Encuentro (Erik)

Recuerdo del primer mensaje :

Había estado de compras toda la mañana... Me sobraba el tiempo así que luego de desquitarme con las tiendas de ropa y zapatos de la ciudad vecina ya volví a Fell's a terminar de comprar algunas cosas.

Spoiler:

Ya estaba por entrar a una disquera para ver si tenían algo nuevo que se me antojara cuando me pareció ver pasar a Erik caminando, hacía mucho rato que no sabía de él... desde el viaje a Miami para ser clara. Sonreí enseguida y luego de confirmar que era él (no era fácil confundirlo), lo llamé.

Erik estaba totalmente confuso con la actitud de Alma. Las chicas normales se ponían a llorar, bajaban la cabeza o simplemente se iban. Pero ella no, era distinta. Siguió diciendo cosas que Erik ignoró, puesto que estaba más atento a otras cosas. Sacó un cigarro de su bolsillo de atrás y se lo encendió. No le quiso ofrecer a Alma.
-¿Pero vamos a follar o qué?

No hizo caso a lo que dijo por lo que tampoco hice caso a lo que él acababa de preguntar, ya le había dicho que no me acostaría con él... Me serví un vaso de whisky le eche hielo y me lo bebí mientras lo miraba encender el cigarro.
-No.- respondí y acabé mi vaso de whisky de un trago. -No sé, quizá lo mejor sea que me vaya... ha quedado claro que no somos amigos y no tenemos de qué hablar, verdad?.- murmuré ya alzando la mirada y encogiéndome de hombros, no me apetecía irme... Erik me caía bien por más que intentara ver justo lo contrario...

Cuando Alma le dijo que no, Erik cerró los ojos y dio una calada.
-Pues si no vamos a follar, quiero que me dejes la casa libre, porque tendré que follarme a otra esta noche.-dijo apagando el cigarrillo y encendiendo otro, se colocó el pelo y se acercó a ella, le agarró el culo.-Ha sido un placer.

Lo escuché decir eso y dejé a un lado el vaso, me tocó el trasero diciendo eso y le quité la mano... -Hecho.- le dije sin disimular esta vez el odio que tenía en la mirada, no me había gustado lo que había dicho sobre que le dejara la casa libre pero tampoco podía agarrármela con él porque yo misma le había puesto esas reglas "Quiero a Ben, me acuesto contigo"... no podía volver sobre mis propias palabras. -Siento dejarte con las ganas esta vez... es culpa del pueblo cósmico que me pone en tu camino, no quise que te ilusionaras.- murmuré ya picándolo un poco porque no me gustaba el tono en que me había hablado. No esperé que respondiera y salí de la cocina para ir hacia el sofá y tomar mi cartera y mis cosas.

Ni siquiera dejó que le respondiera y Alma se fue de la cocina y fue a coger sus cosas, dejó el vaso de whiskey. En ese momento estaba realmente enfadado, salió detrás de ella y la cogió del brazo. Se acercó a ella y a dos centímetros de su cara le dijo:
-No tengo porque ilusionarme porque una rubia de bote del montón no quiere engañar a su novio. Sé que al final vas a arrepentirte y vas a volver como una perrita en celo. De verdad, me he follado a muchas otras como tú.-tras esto la soltó y se sentó en el sofá, mirándola fijamente.

No se quedó con las ganas de decirme lo que pensaba y mientras estaba a mis cosas me cogió por el brazo y dijo todo eso. No me gustaba ni un pelo que me tocara cuando no tenía ganas de que lo hiciera así que enseguida se me aceleró el corazón. No iba a permitir que se la agarrara conmigo ya había estado con chicos más desquiciados que él, incluyendo vampiros así que no me importaba lo que hiciera... -Ya... lo que tú digas.- le dije sin creerle ni un poco cuando acabó de decir todo eso y se fue al sofá para seguirme mirando desde allí. -Si tan acostumbrado estás a chicas como yo, no sé qué te ofendes...- le dije mirándolo a los ojos ya de pié. -Y si soy tan del montón tampoco entiendo porqué te enfadas, casi que haces un negocio en quitarme del medio.- le dije con algo de ironía sin dejar de mirarlo.

Erik se rió mientras la miraba fijamente a los ojos.
-Yo no estoy ofendido, quizás serás tú porque eres una promiscua del copón.-dijo una calada a su cigarrillo.-Y qué, vete joder, no te quiero volver a ver en mi puta casa.-dijo totalmente calmado desde el sillón.-Y no te pegues con la puerta en las narices.

-Vete a la mierda.- le dije ya algo borde porque no podía creer que me dijera todo eso tan tranquilo, me daba mucha bronca porque había ido allí realmente sin saber qué demonios pasaría... pero ahora mismo a la última persona a la que quería cruzarme era a Erik. -Y me has hecho un favor sábes... estabas empezando a caerme bien y hasta creí que serías una excepción, pero ya me queda claro... Por algo me he quedado con Ben, te falta mucho.- le dije ya picándolo y dándome la vuelta para irme, en parte me sentía algo decepcionada, estaba acostumbrada a pasármela con vampiros y Erik era técnicamente el primer humano al que le había encontrado gracia y me gustaba eso... pero se había pasado conmigo, él se lo perdía.

Erik se empezó a reir a carcajadas cuando empezó a hablar de Ben.
-¿Ves? Eres una pesada, todo el puto día hablando de ese gilipollas, seguro que no tiene ni media hostia.-dijo mientras seguía fumando sentado en el sofá.-¿Te crees que me importa? ¿me voy a poner a llorar porque ya no soy la excepción? ¡Venga ya! ¿qué tienes, 12 años o qué? Joder madura, ¡deja de ser tan cria por Dios santo!.

Cuando se rió y empezó a decir eso de Ben ya me hizo gracia porque nunca desde que se lo nombre por primera vez había dejado de decir cualquier cosa sobre él y ni siquiera se conocían...
-Puede que sea una cría.- dije ya dándome la vuelta con una leve sonrisa y pasando por alto todo lo que decía de Ben. -Pero tú eres peor...- murmuré mirándolo aún con una leve sonrisa mientras continuaba sentado en el sofá.
Caminé hacia él, y cuando estuve cerca le quité el cigarro de los labios para darle una calada, desde el principio no me había convidado y me había jodido eso. Lo miré a los ojos como si lo examinara mientras soltaba el humo. -No me quise acostar contigo y ya ni siquiera me convidas un jodido cigarro... no eres más maduro que yo.- le dije ya devolviéndoselo y poniéndoselo en los labios con una sonrisa de lado.

Erik la miró cuando le quitó el cigarro y le dijo todo eso.
-Si no vas a follar conmigo no mereces ni un vaso de agua.-rió. Se levantó y le quitó el cigarrillo de la mano para darle él una calada. La miró fijamente a los ojos y expulsó el humo en su cara.

Lo miré con una sonrisa cuando dijo todo eso porque su maldita forma de hablar siempre me había encendido y era exactamente lo que estaba ocurriendo. Se puso de pié, era alto incluso más que yo (algo no muy sencillo) me miró a los ojos y me quitó el cigarro echándome el humo a la cara. No pude resistirme esta vez y tras tomárlo por la nuca lo besé sin cortarme. Un beso corto pero intenso, me quedé con su labio inferior entre mis labios y lo tironié un poco antes de ya separarme. -Siempre me han gustado tus labios.- le dije sin cortarme y lista para irme de una vez.

Alma lo besó y Erik se quedó parado. Dio otra calada y la miró fijamente.
-No juegues con fuego... o te vas a quemar.-dijo poniéndole el cigarillo en la boca para que esta diera una calada. La agarró del trasero.-Siempre me ha gustado tu culo...

Le dí una calada al cigarro apenas lo puso en mis labios y luego lo tomé entre mis dedos y lo quité de allí quedándomelo en la mano. Me tocó el trasero y dijo eso. Tenía que irme de esa casa pronto o acabaría arrepintiéndome y lo sabía, pero no podía irme tan fácil... la forma en la que me miraba me cortaba la respiración y lo sabía, subí sus manos a mi cintura y dejando la mano que tenía el cigarro sobre las suyas subí la otra hasta tomar su mejilla y tras mirarlo un segundo volver a hundirme en sus labios. Esta vez lo hice con mayor dedicación, pausadamente pero jugando ya con su lengua y esperando su reacción. No quería acostarme con él, no podía hacerlo... pero tampoco podía irme tan fácil de esa condenada casa.

Alma le volvió a besar y este subió sus manos a sus caderas. Con su mano derecha le acomodó el pelo y siguió besándola. Acababan de discutir y ahora se estaban besando ¿qué pasaba entre ellos? ¿tan grande era su atracción? ¿era atracción o algo más?
Erik ignoró estos pensamientos y siguió besando a Alma. Fue un beso distinto, un beso apasionado. Con la mano que le había apartado el pelo ahora le estaba acariciando la mejilla, suavemente.

Continuó el beso con intensidad y me dejé llevar sin pensar en nada mientras sentía como acomodaba mi cabello y acariciaba mi mejilla. Había cambiado el chip y definitivamente yo también lo había cambiado. Tenía que irme pronto de ahí, sabía como acababan estas cosas... pero sus labios eran tan... Suspiré. Le puse algo de coraje y ya me aparté del todo de sus labios apoyando un segundo mi frente en la suya. -Tengo que irme, no te enojes, pero tengo que irme...- le dije esperando que de una vez me entendiera y no me saliera con una sarta de palabras groseras ni nada del estilo.

Siguieron besándose apasionadamente hasta que Alma paró y dijo que tenía que irse. Erik reaccionó completamente distinto a la otra vez. Con toda la tranquilidad del mundo, la cogió de la barbilla.
-¿Por qué?-la miró fijamente. Solo quería seguir besándola.

Cuando me dijo eso y tomó mi barbilla suspiré. -Porqué no puedo acostarme contigo... pero tampoco logro dejar de besarte.- le dije siendo bien clara con la situación en la que estaba metida. De un lado sabía que me costaría cortarme, y del otro lado no podía separarme fácil de sus labios. Menos luego de la forma en la que esta vez me había hablado. Tomé su mano aún en mi barbilla y la acerqué a mis labios para besar sus dedos antes de acercarme nuevamente a sus labios y tras suspirar volver a besarlo una vez más.

Alma le dijo eso y después siguió besándole. Erik estaba confuso, muy confuso. Pero siguió besándola sin parar. Cogió las manos de Alma y las puso en sus caderas y él puso su mano izquierda en su cintura mientras acariciaba su pelo con la mano derecha.

Continuamos besándonos sin poder ya separarnos durante algunos minutos, sentí su mano acariciando mi cabello y me encargué de acariciar levemente sus caderas, era dificil cortarse... de verdad que estaba metida ahora en un lío. Suspiré una vez más y me aparté de sus labios, lo miré un segundo a los ojos intentando entender de qué iba todo eso, no lo quería... no me confundía, sabía que quería a Ben... pero a la vez no podía dejar de besarlo, me sentía tremendamente atraída por él y yo nunca había podido oponerme a esas cosas. Volví a besarlo una vez más acariciando sus caderas y ya luego subiendo mis manos hasta sus hombros para luego pasarlas por detrás de su cuello y atraerlo más hacia mí profundizando ese beso.

Erik y Alma seguían besándose, a lo que Erik comenzó a pensar en todo lo que estaba haciendo, quizás no estaba demasiado bien ¿cuándo le habían importado esas cosas? no tenía ni idea, pero se estaba empezando a preocupar. La miró fijamente.
-Creo que tienes que irte a casa...

Continuamos besándonos ya sin cortarnos para nada hasta que nos separamos un segundo y Erik dijo eso. -Sí.- asentí mientras ya soltaba su nuca, sabía que tenía razón y agradecía que me lo dijera o no me iría de allí. Tomé su mejilla con una de mis manos y una última vez me acerqué a besarlo, lo hice pausadamente y ya me separé. -Mejor me voy.- suspiré y cogí ora vez la cartera, yendo hacia la puerta.

Alma le besó otra vez más para despedirse, se dio la vuelta y cuando iba a marcharse, Erik la agarró del brazo.
-Espera, quédate aquí un rato, no sé... conmigo.-dijo. No sabía lo que decía. Por unos momentos parecía tan confuso y vulnerable. No quería parecerlo pero no tenía otra opción. Alma había entrado como un torbellino en su vida y había cambiado todo de lugar.

Ya estaba con un pié fuera de su casa cuando se me acercó y me tomó del brazo diciéndome todo eso. Suspiré porque era evidente que no podría irme después de esas palabras. -Vaya...- dije girándome para mirarlo con una sonrisa. -Ahora quieres que me quede... tú si que cambias como el viento.- dije metiéndome con él en broma, pero más que nada para cortar la tensión tremenda que había en ese momento.

Erik rió cuando le dijo aquello de que cambia como el viento.
-Ya, bueno, no sé.-dijo riendo.-¿Por qué no te quedas un rato? Aún es pronto...-dijo acercándose a ella.