+18 Sin saber como seguir (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Hacía varios días que no sabía nada de Alma. Había querido dejarla su espacio para que arreglara sus cosas, pensara... Y esas cosas pero estaba llegando a un punto en el que cada hora que pasaba sin saber nada más de ella era un sufrimiento y eso desde luego no podía ser sano.

Terminé una de las tantas partidas de billar que me había echado ese día en el Baby-Black por distraerme un poco y dejé a un lado el palo antes de acabarme la cerveza de un trago y decidir coger el móvil. Me senté en uno de los taburetes de la barra y me llevé el móvil a la oreja tras marcar el número de Alma. Sonaron un par de tonos antes de que atendiera- "Hey... Soy Ben"- murmuré como si no hubiese visto en la pantalla del teléfono que era yo. La había llamado sin tener muy en claro que decirla así que dudé un poco- "Yo... No sé si todavía querías que te llamara"- reconocí con una pequeña sonrisa aunque ni me veía- "Pero hace días que no sabía de ti y quería saber si estabas bien"- comenté un poco por todo lo que había pasado, sus líos en NY con los vampiros, eso de no tener memoria, etc...

-No necesitas una excusa para volver a verme, es tan simple como ir a la puerta de mi casa y llamar a la puerta- la piqué con una pequeña sonrisa mientras íbamos caminando. Dijo el resto y negué con la cabeza sonriendo, no me consideraba eso y mucho menos me iba a creer a estas alturas sus cosas… Que solo hacía falta ver la situación en la que estábamos para comprobar que realmente no le gustaba tanto, que ni había conseguido que se enamorara de mi.- Vale, si tu lo dices…-dije solamente por decir algo según caminamos por la orilla sin tener realmente rumbo fijo.

-Ya, ya...- dije sin hacerle el menor caso a lo primero, claro que podría ir a su puerta simplemente, pero es que... no acababa de entender lo que había entre nosotros y andar cerca suyo me confundía cada vez más... aunque tampoco me daban ganas de alejarme ni un poco.
Ya dijo lo demás sin creerme demasiado y me detuve cogiéndolo de la mano y atrayéndolo para que girara y se volviera hacia mí. -¿Porqué dices eso?¿Desde cuándo te tienes tan poca fé? Nada de falsa modestia por favor, que no te queda bien... Los dos sabemos que no es lo que piensas.- dije con una sonrisa mirándolo a los ojos y escudriñándolo un poco con la mirada. Siempre solía ser creído así que esos arranques de humildad me desorientaban un poco.

Se detuvo para mi sorpresa y tiró de mi mano así que me di la vuelta a mirarla- ¿Por qué? ¿Por qué sabes que no es lo que pienso? Ni si quiera me conoces...-dije negando con la cabeza y mirando hacía otro lado, es que de verdad que no me conocía nada de nada ahora mismo... - No sabes nada de mi, a lo mejor sabes que me gusta que me hagan en la cama, pero poco más, no te confundas-dije sin alterarme y sin saber realmente porque me había picado tanto que me soltara eso pero es que de verdad que sentía que no me conocía nada y que no tenía derecho a decirme si era de tal o cual forma.

Si había una cosa que no había imaginado era precisamente esa reacción. Es que había dicho eso porque me había dejado la respuesta picando con ese tono descreído que había usado, algo raro porque solía ser creído y seguro de sí... pero no esperaba que le cayera tan mal mi respuesta cuando había sido una tontería. -Vete a la mierda.- le respondí sin cortarme y pasándome un poco sin poder evitarlo mientras le iba soltando su mano.
No sabía porqué de pronto me hablaba de ese modo cuando nunca nos habíamos tratado en ese tono.
Iba a largarme, vaya que quería hacerlo... pero es que no podía sin acabar de hablarle. -Mira, si te he dicho eso ha sido porque me has dado esa impresión y ya... pero vale, déjalo, que no sé porqué me creo lo que dices. Es cada vez más obvio que te da lo mismo que te conozca o que no te conozca.- dije cabreada por su reacción. -Joder Ben!.- le reprendí otra vez acercándome hacia él sin decidirme a marcharme. -Es como si estuvieras juzgándome todo el tiempo, como si me hicieras una prueba atrás de la anterior... no puedo decir nada de tí que ahí estás tú para demostrarme que no te conozco nada. ¿Eso quieres? Probar que no te conozco nada? Qué buscas? Que me conforme con saber lo que te gusta que te hagan en la cama?.- dije repitiendo sus palabras. Ni siquiera entendía porqué me había jodido tanto lo que había dicho, pero no dejaba de sentirme rechazada... una y otra vez. -Pues vale! Lo que tú digas, joder. Que te den...- dije sin poder quitarme el cabreo. -Que no sé ni para qué me hago mala sangre, joder Ben! A veces... Te odio.- le dije mirándolo a los ojos otra vez un poco indignada y otro poco alterada, pero sobre todo sintiéndome tan inmensamente atraída por él que daba miedo.

Apenas terminé de hablar Alma se alteró enseguida, mucho más de lo que me hubiese esperado y la escuché sin decir nada, porque no podía responderla realmente nada. Joder, claro que no quería que me conociese solo en la cama, y claro que la estaba juzgando todo el rato! Es que no podía evitarlo pero ella no entendía, nada de nada- ¿Has acabado?- pregunté enarcando una ceja cuando terminó de desahogarse diciendo todo eso de que me odiaba y que me dieran, etc… Lo que me faltaba… No pensaba aguantar sus cosas cuando ni podía hablar decentemente con ella. Me di la vuelta para largarme pero al final no pude hacerlo y me volví a girar hacía ella.
-Es que… tu no sabes lo que es odiar a alguien… Yo si que te odio, mucho más de lo que jamás podrás entender… Porque no entiendes nada, nada de nada… Claro que te pongo a prueba y claro que te juzgo! Joder, ¿de verdad crees que solo quiero que me conozcas en la cama? Eso es lo que quieres tu, que da igual el tiempo que pase siempre seguirás siendo una puñetera niña caprichosa que solo piensa en ella-dije totalmente encabronado pensando en eso que me había dicho antes de tomarnos un recreo y olvidar el pasado y demás. Claro que para ella siempre había sido eso lo más fácil, y ni sabía que me preocupaba que solo le había interesado siempre solo por el sexo. Joder… Sabía que me saldría con mil excusas con que antes me había soltado que me quería conocer y no sé que cosas más pero lo mismo me daba, estaba tan ofuscado que no me haría cambiar de opinión- Es que...Te odio! Joder... Hubiese sido mas feliz sin recuperar la memoria y con Martha, solo me estas jodiendo la vida como siempre!-dije sin poder evitar cabrearme mas con cada cosa que pensaba.

Desde luego no esperaba que Ben reaccionara bien pero empezó a soltarme todo eso y no hacía más que hacer que me enfadara. -Una niña caprichosa... Joder, eso soy para tí... Crees que todo esto es por mí??.- dije encabronada porque me ponía como una egoísta cuando había sido él el que todo el tiempo pensaba en él y no dejaba de juzgarme. -Nunca te he pedido nada y cada vez que me acerco un poco o me evitas o me pones en mi sitio y me dices que apenas te conozco ¿Acaso te importa lo que piense de tí? No, no te importa nada... Y luego vas y dices que yo soy la egoísta cuando no paras de juzgarme, joder! Es que no tienes cara.- dije enojada con él. Soltó que me odiaba y lo miré alterada es que no podía permitirme eso y a la vez... -Tú tampoco me conoces... dices que me conoces, pero conoces a otra y me buscas pero no soy yo, joder... Esa tía que buscas está en otra parte y no dejas de medirme con ella ¿Sábes lo horrible que es eso?.- dije mirándolo. Suspiré y de pronto me sentí caer, no quería perderlo, todo menos eso. -Joder, yo... Ben, esto no es normal... yo no quiero perderte, no puedo perderte.- murmuré sin entender ya nada de lo que me ocurría.

Me llamó egoista y todo lo demás y no podía reprocharla nada, claro que lo era, nunca me había dado la cara realmente. Soltó todo lo demás de que no era la persona a la que conocía y me dieron ganas de abofetearla, de abofetearla y de sacudirla por los hombros hasta que retirara eso, hasta que apareciera realmente esa Alma que conocía y que decía no ser... No me podía decir eso, joder! Era el condenado amor de mi vida, no me podía decir que esa Alma no existia ya, no era justo, no era nada justo. Si la medía con "ella" era porque no tenía otra opción, era porque no quería afrontar que pudiese tener razón, porque me dolía demasiado pensar que había desaparecido para siempre- Eres... Eres una idiota- dije totalmente dolido y sintiéndome totalmente vacío por un instante. Era odiosa, no la aguantaba, era... De verdad que era idiota, ¿cómo me podía haber vuelto a enamorar de alguien así?Dijo por último que no me quería perder pero casi ni lo procese... Es que me sentía tan mal que me daban ganas hasta de llorar, suerte que yo nunca había sido de lágrima fácil... -Me da igual, me da igual lo que tu quieras...Creo que no he odiado jamás a nadie como te odio a ti-dije sin alzar la voz y siendo bastante frío, pero es que era verdad, ahora mismo me daba todo igual, solo quería hacerla sentir minimamente tan mal como yo me sentía ahora mismo.- Y te lo digo a ti, a la Alma que conozco, no a la del pasado- dije totalmente seco mientras me daba la vuelta y comenzaba a caminar ya sin pensarlo. Que la dieran, que la dieran por siempre.

Dijo que era una idiota con un tono que no podía comprender, ese tío estaba logrando partirme el corazón y la cabeza en mil pedazos y no sabía ni a quien pedirle ayuda ya. Insinuó que se iría y no podía permitirme eso, no podía dejar que se fuera por nada del mundo... me sentía al borde del abismo y aún así cuando soltó lo demás había sido una estaca en el corazón porque no podía reaccionar, como si cada uno de mis músculos jugaran en mi contra y ninguno me respondiera. -Por favor...- atiné a decir. -No te vayas... Ben, no me dejes.- murmuré cuando comenzó a andar. Se alejó unos metros antes de que reaccionara por fin y lo siguiera cogiéndolo de la mano. -No podré recordar nunca si te alejas y yo... No sé quien demonios era esa Alma, pero lo peor no es eso, lo peor es que no sé quien eres tú y cada vez tengo más claro que no puedes ser sólo el novio de una tía de la universidad... Necesito saber quién eres Ben, porque... joder, tienes un efecto sobre mi que no me explico, cada paso que das y te alejas es como si se me quemara el cuerpo.- dije intentando poner en palabras lo que me pasaba.

Me pidió que no me fuera, que no la dejara y no pude dar ni un paso más. Si es que era un estúpido, un estúpido de verdad porque a pesar de todo no era tan fácil dejar de quererla y no me merecía nada de eso... No me dio tiempo a seguir con mi camino que antes de darme cuenta ya me estaba cogiendo de la mano mientras decía todo eso. Me giré a mirarla y es que de verdad que me daría algo, no podía pasar de un extremo a otro tan fácil. Escuché todo eso de que no sabía ni quien era y es que tenía tanta bronca contenida que no podía ni pensar-Soy el tío del que estabas enamorada, soy el tío al que le estas partiendo el jodido corazón, soy el tío que no se merece nada de esto!- bufé casi molesto alzando totalmente la voz. Es que la odiaba, mucho... Pero al mismo tiempo... Tiré de su mano y la acerqué más a mi hasta apoyar mi frente contra la suya- No puedo más... No puedes hacerme esto... Yo.... No sabes lo que necesito que esa Alma vuelva- susurré casi a regañadientes mientras cerraba los ojos. Necesitaba que fuera todo bien joder, no podía más...

Se detuvo apenas se lo pedí y cuando lo atraje hasta mi soltó eso, que era el tío del que estaba enamorada... joder, no podía ser y sin embargo... fue diciendo lo demás mientras apoyaba su frente en la mía. Pidiéndome, casi rogándome que volviera en mí, podía sentirlo tan mal que me dolía.
Pensé en lo que decía, pensé en Martha hechizándonos, en Ben... en la puerta de esa casa, el viaje en coche, pensé en cada una de las formas en las que nos habíamos buscado, en la biblioteca, en mi casa, en un bar, en donde fuera... pensé en lo cercana que me sentía, lo cómoda que estaba con él y lo mucho que me dolía cada vez que amenazaba con irse. Y entonces lo miré, me separé de su frente y lo miré a los ojos, pero antes de poder decir nada ya lo estaba besando... me hundí en sus labios con avidéz y me dejé llevar por el aroma de su boca, por la humedad de su lengua... me fundí con él en ese beso y cuando nos separamos de pronto todo se hizo claro. Estaba enamorada de él, todavía estaba enamorada de él... aunque muriera de miedo y de bronca, aunque todo eso me doliera como mil cuchilladas, lo que más sentía era amor, lo amaba completamente. Seguí besándolo sin hablar, buscándolo con mi lengua y con mi alma, rogándole en ese beso que me entendiese, que no me dejara, que no me lastimara. De pronto fue como si un condenado muro se cayera y pudiera porfin ver. -¿Ben?.- pregunté separándome de pronto. -Joder Ben?!!.- casi grité mientras los ojos se me llenaban de lágrimas y lo cogía del rostro mirándolo con los ojos bien abiertos.

Se apartó de mi frente y con un suspiro abrí los ojos apenas un instante antes de que me besara. Maldita sea... No podía amarla ni odiarla tanto, no podía ser sano. Me dejé llevar por completo en ese beso ya sin fuerzas para nada, que hiciese lo que la diese la gana conmigo, ya no daba más. Si quería discutir discutiriamos, si quería follar pues lo haríamos... Es que ya no me daba la cabeza para nada más y mi corazón mucho menos... Suspiré contra sus labios según sentía como me buscaba con sus labios y me estaba empezando a llevar de verdad por un momento sin pensar tanto cuando se apartó de mis labios y me gritó como una loca. Joder, ¿ahora qué? ¿Me iba a mandar a la mierda y se iba a largar llamandome loco?- ¿Qué? Joder Alma... ¿Ahora qué?- dije con una mezcla de bronca y de resignación apartandome de ella.

Reaccionó como un loco y yo me eché a llorar como una desquiaciada, es que no podía siquiera hablar decentemente, estaba totalmente mezclada. -Me acuerdo joder.- dije sacudiéndolo un poco y tratando de que reaccionara ahora él. -Me acuerdo de todo, joder Ben ¿Cómo no has podido decirme nada? Joder, te odio tanto, eres... ¿Acaso ibas a largarte?¿Estás loco?¿Ibas a dejarme? Joder, te amo tanto...- murmuré sin poder analizar ni lo que decía pero volviendo a sus labios otra vez como una desquiciada, hundiéndome en su boca sin darle tiempo a que me dijera todavía nada, buscando solamente disfrutar de ese beso por fin despues de tantos meses de andar a la deriva.

Se echó a llorar y yo por un momento no supe quien estaba mas loco de los dos... Cada situación que vivía con ella era mas disparatada que la anterior... Aunque el pensamiento me duró poco porque contra todo pronostico me soltó esas palabras que tanto había deseado escuchar. La miré casi congelado sin saber si había escuchado bien e intentando pensar con claridad cuando me sacudió después y me fue soltando todo eso con bronca. ¿Era en serio? No pude contestarla, solo pude seguir su beso cuando me besó de una condenada vez. Estaba tan desquiciada en ese beso que no pude menos que creerla. No podía ser verdad... Lo había estado deseando tanto! Seguí su beso y antes de darme cuenta yo también estaba llorando, las lágrimas se escapaban de mis ojos sin poder evitarlo mientras la estrechaba contra mi con fuerza. Habían sido días tan malos... Y la tensión acumulada había sido tanta...-Joder... Joder-dije sin ser capaz de decir nada coherente entre beso y beso- Dilo otra vez... Di que me amas- dije necesitandolo de verdad.

Le costó caer en la cuenta de que era cierto lo que decía y cuando ya me dí cuenta que me creía sonreí riendo a la vez que lloraba, si es que estaba loca por él. Y verlo de pronto llorar era lo más extraño, lo más desolador y lo más precioso a la vez que había visto en la vida. -Claro que te amo... te amo, te amo, te amo... Joder Ben ¿Ibas a largarte?? Debería golpearte.- dije entre risas mientras me caían aún las lágrimas y lo cogía de la camisa atrayéndolo hacia mí como si le desafiara. -Cómo has podido? Joder Ben, yo... te amo.- volví a decir sonriendo.

Alma no paraba de sonreír y de llorar al mismo tiempo y era una imagen tan preciosa que no la podría olvidar jamás- Yo debería golpearte a ti... Joder, ¿como has podido tardar tanto?-susurré sonriendo ya mucho mas tranquilo por sus "te amo". Me limpié las lágrimas casi con rabia y suspiré cuando me cogió de la camisa tirando de mi mas hacía ella.- No sé si me hubiese podido largar... Pero te odiaba tanto- dije sinceramente suspirando mientras me hundía en sus labios otra vez sin poder evitarlo.

-Yo que sé!.- dije respondiendo todavía en medio de ese estado extrañísimo cuando me reprochó a ver tardado tanto en "volver". -Será tu culpa joder... yo habría sido más convincente, joder Ben, casi me enloqueces, que parecía que de verdad querías librarte de mí... Sábes? Deprimido eres de lo peor.- dije dándole un golpecito en el hombro antes de que me besara, dejándome llevar otra vez en ese beso. -Joder...- susurré contra sus labios. -Es que no puedo creerlo... Te adoro.- murmuré una vez más.

- Ya... Seguro, a base de polvos me hubieses convencido- dije suspirando cuando dijo que ella habría sido mas convincente, lo que me faltaba por oir! No la llevé la contraría a eso de que era lo peor cuando estaba deprimido pero me centré en lo importante, que me adoraba- Y yo a ti... Yo... Te quiero, te quiero tanto... Joder, claro que no me quería librar de ti-suspiré sacandome las ganas de poder decirselo de una vez.

-Puede que sí, quien sabe...- dije riendo por eso de los polvos y volviendo a besarlo luego de escucharlo decirme lo demás. -Ya sé que no querías... Y sé que, es que ha de haber sido dificil... Lo siento.- dije ya un poco más en serio mientras me secaba con mis manos las lágrimas y reía de todos modos sin poderme detener del todo ni borrarme la sonrisa más. -A esa cabrona de Martha hay que asesinarla... Si hasta se ha quedado con mi ropa! Desgraciada.- dije frunciendo el ceño antes de volverlo a mirar y sonreir otra vez.

Sonreí- No puedes decirme que lo sientes mientras te ries, no es serio- me quejé mientras la ayudaba un poco y limpiaba sus lágrimas con mis dedos- Llegas a tardar mas en recuperar la memoria y te mato- dije también con una pequeña sonrisa mientras limpiaba sus lágrimas. Comentó lo de Martha y asentí- Todavía me cuesta creer todo lo que nos ha hecho y también... Me cuesta creer todo lo que hemos hecho- dije negando con la cabeza sonriendo y pensando en el sexo que habíamos tenido en los sitios mas raros y con la gente mas rara del mundo

Eché a reir más todavía cuando dijo que no era serio que le pidiera disculpas mientras reía. -Es que ya no sé si podré dejar de reir... joder, han sido días tan... tensos.- murmuré todavía con una sonrisa. -Pero de verdad siento que pasáramos por todo este delirio es... tan absurdo.- dije mirándolo a los ojos antes de que dijera lo de Martha. -Que le den, es de lo peor... maldita zorra.- dije pensando en lo lejos que había llegado. -Y nosotros pues, ya ves, somos inevitables... es que nunca me lo crees, pero es cierto... Me habría enamorado de tí una y mil veces, y habríamos tenido miles de polvos estupendos aunque me borraran hasta mi nombre... Joder Ben, te amo.- dije una vez más, no me cansaba de decirlo. -Te amo, te amo, te amo...- murmuré aceercándome otra vez a sus labios para besarlo. Era cierto que habíamos hecho de todo... si es que hasta habíamos intercambiado parejas sin que importara nada, joder, pensarlo ahora me hacía ruborizar. -Y Erik, joder... tremendo cabrón.- dije pensando de pronto en eso.

- Lo sé- dije suspirando, claro que era absurdo, mas lo sentía yo que era quien había metido a Martha en nuestras vidas por no poder parar de ligar con ella... Dijo lo demás y la miré sonriendo- No, no somos inevitables, tu lo eres para mi, ¿pero tu? Casi tuve que golpearte y que obligarte a que me recordaras- me quejé sin creerla nada de nada con una sonrisa. Es que la había costado tanto... Que en fin, era tremendamente complicado realmente creerse que se hubiese enamorado de mi de cualquier manera. Me volvió a besar entre miles de teamos y sonreí feliz, feliz como había meses que no estaba- Joder... Dimelo hoy mil veces, ¿vale?- casi que la pedí de broma entre besos. Mordí y besé sus labios sin cortarme antes de escuchar lo de Erik- Todos han sido unos cabrones...-dije suspirando, claro que Erik lo había sido pero Martha también y Laine, y en general medio pueblo que no nos habían dicho nada!!!

Dijo eso de que casi había tenido que golpearme y volví a darle un golpecito en el hombro de broma. -No lo dices en serio. Joder Ben, apenas te ví quise tenerte en mi cama y no dejarte salir nunca más... Y me refiero a la puerta de la casa de Martha, y luego cada vez que te ví, no he dejado de pensar en tí ni un condenado segundo... Si antes no te reconocí fue porque... no sé, supongo que me costaba reconocer que había acabado enamorándome del tío cabrón que engañaba conmigo a su novia.- murmuré mirándolo con una pequeña sonrisa. Dijo esod e los te amo y sonreí. -Te amo, te amo, te amo.- dije riendo como cumpliendo eso. -Y verdad que sí, todos han sido muy cabrones... Joder, yo... quiero saber quienes son las tías que te has tirado, cada una de ellas Ben... joder, ahora pienso en eso y me dan ganas de patirles el cuello a todas, una por una.- dije pensando en todo el sexo que había tenido sin mí, en los besos que le había robado...

Fue explicando que no me había dejado salir de su cama desde el principio y sonreí negando con la cabeza- Me costará creerlo un poco, pero entiendeme, ¿vale?- dije casi sonriendo, no es que no la creyera pero habían sido días muy duros pensando en que no me quería o que se podía enamorar de otro o vete a saber, incluso Martha me había hecho dudar! Necesitaba tenerla conmigo y ver realmente que me amaba, solo necesitaba eso. - Asi me gusta- dije después riendo por sus continuos te amo. Me pidió saber las tías que me había tirado y dudé, sobre todo porque sabía que la gustarían-Entonces tal vez no sea lo mejor decirtelo- murmuré de broma yendome por la tangente por eso de querer partirlas el cuello. - Y jamás pensé que podría escucharte realmente celosa, me gusta- dije sonriendo de broma mientras la daba un pequeño beso, aunque en el fondo me gustaba saber que no me podía pensar tan tranquilamente con otras. Suspiré y la abrecé algo más- Seguramente no hayan sido ni la mitad de los que te has tirado tu...-dije por eso de su relación abierto- Yo... No sabes lo que me ha costado todo esto- suspiré hundiendo mi cabeza por un instante en su cuello. Había dejado que se marcahra con Erik incluso cuando había recuperado la memoria, saber que se lo estaría tirando mientras yo estaba en mi casa... Había sido lo mas duro del mundo, no sabía como había aguantado sin ir hasta su casa y partirle el cuello- Es solo pensar que... Joder... Es solo pensarte con otro y me da algo- dije aunque seguramente fuese obvio.

-Te costará creerlo porque eres un cabrón, joder Ben ¿Qué necesitas?.- dije riendo por lo que decía. -Si he roto el condenado hechizo ha sido porque estoy estúpidamente enamorada de tí... que me cueste más reconocerlo no quita que sea cierto... Y además ¿Qué duda te cabe? Te he buscado como una amante de lo más esmerada los últimos meses, no te puedes quejar!.- dije riendo de nuestra suerte, pero es que de verdad habíamos hecho cosas un poco insólitas. -Masturbarme en el baño mientras Martha hacía el peor Bloody Mary de la historia es sólo un ejemplo de las cosas que hice por tí... Es que, joder... Habría hecho lo que me pidieras.- suspiré mirándolo con una sonrisa, pero era en parte cierto, con nadie había estado tan entregada como con él y eso desde el primer momento me había llamado la atención, pero en aquel momento pensaba que era una simple atracción y un calentón de cuidado, nada más.
Dijo eso de los celos y sonreí negando con la cabeza antes de que me abrazara diciendo lo demás. -Sí, un poco celosa estoy... joder, esto es un matrimonio y hemos tenido sexo como dos solteros durante meses, es raro...- dije mirandolo con una sonrisa y cara de drama de broma. -Y nah, eso de que me he tirado al doble de tíos que tú es cosa tuya, que siempre piensas lo peor de mí... no soy taaaan zorra, tengo mis límites.- dije poniendo mi mejor cara de niña buena.

Sonreí negando con la cabeza cuando mencionó lo de masturbarse en el baño, eso si que había sido muy bizarro... Bueno en realidad casi todo lo que habíamos hecho en estos meses- Joder, ya lo sé... Hemos hecho muchas locuras, supongo que será verdad entonces eso de que somos inevitables...-dije casi a regañadientes con una sonrisa por tener que darla la razón. Pero es que era cierto, después de todo nos habíamos buscado todo el rato y como quien dice había sido "mi amante", tan igual no nos habíamos dado. Mencionó lo demás y entorné los ojos- No digo que seas una zorra, solamente que has tenido una relación abierta y yo no, eso da lugar a muchos mas polvos- dije aclarandolo a pesar de que me parecía innecesario. La miré y suspiré, es que... De verdad que si lo pensaba me jodia el haber estado como solteros cuando estabamos casados!- A ver... ¿Con cuantos has estado?- pregunté un poco como ella había hecho antes. Yo no quería saber los nombres pero necesitaba algo.