En casa con Martha

Martha y yo llevábamos un par de días en el que apenas nos separábamos y estaba empezando a entender porque me había enamorado de ella en el pasado. No era tan rara cuando no la daban los celos ni me controlaba todo el rato lo que hacía o bebía…

Acabábamos de hacer el amor así que me quité de encima suyo y me tumbé a su lado. A ella la costaba recuperar la respiración mucho más así que aproveché para mirar su cuerpo desnudo sin cortarme, por lo general Martha se tapaba enseguida así que tenía que aprovechar.-¿No has pensado en hacerte un pircing, un tatuaje o algo?- pregunté sonriendo levemente mientras miraba su cuerpo sin cortarme.

Se tumbó a mi lado y murmuró eso haciendo que me sonrojara y me cubriera enseguida con la sábana. -No.- le dije porque no lo había pensado. -Porqué lo preguntas? Te gustaría que me hiciera algo de eso? Te gustan los tatuajes y eso?.- le dije coqueta mirándolo y de paso para saber... recordaba que Alma tenía algunos pequeños por el brazo y por la muñeca, quizá alguno más sólo que no tan expuesto. Joder, seguro que eso a él le ponía ya me lo podía imaginar. -Y tú? Un chico malo como tú no tiene tatuajes? Es raro.- le dije en broma mirándolo.

Entorné los ojos cuando se tapó enseguida con la sábana- No sé- dije sinceramente ante eso de porque lo preguntaba, supongo que era por el simple hecho de que si yo hubiese sido humano me hubiese hecho un tatuaje si o si.- Creo que en general si me gustan los tatuajes... Pero creo que un pircing te quedaría mejor- dije de broma colando una mano bajo la sabana y tocando su ombligo como si dejara en claro donde decía lo del pircing. Vi la cara que puso y reí sin poder evitarlo, es que lo decía un poco por picarla, no la imaginaba realmente con nada de eso. Me dijo eso del chico malo y la miré con picardia- No necesito un tatuaje para ser sexy, ya con ser "malo" me basta- la vacilé con una sonrisa ladeada.

Dijo eso mientras metía su mano bajo la sábana y sonreí cuando dijo lo del piercing. -Ya, no sé... me da miedo, no creo que lo haga.- dije enseguida, además no era mi estilo para nada, no me veía con algo así ni en un millón de años. -Claro que lo eres.- murmuré ya a eso de que era sexy. Me sentía mejor con él últimamente la verdad. Quizá después de lo del test de embarazo de verdad Alma se había decidido quedar afuera o lo mismo Ben le había cortado un poco el rollo... como fuera, solo quedaba conocer al tal Erik y pedirle que se la llevara lejos y así todo acabaría bien y Ben y yo podríamos ser felices por fín. -Y qué te gusta de mí?.- le pregunté por decir algo.

Sonreí negando con la cabeza, ya daba por hecho que no lo haría y solo bromeaba.- Pues...-murmuré mientras me ponía un poco de lado para mirarla mientras pensaba en la pregunta que me había hecho- Tus labios, me gustan tus labios- murmuré con picardía mientras rozaba sus labios con mis dedos con una pequeña sonrisa sin saber que mas decirla en un principio- En general me gustas entera- dije finalmente sonriendo.

Fue diciendo eso y sonreí contenta, Ben siempre sabía qué decir para hacerme sentir bien y lograr que me subiera la estima. -Más que nadie?.- le pregunté antes de siquiera poder pensar un segundo sobre si era lo mejor romper ese momento lindo con mis estúpidas dudas. -Soy más guapa que Alma? Te gusto más que ella?.- le pregunté intentando sonar pícara, pero en el fondo desde que sabía que se habían vuelto a liar no lograba quitarme de la mente que él en cualquier momento iba a volver con ella.

Suspiré y me tumbé de nuevo del todo en la cama, ya sin quedar de lado hacía ella ni nada. No me podía soltar este tipo de preguntas, no eran normales cuando sabía que la había engañado con ella (y bueno, seguía...)- ¿Y eso a que viene Martha? ¿De verdad es necesario que hables todo el rato de Alma o que te compares con ella?- dije girando un poco la cabeza hacía ella esperando una contestación.

Sabía que había metido la pata hasta el fondo... lo había sabido incluso antes de formular esas estúpidas preguntas, pero es que a veces no podía ni controlarme. -No, no... tienes razón, soy una tonta.- le dije enseguida. Lo peor de todo es que ni siquiera me contestaba ¿Tan dificil era decirme que sí y dejarme contenta? Que yo era más guapa y que le gustaba más. Al final con esas evasiones hacía que crecieran mis dudas. -No debí preguntarte eso. Si estás conmigo es porque me quieres a mí, ni sé porqué lo dije. Discúlpame y no te enfades, que estábamos bien.- le dije mirándolo y de paso destapándome un poco a ver si podía hacer que eso lo distrajera, estaba segura de que esos eran los "métodos" de Alma, así que era probable que funcionasen.

La escuché y me giré a mirarla justo cuando se estaba destapando un poco. Enarqué una ceja pero la tomé del rostro acercandome de nuevo a ella antes de darla un pequeño beso- No me cabreo pero es lo que has dicho... Te quiero y por eso estoy contigo y... Claro que eres guapísima, deja de darle vuelta a lo demás.-murmuré contra sus labios mientras volvía a besarla intentando que se olvidara un poco de todo eso. Es que de verdad que no me podía venir con estas preguntas, ni aunque no la hubiese puesto los cuernos, me dejaba en una situación totalmente incomoda-

-Vale. No le doy más vueltas.- acepté cuando ya me dijo eso y me dió un pequeño beso. Claro que en el fondo seguiría dándole vueltas porque no podía con mi genio y, para peor, lo cierto es que tampoco me había dicho con total claridad que yo le atraía más que Alma.
Suspiré quitando esa idea de mi mente y pensé que al fin y al cabo si hubiera querido dejarme ya lo habría hecho ¿no? Podía ser que yo hubiera apresurado las cosaas y era cierto que lo tenía engañado, pero no era menos cierto que él se había liado con Alma y que si tan fuerte hubiera sido lo de ellos me habría dejado por ella... y no lo hacía, eso probaba que me quería de verdad. O al menos daba esa impresión.
-Quizá hasta me haga eso del piercing... si dices que te gusta...- murmuré sonriendo y sin tenerlo muy en claro. Pero a lo mejor así era más atractiva para él.

La miré y tenía claro que no lo decía en serio. La conocía lo suficiente ya como para saber eso. Igualmente me hice un poco el tonto la tomé del rostro para seguir besándola unos instantes más, bajando mi mano por su cuerpo en una caricia aprovechando que se había destapado un poco. Dijo eso último y reí apartándome un poco de sus labios- Era de broma, déjalo- dije sonriendo porque no hacía falta que se hiciera ninguna cosa.

Volvió a besarme y a acariciarme de paso y me dejé hacer un segundo antes de que me dijera eso. -Bueno, pero no me importa hacerlo si te gusta.- dije pensando en que así si le daba el gusto de eso quizá podía gustarle más. ¿porqué tenía que volverme tan insegura? Me odiaba en esos momentos. -Podrías darme agua o algo de eso?.- le dije después de un momento, me sentía ahora algo acalorada y además sentía algo de hambre, no sé desde que hora que estábamos tumbados en la cama y había que reponer energías.

La miré pensándolo de verás, tal vez le diera un punto más sexy. No es que no fuera sexy cuando la daba la gana pero a veces tenía un aire tan inocente y tan angelical que invitaba a todo menos a los arrebatos de pasión. - No sé, tal vez.... Pero no quiero obligarte a nada- dije mientras me ponía en pie para ir a por su agua. Busqué mis boxers por los suelos y me los puse- Ahora vengo- dije antes de salir de la habitación hacía la cocina.

Dijo que no quería obligarme, pero daba igual... es que cada vez que Ben quería algo a mí me daban ganas de conseguírselo. No podía arriesgarme a que dejara de quererme o de querer estar conmigo.
Se levantó y se fue a buscarme agua. Aproveché para ponerme la ropa interior y cotillear un poco la habitación. Seguía con cosas de Alma, aunque me había encargado de quitar la mayoría de ellas... algunas veces las usaba y otras veces no, pero prefería que Ben no tuviese muchas cosas de ella cerca, era un riesgo que la recordara y no podía correrlo.

Bajé a la cocina y cogí una botella de la nevera antes de buscar algo por los armarios, imaginaba que después de toda la marcha y teniendo en cuenta las horas que eran Martha tendría algo de hambre... El problema es que en esa casa era raro que hubiese algo de comida. Normalmente compraba algo para cuando viniese Martha pero hoy parecía que no tenía de nada... Encontré en el armario un bote de galletas saladas y las cogía. Ni sabía cuanto llevarían allí pero algo era algo. Subí las escaleras y la vi mirando algunos cajones, estaría buscando algo suyo. Me tumbé de nuevo en la cama y deje las cosas en la mesilla- Te subí galletas por si quieres comer algo- comenté.

Sonreí con ese gesto suyo. -Gracias.- dije sonriendo. -Ya estaba teniendo algo de hambre ¿Tú nunca tienes hambre? O es que estás a dieta o algo... Mira que para mí así estás perfecto.- dije con una sonrisa como si estuviera de verdad haciendo dieta para adelgazar.

- ¿Tu crees? Yo es que creo que me sobran un par de kilos- dije sonriendo levemente como si realmente estuviese haciendo dieta. Realmente me había dado la excusa perfecta para no comer galletas con ella ahora o para que me viera no comer mucho.

-Estás loco?.- le dije con una sonrisa, no podía creer que lo dijera de verdad. Pero bueno, que si a él le parecía tampoco iba a enojarme, al fin y al cabo no le vendría mal un poco de alimentación mas sana... sobre todo si lo acompañaba con dejar de tomar tanto alcohol.

Me encogí de hombros- Solo quiero gustarte- dije complaciente. Já! Casi que era lo mismo que su idea del piercing para gustarme más. Es que de verdad que cuando me daba la gana sabía exactamente que decir... Seguro que así la mantenía contenta un buen rato.

Me mordí un labio cuando dijo eso. -De véras? Tanto te importo?.- le pregunté sonriendo encantada con lo que acababa de decirme. Cogí una de las galletas y la comí despacito mientras lo miraba. -pero de verdad me gustas así, eh... siéntete cómodo de hacer lo que tú quieras.- le dije al final porque tampoco quería obligarlo a algo.

Asentí simplemente y sonreí cuando ella sonrió mucho más, era fácil dejarla contenta. Comió ya un poco de las galletas y simplemente me encogí de hombros sin darla una respuesta clara, yo de momento pensaba seguir con la "dieta"-Venga, cuéntame algo- dije sonriendo mientras me tumbaba un poco con la cabeza sobre sus piernas para cambiar de tema.

-Mmm... podría contarte algo que me ha ocurrido hace muy poco,,,. dije pensando en el episodio con Alma. -Pero tiene que ver con Alma y no quiero que luego te enojes conmigo.- murmuré, aunque ya había abierto la bocaza como siempre así que no me iba a quedar sin soltarle nada.
-Es que ya no somos amigas. Mira, fuimos a un desfile de la universidad, en realidad lo organizaba un ex alumno. El punto es que nos encontramos allí y entonces Alma me invitó al VIP.- dije pensando que era realmente muy pretenciosa cuando le daba la gana.. -Y no sé, creo que me enfadé un poco porque ella no me había llamado para saber nada sobre el embarazo... pero acabó diciéndome muchas cosas... que no lo había hecho porque si me hubiera llamado habría sido para felicitarme por no joderme la vida de ese modo.- dije hice una pausa ante la mirada atenta de Ben. -Me dijo que sabía que lo hacía para retenerte y que se alegraba de que no te hubiera condenado también a tí al endilgarte el niño.- dije versionando un poco la historia y poniendo acentos donde me daba la gana. -Obviamente me defendí y no acabó bien.- le dije. Hice una pausa y bebí un poco de agua.

Me empezó a hablar sobre Alma y me dio mala espina enseguida cuando dijo que no quería que me enfadara y que ya no eran amigas... No dije nada mientras esperaba a que me contara toda la historia.- Vaya...-dije sin saber realmente que decir, no me hubiese esperado eso de Alma y podía entender que Martha se hubiese defendido. Es que no me podía creer que la hubiese soltado todo eso, sabía que no la caía bien y bueno, ovbiamente que nos acostabamos, pero no tenía el derecho a decirla nada de eso, ¿no?- Normal que te defendieras- dije intentando poner en palabras lo que pensaba- ¿Por qué dices que terminó mal?- pregunté mirandola.

Me alegró saber que tenía a Ben de mi lado. -Porque le dije la verdad en voz alta y ella no quería escucharla...- murmuré. -Que era una zorra sin corazón y que seguro que se había tirado a todos los tíos de allí, que por eso podíamos entrar al condenado VIP y todo lo demás... Ella quería que bajara la voz, pero no pude contenerme.- murmuré envalentonándome un poco al relatarle eso, que si estaba de mi parte mucho mejor. -Le dije que por eso ningun chico la toma en serio, que sólo les interesa para un polvo y que yo puedo ser sosa pero que ni siquiera Erik quería arriesgarse a tener algo serio con ella...- murmuré soltándole un poco todo eso con la bronca que todavía me duraba. Es que no podía ser más odiosa. -Pues eso, que su vida se trata de eso, de ser usada por los tíos y que nunca conocerá lo que es el amor.- le solté. -No sé, puede que me haya pasado un poco... pero es que de verdad es lo que creo... Luego me fui de allí y sábes qué hizo? Se dió media vuelta y se sentó de nuevo como si nada. Es que de verdad no tiene corazón.- volví a beber agua, me alteraba hablar de Alma.... pero ahora que se lo había contado a Ben me sentía más tranquila.

Me fue hablando de todo eso y no sabía si estaba mas sorprendido de lo que había dicho Alma o ella. Joder... Si es que ya sabía yo que no se había podido tomar Martha tan bien los cuernos, al final había tenido que explotar. No dije nada enseguida pero muchas csoas de las que le dijo a Alma me parecieron horribles- No tenías derecho a decirla que nunca conocerá el amor, no lo sabes- dije pensando en que era lo más cruel que se le podía decir a alguien. Todo el mundo necesitaba eso, ya fuera por familiares, amigos o directamente una pareja- Y ni si quiera la conoces- dije sin poder evitar defenderla. Apenas conocía a Alma pero algo me decía que si conocía el amor. Me había hablado de Stefan, de Henry, del tal ex vampiro ¿Era Zack? ¿Hach? Era horrible para los nombres... Sin duda había tenido amor en su vida. - Y claro que te pasaste es que... ¿ Imagínate que te dicen algo así? Seguro que me habrías venido llorando- dije entornado los ojos.