Despidiéndome (Ben) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Luego de pensarlo un poco decidí que me iría a Europa. Al menos por unas semanas... así que decidí pasar por casa de Ben a despedirme de él.
No habíamos vuelto a hablar desde la vuelta de su boda... y yo había estado demasiada llena de trabajo y llenando solicitudes porque pensaba comenzar de una vez la Universidad.

Llamé a la puerta y me quedé apoyada en el marco esperando que abriese.

Continué besandola mientras mis manos recorrian todo su cuerpo por encima del vestido, como si grabara en mi cerebro cada curva de su cuerpo para poder recordarla con más nitidez. Se me hacia tan duro pensar que no la veria nunca más... Preferia no pensar en ello limitandome a disfrutar del presente, de ella.

Sentí sus manos en mi cuerpo, acariciándome con intensidad, casi no podía respirar por la mezcla de sensaciones.
Era Ben otra vez, recorriéndome como ya lo había hecho otras veces, pero ahora era bien diferente. Era la última vez.
Estábamos dejando demasiadas cosas en esas caricias... se había casado con Aitana, yo tenía novio y pensaba irme con él... Todo había cambiado en nuestras vidas y sin embargo, ahí estábamos otra vez sin poder despegarnos uno del otro. Con esos pensamientos volví a sus labios, hundiéndome en ellos con toda la pasión de la que era capáz, quería registrar su sabor y guardármelo para siempre.

No parabamos de besarnos una y otra vez, cada beso era más apasionado que el anterior. Hacia meses que no nos veiamos en esta situación pero recordaba perfectamente la manera de besarla, por un momento parecia que el tiempo no habia pasado y que las cosas no se habian puesto tan complicadas... Continué besandola mientras pasaba a meter la mano bajo su vestido para tocar directamente su piel.

Su mano por debajo de mi vestido me estremeció por completo, me sentía transportada en sus brazos y no podía parar de besarlo desesperadamente.
Las imágenes juntos me volvían y recordaba exactamente cómo era que me acariciara, a qué sabían sus besos... siempre había sido genial estar con él. Pero ahora, después de lo complicadas que se habían vuelto nuestras vidas, sentía como si el tiempo nunca hubiese pasado y pudiérame darme el lujo de tocarlo sin prejuicios, sin culpas, sin remordimientos.

Ahora mismo era como si estuviera aislado, no me importaba lo que diria la gente, ni Aitana, ni ese jodido anillo que ahora me oprimia el dedo mas que nunca, solo me importaba Alma y sus besos. Su aroma, su respiración, el latido de su corazón, su piel, sus besos...todo me atraia hacia ella me era imposible pensar en otra cosa que no fuera ella.

Seguí encargándome de sus labios, hundiéndome en ellos, mordiéndolos con pasión.
Había estado esquivando ese paso, pero ya no me importaba... sólo quería estar con él y lo demás por mí que se prendiera fuego.
Me decidí y mis manos, que desde hacía un rato jugaban en su camisa, desabrocharon de un tirón el primer botón. Me detuve un instante todavía agitada, tomé aire y lo miré un segundo antes de comenzar a besar la piel de su torso que había quedado descubierta. Los besos se sucedieron al tiempo que continuaba desabotonando su camisa con intensidad.

Comenzó a desabrocharme la camisa y suspiré cuando comenzó a besarme el torso. Yo seguia con mis manos por debajo de su vestido, pero mientras ella se dedicaba a hacer eso, las saque de ahí para buscar la cremallera de su vestido y comenzar a deslizarla hacia abajo.

Besaba su torso desnudo a medida que iba abriendo su camisa, y me volví a sus labios sólo para sentir como se dedicaba ahora a bajar la cremallera de mi vestido.
Recordé aquella vez en que le dejé que me ayudara a desvestirme pero sin autorizarlo a entrar en mi casa, ese y otros recuerdos vinieron a mi mente.
"Puedes oirme, verdad?... Siempre voy a quererte." pensé buscando que escuchara lo que sentía, daba igual lo que a él le parecía... siempre me había dado igual, pero lo quería y no tenía un sólo motivo para ocultarlo, menos cuando sabía que ya no volveríamos a vernos.

Sus pensamientos retumbaron en mi cabeza mientras nos besabamos, la estreché más contra mi mientras continuabamos ese beso- No me hagas esto...-murmuré a media voz contra sus labios mientras me deshacia por fin de su vestido, eso únicamente lo haria más dificil.

Suspiré cuando respondió eso y ya no dije ni pensé más nada.
Terminó de quitarme el vestido y dejé correr su camisa por encima de sus hombros al tiempo que lo obligaba a incorporarse un poco.
Besé su cuello lentamente, subiendo hasta su barbilla y luego bajando una vez más... con besos dulces y húmedos, que se mezclaban con las lágrimas que ya no podía retener, pero me daba igual. Sólo quería amarlo por completo y que se desesperara como tantas otras veces.

Comenzó a llorar y me dolia en el alma, la obligué a alzar la cabeza para besarla de nuevo en los labios mientras la limpiaba las lágrimas. No tenia sentido decir nada porque nada haria más fácil la despedida. Continué besandola mientras bajaba las manos desde su cara acariciando cada porción de piel que encontraba hasta llegar a su cintura.

Ben limpió mis lágrimas y volvimos a unir nuestros labios. Sólo quería que me besara y que siguiera con esas caricias...
Sus manos en mis pechos, bordeando mi sostén y luego bajando hacia mi vientre y mi cintura me hacían perder totalmente el control, si es que algo de control me quedaba a esta altura.
Me entregué totalmente, como siempre había hecho con él, recorriendo con las yemas de mis dedos su espalda, su nuca, su cuello. Besando cada centímetro de su piel.

Alzé un poco las manos de nuevo hasta llegar a su sujetador y desabrocharselo antes de quitarlo. Cada beso, cada caricia, me hacia desearla aún más. Fui bajando poco a poco, besandola el cuello, dedicandole también después tiempo a sus pechos antes de llegar hacia su abdomen.

Disfruté de sus caricias, se libró de mi sujetador y se quedó besando un instante mis pechos haciéndome ahogar en su cabello algún gemido.
Llegó a mi abdomen haciéndome delirar por completo, lo deseaba más que a nada en el mundo. Me odiaba por haberme dejado llevar de ese modo, pero en el fondo sabía que sólo quería ser suya de todos los modos posibles.

Comenzé a bajar su ultima prenda de ropa interior mientras volvia a subir recorriendo el mismo camino de besos. Una vez se la quité llegué de nuevo hacia su boca, besandola con intensidad, besando, mordiendo y jugando con sus labios... Este seria uno de mis recuerdos mas preciados, en la despedida, despeinada, desnuda, con los labios hinchados y los ojos brillantes a causa de la excitación y de las lágrimas apartes iguales. Desde luego estaba preciosa.

Se libró de mi última prenda y lo sentí jugar con mis labios, todo se había vuelto completamente intenso y sabía que estaba disfrutando como yo de esa burbuja que habíamos inventado, en la que todo nos daba los mismo. Sólo nuestros cuerpos, dejándose llevar por los roces. Me sentía frenética, poseída, descontrolada... me incorporé apenas para librarme de una vez de sus pantalones y luego de su boxer.
Y volví a recostarme en ese sofá, entregándome por completo, disfrutando hasta del ritmo de las respiraciones.

ASí completamente desnudos, excitados, entrelazados sobre el sofá, besandonos y acariciandonos sin descanso me di cuenta de cuanto la deseaba.-

Dejame morderte...- la pedí una última vez separandome apenas de sus labios. Sentia que queria llevarme ese recuerdo de ella, el de esa unión pero respetaria cualquier decisión ahora mismo solo queria estar con ella, lo demás me daba igual.

Escuché lo que dijo... en parte deseaba que lo hiciera pero no me atrevía a aceptarlo.
Continué besándolo y recorriéndolo con las yemas de mis dedos sin responder nada.
Alcé la vista para mirarlo a los ojos... aún no sabía qué hacer, no era la herida visible la que me preocupaba... era no poder olvidarlo de verdad, sentir que ya sería parte de mí y no sabía si podía con esa carga.
-No me dolera, verdad?.- le dije mirándolo a los ojos.

- No, claro que no...-murmuré besandola- Pero es tu decisión...-dije porque no pensaba ponerme pesado como otras veces, mientras continuaba recorriendo su cuerpo con caricias sintiendo como se estremecia al paso de mis manos.

Sentí nuevamente sus caricias recorriendo mi cuerpo... lo que yo me jugaba no era más que lo que él se jugaba.
-Hazlo.- susurré, acercándome a su oido y luego volví a sus labios antes de inclinarme nuevamente en el sofá.
Ya estaba hecho, no iba a arrepentirme de esto... en un punto era necesario que estuviésemos ahí, para que pudiera luego seguir adelante.

Sonreí ligeramente y me incliné sobre su cuello, repartiendo pequeños besos por aqui y por allá. La di un pequeño mordisco pero en plan jugueton sintiendo como se tensaba al instante.- Relajate... sino si que te dolerá...-murmuré contra su oido, era lo que menos queria que pasara- Pero todavia no pienso morderte- la avisé porque esperaria a más adelante. Volví a sus labios besandola sintiendo como volviamos a estar mas pasionales por momentos.

Seguí atenta cada uno de sus movimientos y no pude evitar tensarme cuando me dió pequeños mordiscos en mi cuello.
Era increiblemente sexy cada cosa que hacía y decía, me sentía totalmente deseperada y cuando dijo que sería más adelante me esforcé por olvidarme de eso por un instante, y comencé a besarlo otra vez y a acariciarlo por todo el cuerpo.
Bajé mis manos hasta su miembro estimulándolo un poco, y disfrutando de cómo se estremecía con cada uno de mis movimientos.

Me estremecí por sus caricias, y continué besandola y acariciandola un minuto mas pero ya estabamos muy excitados, asi que terminé apartando sus manos y me hundí en ella sin pensar en nada mas. Solo existiamos ella y yo en este momento.

Continué con mis caricias hasta que apartó mis manos y se hundió en mí antes de que me diera cuenta.
Estábamos totalmente excitados así que me sentí estallar y fue magnífico como siempre era con él. Arquié apenas mi columna y lo abracé para acompañar sus movimientos, la sensación de sentirlo dentro era increíble.

Estarasi con ella despues de tanto tiempo era maravilloso, nunca me hubiera esperado volver a estar asi con ella. Entrando y saliendo de ella, gimiendo a cada rato... Era increible.