Trabajando en Sábado

Elena me habia dicho que estaba pensando abrir un loca l, y cuando pasé por delante de un local nuevo supusé que era el suyo, asi que decidí entrar, por supuesto la encontré allí.

-¡Hey!- dije a modo de saludo.

-Ben -le sonreí-, pensé que por fin habías huido de mi -le respondí a modo de saludo, saltandole encima para abrazarlo.

- No te libraras de mi tan fácilmente- dije con una sonrisa mientras la correspondia al abrazo.

Me separé de él aun sonriendo.
-Bueno pues ya ves, cumplí mi amenza -respondí señalando el local-, al menos ya no tendremos que salir del pueblo... -lo tomé de la mano y lo guié hasta la barra para sentarme sobre ella.

- Esta bien, ya hacia falta algo así en este pueblo- dije con una pequeña sonrisa meintras la seguia hasta la barra- ¿y que me cuentas?- pregunté- ¿alguna novedad?

-Pues... varias de hecho... ¿con cual historia quieres que empiece? ¿ En la que yo y Shane matamos a Aidan o en la que dormí con él? -respondí ligeramente. Contarle las cosas a Ben era mas sensillo que hacerlo con otra persona.

Abrí mucho los ojos, no me esperaba ni una cosa ni la otra- ¿Te has acostado con el cazavampiros?- pregunté incredulo, eso era de los más extraño- pero espera... lo más importe ¿en serio habeis acabado con Aidan? ¿ya no va tras de ti?

Me sonrojé pero también me eché a reí.
-Es un si para las tres preguntas. Shane y yo acabamos con Aidan... hace como una semana creo... pero la tranquilidad no me durará mucho. ¿Recuerdas ese día que llegué sangrando a tu casa? Fue un maldito vampiro fabricador de armas, Aidan le pagó. Pero ahora el sabe mi nombre y logró escapar... aunque no lo consideró una gran amenza, el tio me tiene demasiado miedo para intentar nada -respondí girando sobre la barra, salté al otro lado y saqué una botella de vodka para mezclarla con un poco de sangre que traía.

- Bueno...-dije un poco confuso ante tanta información nueva- por lo menos ya te has librado de él después de tantos años- dije alzando una ceja- me alegro mucho por ti, de verdad... Aunque me hubiera gustado estar yo también en la lucha -dije esto último ya medio bromeando.

Le guiñe un ojo.
-No te preocupes, le di una paliza de tu parte -alcé mi mano derecha donde había un tosco y enorme anillo antiguo de plata con un lapislazuli incrustado-, te mandó saludos... ¿te ofresco algo? -le pregunté dandome cuenta de lo desconsidera puesto que yo ya estaba bebiendo agusto.

- Puf... no sé...-dije dudando- un tequila tal vez...-dije sonriendo- y me alegra que le dieras una paliza de mi parte.

-Yo lo sé -repliqué sirviendole su trago-, bueno yo ya hablé ahora te toca a ti -respondí guiñandole un ojo y deslizandole su bebida por la barra-, sueltalo.

Me reí.- No hay nada que contar, mi vida no es tan interesante como la tuya- dije con cierta ironia.

Ensanché mi sonrisa.
-Es obvio -repliqué dandole un sorbo-, pero sabes que hay algo que contar asi que sueltalo... ¿o tengo que emborracharte primero? -bromeé riendo entre dientes.

-Seria interesante ver como intentas emborracharme...-dije con una pequeña sonrisa- bueno...-dije dandome lo vencido- la verdad es que Sheila y yo lo hemos dejado...

Enarqué las cejas sorprendida y luego sonreí.
-Ya sabía yo que tenías algo... ¿y que pasó? Supongo que no la habras dejado asi por que si, verdad?

- En realidad me ha dejado ella- admití alzando una ceja, me hacia gracia estar hablando de esto con Elena, no era muy propio de nosotros.

Me reí entre dientes al percibir sus pensamientos.
-Entiendo... -respondí sirviendome otra copa-, ¿y quien es la otra? Porque se que no andarias tan campante si te hubieran votado asi como asi.

Me reí, tenia razón, Elena habia llegado a conocerme bastante bien- ¿Tan predecible soy?- pregunté alzando una ceja.

Solté una carcajada.
-Los hombre en general, pero en especial tu... asi que, no cambies el tema, ¿quien es?

Sonreí por su comentario- Es Aitana... ya sabes, mi compañera de "piso"...-dije para ver si sabia quien era.

Asentí mientrás bebía un trago de mi bebida.
-Coincidí con ella en el café... pensé que era tu prima, ambas ahogamos nuestra penas en alcohol...

- No es mi prima...-dije levantando una ceja, no sabia porque pero casi todo el mundo se pensaba eso- ¿y que? ¿te parece buena para mi?- dije burlonamente.

-Pues si, se ve que es una buena chica, claro, obviamente no es tan bella como yo... pero la apruebo -bromeé mientrás me reía entre dientes.