+18 Cazando (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Tenía mucho mas hambre de lo que había pensado en un primer momento, pero había quedado a "comer" con Alma así que intenté ser bueno y no empezar a cazar antes de que viniera de donde fuera que estuviera. Estuve paseando un rato por allí hasta que me cansé y me apoyé en un árbol esperando a que la diera por aparecer.

Apenas pudimos acabar de quitarnos las cosas, ya estabamos al borde... no podía desearlo más. Me recostó algo sobre el sofá y no dejé de besarlo ni un segundo antes de que abriera algo mis piernas ubicándose sobre mí y hundiéndose después de quitar mis manos. Lo tomé por la espalda y luego la cintura, hundiendo las yemas de mis dedos haciendo surcos y clavando en parte mis uñas mientras lo ayudaba a penetrarme suspirando y mordiendo a la vez sus labios. Dijo que me odiaba y negué con la cabeza, mordiéndolo una y otra vez, pasando a su barbilla, lamiéndolo por allí antes de volver a sus labios mientras lo sentía penetrarme y soltaba algún gemido.

No me corté para nada y empecé marcando un ritmo intenso que nos hiciera ver las condenadas estrellas a ambos. No podía estas más excitado. Sentía todo su cuerpo pegado al mio... Sus pechos con la tela de su sujetador rozando con mi pecho, su abdomen desnudo contra el mio, sus manos... Sus condenadas manos las sentía por todo mi cuerpo hundiéndose en mi piel una y otra vez hasta casi arañarme. Fui devorando su boca con descaro permitiendola ahogar ahí sus gemidos antes de bajar un poco mis labios hasta su cuello y estamparla besos por allí según la penetraba sin descanso, buscando profundizar lo más posible también en cada estocada.

Comenzó a moverse con una intensidad que me embriagó enseguida. No dejaba de moverse a un ritmo que me estaba haciendo delirar y tampoco podía ya detenerme, recorriéndolo y pidiéndolo que continuara con cada centímetro de mi piel. Su miembro me estaba haciendo estremecer de un modo que me quitaba la respiración, solamente gemí en su boca, una y otra vez... Sintiéndolo quitarse las ganas sin remordimientos y entregándome también en ese momento a lo que hiciera, dejándome hacer en sus manos, sin poner resistencias, abrazándolo y besándolo, lamiéndolo y succionando todo cuanto de él me quedaba al alcance... Sólo quería sentir que era mío y que lo supiera por una vez. Que no iba a dejar que estupideces así nos separaran, lo quería con locura, lo quería hasta enloquecer yo misma.

No podía con ella, nunca podría... Si es que la adoraba por completo, cada porción de mi piel la deseaba con locura, y sentirla dejarse llevar de ese modo me encantaba. Fui hundiendome en ella una y otra vez, suspirando por momentos sin poder evitarlo por la intensidad del momento. Cada vez estaba más excitado y no podía parar de besarla, ni de hundirme en ella una y otra vez, ni de nada, solo la quería a ella y todo mi cuerpo se lo estaba intentando demostrar. Volví a subir enseguida con mis labios a su boca, pesnandola con intensidad según mis manos se movian por su cintura acariciandola sin control.

No se detuvo, hundiéndose en mí una y otra vez y haciéndome sentir la intensidad de ese momento como nunca. Lo recorrí con mis manos sin descanso, arañando por momentos, hundiéndome en su piel y haciendo que cada vez estuviera más cerca mío si era posible. Llegó a mis labios y lo recibí abriendo mi boca y dejando que se saciara cuanto quisiera, sus manos recorriendo mi cintura el roce de la ropa que aún nos quedaba, los gemidos que nunca me había molestado en disimular... todo era cada vez más excitante.

Abrió sus labios enseguida y me demoré en su boca todo lo que me dejaba la intensidad que estabamos llevando. Jugando con su lengua según me daba la gana, según nos sentía cada vez más al borde. Nos habíamos calentado en apenas un minuto y a esta intensidad ni sabía si podríamos aguantar mucho más, yo desde luego estaba casi al borde. Mis manos recorriando su cuerpo por completo, acariciando su cintura, sus muslos, sus pechos por encima del sujetador, su cuello... No podía con ella, la adoraba... Deje una de mis manos con firmeza en su cintura, sujetadonla según la penetraba, queriendo que me sintiera por completo según me hundía en ella. Me estaba encantando al final todo ese impulso que habíamos tenido en un momento.

Me recorrió con sus manos sin dejar a la vez de besarme y cuando ya estábamos al borde lo sentí afirmarme con una de sus manos por la cintura, impidiéndo que me moviera ya sobre el sofá y haciendo que pudiera sentir las estocadas hasta el final, profundizando los movimientos y haciéndome abrir más mis piernas para recibirlo como podía. Me sentía estallar, pero no iba a hablar no iba a decir ni una jodida palabra porque era lo que me había pedido y quería cumplir... Todo mi cuerpo ardía y sus manos sosteniéndome con fuerza mientras se hundía con esa energía me estaban haciendo ver de verdad las condenadas estrellas.

Nuestros suspiros, el roce de nuestras ropas a medio quitar y de nuestros cuerpos desnudos... Era lo único que se escuchaba por toda la sala y me sentía de verdad estallar cada vez más con cada estocada. No podíamos más, se podía notar con claridad que estabamos al borde. No tardamos más que un par de estocadas en llegar por fin al orgasmo. Suspiré al acabar en su interior, no podía haber disfrutado todo eso más, era completamente suyo... Suspiré de nuevo y me aparté como pude de encima suyo y dejándome caer a su lado en el sofá bocabajo sin preocuparme ni en ponerme bien la ropa ni nada, simplemente giré la cabeza un poco para poder mirarla y sonreí sin poderlo evitar al verla tan extasiada.

Llegamos al orgasmo después de alguna estocada más y estallamos enseguida de placer. Había sido completamente genial y apenas podía pensar de lo extasiada que me sentía. Acabó dentro mío y luego ya se tumbó a mi lado boca abajo, girándose para mirarme un segundo. Sonreí con picardía recorriéndolo descaradamente con la mirada desde sus ojos pasando por su espalda hasta llegar a su trasero. -Anne tiene razón, tienes un trasero muy bonito.- murmuré mordiéndome un labio con picardía y sin guardarme ya nada de lo que me apetecía decir.

Vi como me miró y sonreí negando con la cabeza cuando dijo eso de mi trasero y de Anne- ¿Ahora te das cuenta?-murmuré de broma como si hubiera sido una pesima novia por no darse cuenta antes. Suspiré un segundo mirandola también así con la ropa a medio sacar y sonreí con picardía ante esa imagen sin poder evitarlo antes de acomodarme ya de nuevo los boxers y los pantalones subiendomelos de nuevo aunque después me quedé así tumbado de la misma manera.

-Mejor tarde que nunca.- respondí con una sonrisa como si de verdad fuera la primera vez que se lo miraba. Ya se acomodó subiéndose el pantalón y los boxers y entrecerré los ojos de broma. -Te da vergüenza que te lo siga mirando?.- le pregunté sonriendo como si se "cubriera" justo por eso... Me mordí el labio sin dejar de mirarlo, de verdad que había sentido mucho placer y de pronto no me importaba nada más que él... Al final iba a acabar siendo cierto eso de que arreglábamos cualquier cosa con sexo.

Sonreí por eso- Para nada... Puedo bajarme los pantalones de nuevo si tanto quieres seguir viéndome el trasero...-dije picandola un poco y sonriendo mientras la miraba. Era de locos pero me sentía mucho mejor ahora, tras ese polvo tan descontrolado... No sería la mejor forma de solucionar las cosas pero por el momento parecía que a nosotros nos servía. La miré con mucho picardía de arriba a abajo al verla así todavía con la ropa a medio sacar y medio desnuda, estaba sexy a rabiar.

-Puedo bajártelos yo misma, si no te molesta...- murmuré con picardía siguiéndole un poco el juego antes de acabar de quitarme mis propios pantalones y subirme mi última prenda para estar más cómoda. Me acerqué a él incorporándome un poco y acaricié su espalda con una de mis manos antes de llegar a su cintura y comenzar a bajar otra vez sus pantalones. -Seguro que no te dará vergüenza?.- murmuré con picardía en broma acercándome a su oído así tumbada de costado y metiendo mi mano por dentro de su pantalón para continuar bajándoselo.

Sonreí enarcando una ceja cuando dijo que me los podía bajar ella misma pero ni tiempo medio a decir que nada que tras quitarse ella los suyos y acomodarse la ropa interior enseguida comenzó a bajar mis propios pantalones de nuevo.- ¿Qué pasaría si me diera vergüenza?-murmuré mordiendome el labio con picardía y "jugando" un poco con ella- ¿Me los dejarías de quitar? ¿O serías mala y me los quitarías del todo?-dije con picardía.

-Qué duda cabe? Claro que te los quitaría lo mismo... con tu ayuda o sin ella.- murmuré con una sonrisa pícara y continué bajándoselos sin cortarme, acariciándolo a medida que su piel iba quedando al descubierto. -Sé que soy un trozo de pan, pero me pongo mala cuando no me dejan hacer lo que me da la gana...- susurré con picardía y poniendo mi mejor carita de niña buena mientras no me cortaba en acariciarlo e ir quitándoselos.

- ¿A si?-murmuré con picardía dándome ya un poco la vuelta para quedar más enfrentado a ella y poder mirarla según me iba quitando los pantalones y acariciandome- Pues creo que me gustan más las chicas malas... No tendré que dejarte hacer lo que te de la gana entonces...-murmuré con picardía y picandola mientras cogía sus manos para impedir que me siguiera quitando los pantalones.

Enarqué una ceja mientras lo miraba con picardía cuando preguntó eso. Se giró hacia mí y continué por allí acariciando su trasero y bajándole los pantalones algo más hasta que dijo eso y ya quitó mis manos de allí. Alcé una ceja y me mordí un labio enseguida antes de pasar a quedar sobre él a velocidad vapírica, haciendo que quede con la espalda pegada al sofá y "atrapándolo" al sentarme sobre él con mis piernas abiertas. -¿Cuán mala te gusta?.- le pregunté con picardía bajando mis manos a su cintura y acariciando con intensidad las partes de su pelvis que estaban ya al descubierto.

Me sorprendió con ese movimiento a velocidad vampircia soltandose de mis manos y la miré después con cierta picardía cuando se sentó sobre mi dejándome atrapado así contra el sillon- Muy mala...-respondí con picardía a su pregunta de como me gustaba. Sentí sus caricias y suspiré sin poder evitarlo porque toda esa tonteria me estaba poniendo mucho la verdad.

Sonreí cuando dijo eso y lo miré enarcando una ceja mientras me movía para ir bajando sus pantalones y sus boxers sin muchos miramientos y de una vez, hasta dejárselos por las rodillas primero. Con una de mis manos comencé enseguida a masturbarlo mientras con la otra acababa de deshacerme de su ropa obligándolo a que abriera algo más sus piernas.

Estuve tentado de ayudarla a quitarme la ropa pero al final desistí dejando que fuera ella la que lo hacía. Comenzó a mastubarme mientras no se había librado todavía ni de mi ropa y suspiré mientras me la terminaba de quitar- Joder Alma... Si que es no me das nada de respiro...-murmuré de broma como si me quejara. La miré con picardía y la cogí de la cintura afirmandome un poco allí antes de subir con caricias con mis manos por su abdomen.

-Eso quieres?.- murmuré cuando ya comenzó a acariciarme y me acabé de ubicar mejor en sus piernas. -¿Qué te dé un respiro?.- le pregunté con una sonrisa pícara y mirándolo a los ojos con muchisimo deseo.

Me preguntó eso mirándome a los ojos con muchísimo deseo y negué con la cabeza suspirando enseguida- No, claro que no... Joder... Quiero que sigas...-murmuré sin dejar de mirarla a los ojos cada vez más agitado. Subí mis manos un poco más por su cuerpo hasta llegar a su camisa y aprovechando que la tenía ya abierta de antes se la fui quitando.

Sonreí cuando dijo todo eso porque claro que lo sabía, pero escucharlo decirlo era totalmente excitante. Comenzó a encargarse de mi camisa y me ubiqué mejor en sus piernas, abriéndolas algo y comenzando a masturbarlo con mis dos manos, subiendo con caricias por su entrepierna y cogiendo su miembro para estimularlo sin cortarme.

La terminé de quitar la camisa con algo de su ayuda y después no pude hacer más que suspirar cada poco sin poder evitarlo por sus caricias y lo excitado que iba estando, es que no podía con ella, acabábamos de tener marcha y ya la estaba deseando de nuevo. Me mordí un labio viendo como se ubicaba mejor entre mis piernas sin poder evitar mirar con un deseo infinito.

No dejó de mirarme y de suspirar lo que hacía que me excitara todavía mucho más... Yo misma me quité mi última prenda deteniéndome un segundo y sintiendo como cada roce me hacía estremecer, lo deseaba con locura. Me acerqué a su miembro y mirándolo a los ojos todo el tiempo me ubiqué ayudándolo a hundirse en mí de una vez, sintiéndolo penetrarme sin cortarme para nada y dejando escapar los gemidos que no podía ni disimular.