+18 Escapada a Roma (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Entrecerré los ojos cuando me dijo aburrida y luego ya dijo lo demás dándome la razón, sonreí satisfecha. Ya llegamos al aeropuerto y aparcó. Tenía bastantes ganas de largarme al menos un par de días de Fell's. Ya nos bajamos del coche y fuimos a despachar las maletas.

Dijo eso sin dejar de mirarme mientras se empezaba a quitar ella misma el sujetador- Eso me gusta...-murmuré picaramente por eso de que era "mía". La miré con picardía y me senté a su lado sin dejar de mirarla permitiendola desnudarse a ella misma.

Sonreí de lado cuando dijo que le gustaba y se sentó a mi lado, ya bajé la mirada y me quité el sujetador acariciándome un poco por provocarlo antes de sentarme más atrás en la cama y comenzar a deslizar mi última prenda yo misma por entre mis piernas.

Sonreí con picardía cuando se apartó un poco y se terminó de quitar la ropa interior quedando completamente desnuda. Siempre me había gustado su cuerpo y estaba claro que eso no había cambiado. Recorrí su cuerpo con la mirada sin cortarme para nada mientras se iba ednudando, pasando la vista por sus pechos, bajando por su abdomen fijandome en el tatuaje y continuando hasta llegar a sus piernas sin dejar de mirarla ni un instante.

No dejó de mirarme todo el rato haciendo que me encendiera nomás de sentir sus ojos fijos en mi cuerpo. Ya acabé de quitarme la ropa interior al tiempo que me quitaba también las sandalias. Me giré a mirarlo con una sonrisa expectante. -Y bien?.... Dije que haría lo que tú quisieras...- susurré con picardía.

Sonreí ligeramente estampandola enseguida contra el colchón a velocidad vampirica, tumbándola y poniéndome un poco sobre ella- Solo quiero follarte de una vez... Sin delicadezas y sin nada-susurré dejando que nuestros sexos se tocaran al estar tan pegados- No sabes como me tienes...-susurré ronzando su entrada con mi miembro pero sin llegar todavía a decidirme a pentrarla.

Sonrió y no me dió tiempo a nada estampándome contra el colchón y poniéndose sobre mí al tiempo que decía todo eso. Me excité en un segundo, no podía ser más picante todo eso que decía y suspiré anticipándome cuando lo sentí rozarme con su miembro. -Hazlo, joder Ben... Hazlo de una condenada vez.- le pedí sin dejar de mirarlo a los ojos y cogiéndolo de su nuca para atraerlo a mis labios hundiéndome en ellos con intensidad.

Tenía pensando desesperarla un poco más, pero me lo pidió de una manera tan sumamente sexy que no pude ni controlarme. Continué su beso y apenas romper el beso me hundí en ella sin demasiadas delicadezas como la había dicho y comenzando con un ritmo intenso, buscando que gimiera y disfrutara sin control.

Se hundió en mi apenas nos separamos de ese beso y no pude evitar gemir enseguida porque lo estaba haciendo con intensidad y sin delicadezas tal y como había dicho, pero no podía negar que me estaba enloqueciendo. Lo sujeté de la espalda hundiendo las yemas de mis dedos y recorriéndolo hasta llegar a su trasero y estrujarlo algo más al tiempo que abría más mis piernas flexionándolas a sus lados. Recosté mi cabeza por completo en el colchón y encorvé mi espalda sin poder controlarlo en cada estocada a medida que aumentaba la intensidad.

Gimió casi enseguida y me encantó eso de no tener que andarme controlando como antes cuando era humano, ahora podía de verdad dejarme llevar así sin control. Abrió mas las piernas estrujandome contra ella y la fui embistiendo con intensidad sintiendo también como encorvaba su espalda sin control. Cada parte de mi piel estaba en contacto con la suya y es que no podía ponerme mas todo eso. Acaricié con intensidad sus muslos mientras arañaba con mis colmillos su cuello sin dejar de embestirla ni un instante.

Sentí su cuerpo sobre el mío, su peso, su piel... rozándose con la mía sin control mientras las embestidas iban una y otra vez. No dejé de estrujar su trasero y luego ya subí con mis manos por su espalda. Sentí sus colmillos arañándome por el cuello y suspiré sin poderme controlar. Ya no temía que me hiciera daño y era genial sentirlo así descontrolado. Estaba siendo diferente e igualmente perfecto como cada vez. -Follame Ben... hazlo, no te detengas...- murmuré a su oído sintiendo como acariciaba mis muslos y sin poderme controlar.

Me encantaba todo eso. No es que el sexo hubiera sido nunca malo pero ahora si que podía dejarme llevar por completo sin tener que andarme controlando así que aunque era algo diferente no podía dejar de gustarme demasiado. La escuché decirme eso y casi me da algo porque era jodidame excitante. Con una mano me apoyé un poco en el cabecero de la cama como si buscara de verdad embestirla con mas fuerza todavía y con mucha mas profundidad si eso era posible- ¿Así?- susurré como si buscara su aprobación o algo- ¿Te gusta?- susurré con picardía mientras sentía todo su cuerpo temblar de placer bajo mi cuerpo.

-Sí... así... Ben.- solté sin poder ni controlarme luego de que me preguntara eso y lo sintiera tomarse del cabecero de la cama para penetrarme con mayor velocidad y profundidad. -Claro me me gusta... Joder...- susurré entre gemidos mientras ya lo cogía otra vez de su trasero ayudándolo a emebestir y sintiendo como mi cuerpo latía de placer en cada una de sus embestidas.

Sonreí complacido cuando dijo eso pero es que era demasiado, a ese ritmo no creía que aguantaramos mucho. Empecé a jadear sin poder evitarlo contra su oído con cada embestida, sintiendo como no dejaba de encorvar su espalda por momentos y continuaba gimiendo. Ni pensaba en el ruido que estaríamos haciendo, solo me preocupaba hacerla disfrutar y dejarme llevar así con ella. Me encantaba que hubieramos dejado de estar ya raros por el momento de una vez.

Continuó embistiendo con fuerza, hundiéndose en mí al tiempo que se tomaba del cabecero de la cama. Sentí sus jadeos en mi oído y no podía ponerme más todo eso, lo adoraba totalmente. Lo abracé con fuerza y volví mis manos a su cintura y su espalda, luego su trasero una y otra vez recorriéndolo, hundiendo las yemas de mis dedos sin preocuparme por si le hacía daño y sintiendo como cada vez estaba más cerca del orgasmo. -Muérdeme... Ben... muérdeme.- solté entre jadeos cuando estaba cada vez sintiéndome más al límite y percibiendo que no dejaba de arañar mi cuello con sus colmillos lo que me fascinaba.

Sus manos me volviendo loco, la sentía estrecharme contra ella y sentir sus manos en mi trasero una y otra vez recorriendome me hacia perder el poco control que me quedaba. La escuché jadear eso y me estremecí enseguida- Alma...-jadeé contra su cuello sin podermelo creer sin dejar mis embestidas, pero la sentía tan al límite y tan deseosa de eso que claro que no me corté, hundí enseguida mis colmillos en su cuello comenzando a beber de ella, sintiendo como su sangre entraba en mi interior y sintiendola por completo.

Dijo mi nombre y suspiré de placer sintiéndolo todavía hundirse una y otra vez en mí. Me hizo caso y me dió el gusto hundiendo sus colmillos en mi cuello y comenzando a beber de mí. Pude sentir enseguida como el vínculo de sangre se renovaba y sentirlo excitado de esa forma, amándome sin control era desquiciante. Jadee quedándome en sus manos dejándome penetrar y morder a la vez sin oponer resistencia alguna, sin ayudarlo, abandonándome en sus manos.

Se dejo hacer por completo y es que no podía sentirla de verdad más mía... Era completamente mía y es que era una sensación tan asombrosa que no podía ni creelo. Bebí las últimas gotas de sangre de ella antes de apartarme y seguir embistiendola según se cerraban sus heridas- Venga Alma... Date prisa- jadeé estirando algo el cuello y animandola a morderme también antes de que llegaramos al orgamos. Antes no la había propuesto lo del intercambio durante el sexo porque podía ser mas complicado pero es que ahora mismo me daba igual, como si me hacia daño... Solo quería sentirla y que me sintiera por completo de todas las maneras posibles, era lo único que quería.

Lo sentí beber de mí totalmente transportada por las sensaciones que me invadían de modo que cuando me dijo que me diera prisa y estiró su cuello no tuve tiempo ni de dudarlo. Venía deseándolo desde el principio, quería su sangre, deseaba sentirlo de verdad por completo... pero no había sido capáz de decírselo por temor a que me malinterpretara. Desenfundé mis colmillos y lo mordí en el sitio que me había señalado aquella vez como el que le gustaba... de verdad me había esforzado en retener esa información y lo habia logrado. Comencé a beber de él sintiendo todavía sus estocadas y descubriéndome transportada por una sensación tan intensa y perfecta que me daban ganas de reir y llorar al mismo tiempo, en toda mi vida jamás me había sentido tan plena.

No me dolió para nada, no sabía si de verdad lo había hecho bien o que estaba tan abrumado por todas las sensaciones que no me daba ni cuenta. Pero al final me mordió y la deje morderme a su antojo disfrutando de toda esa sensación. Me había mordido justo donde me gustaba y es que me encantaba, podía sentirla mas que nunca y eso de intercambiar sangre durante el sexo era extraodinario, no tenía ni palabras. Continué embistiendla mientras la dejaba beber y me sentía cada vez más al jodido límite de todo.

Continuó embistiendo bajando un poco el ritmo y haciéndolo completamente placentero mientras me dedicaba a beber de él hasta saciarme. Era realmente una sensación indescriptible, jamás en la vida había sentido algo tan intenso, todo me hacía desbordar de lujuria. Ya acabé de beber y volví a sus labios luego de lamer mis propios labios mirándolo a los ojos, aumento las estocadas con mucha fuerza y haciendo que ya gimiera sin contenerme hasta que llegamos al orgasmo. Grité sin poder evitarlo, había sido todo tan extraordinario que no podía ni explicarlo. Jadee sin contenerme sintiéndome explotar de placer todavía un rato, había sido un orgasmo increíble como no recordaba otro... Y sentir el vínculo de sangre ahora me dejaba sin palabras. Seguramente hubiéramos hecho mucho ruido entre los jadeos y la cama moviéndose una y otra vez, era un hotel bonito y calmo, así que juraba que todo el condenado hotel nos había escuchado.

Dejo de beber de mi y suspiré por la mezcla de emociones. La besé enseguida cuando volvió a mis labios y no tardamos nada de tiempo en llegar al orgasmo. Había sido el mejor polvo que habíamos echado en la vida, o por lo menos eso me lo parecía ahora mismo. Salí de su interior pero suspiré todavía un poco sobre ella, incapaz de apartarme de ella por todo lo que sentía. No podía quererla más y de verdad que lo sentía con todo mi cuerpo y con todo mi ser. Nos sentía más unidos que nunca- Alma... Joder yo...-suspiré incapaz de seguir, hundiendo la cabeza en su cuello suspirando mientras me intentaba recuperar- Cásate conmigo...-murmuré en perfecto francés como cada vez que la situación me superaba y suspirando contra su cuello intentándolo de nuevo. Como tantas otras veces ni me había parado a pensarlo, simplemente me estaba dejando llevar por todo lo que sentía ahora mismo.

Se acurrucó en mi cuello luego de salir de dentro mío y quedarse allí recostado un poco sobre mí. No pude decirle nada simplemente lo sentía tan tremendamete unido a mí que daba miedo, era genial... La sensación más profunda y verdadera que había sentido en la vida. Lo amaba como a nadie.
Dijo eso primero y sonreí recorriendo su espalda aún con las yemas de mis dedos... Pero luego ya volvió a decirme eso de que me casara con él... Lo dijo en francés y me pilló por sorpresa logrando que cada palabra se me clavara haciéndome vibrar. -Lo haré Ben, claro que lo haré...- solté sin pensarlo demasiado y todavía transportada por el momento. Siempre me había negado pero ahora tenía en claro que las cosas con Aitana habían terminado... no me tomé tiempo a pensar nada, respondí por impulso.

No tardó demasiado en contestar y suspiré casi sin poder creérmelo cuando dijo eso- ¿Si?-murmuré como un tonto como si necesitara una segunda confirmación. Me separé un poco de su cuello y la miré un instante feliz antes de acercarme a sus labios y darla un pequeño beso- Joder... Ni si quiera había planeado pedírtelo así...-murmuré contra sus labios con una pequeña sonrisa antes de volver a besarla. Era cierto, ahora que había acabado del todo con Aitana había planeado hacer algo en plan bien con anillo, cena y todo como me había pedido Alma una vez... Pero también estaba claro que yo siempre había sido mucho de dejarme llevar por el momento...

Lo miré cuando se me quedó mirando de ese modo y sonreí. Podía setir con claridad lo feliz que estaba él y eso me encantaba. -Tampoco tenía planeado responderte... Así que estamos a mano.- respondí con una sonrisa mirándolo a los ojos. Era claro que no era la mejor propuesta del mundo, pero tampoco es que me hubiera tomado un segundo para considerarlo... había sido todo tan intenso y me sentía tan enormemente feliz que no se me había ocurrido otra respuesta que la que le había dado.

Sonreí por eso pero no dije nada porque apenas me podía creer que al final hubiera aceptado y simplemente esperaba que ahora no se fuera a echar para atrás cuando se pasara la efusividad del momento. La estampé otro beso y ya me aparte de encima suyo para no seguir aplastandola. Me tumbé a su lado y suspiré de verdad muy feliz. La sentía como nunca en la vida después de todo lo de recién y eso de que hubiera aceptado casarse conmigo solo hacía todo muchísimo mejor.