Buscando a Alma +18

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy hacia exactamente 3 meses desde lo sucedido en Roma. Llevaba la mayor parte de ese tiempo en Paris y no habia pensando en ello más de lo estrictamente necesario hasta esa mañana.

Me levanté tarde como de costumbre tras una noche algo rara y sin ganas de nada cogi el primer libro que pille y me senté en el sofá a leer. En eso estaba cuando abrí la primera página y ahí estaba, su dedicatoria, con ese "Siempre te querré" que me atravesó el corazón. Suspirando cerré el libro y tras dudar un par de minutos me dispuse a buscar mi pasaporte por los cajones, era hora de ir a buscarla. Después de todo se lo habia dicho... y solo seria para ver como estaba...

Asi que así era como habia llegado a una de las calles más concurridas de Roma. Todavia no la veia pero podia sentirla cerca. Me dispusé sin más a ponerme las gafas de sol y caminar un poco más por allí para ver si por fin daba con ella...

Me terminé mi bebida tras un par de tragos y ya sin cortarme puse una mano en su cintura y otra en su rostro y la besé, sabia que no se cortaria en apartarme si la molestaba y yo ya llevaba un buen rato controlandome y no era algo que solia hacer muy amenudo, asi que simplemente decidí hacerlo.

Bebimos un poco y sin que casi pudiera darme cuenta Ben puso una mano en mi cintura y la otra en mi rostro antes de besarme. Me tomó por sorpresa, y otra vez estuve en esa situación tonta de no saber realmente qué demonios hacer.
No continué demasiado su beso, pero tampoco tuve fuerzas para apartarlo hasta después de unos segundos... -Ben.- dije aún cerca de sus labios. -Ya sabemos cómo acaba esto...- le dije casi pidiéndole que entendiera pero pensando más en que luego se marcharía y me dejaría de nuevo con todo el corazón mezclado que en ninguna otra cosa.

Sonreí ladeadamente - No... la diferencia es que hoy no me pienso acostar contigo Alma-murmuré mirandola- Pero eso no quita el hecho de que quiera besarte una y otra vez- dije volviendo a sus labios para besarla sin dejarla decir nada

Escuché todo lo que dijo y lo último me estremeció completamente pero ni me dió tiempo a responder que ya había vuelto a mis labios. De algún modo era la jodida respuesta que necesitaba... ¿cómo podía darse cuenta de esas cosas?.
Esta vez no me corté y continué su beso tomándolo suavemente de la nuca y acompañando sus movimientos.

Continué esta vez mi beso y me tomó por la nuca lo que hizo que profundizaramos todavia más el beso. - Joder Alma...-mumuré finalmente sin poder controlarme, mordiendo su labio inferior antes de volver a besarla.

Seguía besándolo cuando se separó apenas y dijo eso... me encantaba estar con él, no podía negarlo, hasta mi cuerpo lo sabía.
Sentí como mordía mi labio y sonreí antes de volver a los suyos. Lo necesitaba completamente... mi vida estaba incompleta sin él y por más que hiciera lo posible por evitarlo, sus besos me devolvían la calma que nada me daba.

Continuamos así disfrutando de los besos del otro, cada vez más apasionados antes de separarme de sus labios y suspirar- Ya...-dije parandola con una pequeña sonrisa y poniendo una mano en su boca al ver que se acercaba de nuevo.

Seguimos besándonos por un buen rato pero era inevitable que cada vez fuesen más pasionales... lo que no era buena señal. Ben se alejó un instante y escuché lo que dijo. Me detuvo en el acto poniendo en mis labios una mano, no me corté demasiado y tomándola con mis propias manos comencé a besarla... pero lo hice un instante, porque acabaría mal. Al final la alejé de mi boca y la solté.

La miré a los ojos mientras hacia todo lo de la mano, era jodidamente sexy, y en cuanto me soltó la mano, me pegué ella dejando entra mi cuerpo y la barra- ¿A qué estas jugando Alma?-murmuré al final.

Lo sentí aprisionarme contra la barra y luego escuché lo que me dijo, no sabía porqué lo preguntaba... -No estoy jugando Ben.- dije mirándolo a los ojos. -Quizá ese sea el problema entre nosotros... no sé... pero te aseguro que no estoy jugando.- le dije sin dejar de mirarlo a los ojos.

-Sé que no estas jugando pero... los dos sabemos que estas completamente enamorada de mi y aún asi me haces luchar por ti... ¿en serio? Es una locura- dije como fuera la mayor locura del mundo mientras la miraba pero no me apartaba ni lo más mínimo de ella.

Lo esuché hablar tan seguro de que estaba completamente enamorada de él que casi me da algo. -Tú no estás completamente enamorado de mí Ben... te gusto y hasta es posible que me quieras... Sé que has venido hasta aquí y creeme que lo valoro más que a nada...- dije sin apartarme y mirándolo a los ojos. -Pero no puedo dejarte entrar... no es la exclusividad o miedo a que me engañes... es... miedo a que un día decidas no volver.- susurré con sinceridad en un esfuerzo por poner en palabras lo que realmente sentía. No quería un novio, estar con Ben era mucho más que eso... sería... sería de él y lo sabía, pero sentía que dejarme así en sus manos era inseguro para mí y para mi estúpido corazón.

Me reí ligeramente más de impotencia que de otra cosa mientras negaba con la cabeza y me apartaba ya de ella- No tendría que volver porque... no me iria- dije porque habia sonado a que seguiria pasandome solo por aqui cada par de meses- Pero vale, esta bien así.. Puedo hacer que cambies de opinión- murmuré volviendo a pegarme ya a ella sin poder evitarlo.

Escuché lo que dijo sobre que no se iría y sonreí con algo de esperanza en la mirada... Continuó con eso de que podía hacerme cambiar de parecer y tomé su rostro entre mis manos para besarlo una vez más, un beso dulce, lento y corto. -Ya veremos que tan bueno eres luchando...- murmuré, aunque más allá de todo lo de Stefan sabía en el fondo que no sería fácil... una cosa era que lo quisiera y otra, totalmente diferente, que lo dejara entrar en mi vida de verdad.

La escuché pero en seguida me beso y no dije nada hasta que nos separamos.- Te odio tanto...-murmuré con una pequeña sonrisa recordando que la última vez la habia dicho algo parecido, y como aquella vez volví a hundirme en sus labios con algo de desesperación mientras me pegaba a ella por completo.

Sonreí cuando dijo eso, porque no era la primera vez que lo decía, de hecho a esta altura era casi una manera de comunicarnos... Nos besamos con desesperación esta vez y acompañé sus movimientos sintiendo todo su cuerpo apoyado contra el mío ya que seguía contra la barandilla. -Lo sé.- murmuré en respuesta en un instante en que nos separamos por eso de que me odiaba. -Lo sé...-

Sonreí por su respuesta pero no dije nada tan ocupado como estaba en besarla. La odiaba, claro que la odiaba, por hacerme desde hace tanto la vida imposible, pero a pesar de todo no podia evitar también quererla, asi que no me quedaba más remedio que tragarme mi orgullo y besarla sin más disfrutando de algo era una mera ilusión por el momento apesar de saber que ella también me queria.

Ben no dijo nada y continuó besándome así que lo mismo hice, ocupada en disfrutar de sus labios y evitando dejar que cualquier otro pensamiento entrara en mi mente.
Continué jugando con sus labios, rozándolos, irrumpiendo con mi lengua para sentir cada rincón de su boca, mordiéndolo y volviendo a empezar... lo quería, por más que buscara olvidarlo y acostumbrarme a mi vida cómoda y prolija en Roma, sabía que lo quería...

La deje besarme a placer, difrutando yo mismo también de sus labios y de su lengua. Nos besamos una y otra vez hasta que como siempre sentí como Alma se quedaba sin aire y suspirando me aparté ya de su boca apoyando mi frente contra la suya.

Apoyó su frente contra la mía y me dió un respiro aunque no nos separamos ni un centímetro. -No sé qué hacer...- murmuré pero más pensando en voz alta que esperando respuesta mientras sentía como poco a poco mi respiración iba normalizándose.

- Lo sé...-dije mientras la tomaba por la cintura sintiendo como iba recuperando la respiración pero sin apartarme los más mínimo ya que tenia que aprovechar estos momentos.

Escuche su respuesta y sentí sus manos en mi cintura.
-Podríamos bailar un rato más, no?.- dije en parte para salir de esa situación, cada vez me hundía más en la confusión y necesitaba bailar, beber o irme... pero no podía quedarme respirando cerca suyo un sólo segundo más.

- La verdad es que no me apetece bailar nada...-murmuré mirandola apretando ligeramente mis manos en su cintura y sabiendo que la estaba poniendo en una situación comprometida al no apartarme todavia.

-¿Desde cuándo pasas de bailar?.- pregunté con una leve sonrisa sin separar aún mi frente de la suya al tiempo que sentía como apretaba mi cintura.

Enarqué una ceja sin saber bien que contestar pero al final solo sonreí- Desde que te odio tanto, claro...-bromeé