Buscando la verdad (Erik) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Había dormido una siesta larguísima y seguía totalmente abrumada, había pasado la tarde ordenando cosas en mi casa y dando vueltas para ver si podía recordar algo. El encuentro con Ben en la Antigua Iglesia no había hecho más que confundirme ¿quién era ese tío?¿porqué me sentía tan condenadamente atraída hacia él?¿lo conocía de antes? Acabé cansándome de hacer conjeturas que no llevaban a nada y volví a revisar mi móvil.
Allí había algunas personas con las que me mandaba mensajes seguido (incluso algunos subidos de tono) uno de ellos era Erik. Había encontrado fotos con él de un viaje a Miami y no era raro suponer que podía ser el "chico misterioso" del anillo. Pero ¿porqué no había sabido de él en días?¿estaríamos peleados? Al final busqué su dirección y decidí ir a su casa, era hora de aclararme un poco la cabeza. Seguía sintiendo que mi casa no era mi casa y quien sabe, quizá Erik era mi novio y hasta podía ser que viviera con él... Joder! La sola idea me asustaba ¿cómo podía haber perdido tanto la memoria?

Me subí al coche y a los minutos estaba en su puerta. Llamé allí esperando que estuviera en casa y que me pudiera aclarar un poco las ideas dándome más información.

Spoiler:

Erik me cargó en sus brazos y me llevó a la habitación tumbándome en la cama antes de comenzar a besar mi sexo por encima de mi ropa interior. Sonreí dejándome hacer, recostándome del todo en esa cama y yendo más hacia el respaldo para darle lugar. Pensé que seguramente no le gustaba hacerlo en el sofá y que por eso prefería su cama, sonreí porque era gracioso que pudiera ser perfeccionista hasta en eso.

Erik no aguantó más y le quitó las bragas para empezar a lamerle su sexo. Hacía mucho tiempo que no lo hacía, y extrañaba bastante su sabor, aunque había cambiado ligeramente ahora que era vampira, quizás estaba más húmeda, quizás era más apetitoso, pero Erik no podía dejar de lamer de arriba a abajo mientras veía como Alma se retorcía de placer. Le bajó el sujetador para ver sus pechos y empezó a lamerlos mientras le metía un par de dedos en su sexo, tenía muchas ganas de penetrarla, pero antes quería jugar un poco más.
-Chúpamela.-le dijo con firmeza, cuando estaba tan cachondo se ponía un poco dominante.

Erik no se contuvo para nada y comenzó a darme placer con su lengua sin control, me sentía derretir con su boca y apenas podía pensar en nada, lo estaba haciendo con destreza y con una avidéz que me tenían encantada. Cerré mis puños en las sábanas aguantándome como podía porque era desquiciante. Ya volvió a mis pechos y mientras los lamía comenzó a jugar en mi sexo.
Cuando me dijo que se la chupara me dió un subidón, no estaba acostumbrada a que me pidieran así las cosas y fue tan descorcentante como excitante. A velocidad vampírica me dí la vuelta dejándolo contra el colchón, ahora tenía super velocidad y super reflejos así que ni tiempo le daba que ya estaba estampándolo contra el colchón y bajando por sus abdominales perfectos, me deshice de los boxers a tirones y comencé a chupársela tal y como me lo había pedido. Comenzando por la punta y jugando con mi lengua, succionando y buscando provocarlo cada vez más.

Erik no supo qué hizo Alma, pero lo volteó en cuestión de nanosegundos, le sacó los boxers y empezó a chupársela. Erik estaba teniendo mucho placer en ese momento, agarro la cabeza de Alma para que no la sacara nunca de ahí, lo hacía demasiado bien.
-Joder Alma... qué bien lo haces, sigue, sigue... Hmmmm....-gemía de placer. Alma estuvo un buen rato chupándosela.-Quiero metértela, no aguanto más, ponte a cuatro patas, te voy a destrozar.

Erik estaba disfrutando mucho, podía sentir su corazón casi salirse del cuerpo y sus respiraciones agitadas eran totalmente fascinantes. Es que no recordaba haber tenido sexo con un humano... no podía ser la primera vez, no? Pero no recordaba como era y estaba siendo fascinante de verdad. No me corté en chupar hasta que me pidió que ya no siguiera. Y cuando dijo que queria metérmela me acerqué a sus labios a besarlo sin poder evitarlo, quería que sintiera su gusto y además quería devorar esa boca que me tenía alucinada. Luego ya dijo que iba a destrozarme y mordí su labio provocadoramente. -Veamos si puedes.- susurré con picardía desafiándolo un poco. De verdad había logrado ponerme a cien y ahora lo quería todo para mí. Hice por fin lo que me pedía dándome otra vez la vuelta sobre su cama pero sin usar velocidad vampírica.

Alma le hizo caso, pero verla en esa posición tentó mucho a Erik. Se acercó a su sexo y empezó a lamerlo y a meterle un dedo, pero ya no pudo aguantar más, se metió el dedo en la boca para saborearlo y se la metió de golpe. Empezó a moverse muy rápido mientras la agarraba fuertemente de las nalgas, oía a Alma gemir y eso hacía que se moviera más fuerte y rápido aún, Alma estaba especialmente húmeda.

Suspiré cuando me sorprendió otra vez con su lengua, lamiéndome y jugando allí con sus dedos, dándome placer sin apuros... yo ya no podía más, lo quería sentir dentro mío. Al fin me embistió y gemí de placer sintiendo como comenzaba con las estocadas a un ritmo acelerado y fuerte que me estaba encantando. -Joder Erik, no te detengas... sigue... joder.- susurré entre gemidos inclinándome más y sintiendo como iba profundizando cada embestida. Quería oírlo disfrutar, quería que viera las condendas estrellas.

Erik estaba teniendo mucho placer en ese momento, pero quería ver a Alma de frente.
-Ponte encima, quiero chuparte las tetas.-le dijo sin parar de moverse. Estaba sudando y jadeando, pero podía seguir mucho más así.

Erik siguió dando sus "órdenes" y era entretenido seguirle el juego así que eso hice. Me dí la vuelta y lo tumbé en la cama mirándolo a los ojos. Pasé la mirada por su cuerpo. -Joder, eres sexy en serio.- murmuré con una sonrisa mordiéndome levemente el labio, es que la visión era totalmente exitante ese tío desnudo era todavía más guapo... lo miré con deseo y lo cogí ya del cuello para que se acercara de una vez e hiciera lo que había dicho que haría.

Alma se puso encima como él le dijo y le dijo que era sexy, Erik se rió y la miró a los ojos durante un par de segundos. Después, Alma lo agarró de la cabeza y la puso en su busto, por lo que Erik comenzó a lamer sus pezones mientras se movía en círculos con sus caderas.

Erik comenzó a desquitarse con mis pechos, lamiendo mis pezones que se iban endureciendo por la excitación. No podía pensar con claridad mientras enredaba en su cabello mis dedos, atrayéndolo hacia mí. No dejaba de lamer mis pechos y sus movimientos circulares me estaban desquiciando, siempre me había gustado el sexo con él... costaba reconocerlo pero era la verdad. Ni siquiera entendía porque ahora mismo tenía la sensación de haberlo rechazado alguna vez, era idiota ¿cómo podía rechazar a un tío así?

Erik no podía parar de lamerle los pezones a Alma mientras se movía con mucha intensidad, sus manos sujetaban sus nalgas y acariciaban suavemente su ano.
-Alma... quiero tu culo, dámelo, por favor.-dijo mientras empezaba a meter lentamente uno de sus dedos en su ano, la verdad es que Erik quería recorrerla entera, y había solo un lugar por explorar...

Sentí a Erik acariciarme y me quedé congelada cuando soltó eso porque no me lo esperaba y tampoco me apetecía. Eran pocas las cosas que no había hecho y esa era una de las que pretendía mantenerme sin hacer por mucho tiempo... tenía la eternidad por delante. -Joder, no Erik...- dije cortándole el rollo un poco cabreada porque al final era como si no pudiera nunca alcanzarle. -No quiero dártelo, pero tienes todo lo demás.- dije ya mirándolo a los ojos intentando controlarme. Es que eso de ser vampira ponía al límite mis emociones y costaba mantenerme cuerda, así que intenté recuperarme y ni esperé respuesta, comencé a besarlo como una loca, mordiendo su boca y volviendo a irrumpir con mi lengua, buscando casi que se le olvidara lo de recién y que prestara atención a todo lo demás.

A Erik no le importó que se negase, porque empezó a llevar ella el ritmo y lo volvió aún más loco.
-Joder Alma, si sigues así me voy a correr en seguida, joder, estoy muy cachondo.-dijo entre jadeos.

Erik respondió a lo que hacía y sonreí de placer al ver que no le había jodido mi negativa y que en cambio seguía compenetrado en la faena casi que más excitado que antes. -Shhh... déjame hacer.- susurré en su oído con picardía ralentizando el ritmo. -Me dejarás morderte ahora?.- le pregunté en un susurro arañando muy despacio su cuello mientras iba disfrutando de las embestidas más pausadamente. -Es jodidamente sexy durante el sexo.- murmuré antes de besarlo lentamente por allí.

-Sí, sí... muérdeme.-dijo Erik casi quieto, estaba totalmente bajo el control de Alma y eso le gustaba muchísimo, incluso más que cuando él estaba al control.-Muérdeme....

Escuché su respuesta con placer, fue quedándose quieto, preparándose... y no dejé de moverme sin prisas, manteniendo las embestidas en un ritmo que enloquecía, mientras ya desenfundé mis colmillos antes de clavarlos en su cuello. Ya lo había mordido así que sabría que eso causaba dolor al principio, pero durante el sexo las sensaciones eran tantas que apenas dolía... pasando enseguida al placer de sentirse mordido. No hacía mucho había sido humana, sabía lo genial que era eso. Comencé a beber su sangre cogiendo su nuca, acariciándolo con delicadeza mientras continuaba moviéndome ahora en círculos. Era la primera vez que mordía a un humano mientras me lo tiraba y de verdad que era tan placentero que no podía explicarme como no lo había hecho más seguido.

Con la adrenalina del momento, Erik apenas sintió dolor cuando Alma lo mordió, pero sí lo que sintió fue un placer increíble, como si hubiese eyaculado. Agarró a Alma fuertemente de las caderas y empezó a moverse cada vez más rápido, porque estaba a punto de correrse. Se cambió de posición, apoyándose en el cabecero y besó a Alma en los labios con mucha pasión mientras se corría.
-Joder.-dijo suspirando.-Ha sido increíble.

Ya dejé de morder a Erik cuando supe que era suficiente y enseguida continuó moviéndose con fuerza, haciendo que gimiera de placer. Ya cambió la posición apoyándose en el cabecero de la cama y continuó las embestidas hasta que llegamos al orgasmo, me dejé ir apenas lo sentí correrse y suspiré de placer enseguida tumbándome a su lado mientras escuchaba sus palabras satisfecha. -Joder...- susurré, me costaba mucho menos recuperar las energías siendo vampira, pero de verdad que quería quedarme quietecita y disfrutar de ese polvazo. -Eso ha sido genial.- murmuré por la mezcla de su sangre y el sexo, había sido de verdad increíble.

Erik miró hacia la derecha y las sábanas habían cambiado de un blanco impoluto a estar manchadas con sangre. No se sabe porqué, pero le hizo mucha gracia, soltó una carcajada, pensando en que normalmente se enfadaría muchísimo por algo así, no le gustaba que sus cosas se ensuciaran y menos aún las sábanas egipcias.
Se acostó bien en la cama y cogió la cajetilla de cigarros para ofrecerle uno a Alma y prenderse el otro. Estaba muy satisfecho.
-Alma, pásame el cenicero, por favor.-dijo dándole una calada a su cigarro.

Erik encendió un cigarro y cogí uno mientras me estiraba para pasarle el cenicero. -Ten.- dije acercándome luego de colocarme el cigarro en la boca, sosteniéndolo con los labios para que me lo encendiera. Le dí una calada incorporándome un poco y sentándome contra el respaldo mientras miraba las sábanas manchadas. Erik se reía y yo me mordí un labio porque me sentía algo culpable. -No lo tengo tan bajo control... Lo siento.- dije mirándolo con una sonrisa y poniendo mi mejor cara de niña buena.

Alma le dio el cenicero y Erik puso la ceniza del cigarro ahí, luego Alma le pidió perdón por lo de las sábanas, Erik le respondió con una sonrisa. Se acercó a ella y la besó en los labios.
-Cuando me termine el cigarro me voy a duchar, ¿te vas a venir conmigo?

Me besó y sonreí en sus labios. Lo miré fumar, era realmente guapo... y así desnudo, todavía agitado, con los cabellos revueltos y las mejillas sonrojadas... era más guapo todavía. Dijo eso de la ducha y entrecerré los ojos como si me lo pensara. -Mmm... quizá.- murmuré sonriendo y mirándolo. -Sólo si me dices que es parte del plan para conquistarme otra vez....- dije bromeando y dándole ahora una calada al cigarro para luego soltar las cenizas en el cenicero.

Erik le dio una calada a su cigarro mientras miraba fijamente a Alma. Se rió a carcajadas cuando dijo lo de conquistarla otra vez. Le dio la última calada al cigarro y o apagó, expulsando el humo lentamente.
-Bueno, entonces vienes conmigo sí o sí.-dijo guiñando un ojo.

Sonreí cuando se quedó así mirándome y echando el humo. Al final respondió eso y me mordí levemente el labio asintiendo a eso que decía. -Suena prometedor.- dije ya apagando el cigarro e incorporándome un poco de la cama.