+18 Organizando la boda (Alma & Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Llevaba minifalda negra y una camiseta suelta con un cinto ancho.

Spoiler:

Habíamos quedado en una esquina para ir a comprar algunas tonterías que hacían falta y acabar de hacer las llamadas que nos faltaban para lo de la boda. Pero además... habían pasado algunas cosas que necesitaba "blaquear" con Ben cuanto antes.

Asentí solamente con la cabeza cuando me preguntó si de verdad era eso lo que quería. Y ya después comenzó a decir lo demás, yo misma acababa de pensar que lo que queríamos era sabotearnos, como si inconscientemente hiciéramos lo necesario para no estar bien. Podía sentir que estábamos mal y escuché sus palabras una a una sin que pudiera reponerme del todo. -Espera... ahora cállate tu.- le dije mirándolo. -Puede que me den miedos y que me den ganas de largarme... Joder Ben, reconozco que la boda me pone más nerviosa de lo que tú crees.- dije con una leve sonrisa porque vamos que por algo andaba errante por el mundo desde hacía rato... no tenía un sólo amigo, no tenía una carrera, no era de andarme comprometiendo con nada ni con nadie. -Pero quiero casarme contigo y sé perfectamente que voy a amarte para siempre con todo mi corazón.- le dije sin siquiera dudarlo. Jamás había dudado de lo que sentía por él, ni por un instante... No dudaba ahora y realmente creía que no dudaría jamás.

Me dijo que me callara y fue lo que hice mirandola antes de que dijera todo lo demás. La miré mientras me decía todo eso de que estaba muy nerviosa por la boda y suspiré al final ya más relajado y soltando el aire que había retenido casi sin darme cuenta cuando dijo que a pesar de todo quería casarse conmigo y que me querría para siempre. Nunca nadie me había dicho cosas tan bonitas, y lo mejor es que podía sentir que eran verdad- Vale... Pues ya no más Alma...-susurré apoyando mi frente contra la suya- ¿Estemos bien vale?-murmuré bajando mis manos por sus brazos a modo de caricia casi como si tuviera una necesidad imperiosa de sentirla cerca y conmigo- No quiero que estés con otros y mucho menos que me lo ocultes como ahora... Sabes el daño que me hace...-murmuré porque no era nada nuevo y apostaba a que lo sentiría por el vinculo de sangre.

Tragué saliva cuando me dijo que "ya no más", me sentía realmente culpable y lo peor es que sentía perfectamente que él sufría por esas tonterías, lo que no me hacía la menor gracia. -Vale. Ya no más. Tampoco quiero que estés con otras Ben....- reconocí apoyada en su frente. Sintiendo como acariciaba mis brazos a los lados. -No quiero perderte... No quiero dejar de sentir, como ahora, que me quieres de verdad... Joder Ben, sólo quiero que me elijas, vale? Que vuelvas a casa cada día y me elijas.- dije porque era lo que siempre había querido de él. Ser especial, que más allá de lo que pasara... al final de cada día, volviera conmigo y se sintiera en casa.

Reconoció que no quería que estuviera con otras y asentí suspirando antes de que dijera todo lo demás- Ya te estoy eligiendo... Desde Roma Alma... Te he elegido desde Roma y nunca me he arrepentido...-susurré. Había ido mil veces a buscar a Aitana a cualquier parte pero esa vez había ido a buscarla a ella, la había elegido... Y de verdad que no me arrepentía- Siempre voy a quererte Alma... Aunque tu no me quieras, aunque te vayas con otro... Me romperás el corazón pero nunca dejaré de quererte te lo aseguro...-susurré sin querer casi ni imaginarme mientras seguía apoyado en su frente.

Dijo que me elegía desde Roma y sabía que era cierto... Desde el instante en que había venido a buscarme ya nunca más había dejado de luchar por nosotros y las cosas se nos habían puesto feas muchas veces... pero sabía que me quería, lo sentía de verdad.
Ya dijo lo demás y suspiré porque no podía ni imaginarme la posibilidad de dejarlo e irme con otro. -No lo haré, no me iré con nadie... Y si algo ocurriera y lo hiciera, joder Ben... Búscame.- dije casi pidiéndoselo y apartándome de su frente para mirarlo a los ojos. Pensé en Laine y cómo había asumido que ella no quería que la molestaran... no quería que asumiera nunca eso. -Ven a buscarme y cogeré tu condenada mano cada vez.- dije sin dudarlo y con los ojos llenos de lágrimas. Así había sido en Roma cuando había decidido largarme y sabía que pasara lo que pasara... así sería cada vez. Siempre. Iba a dejar todo por él.

Se apartó para mirarme a los ojos y la miré mientras me decía todo lo demás. - No me dejes y estaré bien...-murmuré tomando su rostro con los ojos un poco llorosos como un imbecil, como nunca me había pasado con ella pero es que no podía con ella, no me podía estar diciendo estas cosa. Saber que dejaría todo por mi cada vez era más de lo que jamás me hubiera esperado encontrar- Te iré a buscar cada vez hasta el condenado fin del mundo cada vez si es lo que quieres...-susurré mirándola a los ojos acortando la distancia hacia sus labios. Abrí sus labios casi que con algo de timidez y suspiré en cuanto mi lengua tocó la suya- Eres mía... eres mía Alma, no lo olvides nunca...-susurré contra sus labios antes de pasar ya a besarla de una vez sin cortarme para nada. Dejándome llevar por el momento y queriendo de verdad sentir que estábamos bien, que íbamos a intentar dejar todos los rollos atrás. Necesitaba algo de paz con ella... Necesitaba que supiera cuando la quería... La necesitaba a ella.

Asentí cuando me dijo que no lo dejara y lo miré. Sus ojos estaban llorosos y tenía bien en claro que jamás había visto a Ben así. Suspiré tomando su rostro como queriéndolo rescatar de sus pensamientos... Pero ya enseguida dijo lo demás haciendo que me estremeciera a cada palabra. Saber que de verdad me buscaría era lo que necesitaba escuchar... Con suerte jamás lo necesitaríamos, pero saber que aunque lo jodiéramos me buscaría era la garantía de que podíamos de verdad amarnos para siempre. Se acercó a mis labios y me besó con suavidad... Me dejé llevar con la misma timidéz y cuando ya sentí su boca más unida a la mía y dijo eso, suspiré ya dejando que mis lágrimas cayeran. -No lo olvidaré, joder Ben... Lo tengo tatuado.- murmuré recordando la "I" que me había hecho. Enseguida me besó más en profundidad y lo agradecí porque lo necesitaba. No me corté tomándolo de la cabeza y volviendo a recorrer su boca como cada vez.

Me tomó de la cabeza siguiendo mi beso sin cortarse y suspiré contra sus labios con una pequeña sonrisa por fin cuando la escuche lo del tatuaje. Era cierto, había sido una sorpresa que se lo hiciera y lo cierto es que me encantaba. De verdad que era mía... Y no pensaba dejar que cualquier cosa se interpusiera entre nosotros, la amaba demasiado. Nos besamos con intensidad sin cortarnos para nada, recorriendonos la boca sin descanso como cada vez que andabamos así un poco angustiados. Empezó a llorar y suspiré- No llores... No llores por favor cariño... Estaremos bien-susurré limpiando sus lágrimos con mis manos y volviendo a besarla. No me gustaba nada que llorara, no me gustaba verla así, era lo más importante que tenía ahoramismo- Te amo...-susurré contra sus labios para dejarlo claro.

Seguimos besándonos y lo recorrí por completo, entregándome en cada segundo y sintiendo como también Ben se entregaba en cada roce. Mordí sus labios, los succioné, lo recorrí con mi lengua y volví a morderlo con suavidad, profundizando cada movimiento y sintiendo como de a poco iba recuperando la paz que había perdido hacía un rato. Dijo todo eso y suspiré, adoraba escucharlo decirme eso y de verdad que creía ahora mismo con todo mi corazón, que estaríamos bien. -Te amo.- le respondí sin cortarme y diciendo cada letra. Enseguida necesité abrazarlo y lo hice. Acurrucando mi cabeza en su cuello allí sentado en el escalón, lo abracé con fuerza, sintiéndome segura otra vez.

Sentí como se iba calmando también poco a poco según nos besábamos y suspiré sintiéndome yo también mejor según nos recorríamos con la lengua en un beso intenso sin cortarnos demasiado, sin importarnos como siempre estar en la calle. La escuché decirme que me amaba y me encantó, después de lo mal que me había sentido ahora hacia apenas unos instante lo necesitaba. Nos dejamos de besar tras un rato y apenas separamos los labio Alma me abrazó hundiendo su cabeza en mi cuello. Suspiré y la estreché enseguida contra mí sintiéndola bien cerca de nuevo, disfrutando de sentir también por el vinculo de sangre como se iba sintiendo también ella mejor. La estreché contra mi y no dije nada, no necesitaba decir nada, estar con ella era maravilloso y saber que intentaríamos no seguir "saboteandonos" a nosotros mismo en parte me tranquilizaba. Necesitábamos algo de paz antes de casarnos o me daría algo.

Nos quedamos abrazados por un momento hasta que ya nos separamos... Lo miré con una sonrisa sintiendome realmente mucho más tranquila y contenta. -Crees que tienes con esto ya suficiente motivación?.- le dije en un susurro recordando el diálogo antes de que estallara todo y más que nada porque ahora mismo tenía de verdad muchas ganas de estar a solas con él en nuestra cama y por mí que se prendiera fuego el mundo, pero que no nos jodieran.

Nos separamos y suspiré mirandola cuando dijo eso- Mucha...-reconocí mirandola- Necesito hacerte el amor con urgencia...-reconocí sin cortarme para nada, pero realmente lo necesitaba como tantas otras veces para olvidarnos de todos los rollos y sentirme de nuevo realmente unida a ella. Solo quería que pasáramos el resto de la tarde solos y en nuestro mundo sin importarnos nada más.

Sonreí cuando me dijo eso sin cortarse. Era la mejor de las respuestas. -No nos demoremos entonces...- murmuré con picardía poniéndome de pie. -Vamos a casa.- le sugerí... la verdad es que lo único de lo que tenía ganas era de tirarme el resto de la tarde/noche con él en nuestra burbuja.

Sonreí levemente y no dije nada poniéndome en pie con ella- Vale, vamonos...-murmuré cogiéndola de la mano antes de empezar a caminar y mirarla un segundo. No podía con ella, si es que siempre acabamos en el límite y lo mismo luego daba porque terminábamos como dos tontos diciéndonos todo lo que nos queríamos.

Ya me cogió de la mano y comenzamos a desandar el camino recorrido, sólo que bastante más rápido de como había sido el paseo antes. Pasamos por los locales en los que habíamos estado y miré a Ben sonriendo un segundo. Si es que de verdad lo quería con todo mi corazón, era una imbécil por dejar que las cosas se pusieran mal entre nosotros.

Fuimos caminando un poco más rápido sin decir nada, tampoco sabría que decirla la verdad y aunque odiaba los silencios esta vez no lo rompí. Llegamos a casa tras un rato y por no esperar a que ella buscara sus llaves, saqué las mías y abrí enseguida.

Llegamos a casa un poco en silencio, yo iba metida en mis pensamientos y en realidad iba más que nada tratando de entender cuál era el condenado código que manejábamos... pero era incomprensible. Ni nosotros nos entendíamos. En menos de una hora habíamos pasado por todo... comenzamos bien, luego las cosas se habían puesto mal... después nos arreglamos hasta que todo se volvió a poner pésimo y al final otra vez me sentía bien con él y segura de que no podría querer a nadie del modo en que lo quería... Éramos raros.
Llegamos a casa y Ben ni esperó que buscara mis llaves lo que a esta altura era un alivio porque no quería demorarme ni un segundo más.

Abrí del todo la puerta y entramos dentro. Dejé las llaves por allí y nos quitamos las chaquetas dejándolas por ahí en la entrada. Suspiré un instante y la cogí de la mano tirando un poco de ella sin cortarme- Vamos a la cama...-murmuré con una pequeña sonrisa picara mientras tiraba de ella e ibamos subiendo las escaleras.

Nos quitamos los abrigos y ya lo seguí cuando me cogió de la mano diciendo eso. Subimos la escalera y lo miré de reojo sin poder evitar sonreir. -Te das cuenta lo locos que estamos?.- le pregunté con una sonrisa más que nada por todo lo que había pensado antes.

Sonreí mirandola un poco cuando dijo eso- Un poco... Pero todo es tu culpa...-murmuré con una pequeña sonrisa como si todo fuera su culpa. En fin que estaba claro que eramos un poco locos, pero es que siempre andábamos así, así había sido la relación desde el principio...

-Nah... No me eches a mí la culpa que tampoco es como si yo hubiera tenido antes relaciones tan locas como esta.- dije sonriendo. Aunque era cierto que tampoco habia tenido relaciones muuuy normales. Pero en fin...

- Sinceramente... Prefiero no hablar ahora de tus relaciones pasadas...-dije porque en parte me recordaba a eso del beso con "alguien de su pasado". Llegamos a la habitación y me giré a mirarla- Hagamos el amor... Hagamos el amor hasta cansarnos...-murmuré queriendo olvidar toda esa tarde y sentirla de nuevo cerca. Sonreí tomándola de la cintura y no me entretuve demasiado, soltando enseguida los botones de su minifalda y comenzando después a deslizarla por sus piernas.

Dijo lo primero e hice el gesto de cerrarme la boca como una cremallera con una pequeña sonrisa mostrándole que ya no tocaríamos el tema. Entramos ya en la habitación y enseguida se volvió hacia mí diciendo eso, me estremecía cuando soltaba las cosas de ese modo así que no fué la excepción.
Bastó que comenzara a quitarme la minifalda para que yo pusiera mis manos en su cintura encargándome de desabotonar su pantalón sin molestarme en quitarle primero la camisa.

Sonreí con algo de picardía cuando se empezó a encargar de mi pantalón y no me corté demasiado, en cuanto acabé con su minifalda empecé a quitarla la camiseta. De verdad que no podía con ella, es que ya la estaba deseando con locura. La quité también la camiseta y me pegué enseguida a sus labios besandola de una vez- Te odio mucho...-murmuré suspirando mordiendo y jalando sus labios hacia mi en un beso intenso.

-Qué romántico.- susurré contra sus labios con algo de ironía en broma metiéndome con él cuando me dijo que me odiaba. Claro que era algo que solíamos decirnos y que tenía un sentido bastante especial para nosotros. -Yo en cambio, soy tan buena que te amo con todo el corazón.- murmuré buscando molestarlo un poco pero me salió tan sinceramente que no creía haberlo molestado en realidad.