+18 Haciendo las maletas (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

No había dejado de llover cuando llegué a casa. Había sido un camino largo y me había dado tiempo a pensar en que hacer a continuación. Entré en casa tras abrir la puerta y ni si quiera sabía las pintas que llevaba, seguramente estaría completamente empapado y con la ropa llena de sangre. Sentí a Alma en el salón y me alegro en parte que estuviera en casa- Alma haz las maletas, nos vamos unos días a París…-dije sin saludar y sin pararme ni a mirarla mientras pasaba de largo e iba hacia las escaleras para poder cambiarme, hacer las maletas y demás.

Continué con ella un par de minutos hasta que la sentí al límite, consiguiendo ya que jadeara y todo sin poder evitarlo. Sonreí y sin dejar de darla placer así con mis dedos desenfundé mis colmillos, me acerqué a su ingle y la mordí donde la había dicho, bebiendo de su sangre y disfrutando de ello complemente por la zona en la que lo hacia.

No hizo falta que dijera ya nada... el placer que me estaba dando me tenía completamente desbordada de modo que cuando por fin me mordió sólo solté un débil gemido y continué disfrutando de sus movimientos mientras él bebia de mi sangre. Estaba paralizada... completamente paralizada y no podía ser que estuviera gozando todo de esa manera. No podía ni hablar, nunca podía hacerlo mientras me mordía, así que simplemente me dejé hacer...

Sabía que cada vez la costaba mas que dejara de beber de ella así que aguanté de verdad hasta su límite y cuando vi que me pasaría si seguía bebiendo me aparté. Me encantaba todo eso, es que adoraba su sangre y lo que me hacia sentir. Suspiré contento y enseguida llevé mi boca también hacia su sexo para ayudar a mis dedos a llevarla hacia el orgasmo de una vez.

Acabó ya de beber y volvió enseguida a mi sexo, sentí la humedad de su lengua y suspiré gimiendo porque no podía estar sintiéndome mejor. -Tu sangre Ben...- dije casi pidiéndoselo... -Quiero tu sangre.- le dije sin haberlo ni pensado... ahora mismo la necesitaba, necesitaba sentirlo completamente unido a mí, necesitaba sentirlo y a la vez... -Joder... no... no te detengas...- dije casi jadeando por todo lo que hacía en mi sexo, iba a volverme loca.

La escuché y eso de la sangre activo cada parte de mi cuerpo. Al mismo tiempo no quería que parara pero aparté mi boca y como alguna vez ya desenfundé mis colmillos y me mordí yo mismo la muñeca antes de estirar el brazo un poco hacia arriba para que bebiera como me había pedido. No podía esperar a sentir de nuevo ese vinculo con ella, de repente estaba ansioso. Suspiré intentando centrarme y cuando la sentí llevarse mi muñeca a su boca volví yo con la mia a su sexo, para seguir lamiendo su sexo al tiempo que mis dedos entraban en su interior una y otra vez.

Mordió su muñeca y la alcanzó hacia mi boca en el acto. La tomé con mis manos abriendo ya mis ojos y la llevé a mi boca bebiendo de allí sin detenerme, chupando y lamiendo cada gota hasta que se cerraran sus heridas... Había comenzado a darme placer con su boca y sus dedos de modo que cada vez me era menos posible concentrarme, sentía como lamía mi sexo y como sus dedos iban entrando en mi interior una y otra vez. Su sangre me hizo otra vez sentirlo tan cerca como la primera vez y suspiré ya besando su muñeca cuando tuve que dejar de beber...

Disfruté de cada insatnte en el que bebió de mi sangre y me estremecí como un tonto cuando se quedo besando mi muñeca cuando se cerrarón las heridas. Suspiré ya dispuesto a llevarla al orgasmo de una vez y me esperé al máximo, moviendo mis dedos y mi lengua en su sexo con intensidad. La sentía por completo tras haber intercambiado sangre y adorab asentirla casi como una parte de mi.

Aumentó el ritmo enseguida y no tardé nada en llegar al orgasmo entre gemidos... No había soltado aún la muñeca de Ben, no podía ni moverme de lo extasiada que estaba después de lo que acabábamos de hacer. -Wow...- dije solamente y cuando Ben se apartó un poco, no pude evitarlo y bajé la mirada para encontrarme con la suya. Lo miré y supe que estaba tan desbordado como yo, podía sentirlo... allí, como una presencia, más allá de los sentidos... -Crees que pueda seguir aprovechándome de tí toda la noche?.- le pregunté con picardía sin dejar de mirarlo por eso que me había dicho antes sobre que lo aprovechara borracho.

Llegó al orgasmo y me aparté de su sexo mirándola casi con fascinación, sentía ese vínculo con ella y lo adoraba, la sentía por completo, era casi una parte de mí.- Completamente seguro…-murmuré mirándola con una sonrisa picara cuando me preguntó eso de aprovecharse de mí. Esperé un segundo a que se recuperara un poco y ya me decidí a subirla la ropa interior y los pantalones de nuevo antes de abrocharla el botón. Me incorporé poniéndome en pie de una vez mientras la sentía todavía contra la pared respirar agitadamente sin soltar mi muñeca todavía. - Conseguiré que te cases conmigo… -dije clavando mis ojos en los suyos y sintiendo todavía su sangre en mi garganta.-Soy muy pesado, y tengo toda la eternidad por delante- susurré bien cerca de ella cogiéndola de la cintura con mi única mano libre y mirándola porque en parte adoraba eso de saber que tenía toda la eternidad por delante con ella, estaba completamente enamorado y era de tontos negarlo.

[off: Ya me voy, bye! ]

Sonreí cuando me dijo eso de que estaba tan seguro. No separamos nuestros ojos, me sentía tan unida a él que me fascinaba. Ya se encargó de subirme la ropa interior y el pantalón, abrochándomelo antes de ponerse de pié y decirme eso clavándome sus ojos en los míos. Siempre me había sentido perdida en su mirada ye sta vez no era la excepción. No pude decirle nada, ni siquiera bromear con eso de que no era soltero... nada de nada, ni una palabra de mi boca mientras me sentía completamente hipnotizada por sus ojos.

Dijo que tenía toda la eternidad y sonreí pensándolo, sonaba bien... de pronto y contra todo pronóstico, pensar en la eternidad no me asustaba, por el contrario me daban unas ganas tremendas ganas de sumergirme en ella... Quizá fuera porque ahora, con su sangre en mi organismo, lo sentía tan cerca que me parecía algo que me estaba llamando a gritos, o quizá fuera simplemente que estaba locamente enamorada de él... no lo sabía, pero por las razones que fueran era suya, siempre lo había sido, lo era y lo sería. Sentía eso con cada parte de mi piel.

[off: Ok! Bye ]

Me miró sin decir nada esta vez y sonreí, me encantaba sentirla así tan perdida en mi mirada. La tomé de la cintura de nuevo y la acerqué lo mas posible haciendo que quedáramos completamente pegados. Me acerqué a sus labios y la besé para sacarme las ganas, llevaba sin besarla desde hacia un buen rato y lo necesitaba. Jugué con sus labios y su lengua por unos instantes antes de apartarme para permitirla respirar- Háblame... ¿Qué piensas?- murmuré todavía contra sus labios y ante su silencio porque quería saber lo que pasaba por su mente.

Ya se estrechó más contra mí y nos besamos con intensidad por unos segundos. Luego nos separamos y Ben me preguntó que pensaba. -No lo sé, es que me siento completamente unida a tí... que de pronto, es como si pensar en la eternidad ya no me diera miedo.- le dije mirándolo todavía a los ojos, perdida ahí... no podía decirle más nada, pero seguía tomando su brazo por su muñeca y seguía sintiendo su cuerpo apoyado contra el mío.

La escuché y la miré contento cuando dijo lo último, claro que me alegraba saber que dejaba de tenerle miedo a eso de la eternidad y mas si era para estar conmigo. Sonreí un poco pero no dije nada y volví a sus labios enseguida otra vez, besándola y demostrándola en ese beso todo lo que la quería, podía estar un poco borracho pero eso no cambiaba nada.

Volvió a besarme enseguida apoyando otra vez mi cabeza en la pared y tomé pasé mis brazos por su cuello. Estuvimos besándonos hasta que se me acabó el aire. -Cuando me miras... es que, Ben nunca he podido salirme de tus ojos, me siento hipnotizada y te siento, te siento tan aquí conmigo...- murmuré sin poder ni explicarme. Ni siquiera era por los sentidos, era diferente.

Pasó sus brazos por mi cuello y caundo nos apartamos tras el beso escuché lo que decía sin apartar mis ojos de los suyos. Sonreí ligeramente por lo de mis ojos y cuando dijo que estaba como hipnotizada- Y yo a ti...-murmuré por eso de sentirla, claro que la sentía bien cerca-Te quiero con locura... -susurré sin ser capaz de poner en palabras todo lo que la quería- Te he estado esperando mas de 200 años...-susurré sin dejar de mirarla y sin apartarme de ella porque realmente sentía que todo lo que había vivido había valido realmente la pena solo por haber llegado a enamorarme así de Alma y que ella sintiera lo mismo.

Dijo eso de que me quería con locura y sonreí mordiéndome un labio y bajando la mirada... ya dijo después que me había estado esperando 200 años -Ben... susurré y sabía que estaba borracho y probablemente lo decía porque en el fondo no dejaba de ser un romántico francés del siglo XVIII.... pero lo mismo no podía creerlo, era con seguridad lo más romántico y hermoso que me habían dicho en la vida.

Simplemente murmuró mi nombre bajando la mirada y sonreí sin poder evitarlo por eso- Alma...-susurré como ella cogiendo su barbilla con una mano haciendo que alzara un poco la cabeza. Sonreí cuando me miró a los ojos y la aparté un poco de la pared bajando las manos hasta su trasero para pegarla mas a mi mientras caminaba así un poco para atrás entrando mas a la sala sin apartarnos ni los más mínimo- ¿Te aprovecharas al final de mi?- susurré con cierta picardia sin dejar de mirarla mientras dabamos algún que otro paso apartandonos de la pared.

Alcé la mirada cuando me tomó por la barbilla y lo escuché nombrarme... Ya cuando me cogió por el trasero y nos fuimos moviendo antes de que dijera eso sonreí. Me mordí un labio mirándolo. -Sí, lo haré...- murmuré sin bajar ahora la mirad y con mucha picardía. -Quiero hacer algo diferente, lo que se te ocurra... quiero que nos dediquemos por completo a una condenada noche de sexo en París... Haré lo que sea que tú quieras.- murmuré sin dejar de mirarlo todavía.

La escuché y me mordí un labio porque claro que sonaba tremendamente sexy todo eso así dicho- Quiero hacerte el amor bajo la jodida Torre Eiffel- murmuré enseguida así contra ella sin dudarlo- Quiero hacerte el amor en el taxi que nos llevé hacia allí... -murmuré sin dejar de mirarla- Quiero hacerte el amor una y otra vez, en cada rincon de esta condenada ciudad... Hasta que me supliques que pare... Y por supuesto quiero que te aproveches de mi...-fui diciendo con picardia sin apartar mis ojos de los suyos.

No podía creer que había soltado todo eso pero ¿para qué mentir? había sonado completamente sexy y ya de pensarlo nomás me encendía. -Joder... Vale.- le dije sin dejar de mirarlo. -Hagámoslo...- murmuré sonriendo con picardía después sin imaginarme siquiera como podríamos hacerlo pero sonaba completamente tentador. -Llama el taxi voy por mis zapatos.- dije ya poniéndome en tema y apartándome un poco no quería perder un sólo segundo.

- Venga, ve...-dije sonriendo, la estampé un rápido beso y ya esperé a que subiera a por los zapatos mientras yo cogía el móvil para llamar a un taxi y que llegara lo antes posible. Estaba algo borracho claramente pero tenía muchas ganas de todo eso para que mentir.

Subí a la habitación y seguía con mi pantalón negro y bastante ropa así que no resistí la tentación de ponerme un vestido más sencillo. Me puse un straples de verano de Mango y unos zapatos de tacón Miu Miu.

Spoiler:

No tardé nada porque estaba acostumbrada a cambiarme en un segundo de tantos desfiles y demás... -Lista.- sonreí mirándolo.

Colgué justo el teléfono cuando bajaba ella las escaleras. Vi como se había cambiado de ropa y sonreí porque estaba guapisima- Vamos...-murmuré enseguida tomandola de la mano para ir hacia la puerta.

Sonreí por la cara que puso cuando me miró y me recogí el cabello mientras cogía un sobre para guardar las llaves y demás y lo seguía de la mano hacia la puerta. Seguramente el taxi estaba en camino.

Cerré la puerta de casa y en cuento llegamos al ascensor la besé apoyandola en la pared mientras bajabamos, la quería muchisimo y la sentía mas unida a mi que nunca, no podía estar separado de ella demasiado. Me sentía un tonto pero era lo que me pasaba.