Pasado de Ben- Arrás, Francia, 1793 (Alma y Arlette)

Recuerdo del primer mensaje :

-No nos persigue nadie, frena un poco- me quejé según observaba al muchacho que trotaba montado en su caballo por delante de mi. Corría el año 1793 y yo todavía era humano, de hecho estaba hasta fatigado después de la velocidad a la que me había hecho ir mi hermano para poder alcanzarle.

Cara hermano Ben:

Por suerte me hizo caso y vi como iba frenando con esa sonrisa burlona que tanto odiaba. Mi hermano era la típica persona a la que todo le salía bien y era bueno en todo, tenía unos 26 años y la gran diferencia entre nosotros (aparte de que me a mi me sobraban en esa época un par de kilos y de la edad ya que yo tenía apenas 17 años) es que él no dejaba de ser un hijo segundón sin grandes expectativas de futuro mientras que yo me iba a casar en un par de meses con mi prima, heredando así su pequeña fortuna. Deberíamos odiarnos tal vez por todas esas diferencias, pero lo cierto es que éramos como uña y carne.

-Eres un quejoso- se burló mi hermano en un francés tal vez algo anticuado mientras ambos nos bajábamos de los caballos. Habíamos llegado a una pradera que no estaba demasiado lejos de nuestras casa. Y no sabía él pero yo necesitaba ese descanso y mi caballo también.- Vamos...-dije simplemente mientras tomaba bien las riendas de mi caballo y tiraba un poco de él para que comenzáramos a andar.

Ropajes de Ben y su hermano:

-No, no es seguro, como ya te he dicho Ben  era de acostarse tarde... Bueno que te voy a contar- era algo que incluso se había pronunciado mucho más al ser vampiro, de humano trasnochaba es verdad, pero es que siendo vampiro ni si quiera dormía demasiado, era como si esa "cualidad" se hubiese acentuado. -Y siempre hay alguien del servicio de guardia- la explicó. Tampoco creía que pasara gran cosa si las pillaban, simplemente que eran unas invitadas muy groseras o vete a saber. Arlette vio las indicaciones de Alma y apagó las dos velas del candelabro mientras se pegaban a la pared para pasar desapercibidas. Al parecer era el mayordomo cerrando con llave las puertas que no se usaban durante la noche...

Habló eso sobre Ben, bueno... En realidad desde que lo conocía yo apenas dormiía, no tenía idea de que era una costumbre que ya tenía siendo humano. Pero sonaba lógico porque el vampirismo lo había profundizado, siempre le decía que alguna vez en la vida quería verlo dormir (lo mismo ni dormía!), apenas un par de veces lo había conseguido porque siempre acababa durmiéndome anes y despertándome después.
Finalmente nos quedamos contra la pared luego de que Arlette apagara ese candelabro y pasó muy cerca nuestro el mayordomo. Era uno de los que nos había recibido al llegar. -Venga, sigamos.- le dije a Arlette cuando ya había asado de largo y para apura el paso antes de tener otro sobresalto. Llegamos a la escalera al final del pasillo y bajamos lo más silenciosamente posible. Al llegar al final de la escalera todo parecía realmente en silencio. La miré a Arlette para que me dijera hacia dónde ir... realmente era cierto que a la noche nadie allí hacia gran cosa, era entendible que la llegada de vampiros les acabaran fascinando, entendía un poco a Arlette si me lo ponía a pensar... Si hubiera vivido en esa época era probable que me hubiera ido con el primer tío que me ivitara a vivir algo un poco más aventurero o interesante.

Bajaron las escaleras y Arlette le fue haciendo indicaciones. Se colaron en la salita que usaba el padre de Ben como "despacho" y no encontraron realmente nada de alcohol.-Tendremos que probar en las cocinas...-murmuró Arlette mientras le hacía otro gesto para que salieran. Fueron hacía el pasillo y fueron caminando silenciosamente como buenas vampiras hasta casi el otro lado... Aunque Arlette se detuvo al pasar por enfrente de otros de los pasillos que cruzaban- ¿Hueles eso?- susurró enarcando una ceja mientras cambiaba un poco la dirección hacía ese pasillo sin pararse a pensar. La puerta del gran salón se encontraba abierta y se veía que había algo de luz dentro.-Vale espera...-le murmuró a Alma mientras se asomaba un poco para mirar lo más disimuladamente posible. Allí en el salón me encontraba yo, sentado en uno de los sillones individuales con una copa en la mano y un pañuelo un poco ensangrentado en la otra. Ese era el olor que había captado, el de la sangre- Mierda...-susurró cerrando los ojos un segundo mientras volvía hacía el pasillo. Arlette llevaba todo el día sin tomar nada de sangre y el simple olor "incomodaba" un poco, pero lo que más la incomodó fue saber que por lo que parecía yo ya estaba enfermo... Joder.

Avanzamos hasta que llegamos a un salón. Arlette me pregunto si sentía eso y desde ya que lo hacía... No nos habíamos alimentado desde hacía varias horas, de hecho había estado tentada de hacerlo cuando caminaba sola con Sebastián por ahí, pero había preferido no joder las cosas, en aquel entonces no sabía que no podíamos modificar el futuro. "Es Ben, verdad?" le dije mentalmente. -Ya está enfermo?.- murmuré ya despacio cuando Arlette se volvió a acercar hacia mí.
Cerré los ojos pensándolo un segundo. -No podemos demorar esto más... Está sufriendo, aquí, solo... es una tontería hacerlo esperar para sacarme la curiosidad o no sé que.- dije aceptando que era el único camino. -Quédate aquí fuera... Si no puedo o no sé cómo manejarlo, tendrás que entrar.- le dije a Arlette mirándola a los ojos. No sabía si me atrevería, no sabía qué decirle... Sabía el miedo que Ben siempre le había tenido a la muerte, sabía que no iba a ser fácil, nunca la había enfrentado de verdad y a pesar de todo sentía que debía respetarlo, no podía hacerlo sin explicarle antes de que se trataba.

Arlette asintió levemente, en realidad tenía claro que Ben ya había sufrido solo en su momento, que esto en realidad no era una novedad ni nada nuevo, pero ahí estaba su oportunidad de que su plan se llevara a cabo y no pensaba decir nada que ahora mismo a Alma la hiciese cambiar de opinión.- Muy bien, si necesitas algo entraré- dijo Arlette asintiendo levemente dejándola al mando de la "situación". Asintió y se hizo a un lado para dejar que Alma entrara por la puerta sin problemas.

No tenía idea cómo hacer esto, joder ¡ERA BEN! La versión más joven y frágil de él que había visto en la vida... y eso me daba tanta pena que no podía dejar de sentir que se me congelaba el corazón. -Ey...- susurré entrando en la sala e intentando no asustarlo mucho, entre las horas, mi atrevimiento y las pintas que llevaba con esas batas raras que teníamos... no era un buen cuadro. -Buscaba volver a la habitación y creo que me perdí, Arlette no es buena dando indicaciones. No quise asustarte, te escuché toser.- dije acercándome despacio para que no se escondiera y dejando en evidencia que había visto su pañuelo con sangre. Joder! Eso era peor, el olor de la sangre no me ayudaba.
Me acerqué más. -No te asustes, no te vayas.- dije ordenándoselo. Aún no sabía bien cómo seguir, pero no podía matarlo así sin más, no podía... necesitaba que él lo aceptara, que enfrentara a la muerte de una condenada vez, necesitaba decirle eso al Ben del futuro y no quería fallar, no me lo podía permitir. Tenía terror de que las cosas acabaran mal... pero sabía que no me daría por vencida, ya había ido a buscarlo de la muerte y volvería a hacerlo mil veces, no importaba cómo pero no pensaba abandonarlo. Nunca lo haría.

Casi me muero del susto al escuchar la voz de Alma. Me guardé torpemente el pañuelo en la chaqueta y dejé la copa antes de ponerme en pie como había que hacer cada vez que entraba una dama en la habitación- N-no es lo que parece- dije patéticamente intentando salir de ese tema cuanto antes. Joder, joder, había estado temiendo tanto el momento en el que alguien se diese cuento que realmente no estaba bien... Suspiré. Bah, apenas había un par de candelabros encendidos, seguramente estuviese muy oscuro para que hubiese visto nada. Volví a mirarla ya más tranquilo, percatándome ahora de las vestimentas de dormir que llevaba. - Alma, ¿pero qué...?- aparté la mirada hacía un lado por un instante un poco cortado e intentando que ella misma no se avergonzará por el simple hecho de que la viera así. ¿Qué hacía allí con esas pintas? ¿Quería que ambos nos metiéramos en un lío?- Avisaré a una de las críadas de guardia para que te acompañe a la habitación si te has perdido- dije acabándome mi copa de golpe antes de empezar a caminar hacía la puerta para intentar recuperar el control de la situación.

Como lo imaginaba Ben se avergonzó. Empezó a irse, quizá no estaba pudiendo usar bien mis poderes. NO podía arriesgarme así que intentaría de nuevo, pero primero necesitaba explicarle porqué estaba allí. -Sí, me he perdido... Perdona las pintas, no era la idea... Arlette no es buena dando indicaciones, pero tranquilo, no tengo apuro.- le dije mirándolo para que no fuera hacia la puerta. -Te he visto, sábes? Sé lo que tienes.- murmuré sin inmutarme. Me quedé allí de pié mirándolo. VOlví a acercarme a él para confirmar si mis poderes de verdad funcionaban o no. -Quédate, toma asiento, quisiera que hablemos si no te importa.- le dije ya usando mis poderes con certeza y tratando de probar si podía lograr persuadirlo.

Había esquivado bastante sus ojos porque no era lo adecuado por aquella época y más si la mujer en cuestión iba "ligerita de ropa" pero ya clavé mis ojos en los suyos sin poder evitarlo cuando dijo que me había visto y fue mi perdición, porque después aunque realmente me quería ir no pude hacerlo. Me senté como un autómata ante su pedido, aunque eso no quería decir que no estuviese un poco tenso, no me podía creer que una simple invitada me hubiese pillado después de todo...- Bueno pues... habla- dije dispuesto a dejarla hablar ya que era lo que quería...

Me hizo caso enseguida y suspiré calmándome al ve que mis poderes tenían efecto, mejor así. No tenía ganas de manipularlo de más pero mejor saber que llegado el caso podría usarlos. -Sé cómo te sientes.- dije antes que nada sentándome a su lado y sin dejar de mirarlo a los ojos. -No sé por dónde empezar... Quizá empiece por el final, mira, te conozco.- murmuré ya bajando la mirada. -Nunca me has dicho que tan excéptico eras por estos años pero... Te necesito.- murmuré ya volviendo a mirarlo. -No estoy loca ni nada así, podría probarte cada una de las palabras que te digo pero no tenemos tiempo.- murmuré desviando mi vista hacia el pañuelo. Si llegaba a morirse así sin más no sabía si realmente se rompería el hechizo, algo me decía que el punto era que yo lo matara, ya antes Pauline había intentado una tontería así. Tenía la condenada idea fija. - Mírame, necesito que no te asustes.- le ordené al final. -Y que confíes en mí.- le dije sin dejar de mirarlo intentando entender por donde iban sus pensamientos. -Hay algo que quiero mostrarte...- dije al final intentando meterme en su mente y mostrarle algo de lo que habíamos vivido juntos. Nunca había hecho algo así, pero ya me había pasado en el hechizo de Martha, algo me decia que para romper ese hechizo necesitaba algo de su parte, no bastaba con matarlo de sorpresa y ya. Y desde ya que no podía arriesgarme a que no funcionara.

Alma empezó a hablar de una manera muy rara, de hecho decía cosas tan raras que me hubiese levantado e ido si no fuera porque ella me había "pedido" expresamente que no lo hiciese. Podía decir que no estaba loca pero... lo parecía diciendo esas cosas sin sentido.- Creo que te estas confundiendo de persona, es eso o dices cosas muy raras...-dije sin terminar de entender nada de lo que me decía. Pero dijo además que tenía algo que mostrarme y casi me da algo cuando empecé a ver imagines extrañas en mi cabeza. Eramos nosotros dos pero diferentes, llevábamos una ropa muy rara y parecía que ¿nos queríamos?- Dios mío...-murmuré un poco en shock antes de que las imágenes desaparecieran. No podía estar asustado porque ella misma me había obligado a no estarlo pero tampoco le veía lógica, o bueno en realidad sí, demasiada en realidad, solo había una explicación para que hubiese "visto" eso- Dios mio estoy peor de lo que pensaba- dije suspirando levemente mientras me llevaba una mano a la cabeza para intentar detectar la fiebre o algo. Sabía que la gente con mi enfermedad acababa con terribles alucinaciones debido a las fiebres altas pero de verdad que no me había parecido que estuviese taaan mal. Joder, ni si quiera la mano en mi fiebre me indicaba que estuviese más caliente de lo normal, pero también era verdad que uno mismo rara vez se notaba la fiebre... Miré a Alma y la miré por unos segundos con algo de cautela. Ya no sabía si estaba realmente allí o era una alucinación también, decididamente me estaba volviendo complemente loco.

Iba a ser imposible, apenas entendió algo de lo que dije... Primero porque decía "cosas raras" luego porque pensó que estaba más enfermo de lo normal. Suspiré intentando pensar con mediana claridad. -Si Ben, estás enfermo... Pero no estás alucinando. No sé cómo decírtelo sin asustarte... Pero no te estoy confundiendo con nadie, te conozco muy bien.- dije ya poniéndome de pie y perdiendo la paciencia, no podía matarlo y ya. No sabía si iba a funcionar y no podía arriesgarme a que fallara.
Volvía a sentarme y a mirarlo. -Tu lees historias verdad? Te gustan los libros de aventuras... Vale, pues resulta que no lo sabes pero ahora mismo estás metido en una historia que tiene cosas que no creerías, como.... Viajes en el tiempo y magia.- dije intentando que dejara de echarle la culpa a su enfermedad. Necesitaba motivarlo un poco y mire sobre el escritorio, había una abre sobres de metal, lo cogí y lo mire a los ojos antes de mostrarle la palma de mi mano, me hice un corte y enseguida le mostré como se cerraba sola la herida. No sabía si llamar o no a Arlette, me daba miedo que quisiera cortar por lo sano y quebrarle el cuello delante mío, pero es que Ben no reaccionaba a nada de lo que le decía y como lo había condicionado no sabía si realmente no sentía miedo porque se lo había ordenado o porque se había autoconvencido de estar en un sueño.

Joder ahora resultaba que la loca era ella y no precisamente yo. Estaba claro que por algo su familia la había mantenido oculta durante tanto tiempo... ¿Viajes en el tiempo? ¿Magia? ¿qué yo estaba metido en esa historia? Estaba loca y lo peor es que me quería meter en un lío también a mi- ¿Quieres callarte? Han mandado a gente a la guillotina por mucho menos-eso ya si que me ponía un poco de los nervios. No quería acabar mal por su culpa. De hecho cogió un abrecartas y casi me da algo, más cuando se hirió a si misma. - Oye para, joder estas loca-dije alterado, lo que menos necesitaba era que una invitada con una familia tan importante se empezara a autolesionar, a saber lo que decía luego por ahí y en los líos en los que metía a mi familia. Estiré las manos hacía la suya bastante de los nervios para intentar cortar la hemorragia de cualquier manera pero ni tiempo me dio que cuando mis manos ya habían llegado a las suyas todo rastro de sangre había desaparecido- ¿Pero qué...? -murmuré con el entrecejo fruncido mientras mis dedos recorrían la palma de su mano por un segundo sin entender nada. Estaba bien, no había nada. Se me cortó la respiración por un segundo y solté sus manos. Mi mente no terminaba de procesar todo lo que veía, era irreal pero... Había "visto" yo cosas en mi cabeza y esto era diferente, había sido en ella... 
-¿Eres... Eres una bruja?-murmuré medio tartamudeando como un imbécil un poco en shock. Siempre había habido leyendas de brujas en todo el mundo y ahora mismo era lo que Alma parecía- ¿Puedes... Puedes curarme a mi también?-murmuré después también entre dudas pero pensando en eso. El hecho de que ella misma se pudiese curar abría mil posibilidades nuevas en mi mente y algunas de ellas muy esperanzadoras. De hecho casi que podía llegar a entender esas imágenes en mi cabeza. Le tenía tanto miedo a la muerte que si era capaz de curarme (y si era lo que ella quería a cambio) rompería el compromiso con Arlette y me casaría con ella. Así de grande era mi desesperación... No terminaba de entender donde entraba en todo esto eso de los "viajes en el tiempo" pero de pronto estaba totalmente metido en esa historia solamente por esa pequeña esperanza de poder salvarme- ¿Que quieres a cambio?-pregunté casi enseguida aunque mirándola todavía con algo de cautela.

Ben no entendía nada y yo ya estaba perdiendo la poca paciencia que en general tenía. Era momento de dejar de intentar que comprendiera el fondo de las cosas... Finalmente o cierto es que había estado buscando razones para postergar lo inevitable pero era tiempo de actuar. -Si, soy bruja.- dije sin más, odiaba decirle eso pero era el camino más fácil. -Una que ha viajado en el tiempo sin planearlo y ha olvidado el camino de regreso... dije sin más. -Haria lo que fuera por ayudarte, pero solo lo lograre si vuelvo a mi tiempo. Debes confiar en mí, tú no me conoces.... Pero yo sí te conozco, sé que temes morir, pero te aseguró que vivirás muchos más años, encontrarás el modo de engañar a la muerte... Pasarán cientos de años y un día esas imágenes que te he mostrado se harán realidad, me conocerás y te enamoraras de mí.- dije sin dejar de hablarle mirándolo a los ojos. -Mi Ben, el que has visto... Está esperándome en el futuro, necesito volver y chequear que todo esté bien... También ha sido víctima de este hechizo y moriría si algo le ocurriera... Te extraño, lo extraño.- dije intentando que entendiera algo de lo que le decía. -Crees algo de lo que te digo? Joder! Porque eres tan excéptico?... susurre bajando la mirada un instante. -No sé qué otra prueba darte, se mucho de ti, se que ahora te preocupas por el futuro de tu familia, las riquezas que cada vez son menos, tú compromiso con Arlette... Pero todo eso pasará. Hay un mundo afuera que no conoces, un mundo inmenso que conocerás... Tendrás la vida que sueñas, vivirás más historias de las que has leído, te enamoraras muchas veces...- sonreí levemente ya volviendo a mirarlo a los ojos. -Serás libre, Ben, más libre que nadie que haya conocido... No tienes que tener miedo de morir, la muerte no va a tener poder sobre ti ni sobre mi... Pero necesito volver al futuro, necesito recuperarte.- dije cogiendo una de sus manos sin poder evitar ese contacto al tiempo que con la otra mano cogia su mejilla. Sabía que no era propio de esta época ese gesto pero m daba igual, siempre habíamos encontrado el modo de conectarnos, a lo mejor si sentía mi piel... Joder! Olía todavía su sangre y tenía tantas ganas de besarlo, lo extrañaba tanto, era difícil concentrarse así.

Admitió tan tranquila que era una bruja y me quedé bastante alucinando. Una cosa era haberlo "deducido" y otra que te lo dijeran tan a las claras... Sentía una mezcla entre fascinación y terror que no entendía ni yo mismo. 
Y lo peor es que largó a hablar y me estaba costando un montón seguirla porque decía muchas cosas a la vez y eran totalmente nuevas para mi. ¿En serio me había conseguido engañar a la muerte? Era algo difícil de creer pero una noticia esperanzadora al fin y al cabo...  La miré intentando seguirla, es que para colmo parecía que se cabreaba porque era "algo" exceptico... ¿Qué esperaba?.  Pero siguió hablando y hablando y de pronto me fui sentido algo abrumado, realmente parecía bastante desesperada por mi, o bueno, por el "otro Ben". - No...no entiendo...-susurré mientras mi mente era totalmente un caos intentando hilar unas ideas con otras. ¿Cientos de años? ¿Ser libre? De pronto invadió totalmente mi espacio personal cogiéndome de la mano y tomando mi mejilla. Era del tipo de cosas que estaban totalmente fuera de lugar en esa época pero por alguna razón no me aparté. Sus manos estaban frías pero al mismo tiempo era un tacto agradable, casi como si realmente me estuviese tocando con cariño. Mi corazón empezó a ir a mil por hora bajó mi pecho sin poder evitarlo mientras alzaba la mirada hacía ella. Joder, joder. Era una locura.-Vale, digamos que te creo...-murmuré sin poderme mover de lo shockeado que estaba- ¿Cómo pretendes volver si has olvidado el camino de regreso?- dije repitiendo sus palabras- Y además... ¿Para qué me lo cuentas? Si es verdad lo que cuentas estarás cambiando el futuro - había leído lo suficiente como para saber que era lo primero que se decía siempre en esas historias: "No hagas nada que pueda cambiar el futuro". -Te estas arriesgando demasiado y ni si quiera puedo ayudarte en nada...-dije porque era una locura que me quisiese meter en todo eso, yo no era más que un simple humano enfermo por mucho que me quisiese creer esa fantasiosa historia suya en la que yo parecía un héroe o algo así.

Dijo que quizá si que me creía y luego ya cuando lo toque sentí como su corazón se aceleraba sin poder evitarlo. Lo cierto es que un poco me tranquilizaba que al menos reaccionara. Escuche sus preguntas y no deje de mirarlo a los ojos, más lo pensaba más convencida estaba de que el único modo de volver era acabar con él. -Si que puedes ayudarme... En realidad no estamos modificando el futuro, esto, es decir... El hecho de que nos hallamos encontrado, es fruto de un hechizo que está solament en mi mente y en la tuya ahora mismo. Puedes ayudarme a volver, solo tienes que confiar en mí y no tenerle miedo a la muerte.- murmuré sin dejar de mirarlo. -Se que es mucho para procesar, pero cuando se rompa el hechizo y despiertes será como si no me hubieras conocido y yo habré vuelto a mi casa... Contigo, pero en el futuro.- murmuré quitando mi mano de su mejilla. Hice una pausa y luego otra vez estaba mirándolo... -Entiendes? Si quieres saber algo, es el momento... dije después porque sabía que era mucho para procesar pero no tenía realmente tiempo.

Eso de que solamente estaba en su mente y en la mía si que sonaba a cosa de locos... Aunque intenté omitir el comentario para que no se las siguiera tomando conmigo. Así que no iba a recordar nada... Decididamente era lo más raro que me había pasado nunca- No, no entiendo nada- dije en cuanto me preguntó eso- ¿Pero en qué puedo ayudar? No paras de decir que puedo hacerlo pero no terminas de decir nada y das un poco de miedo diciendo todo el rato que confíe en ti la verdad- dije siendo sincero- Y ni si quiera sé si la vida esa del "futuro" de la que hablas es tan buena... ¿De verdad merece la pena? ¿Soy feliz acaso?- dije enarcando una ceja como si lo dudara un poco a pesar de las imágenes que había visto. Ahora mismo no era muy feliz y no veía perspectivas de que eso fuese a cambiar en el futuro.

Suspiré. Es que con Ben no se podía, no podía seguir dándole vueltas a la cloaca pero tampoco podía decirle "Ey! Mira, necesito matarte". Sonreí levemente cuando dijo que le daba algo de miedo. -Entiendo, supongo que también me daría algo de miedo. Lo único que sé es que necesito que no estes consciente... Que se "apague" esta especie de burbuja temporal en la que estamos, pensaba dormirte... Cuando despiertes esto no habrá ocurrido y no me recordaras... Yo volveré al futuro y todos contentos.- dije aggiornando un poco la cosa para que no saliera corriendo. Pregunto eso sobre ser feliz y sonreí ya mirándolo otra vez a los ojos, volví a coger su mano. -Vale la pena. Totalmente.- murmuré sin dejar de mirarlo. -No sé cómo explicarme, los tiempos cambiaran mucho, las relaciones entre las personas tambien... Tenemos una relación muy... No se, supongo que la palabra es: intensa. dije mordiéndome levemente el labio sin poder evitarlo. -Los dos somos un poco intensos en general... Y bueno, que es raro de explicar en esta época, pero hemos conseguido ser libres de hacer lo que nos da la gana cada día, sin preocupaciones por fuera de nosotros, confiamos en el otro más que en nada y nos necesitamos como al aire para respirar... Merece la pena al punto que si ahora mismo no funcionara lo del hechizo daría mil vueltas al mundo literalmente para salvarte otra vez y tú harías lo mismo por mí. Eres feliz, Ben... Lo eres.- murmuré volviendo a coger su barbilla acariciandolo apenas levemente sin poder evitarlo. -Y yo también lo soy.- dije sin más.

-Así que al final no recordaré nada... Vaya-murmuré pensando en que al final parecía más un sueño que otra cosa, más si encima necesitaba que me durmiese. Era un poco decepcionante porque desde ya que era lo más "apasionante" que me había pasado en la vida pero a la vez seguramente fuese lo mejor si no me quería volver realmente loco después dándole vueltas a todo eso.-Vale, así que dormirme... No parece gran cosa, y ya es hora-eran las tantas de la noche, en realidad era lo que tendría que estar haciendo ahora mismo-Supongo que por intentarlo no pasa nada...-dije aceptando tras unos instantes, sobre todo tras escucharla. Hablaba demasiado segura y demasiado esperanzada con todo eso como para tomarla realmente por loca. Escuché después como respondía a mi pregunta y la miré- Eso si que suena a historia de amor de los libros...-murmuré medio bromeando sin poderlo evitar recordando cierta conversación que habíamos tenido antes en el baile. Pero por estúpido que sonará sonaba bonito, demasiado... Parecía mentira que alguien pudiese tener algo así, más si se trataba de mi mismo. Volvió a tomar mi mejilla y alcé de nuevo la vista hacía ella cuando dijo que eramos felices. Invadía de nuevo mi espacio personal pero todo lo que había dicho me había dejado con mil sensaciones por dentro así que antes de darme cuenta acorté la poca distancia que había entre nosotros y la besé. Impulsivo había sido siempre y... bueno, ahora mismo tras escucharla decir todo eso no lo había podido evitar.

Ben estuvo de acuerdo en "dormirse" y me dió algo de pena, pero era lo mejor si no quería que saliera corriendo, no? Luego ya dijo eso de las "historias de amor de los libros" y sonreí porque estaba soltándome algo que antes habíamos hablado y eso era tan de él que daba impresión que fuera un hábito que tenía cuando incluso estaba vivo. -Vale, algo así.- dije encogiéndome de hombros con una sonrisa. No sé si nuestra historia era así tan de libro, pero sí era una bonita historia de amor ahora que me ponía a pensar. -Ten en cuenta que no te he dado los detalles más escabrosos para que no te asustes, pero sí... algo así.- dije de broma al final asintiendo con una sonrisa. Acabó diciendo lo demás y cuando cogí su barbilla lo último que me esperaba en el mundo era que me besara. Y sin embargo había tenido el impulso así que lo hizo! Otra cosa en la que no había cambiado demasiaaaado al final.

Continué su beso sin cortarme enseguida, no era correcto quizá... pero ahora mismo lo extrañaba y no me importó demasiado sentir el gusto de su boca otra vez. Lo acerqué algo más a mí, siendo sin querer un poco más intensa de lo debido y supe que era el momento para hacerlo o nunca lo haría. Tomé su barbilla con mi otra mano y cuando lo sentí ya totalmente en mis manos de un sólo movimiento quebré su cuello haciendo que se desplomara en el acto. Pero no lo alcancé a ver porque enseguida una fuerza de lo más extraña estaba tirándome otra vez hacia atrás llevándome hacia mi casa... o eso esperaba.

El hechizo se rompió sin tan siquiera yo enterarme de lo que había pasado y como Alma había pronosticado no recordé nada de nada. En realidad era algo que no había pasado. Las horas volvieron hacía atrás y de pronto estaba trotando sobre el caballo detrás de mi hermano.

Benjamin Lebeau escribió:-No nos persigue nadie, frena un poco- me quejé según observaba al muchacho que trotaba montado en su caballo por delante de mi. Corría el año 1793 y yo todavía era humano, de hecho estaba hasta fatigado después de la velocidad a la que me había hecho ir mi hermano para poder alcanzarle.

(...)

-Ha funcionado...-respondió Arlette por su parte en cuanto llegaron a su tiempo entre sorprendida y encantada mientras se ponía en pie y se sacudía un poco la ropa. Había aparecido en una de las calles de Fell´s, justo donde había desaparecido, Alma no estaba muy lejos.- ¿Estas bien?-dijo yendo hacía ella y ayudándola a levantarse enseguida.