+18 Muerta de miedo (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Después de lo ocurrido con Santiago estaba muerta de miedo, no quería estar sola, no quería pasar por casa, aún tenía la ropa llena de mi propia sangre, tenía la camiseta totalmente manchada y el pantalón también, sólo quería llorar. Decidí ir a casa de Ben porque necesitaba a alguién con quién hablar y poder estar porque sino acabaría huyendo del pueblo. Caminé deprisa por las calles, la gente se me quedaba mirando pero me daba igual y en cuanto notaba la presencia de un vampiro me recorría un escalofrío. Nada más llegar a casa de Ben toqué el timbre y esperé a que me abriera mientras miraba tras de mi por si Santiago me seguía.

- Siempre hay sesiones matutinas- dije sonriendo y encogiendome de hombros porque tampoco había dado ella ninguna idea mejor.

-Ya lo sé pero creo que en todos los años que llevo viva no he ido a ninguna- dije cogiendo su mano mientras caminabamos.

- Pues que.... aburrida- dije sonriendo sin saber que palabra usar mientras caminabamos.

-Si, seré muy aburrida pero bien que te gusta estar conmigo- dije más que nada para picarle.

- Si, pero yo cambio mas que el viento, así que disfrutalo mientras dure- la dije con un guiño.

-Ah gracias por la información, me alegra tu sinceridad ¿De verdad lo dices en serio?- dije sin poder creermelo.

- ¿Si digo en serio que?- dije enarcando una ceja sin entender.

-Pues lo de que cambias más que el viento y que nos nos volveremos a acostar- dije siendo clara.

- Claro que cambio mas que el tiempo, pensaba que eso ya lo sabías- dije sonriendo- Y no sé, de momento me da igual que nos acostemos, no he dicho que vaya a pasar ahora... pero puede que algún dia simplemente no me apetezca- dije encogiendome de hombros.

-Vaya...- dije un poco triste sin saber que decirle era un palo y eso confirmaba mi teoría pero una cosa era imaginarselo y otra muy distinta que te lo dijeran a la cara.

- Venga Miriam, ya sabias que sería así- dije entornando los ojos y sonriendo al escuchar ese vaya.

-Ya... pero es que no sé será porque me siento sola y contigo me siento bien pero bueno no importa- dije sin querer mirarlo se me habían quitado las ganas de todo y ahora a pesar del miedo que tenía prefería estar sola en casa.

- Yo no he dicho que vaya a pasar ahora Miriam, deja de darle vueltas...-dije con una pequeña sonrisa cogiendola de la cintura para darla un pequeño beso.

-Ya.. bueno, pero de todos modos no me encuentro muy bien y prefiero irme a casa- dije tras su beso, ni siquiera se lo había querido corresponder.

- Vale... Pues vamos te acompaño...-dije notandola rara, pero bueno si queria estar sola pues ya esta.

-Gracias- dije no quería que se sintiera obligado a acompañarme pero todo se había puesto un poco raro y tampoco era plan de ponerlo peor.

La cogí de nuevo de la mano y pusimos ya rumbo hacía su casa sin hablar demasiado así que llegamos pronto.

-Gracias por acompañarme- dije nada más llegar -Gracias por todo y cuidate mucho- dije como si fuera una especie de despedida o algo por el estilo, no sé porque me había puesto así.

- Esta bien ya nos veremos... Y ten cuidado con Santiago-la dije despidiendome de ella con un pequeño beso antes de irme ya.

-Si, y tu también...- murmuré antes de corresponderle al beso y entrar a casa, nada más cerrar la puerta me puse a llorar y no sabías i era por lo de Ben o por la angustia que sentía por todo lo que me había pasado en las últimas 24 horas, pero la cuestión es que cuanto más lloraba más me dolía todo y no podía parar de hacerlo.