Me extrañaste? {Damon}

Adoraba pasear por el bosque en busca de algún pobre y desorientado excursionista, por algún motivo su sangre era deliciosa, además el miedo previo que tienen tras andar perdidos, hace que todo sea malditamente excitante y delicioso.
Corría entre los árboles, esquivando uno tras otro cuando sentí la presencia de alguien más, alguien a quien conocía muy bien, pero para quien no estaba reparada aún.
Frené el paso y me detuve a esperarlo

Sabia que habia una vampira en el bosque, pero no esperaba encontrarmela, su olor era inconfundible, su ahora me excitaba como casi ninguno, y ella en si siempre habia sido uno de mis mayores deseos. Me acerqué hacia ella de frente, observandola a los ojos sin ningun tipo de pudor ni reparo, avancé varios pasos hasta tenerla a pocos centimetros mientras una sonrisa torcida se fue componiendo en mi rostro. Ya no sabia que era lo que sentia exactamente al tenerla delante, pero si tenia clara una cosa. Deseo.

Katherine Pierce -dije tras mirarla y despues perdí mi mirada en los arboles- ya vas a atormentar a algun humano inocente? -pregunté intentando evadir cualquier tema personal-

Calculé cada uno de sus pasos, con Damon nunca se sabía, además él era un mundo completamente diferente a Stefan, Damon era pecado, tentación, sensualidad pura y casi siempre eso me complicaba mucho las cosas.

Esperé a que llegara a mi lado y le sonreí como agradecimiento -Veo que al menos tú no me confundes con la novata -dije si perder de vista sus ojos- y tengo que agradecértelo, no entiendo aún como pueden confundirse, acaso somos iguales, ella apesta a sangre de animales, yo consumo cosas de calidad- le sonreí y me pegué un poco más, toqué sus labios con mis dedos, casi delinéandolos -pues buscaba algunos excursionistas, pero nada mejor que encontrarme contigo - susurré acortando nuestra distancia y acariciando su pecho- además sabes muy bien que no los atormento, solo los como - dije con inocencia

Fruncí el ceño y mis ojos se encontraron con los suyos, seguia teniendo esa mirada tan ardiente que siempre me habia tenido encandlidado, seguia provocandome como el primer dia y mi cuerpo no era inmune a sus insinuaciones, además, yo tampoco lo pretendía. Intensifiqué mi mirada sobre la suya y con uno de mis brazos rodeé esa cintura perfecta que poseía, capaz de volver loco a cualquier hombre con dos dedos de frente, y a los que no los tuviesen, también.
Uno de mis dedos se deslizó por su cuello en forma de caricia y se paseó levemente por su escote para despues volver a elevarse y contornear el perfil de sus labios, los cuales estaba a punto de devorar como no pensara dos veces antes de actuar.

Pero siempre es mas interesante atormentar, comer y finalmente matar, no crees? -hablé casi en susurros y me separeé de ella, caminando a su alredeodr para finalmente acercarme por su espalda, apartar su pelo con una de mis manos y con mis labios rozar su cuello para al mismo tiempo deleitarme con su aroma- Yo no soy Stefan -le aclaré al escuchar como mi hermano llegaba a confundir a Elena con Katherine- Aún así nunca entenderé vuestra predilección por él -comenté apenas sin importancia, ya que basicamente era algo que no me afectaba-

Definitivamente ese era Damon, aquel chico ardiente y provocador, que sabía muy bien como tratar a una mujer o vampira en este caso. Sentí su mano acariciar mi cuello y bajar por mi escote, aquello podía distraerme mucho y yo en realidad no tenía ninguna intención de detenerlo.

-Probablemente sí, el olor a miedo resulta atractivo, no tanto como tú, pero en los humanos es deliciosamente provocador y llamativo matarlos en ese momento-susurré mientras inclinaba el cuello para que el tuviera un mejor acceso a él. Escuché su crítica hacia mi predilección por él y torcí la sonrisa con algo de sarcasmo.

Giré y lo acorralé contra uno de los árboles -Sé que no eres Stefan -susurré mientras hacía mis labios casi rozar con los suyos- y adoro la idea de que estés tú aquí y no él -dije y comencé a besar su cuello -tú me traes más loca- susurré y mordí suavemente su piel

Oh si? Pero si él es el alma de la fiesta -dije con una sonrisa divertida mientras sentí como Katherine me mordía, me hizo volver la vista atrás, cuando yo era humano, cuando yo dejaba que ella se abasteciese de mi sin que tuviese que manipularme. Ahora la balanza estaba equilibrada, ambos eramos iguales y nos encontrabamos en la misma situación. Ella conseguia encender cada parte de mi cuerpo como si fuesen a explotar, llegaba a resultar como una droga para mi, podría olvidar que existia pero al tenerla delante era imposible no probarla. Ella me conoce perfectamente y sabe lo que puedo ofrecerle.

Me giré de un modo rapido y salvaje y la estreché contra el arbol, alzandola y haciendo que sus piernas pasaran alrededor de mi cintura. Con una mano la tenía sujeta por la espalda, supongo que no queria que se sintiera incomoda con el arbol, a pesar de saber que ella era vampira y que el dolor es insuficiente a mi me gustaba tratarla con delicadeza al mismo tiempo que con pasión desenfrenada. Mis labios comenzaron a besar su cuello y descendieron hacia sus pechos, ella seguia vestida pero la piel que quedaba a la vista la comencé a acariciar levemente con mi lengua. Deslizandola con a penas un rocé que sabía que podría erizarle la piel - Voy a perder el control de mi mismo -le dije entre susurros mientras ascendí hacia sus labios relamiendo el contorno de los mismos despacio-

Sentir como sus labios recorrían toda mi piel desnuda provocó una simple reacción, incliné la cabeza hacia atrás dándole toda la libertad necesaria para que besara y lamiera todo lo que quisiese mientras que una de mis manos sujetaba su espalda y la otra se enredaba en sus cabellos para evitar que se separe.

-Sabes que no me importaría que lo hagas- susurré con la respiración entrecortada por lo agitada que comenzaba a ponerme, definitivamente él seguía sacando mi instinto animal a flote, no podía explicar el motivo claro, pero Damon conseguía más de mí que cualquier otro vampiro -adoro tu forma de darme la bienvenida, solo...- murmuré tumbándolo sobre la grama para quedar sentada encima de él -..espero que solo me recibas a mi así - dije con una sonrisa antes de comenzar a besarlo y juguetear con sus labios -me pondría celosa y sabes que eso no es bueno - sonreí y tiré con delicadeza de su labio inferior para luego recorrer su cuello desnudo por compeleto con la punta de mi lengua y recorrer su pecho lista para quitarle la remera

Me encantaba, me apasionaba ver como lograba poner a Katherine tan efusiva. Definitivamente yo si sabia como sacar ese lado pasional y salvaje que pocos conseguian pero lo mismo ocurria con ella. Pocas mujeres despiertan en mi lo que despierta Katherine, basicamente ninguna. Katherine es pasion, efusividad, salvajismo, delirio, arrebato, entusiasmo y mil adjetivos mas que podrían definirla.

Se colocó sobre mi jugueteando como siempre, tanteando el terreno para todavía volverme mas loco de lo que ya estaba. Le gustaba dominar, pero a mi se me daba mejor ser quien la manejase, puede que a ella le guste llevar las riendas pero sabe que conmigo no puede, ella tiene que ser la sometida. Me voteé rapidamente dejandola a ella debajo de mi y en un arrebato me deshice de su ropa, dejandole tan solo las prendas interiores, paseeé mis manos por su abdomen y seguidamente mi lengua, que se deslizaba sobre la prenda inferior. Mis manos acariciaban sus piernas. Sentia necesidad de arrancarle la poca tela que portaba con los dientes, definitivamente mi lado salvaje estaba despertandose.

No Rules Katherine -dije posandome sobre ella mirandola a los ojos sacando una sonrisa torcida- Me encanta que te pongas celosa, acaso no me haces tú lo mismo? -dije mordiendole de forma suave el labio inferior-

Odiaba ser tan susceptible a Damon, si había un vampiro capaz de manejarme era Damon, él conseguía sacar de mi ese instinto salvaje. Sabía como volverme loca, me conocía a la perfección y sabía que amaba su forma sexy y malditamente encantadora de darme la contra.

Sonreí ligeramente al sentir la grama a sobre mi espalda, Damon nunca se iba a dejar dominar, no al menos cuando de sexo se trataba, sus manos fueron rápidas y se dehicieron de mi ropa, luego comenzó a volverme más loca, si es que eso era posible, sentir su lengua y sus manos recorrer mis piernas me hizo arquear la espalda por la excitación -No rules- repetí con el corazón a punto de estallas por al velocidad con que bombeaba la sangre.

Su mordida me hizo gemir sobre sus labios mientras le quitaba la remera a una velocidad increíble - Celos?? - le pregunté mientras me deshacía ahora de sus pantalones - sientes celos?? - le pregunté mientras giraba sobre su cuerpo para quedar encima suyo y bajar lamiendo todo su pecho mientras me frotaba sobre su miembrp