+18 Por fin en Francia (Alma)

Habían sido muuchas horas de avión así que cuando llegamos y debido al cambio horario ya era bastante bien entrada la mañana, casi era ya la hora de la comida. Ya solo caminar por el aeropuerto y escuchar a la gente hablar francés mientras caminabamos hacia la salida me encantaba la verdad, para que negarlo.

Aproveché parte del viaje para dormir... porque llegaríamos por la mañana y no había podido descansar demasiado.
-Por fín.- murmuré al pisar el aeropuerto, me encantaba sentirme en Francia. Me detuve un instante y lo tomé de la mano tironéandolo hacia mí para que se detuviera también y enseguida pasé a besarlo porque tenía ganas de hacerlo allí mismo... -Bienvenue, mon chèr.- murmuré contra sus labios.

Me detuvo por un instante y sonreí enseguida cuando me besó y dijo eso que me encantó- Merci-murmuré sonriendo contra sus labios mientras la estrechaba más contra para seguir su beso, siempre era bonito volver a Francia y más con ella después de todo.

Sonreí con su resuesta asintiendo levemente y ya luego de besarnos comenzamos a caminar para salir del aeropuerto. -Tendrás que decirme hacia dónde ir... que nunca he estado por aquí.- le dije sonriendo. Hacía un lindo día... mi vestido sería de fiesta, pero era un vestido y lo agradecí porque el sol se sentía.

Sonreí- Es pronto, podemos ir por la ciudad a hacer "turismo"- dije sonriendo mientras la cogía de la mano para ir en busca de un taxi o algo así- Puedo enseñarte donde estaba mi casa- dije medio bromeando porque no sabía ni lo que habría ahora allí.

-Vale. Me encantaría.- le dije por eso de ir hacia dónde antes había estado su casa. Lo seguí y ya nos montamos en un taxi. -Ya te he dicho que todo esto me entusiasma, no?.- le dije sonriendo pero era bastante obvio porque además la sonrisa no se me desdibujaba de la cara desde que había aterrizado el avión.

- Si... Y yo sigo sin entender porque pero bueno- dije sonriendo mientras le decia al taxista más o menos donde queríamos ir. Hacia mucho que no iba así que mis señas era algo vagas pero al fianl el taxista me entendio más o menos y se puso en marcha.

-Tú nunca me has entendido... es eso...- le dije con una sonrisa mirándolo y luego me acerqué a darle un beso. -Pero con que me sigas la corriente yo ya estoy contenta, descuida.- le dije luego sin dejar de sonreir.

- Vale... Te seguiré la corriente entonces como a los locos...-dije sonriendo y bromeando un poco después antes de darla otro pequeño beso.

-Nah, tampoco como a los locos...- le dije entrecerrando los ojos en broma. -Tampoco es tan dificil de comprender... siempre me ha gustado saber más cosas de tí, incluso cuando no estábamos juntos... son cosas que me dan curiosidad, hacen que me sienta más cerca tuyo... es sólo eso.- le dije explicándole en parte porque era que me entusiasmaba tanto el rollo de conocer donde estaba su casa, ver su ciudad y todas esas cosas... también por eso lo de la cita como en su época.

- Vale... Pero ya sabes que te he dicho mil veces que me puedes preguntar lo que quieras... Ya luego me guardo el derecho a no responder- dije medio bromenado, pero era cierto que siempre la decia algo así.

-Ya... pero no es que vaya a hacerte un cuestionario ni nada, es simplemente que me da ganas por momentos de saber esas cosas...- le dije sonriendo y mirando un poco por la ventana. -Además tú con tu derecho a no responder, ya me la has jugado... espero que recuerdes que yo jamás olvido las cosas que te he preguntado... aún quiero saber lo de "tus cosas con Gus" y eso es sólo un ejemplo.- le dije con una sonrisa leve mientras veía un poco la ciudad por la ventanilla.

-Algún día se te olvidarán, tengo fe en eso...-dije haciendome el tonto y sonriendo antes de mirarla- ¿Sigues sin tomar verbena? Tal vez pueda hacer que lo olvides ahora- dije picandola y bromeando mientras la cogía de la barbilla para que me mirara a los ojos.

Sonreí cuando dijo lo primero de que tenía fe que las olvidara y ya luego cuando dijo lo otro y cogió mi barbilla suspiré. -No he tomado verbena para poder intercambiar sangre en la cita... sería una lástima que me dieras motivos para tomarla.- le dije sin inmutarme con una sonrisa pícara, la verdad es que siempre había sido muy desconfiada con ese tema y por eso me había costado mucho dejar de tomar verbena.
A mí modo, era todo un acto de confianza en él haber dejado de tomarla... y que me desafiara de ese modo, aunque fuese en broma, me hacía recordar lo imprudente que era al no tomar verbena e ir por ahí mezclándome con vampiros.

Sonreí ante sus palabras y ni bien acabó de hablar acorté la poca distancia que había entre nosotros y la besé soltando ya su barbilla ya que había estado de broma y la verdad es que lo de intercambiar sangre no había sonado nada mal...

Enseguida me besó y ya me olvidé de todo el asunto de la memoria... que siempre sus besos hacían que me fuera de lo que ocurría. Al instante ya no pensaba en nada que no fuera en él y ni hacía falta que usara su jodidos poderes.

Sonreí y continué besandola por unos instantes hasta que sentí como paraba ya el taxi. Suspirando me aparté de ella para pagar y poder bajar ya.

Continuamos besándonos hasta que el taxi se detuvo, no era la primera vez que nos ocurría eso. De pronto recordé la vez en Roma... Ben pagó y nos bajamos.
-Te acuerdas del taxi de Roma?.- le dije ni bien ya estábamos en la calle. No sabía si se me mezclaban un poco las cosas pero tenía la impresión de que allí había sido eso de que el taxista tosiera porque no nos cortábamos ni un poco y hacía rato que se había detenido.

- Me acuerdo- dije con una pequeña sonrisa- Fue en la puerta de tu casa...-dije recordando que era casi como alargar la despedida antes de seguir cada uno con su vida hasta que nos interrumpio el taxista. Parencia mentira todo lo que había pasado desde entonces...

-Sí, que lejos queda todo...- murmuré tomándolo de la mano cuando recordó eso... la verdad era que había sido uno de los días más raros ese de Roma, en realidad cada uno de mis encuentros con Ben en Roma me habían dejado muy rara... más aún luego de ese día en que realmente nos habíamos dejado llevar... me había costado mucho no decirle la verdad a Stefan y fingir que todo estaba bien, ni siquiera ahora me había atrevido a decírselo así que Stefan seguía sin saber de aquél encuentro.

Sonreí- Es verdad... Parece que han pasado años...-dije sonriendo mientras la cogía de nuevo de la mano para comenzar a caminar un poco por el centro que era donde estaban todos los edificios más antiguos y eso.

Asentí y me dejé guiar por él por toda la zona. -Tendrás que hacerme de guía turístico que aquí no he venido nunca y no tengo idea.- le dije con una sonrisa. -Ya te ubicas un poco?.- le pregunté despues.

- Si, más o menos si, le he dicho que nos deje cerca del ayuntamiento, y eso no tiene perdida...-dije sonriendo mientras la señalaba hacia una gran torre que había de un reloj ya que era justo donde estaba.

-Vale, muy astuto.- le dije en broma por eso de que el ayuntamiento en definitiva continuaba en su sitio.
-Y hacia dónde vamos ahora?.- le dije después mientras continuaba caminando. Ya saqué del clutch los cigarros y me encendí uno, continuaba con la ropa de la fiesta y ni siquiera tenía equipaje. -No puedes quejarte que manejo estos taques como una duquesa.- le dije en broma porque estaba ya algo cansada de tirar horas y horas con esos zapatos de tacón pero, a mi favor, estaba muy acostumbrada.

- Te recuerdo que has sido tu la que no ha querido pasar antes por casa asi que ahora te toca aguantarte- la piqué sonriendo.- No sé, te dije de enseñarte donde estaba mi casa, ¿no?- dije sonriendo- Creo que ahora no hay nada...-dije dudando porque estaba más a las afueras donde el campo y eso- Pero te gustara el paisaje.