Encuentro en Ámsterdam (Alma) +18

Gus, Arlette y Alma se habían instalado en un hotel al llegar a la ciudad. Ben no apareció pero tampoco tenían un sitio mejor al que ir así que decidieron quedarse ahí por un tiempo. De eso ya hacía un mes y medio, y Gus había terminado manipulando la mente de dueño del hotel para no tener que pagar las habitaciones, que estar pagando durante más de un mes un hotel era demasiado... Eran las ventajas de ser vampiros. Y Arlette... Bueno ella no había dejado de meterse con Alma de vez en cuando, pero era su forma de ser...

Por mi parte, llevaba apenas unos días en la ciudad. Iba caminando hacia una dirección que me habían dado "mis jefes" cuando la vi. Vi a Alma mirando uno de los escaparates de una tienda como si nada. Joder... Fui incapaz de seguir andando por un momento y me quedé mirándola como un imbécil. Al final allí estaba, y yo... No sabía ni como me sentía, al menos esta bien, me alegraba de verdad de eso.

Ya hacía cerca de un mes que estábamos en Ámsterdam. Seguíamos "viviendo" con Gus y Arlette y desde ya que la convivencia no había sido sencilla... sobre todo al principio. Principalmente porque Arlette no dejaba de meterse conmigo y en general Gus intervenía poniéndose de mi lado para equilibrar un poco y acababa discutiendo con Arlette. Tras algunas semanas había conseguido un trabajo en una tienda de venta de bolsos de una firma de diseño y eso hacía que el tiempo se me pasara más rápido y que evitara estar tanto tiempo con (entre) ellos.
De Ben seguíamos sin noticias y eso me tenía bastante deprimida así que intentaba pasar todo el tiempo haciendo cosas, caminaba, compraba, paseaba, trabajaba... iba al gimnasio... cualquier cosa que me tuviera entretenida. Gus decía que era temporal, pero yo cada vez le veía menos de temporal y eso me desquiciaba, pero tampoco podía largarme de allí a buscarlo por las mías... por mucho que costara aceptarlo ahora mismo eran el único contacto que tenía con Ben, sabía que si me alejaba de ellos tendría menos chances de encontrarlo.
Más de una vez había sentido a Ben cerca, pero con el correr de los días el lazo de sangre era cada vez más débil y ya no estaba segura de haber sentido realmente su presencia en ningun momento, probablemente fuera mi imaginación.

Esa tarde en particular había salido temprano del trabajo y estaba caminando por una de las costaneras, mirando escaparates de algunas tiendas sin razón alguna.

vestimenta de alma:

Por un momento me sentí como en un deja vù, más o menos así me la había encontrado en Roma hacía años, cuando ella aun andaba con Stefan... La había encontrado por la ciudad y mirando escaparates sin que ella se percatara de nada.
Suspiré. No podía quedarme allí parado eternamente pero tampoco me atrevía a acercarme sin más. ¿Y si alguien nos veía juntos y luego la seguían y ella los llevaba hasta Gus? (Bueno, esperaba que estuviese con Gus, aunque no las tenía todas conmigo...).

Bueno, sea como sea no me podía arriesgar. Así que suspiré y tras un momento, antes de darme cuenta, ya estaba andando directo en su dirección. "Choqué" con ella y maldije por lo bajo como s hubiese sido un accidente- Perdona...-murmuré como le hubiese dicho a una desconocida y mirándola por un instante antes de pasar de largo y meterme en la tienda cuyo escaparate ella había estado mirando.

Me perdí entre los percheros y miré hacía la puerta un segundo inquieto. ¿Me habría reconocido? ¿Habría pillado la indirecta para que entrara a la tienda? Joder...

Estaba muy a lo mío cuando un tío me chocó y me giré a mirarlo ¡Era Ben!! No pude disimular enseguida la expresión de sorpresa pero al ver como me trataba como una desconocida y se metía en la tienda supuse que pretendía que lo siguiera. Esperé algo más antes de meterme finalmente en la tienda cuyo escaparate había estado mirando... en ese tiempo pensé en otra (aberrante) posibilidad ¿Y si me había olvidado?¿Y sí le habían obligado a hacerlo? O peor... él mismo, en un momento de debilidad había decidido buscar el modo de hacerlo... Casi me da algo pensar en eso, como fuera, ese tío era Ben y adentro de la tienda estaba la respuesta.
Me metí enseguida y tras chequear por dónde andaba, fui revisando un poco la ropa yendo de a poco hacia el final de la tienda, en dónde estaba él, hasta ponerme lo suficientemente cerca. Había mucha gente en la tienda así que en el lío de personas sería relativamente fácil pasar desapercibidos. -Joder, eres tú? Hace cuánto estás en la ciudad? Joder... Vas a matarme de un susto, estoy... tan emocionada de verte.- dije de un tirón.

Tras unos instantes la vi entrar y suspiré de alivio. La vi llegar hasta mi y sonreí- Claro que soy yo, no tengo un hermano gemelo que yo sepa- la vacilé sin poder evitarlo ante su pregunta. La miré de arriba a abajo un instante, parecía estar bien- Apenas llevo en la ciudad un par de días-contesté- ¿Y tú? ¿Estas bien? ¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿Estas sola?-fui soltando una pregunta tras otra del tirón luchando con las ganas enormes que tenía de tocarla, y de besarla y de.... Y de todo. La había echado de menos y había estado preocupado por ella la verdad.

Dijo lo del hermano gemelo y entorné los ojos luchando con las ganas de matarlo... ¡Encima bromeaba?! -No, no estoy sola, estamos con Gus y Arlette en un Hotel del centro... Espera que tengo una tarjeta.- dije buscando en mi bolso y pasándole una del Dikker en Thijs Fenice Hotel. -En la habitación 210... Estoy un poco a la deriva, no sé cuánto durará esto pero lucho con las ganas de largarme cada mañana. La convivencia es complicada y me he conseguido un trabajo para no estar la mayor parte del tiempo... Joder, es una suerte verte.- dije mirándolo de nuevo. Quería besarlo, tocarlo, preguntarle mil cosas... hablar con claridad. -Dónde podemos vernos, necesito respuestas... Miles de respuestas.- dije mirándolo a los ojos un instante. -Aún trabajas para esos tíos, no? Cuánto te quedas en Ámsterdam? Vinimos porque Arlette dijo algo de un código en tu mensaje ¿Era cierto?.- dije sin darle descanso a las preguntas que hacía.

Asentí-Vale, me alegro- dije por eso de que no estaba sola. Tomé la tarjeta que me pasaba y miré la dirección mientras seguía hablando. Seguro que lo de la convivencia iba por Arlette y no precisamente por Gus, me la conocía de memoria... Igual me alegraba que hubiese aguantado, estaba claro que de otro modo ahora no nos habríamos cruzado. Pidió verme después y dudé un segundo, estuve por decirla que iría a su hotel pero al final no me parecía la mejor idea de mundo teniendo en cuenta que allí estaba también Gus.-Si, ya veo que necesitas miles de respuestas...-murmuré medio sonriendo y mirándola por como soltaba una pregunta tras otra-Veámonos a la noche y te prometo que hablaremos de todo lo que quieras... pero no ahora, no aquí-murmuré mirando un poco alrededor y pasando una mano por los percheros como si realmente estuviese mirando la ropa. El problema era ver donde podríamos vernos. Suspiré- Mira, me estoy quedando en un apartamento al este, pásate por allí si quieres de madrugada, sobre las 2, no creo que se sorprenda nadie de ver a una tía subir a verme a esas horas-murmuré sonriendo levemente mientras sacaba un bolígrafo de mi chaqueta y escribía la dirección detrás de la tarjeta que ella me había dado, total, ya había memorizado su dirección- Esta vez no lleva mensaje secreto- susurré medio bromeando mientras se la pasaba.-Te agradecería si no le dijeras todavía... A nadie... Que me has visto-murmuré. Sabía que necesitábamos hablar y si les soltaba a Gus y a Arlette que habíamos quedado querrían ir, y necesitábamos hablar a solas, no con compañía.

Dijo eso primero y ya después que mejor nos viéramos a la noche... entorné los ojos cuando dijo que nadie se sorprendería de ver llegar a una tía a su habitación a las dos de la madrugada. -No es el pensamiento más bonito del mundo... Pero vale, quiero verte así que...- dije encogiéndome de hombros con una pequeña sonrisa mientras me anotaba en la tarjetita la dirección. La miré un segundo intentando recordarla por si acaso. Dijo que no dijera nada y entorné otra vez los ojos. -Costará no decir nada... Gus no me pierde pisada y me da la impresión que Arlette tampoco. He tenido que buscarme un trabajo para tener algo de privacidad... Pero vale, veré el modo de salir de la habitación y evitar muchas preguntas.- dije mientras pensaba en que no sería precisamente la más fácil de las empresas. De verdad que Gus estaba muy pendiente de mí, creía que en el fondo lo hacía por protegerme pero como fuera lograba que Arlette se pusiera más molesta... Ella también estaba pendiente, pero más por desconfianza que otra cosa. En fin... no estaba siendo el mejor mes de mi vida.

-Ay Alma, deja de ser quejosa...-casi que me quejé ahora yo porque primero que a ver donde nos veíamos y ahora ponía pegas- Bueno, pues díselo si quieres, tampoco es que quiera que estén preocupados, solo pensaba que teníamos que hablar los dos solos, pero como veas- dije sin más mientras miraba el reloj- Tengo que marcharme, espero que puedas venir...-dije de todas formas sin insistir demasiado porque ya veía que ponía más pegas. La miré una última vez y empecé a caminar ya para salir de la tienda.

Ben soltó todo eso sin casi dejarme ni responder y por segunda vez consecutiva en lo que iba de unos pocos minutos tuve ganas de matarlo. -No, no les diré nada... Necesito hablar contigo primero, joder y no te alteres que ya puedo alterarme yo también.- dije mirándolo un segundo seria. Es que ahora mismo empezaba a odiarlo por haberme puesto en esta situación... si no fuera porque corría riesgo me habría desquitado allí mismo con él... pero todavía era más fuerte el temor de que le pasara algo que las ganas que tenía de soltarle los mil reproches que me debía. -Iré.- dije ya cogiendo un pantalón enseguida y apenas vi como se fue que me metí en uno de los cambiadores para probármelo de paso. Joder... no había tenido casi tiempo de reflexionar sobre nada... este viaje estaba siendo lo más raro del mundo.

La escuché según me marchaba y salí de la tienda casi suspirando. Ya sabía que tenía todo el derecho a estar enfadada ella también, pero es que había querido hablar con ella después de todo y no había parado de quejarse. Me daban ganas de matarla. Hacía mil años que no nos veíamos y ahora tras el primer encuentro parecía que acabamos mal... en fin. Saqué de mis vaqueros la dirección del hombre que me habían dicho mis jefes y tras mirarla y recordar hacía donde iba comencé a caminar hacía allí, tenía cosas que hacer.

Regresé al hotel tras caminar un poco más... no tanto porque tuviera ganas de hacerlo si no más que nada para tomarme algo de tiempo y pensar. Había estado conteniendo el torbellino de sentimientos que me producía todo lo de Suiza y sobre todo la partida sorpresiva de Ben. Apenas había tenido tiempo de reflexionar sobre los posibles errores, sobre quienes podrían haberlo delatado... Había repasado cada segundo de nuestra estadía en Suiza, pero nada. Después, ya con Gus y Arlette, definitivamente prefería no pensar. Todo el tiempo con la sensación de saber la mitad de la historia, de quedar afuera...

Al final me había resignado y había preferido rendirme. Ahora tras el encuentro esa tarde en la tienda sentía que todo me estaba por explotar. Quería llorar, reirme, gritar... y no podía hacer nada de eso. Llegué a la habitación del hotel y tuve suerte porque no había nadie. Sólo un cartel sobre la mesa de luz... "Alma, salimos a dar una vuelta... No nos esperes por la noche. Gus y Arlette suspiré tranquila. Me duche, me vestí y cuando por fin fue la hora de marcharme salí de la habitación.

Cogí un taxi en la calle y le dí la dirección. Me bajé del coche lo más disimuladamente posible... Ya eran las 2 y cuarto cuando llamé a la puerta que Ben me había indicado.

Spoiler:

Terminé de hacer cosas bastante tarde, pero todavía iba con tiempo, así que no tuve que volver muy apurado al apartamento. No sabía si al final iría o no, esperaba que si a pesar de nuestros últimos minutos en la tienda.

Llegué al apartamento y dejé la chaqueta en una de las sillas. El lugar estaba medio vacío, apenas tenia un sofá y un par de sillas y una habitación al fondo, era un mero lugar de paso así que el dueño no se había molestado en amueblarlo más de la cuenta.
El reloj dio las dos, y los minutos fueron pasando, Alma no vendría... La madre que la parió... Me quité los zapatos y me tumbé en el sofá intentando controlar las ganas que me daban de ir a su hotel y sacarla de allí a los gritos, era para matarla!

Estaba pensando todo eso cuando llamarón a la puerta, me levanté enseguida y abrí suspirado enseguida al ver que se trataba de Alma.

Pasaron unos segundos que se me hicieron eternos ¿Y si se había largado?¿Y si le había pasado algo? Pero al final Ben me atendió y lo miré de la cabeza a los pies enseguida. Iba descalzo, sonreí ladeadamente antes de volver a sus ojos. -¿Puedo pasar?.- dije con una pequeña sonrisa sin quitar mis ojos de los suyos y en parte porque se había quedado allí algo congelado sin invitarme, ni correrse de la puerta, ni decir nada de nada. -Traje whisky.- dije después mostrándole la botella como si eso fuera mi carta de invitación o algo.

Sonreí- Genial, sin el whisky no te pensaba dejar pasar- susurré de broma- Puedes pasar-dije a modo de invitación para que pudiese entrar de una vez. Me hice a un lado y ni bien entró cerré la puerta con pestillo-Ya pensaba que no vendrías- reconocí- No sabes las ganas que tenía de matarte- dije medio suspirando mientras la miraba, parecía mentira que estuviese aquí y que pudiéramos hablar decentemente tras tanto tiempo. La miré y no pude más, ya bastante me había tenido que controlar en la tienda. La tomé de la cintura y la besé enseguida, desquitándome un poco en su boca por haberme hecho esperar, por lo que la había echado de menos, por estar metidos en este lio.

Dijo eso primero que nada y entorné los ojos, pero finalmente se corrió de la puerta invitándome a pasar y apenas la cerró le puso el pestillo. -Si fui super puntual!.- me quejé por eso de que ya pensaba que no vendría y pensaba seguir dándole la lata pero enseguida me cogió por la cintura comenzando a besarme y me dejé llevar. Con una de mis manos me quité el pañuelo y lo dejé a un lado junto con las gafas mientras pasaba a enredar mis dedos en su cabello ciñiéndolo más contra mí y obligándolo a profundizar el beso. Nos separamos un segundo y mordí su labio inferior a modo de protesta. -Eres un cabrón. Joder Ben... Me has tenido de susto en susto, ni siquiera puedo pensar con claridad. Eres un jodido.- dije protestando antes de volver a besarlo como una desquiciada, es que pese a las mil cosas que teníamos que hablar ahora no podía dejar de besarlo.

Me estrechó más contra ella y sonreí antes de que fuera diciendo todo eso. Seguramente tuviese razón de que no podía pensar con claridad, pero no era la única- No sabes lo que te he echado de menos- susurré sin hacerla caso a eso de que me odiaba y demás- Y estaba tan preocupado sin saber donde estarías o como estabas..-murmuré entre beso y beso suspirando antes de volver a besarla, abriendo sus labios y jugando con su condenada lengua libremente, como hacía muchísimo tiempo que no podía hacer.

Fue diciendo eso sin hacerme ni caso y suspiré en sus labios, sabía que era cierto por muchas ganas que me dieran de matarlo. -Basta, frenemos un minuto... En serio, necesito mil respuestas... Joder Ben.- dije de todos modos sin soltarlo, enredando mis dedos en su cabello y acariciando lentamente su nuca mientras lo estrechaba más contra mí. -Frenemos, en serio... Joder.- murmuré apoyando mi frente en la suya un segundo. No quería dejar de besarlo, en realidad no quería detenerme por nada del mundo, pero ni sabía cuánto tiempo teníamos y necesitaba respuestas. -Explícame ¿Qué demonios son tus asuntos con Gus? Sé que han hecho 3 tratos, el primero aquí en Ámsterdam... Gus no podía creer que me hubieras enviado con tan poca información.- dije pasando ahora mis manos a los costados de su cuello, cogiéndolo de allí y buscando un instante sus labios sin darle tiempo a responderme enseguida.

Me pidió que pararamos y suspiré, al menos un segundo hasta que me estrechó más contra ella. Ya estaba pensando que había cambiado de idea cuando volvió a decir eso apoyando su frente contra la mía. Sabía que tenía razón, que "esto" no era lo primordial, que teníamos que hablar, pero igual me sentí algo frustrado, más cuando me preguntó eso tan en serio y después siguió besándome. ¿Quería volverme loco? ¿Era eso?-Joder Alma, ¿en serio quieres pararte? ¿En serio?-murmuré contra sus labios porque me mandaba todo el rato mensajes contradictorios y estando así taaan cerca me era imposible concentrarme en responderla nada.-Te odio tanto...-murmuré suspirando casi esperando que me mandara a la mierda por no seguir sus preguntas mientras besaba otra vez sus labios y la estrechaba más contra mi. Joder, si es que teníamos que apartarnos, ¡lo sabia!.

Dijo que si quería pararme y mordí su labio protestando antes de hundir mi lengua del todo en su boca, recorriéndolo como hacía rato no podía hacerlo. Suspiré apartándome un segundo. -También te odio... Has sido... Joder, ¿De verdad no vas a responderme? ¿Quieres que enloquezca? ¿Eso quieres?.- le pregunté enojada con él antes de devorar su boca de un beso, me aparté un segundo. -Sí, claro que quiero que hablemos, tenemos que hacerlo... frenar...- volvía a darle un rápido beso y bajé mis manos a su cintura soltando su cinturón mientras comenzaba a acariciar su abdomen. -Joder Ben, es que no puedo pararme... No me importa nada, sólo te deseo ahora y quiero tenerte. Eso quiero.- dije al tiempo que cogía su camiseta de la parte baja de ella y se la quitaba con un movimiento vampírico sin cortarme, arrojándola por ahí. -No pasa nada por demorarnos unos minutos de más... Además, seamos sinceros, no voy a prestarte atención hasta no haberme desquitado contigo.- murmuré con mucha picardía empujándolo contra la pared y hundiendo mi cabeza en su cuello para comenzar a besarlo mientras ya le bajaba del todo sus pantalones y comenzaba a acariciarlo por allí.

Se fue cabreando sobre mi boca, diciendo que teníamos que parar... Y de verdad ya estaba por apartar su boca y sus brazos de mi para que no acabara realmente cabreada por mis faltas de respuestas cuando me sorprendió con sus manos soltando mi cinturón. Iba a volverme loco cambiando tanto de opinión. Pero no me quejé, no lo habría hecho ni en un millón de años. -Estas loca, en serio-murmuré sonriendo, pero es que antes de darme cuéntame tenia contra la pared, sin camiseta y con los pantalones por los tobillos. Me los quité con unos movimientos de pies y enseguida tomé el borde de su vestido, sacándoselo enseguida por la cabeza sin andarme con vueltas. -Joder... Joder-murmuré sonriendo de placer al sentir sus besos por mi cuello y sus caricias. Si es que me había puesto a mil en menos de un minuto!. La solté y quité el sujetador enseguida y lo deje caer al suelo mientras tomaba su rostro y la obligaba a volver a mi boca, para besarla otra vez, con una pasión que no podía ni controlar.

Dijo que estaba loca y sonreí en sus labios. -Eso ya lo sé, tú lo sabes... todos lo saben.- murmuré sonriendo entre unos besos y otros. -Y tú estás loco por mí ¿O vas a negarlo?.- murmuré después mordiéndome un labio y mirándolo antes de que me quitara del todo el vestido y luego el sujetador. Me bajé de los zapatos de tacón y llevé mi mano a su entrepierna, acariciándolo primero por sobre los boxers y metiendo mi mano después para comenzar a excitarlo sujetando su miembro con intensidad. -Me responderás todo ¿Verdad?.- dije como si necesitara garantías antes de volver a hundirme en su boca. -Una sóla respuesta evasiva y me largo... ¿Comprendes?.- susurré "amenazándolo" antes de volver a devorar su boca mientras le quitaba ya del todo los boxers sin dejar de acariciarlo.

-Adoro tu sinceridad-dije obviamente de broma ante eso de que todos sabían que estaba loca- Y claro que estoy loco por ti, llevo mes y pico sin ti... No sabes como te deseo, como te necesito...-susurré entre unos besos y otras. Fue acariciando mi miembro ya bajo los boxers y jadeé como un tonto antes de asentir.-Ajá, vale, entendido... joder Alma-murmuré devorándola de nuevo a besos. Claro que sabía que se marcharía cabreada si no la contestaba a algo, pero la pensaba contestar e igualmente ahora estaba claro que no me podía negar, la hubiese prometido hasta la jodida luna con total de que no me dejara a medias. -Eres tan sexy así en plan mala- susurré sonriendo mientras la empujaba un poco para alejarnos de esa pared e ir hacía el sofá-Aunque a quien vamos a mentir, tu siempre eres sexy-murmuré mientras de camino al sofá iba bajando su ropa interior.

Ben fue diciéndome eso, que claro que estaba loco por mí... que llevaba más de un mes deseándome. Lo devoré a besos sin cortarme, sintiendo como cada vez iba más excitado. -Me gusta así, que seas un bueno.- dije mordiéndome un labio cuando dijo que claro que sí, que me respondería. Ya fue diciendo lo demás entre beso y beso y suspiré dejándome llevar por sus caricias y mordiéndome un poco los labios ante eso de que era sexy de mala... pero que siempre era sexy. Me empujó hasta hacer que me tumbara sobre el sofá y sonreí mirándolo a los ojos. -Y tú, joder Ben... como te demores, te mato.- murmuré ya sin cortarme.

Sonreí mordiéndome un labio pero no me demoré nada de nada, fui sobre ella y tras acariciar un poco el interior de sus muslos para excitarla y tras ayudarla a abrir más las piernas y doblarlas un poco para dejarme especio me hundí enseguida en ella. Quería ir con calma pero me realmente imposible por lo excitados que íbamos-¿Me quieres?-susurré contra su oído agitado necesitando escucharla decir algo de eso tras todo lo que nos había pasado-Dime que me deseas, háblame- susurré entre estocada y estocada besando por momentos sus labios.