Hechizo de localización (Ben)

Por supuesto que no funcionó. Parecía que la magia no era tan sencilla, había que saber un par de cosas y yo no conseguía concentrarme en parte por la tremenda rabia que sentía. En un impulso moví la mano descartando toda esa tontería del libro y el mapa que había armado... para mi sorpresa salieron despedidos por el aire a toda velocidad impactando otra vez con la pared. Moví la mano otra vez un poco asustada pero nada, no podia andar moviendo objetos como si fuera tan así. Me paré a buscar el estúpido libro y esta vez me fije en como lograr elevar un objeto o sostenerlo con mi mente. No podía ser tan dificil... Me concentré en las palabras y miré el mapa, las pronuncié varias veces, perdiendo un poco la paciencia por momentos hasta que conseguí que se elevara apenas del suelo. Bien! A lo mejor era eso lo importante, concentrarse...
Intenté otra vez y otra vez, hasta que conseguí hacer que el mapa volara en una fracción de segundo hacia mi mano, como si lo hubiera llamado y no pudiera resistirse. Me mordí el labio inferior satisfecha y no pude evitar fantasear con eso, sería una bruja extraordinaria si me empeñaba, me sentía bien... liberada, podía hacer todo lo que quería, ni siquiera entendía lo capáz que era de cosas increíbles, la certeza de estar haciendo lo debido me invadió. Sonreí pensando en eso con la seguridad de que podría lograr lo que se me antojara. Con el mapa en la mano y el libro en la otra volví a la mesa de la sala y me senté en el sofá. Suspiré pensando en Ben. Era un cabrón y un egoista... pero iba a decírselo a la cara. Bebí el vodka que quedaba en el vaso y volví a concentrarme en el mapa. Esta vez algo había cambiado, algo definitivo, yo sabía que podía. Era totalmente capáz de hacer ese condenado hechizo o cualquier otro. Me concentré en el mapa y en el cepillo... repetí las palabras y el cepillo se elevó alejándose de la ciudad... de a poco se internó en el bosque. Perfecto. Al menos no estaba en un bar... no necesitaba más detalles, lo encontraría. Siempre lo encontraría, incluso humana había sabido intuirlo (o sería que algo de bruja ya tenía?) podía adivinar sus intenciones, lo conocía.
Subí a la habitación a ponerme algo más decente y además abrigado. Bajé, me bebí lo que quedaba de vodka en la botella y cogí los cigarros.

alma:

Al fin salí de casa rumbo al bosque, me subí al coche con el mapa, el libro y el cepillo... Haría el hechizo las veces que lo precisara pero lo encontraría... Encendí el motor y salí a toda velocidad rumbo al bosque, al cabo de unos minutos llegué.

El bosque siempre había sido un sitio que me encantaba y que me daba mucha paz pero hoy no estaba siendo el caso ni por asomo. Estaba tirado en mitad del claro,  bebiendo y con mucho odio. Si, eso sentía. Sentía tal odio interno que no me dejaba ni pensar. Odiaba a Pauline por haber hecho todo aquello, odiaba a Alma por haberla notado tan entusiasmada con aquello de ser humana de nuevo y sus nuevos poderes, y sobre todo me odiaba a mi por no haber sido capaz de llevar las cosas de otra manera... Pero es que no me salía, era como si ese odio interno me consumiera todo el rato y no me dejase ni pensar.
Suspiré y estuve tentando de buscar a algún excursionista incauto y beber algo de sangre. No sabía porque no se me había ocurrido antes, seguramente eso me relajase y tenía tiempo de sobre. La sangre de humanos siempre ayudaba a relajarse, de hecho estaba pensando seriamente en hacer algo de eso cuando escuché un coche a lo lejos gracias a mi gran oido y me incorporé prestando más atención. Era Alma, estuve completamente seguro nada más escuchar sus pisadas tras bajarse del coche. Si es que a estas alturas la conocía demasiado... O tal vez no tanto. ¿Ya estaba aquí? Había tardado mucho menos de lo que me había esperado lo que quería decir que o era muy buena con eso de la magia o que tenía más poder del que me había esperado en un primer momento...  No sabía cual de las dos opciones me daba más “miedo” la verdad. Le di un último trago a la botella y me puse ya en pie para estar preparado cuando me viese.

Por supuesto que no tenía nada pensado. Aparque el coche y baje enseguida empezando a internarme en el bosque a paso firme. No había dedicado un solo segundo a pensar qué decirle a Ben, realmente no sabía si gritarle o reprocharle algo o preguntarle si realmente me había dejado o qué estupida juego estaba jugando. Preferí en cambio caminar sin pensar, dejándome llevar un poco por la intuición, ya sabría qué decirle cuando lo viera. Porque de algo estaba segura y era de que estaba allí. No cabían dudas, el hechizo me había costado pero lo había hecho bien.
Lo alcancé a ver de pie a poco de andar, no se había molestado en adentrarse demasiado. Me fui acercando y entonces si pensé. Lo primero que quería era demostrarle que sabía hacer magia, que podía incluso mover cosas, que lo había encontrado por se hechizo... Pero ¿Y si se asustaba y se alejaba para siempre? ¿Y si realmente me quería dejar? Porque al final eso era sobre lo que no acababa de reflexionar... En realidad me había dejado, no importa cuánto intentará disfrazarlo, eso decía la nota.
Avance ya sintiendo como la rabia volvía a apoderarse de mi dejando de lado el entusiasmo ingenuo por mis estupidos avances en materia de hechizos. Ben me miraba, yo lo miraba. Cuando estuve s unos dos metros me detuve. Pero apenas abrir la boca volvía a andar. -¿Así es el final entonces? Tú te largas, me dejas una estupida nota arriba de la condenada mesa escrita con tu estupida letra del siglo XVIII y te vas de mi vida para siempre... Como si nunca hubiera ocurrido nada, como si no hubiera arriesgado mi pellejo cientos de veces por ti, como si no hubiera hecho por ti cualquiera de las estúpidas cosas que me has pedido a lo largo de estos años.- dije sin detener el paso, acercándome a cada palabra y sin dejar de mirarlo, casi sin respirar. Cuando acabe me detuve, solo lo miré y me detuve.

Alma se quedo parada unos instantes y después empezó a caminar hacía mi mientras se desahogaba, caminaba con paso seguro e irradiaba poder por cada poro de su cuerpo, la notaba totalmente segura de si misma y poderosa a más poder... Y supongo que al final iba a ser cierto que tenía algo con las brujas porque lo cierto es que no la había visto más guapa en la vida. Joder. Clavé mis ojos en los suyos y no dije nada hasta que acabó de hablar. Maldita Alma- ¿Eras feliz Alma? ¿Eras realmente feliz? Porque no te he dejado pero podemos acabar aquí y ahora si te da la gana- dije mucho más a la defensiva de lo que había esperado en un primer momento. Sabía que estaría molesta (y con razón) pero escucharla decirme de esa manera que había hecho miles de cosas por mi con tanta rabía solo hacía que me volviese a dar vueltas en la cabeza algo que me carcomía bastante todo el rato... ¿por qué estaba tan entusiasmada con eso de los poderes y los sabores? Ni si quiera parecía que hubiese sido un cambio malo para ella. Suspiré y me aparté unos pasos de ella, me costaba pensar con ella tan cerca- Supongo que soy un profesor pésimo y que tuve una Institutriz muy estricta... y que me desesperas pero no soy estúpido Alma y aunque te joda te conozco, nos conozco a los dos-solté sin dejar de estar a la defensiva- Lo de la nota lo he hecho por ti... Yo hubiese estado estupido toda la tarde y seguramente durante semanas y tú simplemente hubieses reprimido tu magia para no tener más problemas- murmuré sin dejar de mirarla- Pero la magia es algo que tienes que controlar... y aquí estas, has conseguido mantener la cabeza fría por más enfadada que estuvieras y por una vez has usado tus poderes sin que yo sea el puto desencadenante- bueno, había sido para buscarme pero por una vez yo no había sido el punto de central de haberlo causado (en su pasado la había sacado de sus casillas hasta demostrar que era bruja y antes en el hospital lo había usado también un poco contra mi por estar tan cerrado...). -Y joder, te repito que no te he dejado, te estoy dando una puta lección, si me hubiese largado de verdad no te lo hubiese puesto tan condenadamene fácil- dije caminando un poco hacía ella de nuevo, aunque yo no había dejado de dar vueltas en ningún momento-Tu padre tenía razón, necesitas estar tranquila, controlar la magia si quieres acabar con Pauline y... y ya esta- dije un poco exasperado porque no sabía como continuar. Sabía que Alma era lo que necesitaba hacer pero a mi lo de la magia me iba a costar muuucho. Aun así no dije nada porque para eso estaba allí, para hacerla ver que tenía que dar su magia sin impedimentos, ni si quiera por mi, ¿no?.

Lo escuché decirme eso antes que nada y no respondí enseguida porque era obvio que se trataba de una chicana y no valía la pena, Ben siguió hablando y fue evidente que tenía razón.

Es que ni siquiera se me había ocurrido que hubiera sido todo parte de un extraño plan... Sonaba lógico, hasta era obvio si me detenía a pensarlo, pero había sido todo tan impulsivo y me había encontrado tan llena de rabia que no se me había cruzado por la cabeza. -No se me había ocurrido.- dije reconociendo enseguida eso. -Y vale, supongo que me has dado tu lección... Es decir, funcionó. Hice un hechizo de localización... Entre otras cosas... Pero no es cierto que no hayas sido el puto desencadenante, si estoy aquí ha sido por tí y tu estúpida nota de despedida.- murmuré todavía algo enfadada por eso de que "jugara" conmigo. Efectivamente había acabado confiando en la magia pero lo había hecho porque quería desquitarme con él. Lo peor del caso, lo que más miedo me daba era que me gustaba. No tanto el sentirme poderosa, si no el desafío en sí. Y sabía que me conocía y que se daba cuenta. Eso era lo que complicaba las cosas.

-Y también tienes razón en lo demás, lo hubiera ocultado o no sé... Me corta que todo esto pueda atemorizarte... Es decir, te necesito. No puedo ocultar que estoy un poco... no sé, fascinada con todo esto. Es que, me conoces, sabes que soy curiosa y esto es bastante extraordinario... Ni siquiera sé las cosas que puedo llegar a hacer.- dije quizá dejando demasiado al descubierto mis sentimientos. -Pero necesito que confíes en mí, vale? No soy Pauline. No soy como ella. No voy a arriesgar lo que tenemos. Entiendo que te sientas otra vez parado en un sitio que refieres olvidar... Y hasta creo que ha sido parte del plan de Pauline. Pero no voy a dar un solo paso atrás. Se arrepentirá de habernos dado esta ventaja.- dije sin dejar de mirarlo a los ojos. -Y soy feliz, vale? Tú sigues siendo lo único que necesito.- dije un poco respondiendo a lo que me había preguntado al principio por sí le quedaba alguna duda.

Suspiré levemente, vale, puede que mi plan no hubiese salido tan genial porque al final si parecía que yo había sido otra vez un poco el desencandenante de la magia pero al menos esta vez lo había hecho sola y si presión directa, ¿no?. Ya ni sabía que pensar pero el tono de Alma enseguida se relajó un poco en cuanto comprendió que no la había dejado y yo todavía no podía evitar estar un poco a la defensiva, al menos hasta escuchar eso de que “me necesitaba”. De hecho me quedé un poco abatido tras escucharla sin saber como seguir.  Obviamente no la había dejado pero tampoco nos veía con demasiado futuro según iban las cosas... De todas formas no dije nada porque no era algo que quisiese afrontar ni pensar ahora mismo, primero había que acabar con Pauline, luego ya sería otra historia. -No quiero cortarte- murmuré antes que nada mientras acortaba un poco la distancia hasta tomar sus manos. No había sido consciente hasta ahora pero es que desde que había despertado siendo humana/bruja ni nos habíamos tocado, ni besado, ni nada... No podíamos permitirnos que se abriera una brecha, ¿no?. -Y lo siento... No me gusta la magia, y seguramente nunca me guste... Supongo que si, que me atemoriza todo esto un poco- dije intentando ser sincero como lo había sido ella- Pero voy a intentar ayudarte de todas formas... Sabes que no estas sola- susurré apretando un poco una de sus manos antes de soltarla ya y mirar hacía el horizonte- No sé, estamos en el bosque, siempre ha sido un lugar poderoso... ¿Tal vez podamos “practicar” un poco?-murmuré sin estar muy seguro pero queriendo en el fondo que pudiese hacer algo de magia sin tener que ver conmigo, ni con el odio que le producía tal o cual situación.

Ben había bajado totalmente el tono y sonreí levemente cuando se acercó algo más y tomó mis manos. -Es todo raro, a mi también me asusta un poco... Pero no quiero que cambie nada, no nos aventuremos a pensar tonterías... Ni siquiera sabemos bien como funciona esta estúpida cura.- dije porque no quería ahora que empezara a suponer que esto que me pasaba era para siempre... En verdad, yo no quería creerlo y prefería postergar la decision que hubiera que tomar. -Qué quieres que practique? No sé hacer nada... en casa, solo... No sé.- dije un poco avergonzada, es que aún no acababa de creer que se lo tomara a bien. Sabía que estaba poniendo lo mejor de él, pero no quería que acabara mintiendo para hacerme sentir bien. Si no le gustaba la magia porqué demonios pretendía que me pusiera a practicar? Suspiré.
-Pude mover cosas... levantarlas y hacer que vuelen... Quizá, con cierta.... mmm... velocidad.- dije poniendo cara de niña buena. -Puede que dejara una marca en la pared, incluso.- dije como al pasar aún algo avergonzada. -Podría intentarlo... Hacerlo más suavemente...- dije ya mirando un poco hacia un lado y viendo que estaba lleno de hojas de los árboles. Pensé en eso y estuve segura de que podía hacerlo así que tras concentrarme logré que las hojas se elevaran un poco a nuestra altura, incluso alrededor nuestro. -Ves? No sirve para nada... Mis poderes son una tontería, no podré hacer nada con Pauline... Solo prendo luces y hago que vuelen hojas.- murmuré dejando caer las hojas al instante.

No dije nada mientras la iba escuchando porque lo hacía por ella pero obviamente todo eso no me iba a terminar de gustar en la vida, de hecho no hubiese dicho nada hasta que mencionó lo de la marca de la pared. No quería poner caras ni nada porque ya veía que la había hasta costado reconocerme lo de haber usado otros poderes en casa peeeero fue un poco superior a mi.-Joder Alma-murmuré entornando los ojos casi que pensando que ahora tendría que aguantar un recordatorio de sus poderes en pleno salón... Habría que poner un cuadro o algo del estilo para disimularlo. Se siguió quejando y yo me fui paseando un poco entre las hojas cuando se elevaron, llegando a tocar incluso alguna antes de que cayeran. -¿Las has dejado caer?-murmuré sin saber si había perdido el control o qué. Asintió y asentí levemente mientras volvía a girarme hacía ella. -¿Y esto te parece una tontería?-murmuré perplejo- ¿Cuántas horas llevas siendo bruja? ¿Tres? Y ya has conseguido hacer un hechizo de localización, mueves cosas con tu mente, enciendes luces e incluso has intentado entrar en mi mente antes en el hospital... -la recordé- No llevas nada siendo bruja y mira todo lo que has hecho, no me parece una tontería, imagina lo que serás capaz de hacer en una semana- dije para que dejara de pensar que todo aquello era una tontería. Era mucho más poderosa de lo que se imaginaba, incluso de lo que yo había imaginado en Berlín... Daba miedo de pensar la verdad, pero había que pensar en que sería algo bueno contra Pauline, ¿no?.

Ben dijo eso entre alarmado y sorprendido. -Sí, supongo que he sido yo.- dije en referencia a haberlas dejado caer. Ya dijo lo demás. -No sé, supongo... Joder.- murmuré. -Es raro y no sé bien cómo explicarme... No sé qué decirte..- dije al final porque lo cierto es que por mucha vuelta que le diera se trataba de eso: de él. Sentía que estaba haciendo lo posible por acompañarme y eso era bueno, pero no podía ser del todo sincera por temor a que se ofendiera o acabara teniendo sus reparos. Suspiré. Joder, no podía estar dándole vueltas a esto, habíamos pasado por muchas cosas... saldríamos de esta. -Vale, mira. Lo que entiendo hasta ahora es que más allá de saber hechizos hay algo que importa mucho y es la confianza. Si siento que puedo algo, es más fácil que lo logre... no sé, algo así. Por eso ayuda estar calma, porque si estoy tranquila puedo tener más confianza en mi misma luego... apenas dejo de pensar que lograré hacer algo, entonces ya no lo logro. Suena idiota, pero me ha funcionado así el hechizo de localización... Y cuando ocurre es...- suspiré. -Cuando ocurre que soy conciente de que puedo efectivamente lograr lo que me de la gana, pues... me siento bien.- murmuré. -Recién, al venir hacia tí... sabía que te encontraría, no hice más que seguir mi instinto... No era tanto el enojo, era probarme que podía hacer eso.- dije mirándolo a los ojos y acercándome. -No me da miedo la magia Ben, es sólo que no acabo de entender cómo me siento al respecto.- me sinceré porque era eso.
Sonreí mirándolo todavía a los ojos pero a alguna distancia. -Quieres ayduarme, vale. Qué quieres que haga?.- murmuré con algo de picardía mirándolo a los ojos todavía pero sin poder evitar sentirme un poco otra vez poderosa. -Dime tú o empezaré a imaginarme cosas sola y sábes que me sobra imaginación...- dije acercándome un poco peligrosamente pero sin dejar de sonreir con algo de picardía. No sería tan malo tener magia, podía sacarle provecho. Miré su camisa y pensé en los botones, me concentré en ellos intentando que se soltaran. No tuve éxito.

Lejos de parecer más animada Alma no paraba de decirme cosas como que no sabía, etc... La verdad ya no sabía que decirla, estaba poniendo lo mejor de mi para intentar ser un poco comprensivo pero tampoco me era precisamente fácil. Al final se decidió a hablar algo más y asentí, sonaba lógico y la verdad es que no me sorprendía del todo. -Pues creo que precisamente confianza no es algo que te falte...-dije medio sonriendo por intentar seguir en plan "comprensivo". Pero vamos que era verdad, había gente insegura pero Alma jamás había sido así, siempre había sido muy confiada y segura de si misma. -Y si que sabes como te sientes respecto a la magia, los dos sabemos, no lo quieres reconocer pero está bien, ya lo harás...-dije porque desde prácticamente el segundo uno se había notado (y había leido en su mente en el hospital) que todo esto la entusiasmaba. No lo decía por mi... pero seguro que antes o después lo acabaría reconociendo.
Ya dijo todo lo demás y la miré un poco desconcertado al principio. ¿Que qué quería que hiciese? ¡Y yo que sabía! Miré la botella que había dejado yo antes sobre el césped y estaba por decirla que la hiciese explotar o algo para decirla algo cuando siguió hablando y me di cuenta que sus pensamientos no iban por ahí... -¿Estas...coqueteando conmigo?- dije medio sonriendo y negando con la cabeza porque desde ya que era lo último que me esperaba del mundo. De hecho se quedó callada mirándome, bueno no a mi, a mi camisa. Me costó unos instantes darme cuenta de lo que intentaba- Joder Alma, ¿puedes con un hechizo de localización y no puedes con algo tan simple? Eres malisima para algunas cosas- dije un poco burlan dome. Luego me arrepentí porque había dicho que necesitaba confianza pero bueno ya estaba dicho y teníamos que dejar de ir con tanto cuidado y empezar a hablar como realmente eramos y como lo solíamos hacer. Y si la solía picar siempre pues habría que seguir haciéndolo.

Dijo eso sobre la confianza y enarque una ceja, vale, no era que me faltara confianza en general... Pero la magia tenía que ver con mi familia y nunca había sido el mejor ámbito del mundo para mí, más bien todo lo contrario. Lo entendía, el hecho de la adopción, el lio de mis padres y sus extrañas "batallas" pero no me sentía parte de eso, de pronto la magia era un puente hacia ellos que no acababa de decidirme a cruzar, tenía terror a las desilusiones y nada indicaba que ahora fuera a cambiar eso. De hecho seguía esperando que mi padre hiciera algo por mí, y no lo conseguía.
No iba a quedarme dándole vueltas a eso, ya intente avanzar soltando tonterías y cuando Ben ya dijo lo demás, sonrei. -Vaya que eres perspicaz...- lo pique sonriendo por eso de estar coqueteando con él. Empezó a ser él quien me picaba y entorne los ojos, claro que le quitaría el maldito botón, no podía ser tan difícil. -Shhh... No me desconcentres.- lo calle un poco sonriendo y asumiendo el desafío. Me concentré más y saltó el primer botón, sonrei mordiéndome el labio y lo mire a los ojos con cara de "Ahi lo tienes" y ya no me corté haciendo que saltaran el segundo, el tercero y el cuarto casi enseguida. -Va a gustarme esto.- susurre con picardía mirando un poco como había quedado su pecho al descubierto. Seguía siendo yo misma, si tenía magia no iba a usarla solamente para tonterías como elevar hojas por los aires, estaba claro...

Alma apenas se tuvo que concentrar un poco más para que el primer botón de mi camisa saltara, de hecho apenas pude ni procesarlo cuando ya se habían soltado un par mas. Sería jodida… Y es que ahora mismo sentía tal adrenalina en el cuerpo que era difícil de procesar. Obviamente toda esa tontería me había excitado (y mucho más de lo que jamás admitiría en voz alta), pero por otra parte me aterraba tanto… Bueno, ni si quiera sabía si era miedo lo que sentía, lo único claro es que sentía una mezcla de tensión y de excitación que de haber sido humano seguramente me hubiese costado hasta respirar con normalidad. –Joder Alma es que estas loca…-murmuré casi sin saber que decir mientras clavaba mis ojos en los suyos y caminaba un poco hacia ella- Y jamás en la vida me has escuchado-seguí diciendo sin pararme- Lo primero que te he dicho esta mañana es que no usaras tus poderes conmigo, jamás…-pero bueno que Alma no era la única contradictoria así que antes de darme cuenta estaba acortando la distancia del todo con ella, tomándola del rostro y besándola sin poderme contener.  Joder, es que no la había besado desde que había dejado de ser vampiroy ahora que sentía sus labios de nuevo tenía claro que lo había necesitado más que nada.

Ben soltó que no lo había escuchado y sonreí mirándolo enseguida. Desde ya que no era la primera vez que no lo escuchaba, muchas veces me había intentado dejar afuera de su vida y no lo había logrado... Además había llegado allí usando un hechizo de localización para el que había usado objetos personales... en fin. -No lo dices en serio...- susurré confiada mirándolo todavía a los ojos antes de que se acercara de una vez y me besara. Era lo que quería ahora mismo y no tardé nada en dejame llevar también, por encima de todo echaba de menos sentir confianza con él... estábamos andando tan con cuidado que ya me odiaba y claramente no era esa la forma en la que nos habíamos manejado nunca así que no pensaba venir a cambiar las reglas ahora. Le devolví el beso sin intenciones de detenerme, abrazándolo enseguida y sintiendo como se iba abriendo mi boca en la suya. Mordí sus labios con suavidad y otra vez sentí su lengua. Acaricié su nuca sin cansarme hasta que nos apartamos un segundo. -Quizá tengamos que definir ciertos límites.- susurré con picardía al tiempo que sonreía encantada con él, sin alejarme demasiado de sus labios. Ahora mismo me sentía bien, no estaba asustada, ni perdida. Podía ser conciente del poder que fluía en mí y de lo atada a él que me sentía aunque no pudiera sentir ya el vínculo de sangre. -Quizá deberías ser más claro cuando dices que no quieres que use la magia contigo... A lo mejor, hay... no sé... buenas formas de usarla...- murmuré sin cortarme mientras no dejaba de mirarlo a los ojos.

Recién ahí en sus labios me empecé a relajar un poco de verdad. Es que jamás en la vida nos habíamos tratado el uno al otro con tanto cuidado y era tan raro tratarla de aquella manera... Por suerte parecía que siempre habíamos logrado acabar con los malos momentos un poco a la fuerza con besos y demás, y hoy no parecía diferente pues se notaba que enseguida esa tontería nos había calmado un poco. -No lo dices en serio...-dije esta vez yo enarcando una ceja y con una sonrisa pero sin apartarme demasiado porque ella todavía no había roto el abrazo tras el beso. En un punto era algo que adoraba de nosotros, eso de "negociar" sin que nos importara nada más en el mundo o lo que pudiesen a pensar los demás- ¿Buenas formas de usarla? Llámame loco pero no creo que a tus ancestros les entusiasme que uses tu magia para desnudarme- dije medio bromeando porque en el fondo no me terminaba de animar a ponerla ningún límite. ¿Y si era todo eso demasiado genial? ¿Y si se pasaba y acabábamos fatal? Bah, a estas alturas pensaba que lo único sensato sería volver a sus labios para no volverme loco...

Aún tenía a Ben un poco abrazado cuando dijo eso y me hizo reír. -Si de verdad son mis ancestros es obvio que no debo ser la primera en intentar desnudar a alguien con magia... murmuré un poco de broma. -Venga... No van a ofenderse... Cada uno busca las motivaciones que puede, no?.- dije antes de volver a sus labios. De verdad que era raro ahora mismo pensar eso, pero no iba a hundirme en una venganza estupida, no lo había hecho nunca. Estábamos vivos... Bueno, al menos yo, y sentía que íbamos a poder resolver este lío. Pero primero necesitábamos estar bien nosotros y no de malentendido en malentendido. Seguuí besándolo mientras acariciaba su cuello sin cortarme y pasaba una de mis manos hacia adelante antes de colarla un poco por debajo de su camisa para desabotonar los pocos botones que quedaban. -Y? Dime, qué quieres que haga?.- murmuré contra sus labios con picardía.

Sonreí sin poder evitarlo y después siguió besándome y suspiré. No es que no quisiese pero lo veía todo tan precipitado...-Joder Alma, no llevas ni medio  día siendo humana y estamos en el bosque en pleno invierno, te vas a congelar- casi que maldije un poco intentando mantener la cabeza fría mientras sentía sus manos ya sobre la piel de mi abdomen (cosa que no era fácil la verdad).-Vamos a tomárnoslo con calma...-murmuré entre beso y beso. Joder, sentía que la estaba rechazando y tampoco era eso, pero me preocupaba por ella y tampoco quería que simplemente se estuviese obligando a hacerlo para que las cosas se "calmaran" entre nosotros. Y eso me trajo alguna cuestión más a la cabeza- ¿Crees que el sexo será mejor o peor?- murmuré casi que soltando lo primero que se me pasaba por la cabeza todavía entre algún beso- Miriam en su momento dijo que el sexo era mejor siendo humana pero no sé, llevaba demasiado siendo vampira, no sé si sería muy objetiva...-fui divagando, casi que hablando de cualquier cosa como solía hacer Alma. -¿Y para mí? No es como si no lo hubiera hecho ya contigo siendo humana pero ya no habrá intercambio de sangre y...-y seguía divagando. Que alguien me matase aquí y ahora por favor- Bésame y cállame- casi que la pedí con una sonrisa mientras la tomaba del rostro y era yo él que la besaba porque al menos durante ese ratito que durara el beso estaría callado.

Empezó diciendo que iba a congelarme y negué con la cabeza. -Quien dijo que yo iba a desnudarme? La gracia era quitarte a ti la ropa.- murmuré un poco en broma contra sus labios. Siguió hablando ya un poco como esquivandome o algo y empezó a molestarme... No entendía porque decía esa tontería de ir con calma, qué demonios era ir con "calma"?! No dije nada pero me desquite un poco besándolo con algo de bronca antes de que volviera a apartarse tras decir todas esas tonterías sobre Miriam. -¿Miriam?! En serio Ben? De todas las personas que hay en el mundo te parece que este es el momento para que nos pongamos a hablar de ella? dije bastante cortada y también molesta. Ya me aparté algo más escuchándolo acabar de decir todas esas tonterías. -Como sigas diciendo estupideces corres riesgo de quedarte con las ganas de saber si es o no mejor.- solté sin cortarme apenas dijo eso de la sangre. Ya acabó casi que pidiéndome que lo besara para callarlo y me hizo sonreír. -Eres un tonto, lo que queria ahora mismo era ver si podía desnudarte... Y luego quería ver si podía desnudarme... Vale, puede que visualizará la posibilidad de tener sexo contigo en el bosque, no sería la primera vez... Y quiero experimentar que se siente volver a ser humana, sentir como humana.- murmuré antes de mirarlo a los ojos al tiempo que le abría del todo la camisa dejando mi mano en su abdomen. -Sentir otra vez la intensidad del peligro, del desequilibrio, de mi fragilidad... Desbordarme como siempre contigo y a la vez, piénsalo. También tu sentirás por una vez en la vida eso, yo jamás fui un peligro para ti... Pero ahora mi sangre es un problema y también yo, mi magia, ni se las cosas que puedo hacer, siento ese poder dentro mío... Puedes sentirlo? lo seguí mirando a los ojos sin bajar la mirada, nos habíamos apartado apenas un poco más pero no dejaba de acariciarlo.-Porque si puedes sentirlo y estás aquí discutiendo conmigo si tengo o no tengo frío.... No eres el vampiro desvergonzadamente sexy del que me enamore.- solté sin pensarlo dos veces.

Se fue molestando y lejos de tensarme lo cierto es que me hizo un poco hasta de gracia.-Oye que no he dicho nada que no supieras ya- casi que me defendí de eso de Miriam. Ni si quiera me había acostado con ella cuando era humana de nuevo (o al menos yo ni lo recordaba, así que muy memorable no habría sido) pero estaba completamente seguro que me había soltado aquella frase sobre el sexo, y a Alma también. Fue diciendo todo lo demás y suspiré levemente-Me gustaba que fueras mi igual- murmuré casi que rebatiendola mientras deslizaba mis manos por su cuello lentamente. Y si, obviamente me había gustado todo aquello pero sería de tontos negar que todo lo que andaba diciendo ahora sobre el desequilibrio y la fragilidad me estaba poniendo... Mencionó lo de su poder y no pude apartar mis ojos de los suyos- Claro que lo siento- susurré, desde que había entrado en aquel condenado bosque había notado como irradiaba poder por cada poro de su cuerpo. No había estado más guapa y poderosa en la vida... Era de locos porque todo lo de los poderes obviamente me daba un miedo atroz pero... Supongo que yo siempre había sido muy contradictorio y para colmo soltó aquella última fatídica frase.-Vete a la mierda Alma- casi que me quejé mientras la estampaba a velocidad vampirica contra el árbol más cercano. La miré unos instantes antes de rendirme a lo que realmente quería hundiéndome en su cuello, empezando a repartir pequeños besos por allí. Además no sé a quien pretendía engañar... Jamás nos habíamos tomado con calma nada de nada- No quiero ni una queja cuando estes en cama con gripe, ¿entiendes?-casi que la advertí todavía contra su cuello mientras mis manos se encargaban de deshacerse de su chaqueta a toda prisa.

Me había dolido un poco eso de "ser su par", pero no iba a molestarme otra vez, ahora mismo las cosas estaban dadas así y no pensaba perder el tiempo con nostagias, ya habría tiempo de resolver este lío. Fue discutiendo un poco lo que había dicho hasta que acabó rindiéndose. Sonreí en sus labios apenas dijo ese "vete a la mierda Alma" y enseguida sentí como a velocidad vampírica me estampaba contra un árbol besándome enseguida. Lo sentí recorrer mi cuello y lo extendí dejándole todo el lugar entre suspiros. Definitivamente eso necesitaba, me encendía totalmente sentirlo así de desquiciado y era hora de que dejara de actuar con miedo y empezáramos a dejarnos llevar... nunca habíamos sido demasiado prudentes, no era momento de venir a cambiar las tradiciones. Se libró de mi chaqueta en un instante y ya ni quise hacer magia ni nada, me libré tironeando de su camisa y llevé mis manos a su cintura y desabroché su cinturón enseguida antes de bajar el cierre de su pantalón. Ya iba totalmente excitado, podía sentirlo y definitivamente me ponía todo eso. Dijo lo demás y volví a sus labios. -Me ilusionaba mucho que me trajeras té a la cama...- murmuré de broma por lo de la gripe. Era cierto que hacía frío, pero joder... hacía rato que no sentía frío, no estaba mal recordar un poco también eso. Ya solté sus pantalones al tiempo que me desenroscaba un poco a los apurones la pashmina y enseguida ya me quitaba el sweater con una prisa nueva. Es que el no ser vampira me volvía algo menos ágil para esas cosas y a la vez, tenía su gracia. Ya fui yo a su cuello tomándolo de allí con fuerza y comenzando a besarlo al tiempo que con una de mis manos acariciaba su sexo primero por fuera de sus boxers y luego ya dentro, buscándolo al tiempo que chupaba, lamía y me dejaba llevar por ese arrebato en su cuello, buscándolo como siempre y de una manera nueva. Podía sentir el gusto de su piel, olerlo de otra forma, todo era de nuevo extraño y exquisítamente nuevo.

Vale tenía razón en que todo eso tenía su punto porque sentir de nuevo su pulso bajo mis labios fue... fue jodidamente sexy. Antes de darme cuenta ya estaba sin la camisa y con sus manos bajo mis boxers y me iba a dar algo ya de lo excitado que estaba-Ni en tus sueños-murmuré por eso del té mientras ahora era yo el que que estiraba algo el cuello para dejarla hacer. Mis manos fueron rápidamente hacía sus jeans y le solté el botón antes de comenzar a bajárselos con un par de tirones- ¿De verdad creías que te había dejado con una condenada nota?-murmuré negando con la cabeza e incluso riendo levemente mientras ya dejaba sus jeans por ahí tirados. No me había adentrado demasiado en el bosque así que estábamos relativamente a la vista de cualquier visitante pero ahora mismo me daba absolutamente igual, necesitaba eso. Su respiración agitada y los rápidos latidos de su corazón resonaban en mis oídos como hacía tiempo que no hacían y me iba a dar algo. Volví a sus labios como un desquiciado y tomé su ropa interior con mis dedo, deslizándola también a toda prisa por sus piernas, no quería esperar nada de nada.

Se deshizo de mis jeans y mi ropa interior luego de preguntar eso sobre la nota. -Supongo... Supongo que si, joder... susurre contra su cuello besándolo sin cortarme y volviendo luego ya a sus labios al tiempo que sentía como acababa de quitarse el bóxer él mismo. -No me paré a pensar demasiado, estabas actuando con miedo, como un tonto... solté contra su boca apenas me aparté un segundo y mirándolo a los ojos. -Joder Ben... Venga, no te demores más, no quiero esperar más.- solté con la respiración entrecortada de la excitacion al tiempo que lo ayudaba con mi mano a hundirse de una vez en mi. Comenzó a embestir con intencidad y sentí como me ceñía con fuerza contra el árbol. Cerré los ojos al tiempo que estiraba algo mi cuello invitándolo a besarme más por allí y humedecía mis labios resecos del frío. Ni me había dado cuenta pero todo alrededor estaba un poco revolucionado, las hojas se habían ido apartando y el viento parecía arremolinarlas particularmente alrededor un nuestro. No estaba haciéndolo a propósito, pero era evidente que lo estaba provocando. Fui a sus labios con pasión besándolo de nuevo mientras sentía una y otra vez sus estocadas.

Suspiré pero no dije nada porque tampoco quería que el simple hecho de llamarme tonto y demás me cortara el rollo. Tomé una de sus piernas para que la enredara en mi cintura y me fui hundiendo mejor en ella, sintiendo con mi mano como en el muslo tenía la piel de gallina a causa del frío, eso la pasaba por cabezota... pero la verdad es que ahora mismo eso me daba lo mismo porque no podía estar más excitado. Repartí besos y pequeñas lamidas por su cuello hasta que noté como me empezaban a sobresalir un poco los colmillos. No, no, joder, no podía...-Joder- susurré sin dejar de hundirme en ella una y otra vez. Es que hacía mucho que no lo hacía con una humana, su corazón no paraba de latir, y su pulso bajó mi lengua me volvía loco... Y bueno, que Alma siempre había sido mi perdición. Cerré los ojos con cierta fuerza intentando que mi cara no se transformara y apenas me calmé un poco alcé la vista y volví hacía sus labios para evitar un poco su cuello. Por el rabillo del ojo pude notar como la magia se arremolinaba a nuestro alrededor y casi me da algo. Bueno, me iba a dar algo sin lugar a dudas. Devoré sus labios casi con rabia y me fui hundiendo en ella con más y más intensidad, sabiendo que a este paso no duraríamos demasiado.

Lo sentí desbordarse y lo conocía suficiente como para saber que se estaba conteniendo. Odiaba no poder soltarle el "muérdeme" que hubiera querido pero la forma en la que me besó enseguida un poco desquitándose y subiendo la intensidad de cada roce, hicieron que olvidara rápidamente eso. Sentí sus manos coger con fuerza mis muslos y como cada vez entraba en mi con más avidez, no paraba ya de besarme y hacerme suspirar en su boca. Enrede los dedos de una de mis manos en su pelo ayudándolo a profundizar ese beso y ciñéndolo contra mi. Con mi otra mano busque su cintura y su trasero, acariciandolo por completo mientras iba dejándome llevar por todo. No podía pensar, estaba totalmente desbordada y lo único que quería era tener cada segundo más de él, que no acabará que nunca dejará de besarme y de penetrarme como lo hacía, con una seguridad y una pasión que adoraba más que a nada en el mundo. Al final acabamos entre gemidos,tironeos, apretujones y algún rasguño sin querer... No podía ni respirar había sido increíble.

El corazón de Alma iba tan rápido que por un segundo temí que se le saliese del pecho de lo agitada que lo sentía, bueno, de hecho es que hacía mucho que no estaba así de agitada! -Tranquila...-fui susurrando mientras apoyaba mi frente en la suya dejándola recuperar la respiración. Fui notando como el aire se calmaba a nuestro alrededor según ella misma lo hacía. Decididamente había sido buena idea hacerlo allí porque sospechaba que hubiera destrozado nuestra casa... Que tía. Suspiré y me aparté ya un poco de su frente, soltando de paso también su muslo mientras la miraba un poco. Ni si quiera la había quitado el sujetador, y ahora mismo verla allí medio desnuda y tan agitada era una imagen que quitaba la respiración. Ni si quiera sabía que decir... -Joder- susurré después tomándola de la barbilla y haciendola estirar un poco el cuello. Me había descontrolado de verdad, y por la falta de costumbre la había dejado varias marcas que ahora no se le irían hasta dentro de unos días... Sospechaba que la tocaría ir con bufanda a su nuevo trabajo. Me iba a matar.

Nos fuimos tranquilizando, al menos yo... recuperé algo la respiración normal y sonreí cuando me dijo ese "joder" pero enseguida lo ví mirar mi cuello y me toqué por ahí. -Me has dejado marcas?.- pregunté un poco dándolo por hecho. -Vale, supongo que es una suerte que estemos con este clima...- dije porque era bastante fácil de disimular ahora mismo. Lo miré enseguida, todo había vuelto a la calma, las hojas estaban en el suelo tranquilamente.
Ya me aparté algo de él para dejarlo acomodarse y también para buscar mis pantalones y mi sweater. Apenas me había distanciado un instante y me estaba poniendo el jean cuando me giré a mirarlo. -Será así en casa? Es decir... Estoy casi segura de que he sido yo.- murmuré por el lío de viento a nuestro alrededor. Desde ya que lo de "casi" era una forma de decir, había sido totalmente obvio. -Bueno... Y tú.- solté con picardía sin poder evitarlo. Es que a pesar de haberme apurado a vestirme todavía podía sentir como vibraba, Ben me enloquecía y si no controlaba mis poderes pronto sería un lío. Lo pensé un segundo... todos los sitios en los que teníamos sexo eran, en fin, que lo habíamos hecho en casi cualquier parte. Desde ya que no ayudaba en absoluto pasar tan poco desapercibidos. -Tendremos que buscar un sitio o algo? Joder... dije al tiempo que me acercaba a ayudarle con sus pantalones, pero nomás pensarlo dos veces ya estaba empezando a interesarme esa idea. -Un sitio alejado, tranquilo... Sólo para nosotros.- murmuré ya sonando mucho más convencida con esa tontería. Siempre el sexo había sido una "solución" a nuestros problemas, ahora mismo no teníamos nada solucionado pero no me sentía ni tan alterada, ni tan preocupada, ni tan a la defensiva como antes.