Deambula (libre)

Como resultaba evidente que jamás podría haber cambiado ese neumático, y dado que no conozco a nadie que pudiese ayudarme, he abandonado mi Mini a su suerte junto al puente y de salido a estiar las piernas. Bueno, mi concepto de esirar las piernas consiste en acercarme al cementerio siguiendo una extraña palpitación de Poder. Parece un enorme corazón, con cientos de arterias que llegan a él y surcan el pueblo.
El lugar en seguida despierta en mí la adrenalina de lo desconocido, y avanzo entre las viejas tumbas posando con sum cuidado mis pies sobre la hojarasca, procurando no hacer demasiado ruido. En un lugar así debe haber todo tipo de seres, y no puedo resistirme a conocer a alguno después de todo lo ocurrido en Londres.
Un escalofrío recorre mi espina dorsal, y lamento haber olvidado la cazadora en el asiento del copiloto, sin embargo continúo avanzando y escrutando las viejas tumbas.