonces mis labios. Y cerré los ojos a lo que un estruendoso trueno se dejó oír...

- Hace mas de mas de un cinco siglos, y despues de ser convertida por mi madre. Me escapé de su sombra... Quería vivir por mi misma, ella estaba bien relacionada con los antiguos, los primeros... Como quieras llamarlo. - Me levanté del sillón y me serví un whiskey doble, necesitaría algo fuerte para poder terminar de contar todo ello.
- Como te habia dicho, yo soy originaria de Francia, pero mi madre se encargo de enseñarme muy bien otros idiomas durante los primeros años de mi transformación. Me fue muy útil por cierto. - le coloqué algunos hielos y volví a sentarme. Pero, esta vez frente a él y sobre la mesa de living.
- Viajé lejos, debía hacerle perder hacer perder mi rasto a mi madre... Era mounstruosa, me alimentaba por necesidad y por placer. Junto a ella, me alimentaba de otros vampiros, pero al irme solo eso era algo mas complicado. - bebí un buen trago del vaso, y proseguí. - Llegue a Italia, donde conoci a quien marcaría el resto de mi eternidad, o almenos hasta la actualidad. Solo tenía diecinueve años, y la atracción fue fuerte, el humano por supuesto... Aún lo era. - Dije aquello ultimo con un tinte de tristeza en aquellas ultimas palabras, y volvía a beber. Luego de tragar con cierta dificultad, seguí. - Lo encontre una noche en un camino, el iba en un carruaje tirado por dos Frizones, desde entonces mis favoritos. Ataqué al conductor y luego de haber acabado con él, paré el carruaje para cenar a quienes estaban adentro... Su aroma cambió mis facciones y encuanto abrió la puerta... - Respire profundo recordando el momento. - El entro por mis ojos y debo de suponer que yo por los suyos. No fui capaz de atacarle, y se precupo por mi estado ya que tenía marcas de sangre por doquier. Le invente un par de cosas. Pero, siempre tuvo ese toque de irónico con descortes... Un aristocrático de pies a cabeza. - Terminé mi trago y decidí dejar de andar con detalles.

- De palabras a palabras pero, recidí alli por un buen tiempo, forzandomé a mi misma a controlar mi desenfrenado deseo por beberme la sangre de todo el mundo. Por aquel tiempo, no tenía talisman y estaba limitada a la oscuridad. Que era cuando lo visitaba y sin estar casados y para aquel entonces completamente ilegal, manteníamos nuestra llama de pasión bien encendida... - Respiré profundo. Pero, una noche su padre nos encontró justo en el momento en el que me proponía morderlo y marcarlo como de mi propiedad... No sería necesario que te explique cual era mi rostro en ese momento. No tuve otra que borrar la memoria del padre... Sabía que quizás no iba a poder resistirme nuevamente de obtener la sangre que corria por el cuerpo de quien amaba. Asique decidí dejarlo por su propia seguridad, no deseaba arrastrarlo conmigo a la oscuridad, limitar sus horas solo a las noches. Que tuviera que matar para vivir. Hice una pausa recordando todo ello. - El sacó en mi la humanidad que no había encontrado ni estando viva. Con su arrogancia y su dura forma de ser, aunque con una manera especial para amar... Lo abandoné, borrando mis recuerdos, esperando que pudiera vivir en paz... Casandose y teniendo una mujer, quizás hijos que yo jamás le podría dar. - En ese momento sabía que necesitaria una dosis mas de alcohol, asique fui a la barra volvi a servirme y quedandomé apoyada proseguí.

- Nunca fue mi intención venir a este pueblo de muerte. En realidad me atrajeron los rumores de que habían vampiros, y quiero acabar con ello, no podemos estar exponiendonos. Ni esperar que todo el mundo beba verbena por las mañanas - Di otro trago al vaso. Sabía que comenzaba a llegar a mis limites. - Curiosamente, por un descuido en mi coche, el pasaba con el suyo y se dedico a "ayudarme" - dije con cierto sarcasmo. - No pude creer que estuviera vivo... Bueno, literalmente hablando. Bebí nuevamente, con la mirada perdida entre los recuerdos. - Una pelea, y una mordida terminaron revelandomé ante el... Me odia, dijo haber siempre sentido un ahogamiento en el pecho, como si le faltara algo y... Resultaba ser un amor que .... Al diablo. - Dije intentando no puntualizar mas, y me encaminé nuevamente a la ventana mientras me terminaba de beber el whiskey para luego estirar mi brazo, abrir mi mano... Y dejar que se partiese contra el piso.

Su comentario nada mas hizo que en el cielo los rayos partieran con las penumbras, iluminando mi cuerpo y gran parte de la oficina... No soportaba la idea. Si acaso eso ocurria, volvería a ser lo que habia sido antes de conocer a Damon. Por la simple razón que me destruiría por completo. Apoyé las palmas de mi mano en el ventanal, mirando hacia afuera. - Con lo inmundamente pequeño que es este pueblo... - Y dejé un momento las palabras en suspenzo. - Te apuesto a que ya pueden haberse cruzado. - Me enderecé y me crucé de brazos para mirarlo.

- De todas formas despreocupate. Damon, se a vuelto un mujeriego. - Finalmente pronunciaba su nombre en voz alta, amar para mi, era una cosa dificil de asimilar desde todas las perspectivas. - La noche anterior estuvo en mi casa. - Bajé la mirada. - Pero, lo que sucedió no podría tomarlo como una reconciliación bajo ningun punto de vista. - Negué duditativa.