+18 Relajándonos en Río de Janeiro (Ben, Arlette, Gus)

Recuerdo del primer mensaje :

Arlette dijo eso y asentí, era cierto que a pesar de las miles de complicaciones, las ideas y venidas, y todo los rollos en los que nos veíamos inmersos... no nos estaba yendo tan mal. Seguíamos queriéndonos y eso ya era mucho decir.
El viaje se pasó entre una charla y otra, por primera vez lograba conversar con Arlette como si de verdad fuese una amiga, sin las presiones de la locura de las muertes de Gus y Ben, sin andarnos con indirectas ni nada así... demasiado habíamos pasado como para seguir buscando problemas, quizá era tiempo de aceptar que no estaba tan sola en el mundo... pero tampoco quería dejarme llevar demasiado por esa sensación.

Finalmente Gus y Ben se despertaron con las maniobras del aterrizaje en Río. Bajamos del avión y escuchar el brasilero ya era una sensación bonita. Una sola vez había estado en Río, había sido un viaje muy rápido con Zack y apenas había podido disfrutar de todo eso que decían de la gente de allí... y de las playas! Esperamos las maletas y me acerqué a Ben. -Morir cansa, no? Es que se han echado todo el viaje durmiendo...- murmuré de broma mirándolo y un poco también a Gus.

Arlette sonrió por eso de que la tenía "engañada" y solo se encogió de hombros con cara de inocente. Yo igualmente no quité mi vista de Alma, menos cuando la vi lamerse los labios de esa manera antes de pasar a besar su cuello. Suspiré bebiendo otra vez de mi copa por lo acelerado que me sentía con todo eso y fui viendo como Arlette nos miraba a Gus y a mi un segundo con picardia antes de cerrar los ojos y dejarse llevar por Alma- Vas perfecto- susurró complacida mientras Alma seguía por su escote. Era una imagen tan sexy que daban ganas incluso de meterse en medio. Alma se apartó a un toqué de Arlette en su hombro y la miró sonriendo antes de que volviese hacía mi lado. Intenté no mirarla, pero la cogí igual de la mano, había estado fantastica.
Giramos las cartas y otra vez le tocó a Alma...- Yo creo que las chicas tienen las cartas marcadas- se quejó Gus sonriendo mientras bebía también de su copa algo acelerado.

Sonreí complacida cuando Arlette respondió eso y continué apenas algo más antes de volver a sentarme junto a Ben y sentir como me cogía de la mano nervioso, casi que sin mirarme. Sacamos cartas otra vez y fue mi turno. -Haberlo chequeado...- le respondí sonriendo a Gus cuando dijo eso de las cartas marcadas. Al final veníamos haciendo un poco el juego a nuestro modo así que un poco era sospechoso, para qué negarlo. -Bueno... a ver, me interesan muchas cosas de vosotros dos... pero ahora mismo lo que más quisiera es que Arlette me devolviera los besos que le dí...- susurré primero señalando a Gus y a Ben sin cortarme con una sonrisa y luego mirando a Arlette porque de verdad que me había quedado demasiado encendida con eso y no podía quitarme esa sensación de encima. Me quité enseguida la camisa que tenía sobre mi camiseta para estar más cómoda y sonreí esperando que se acercara.

Me mordí un labio cuando dijo eso de que "le interesaban muchas cosas de nosotros dos" pero tampoco me iba a quejar porque ese jueguecito que se traían ahora mismo me tenía un poco loco, así que verlas continuar no era taaan malo- Y luego decías de mi, tu si que me tenías engañada- dijo Arlette poniendo cara de sospecha de broma pero poniéndose en pie tras beber de su copa. Esta vez fue ella la que se sentó al otro lado de Alma y yo me giré un poco para poder verlas mejor. Alma se quitó la camisa y Arlette la miró a los ojos con una sonrisa antes de apartar un poco su pelo para poder comenzar a besar su cuello. Lamió despacito por allí mientras la daba pequeños besos y en plan juguetón la arañó un poco también con sus colmillos- ¿Te gusta? ¿Voy bien?- la preguntó un poco como ella con picardia antes de seguir bajando por su escote. Fue lamiendo por allí y sus manos viajaron un poco por los costados de sus brazos y de sus pechos, sin dejar ese "juego" en ningún momento. Me estaban volviendo literamente loco.

Sonreí cuando Arlette insinuó que era yo la que la había estado engañando, pero sólo me encogí de hombros con cara de niña buena y sin responder porque no es que realmente tuviera nada para decir. Ni me había imaginado acabar así pero ahora mismo no podía quejarme, lo estaba disfrutando de verdad. Comenzó ya a besarme y cerré un segundo los ojos dejándome hacer, podía sentir a Ben a mi lado, totalmente excitado y eso me ponía más todavía... no podía negarlo. Me preguntó si me gustaba y sonreí de lado a lado. -Mucho.- susurré sin cortarme mientras continuaba ya comenzando a lamer un poco por mi escote, acariciándome de paso. Sin casi darme cuenta llevé una de mis manos a su propio cuello para "ayudarla" a que continuara por allí al tiempo que estiraba más mi cuello, dejándome hacer por completo y sin intenciones de detenerla. Gus y Ben no respiraban, estaban hipnotizados y eso lo hacía más excitante todavía.

Yo estaba para que me diera algo, sobre todo al escuchar a Alma decir eso mientras la tomaba del cuello para que Arlette siguiera, dejando en evidencia que no lo decía por decir, realmente la estaba gustando. Intercambié una mirada con Gus notando como todo eso le estaba excitando igual que a mi. Ninguno fue capaz de decir nada mientras Arlette seguía con sus besos. A ella siempre le había encantado ser el centro de atención, así que saber que Alma estaba ahora mismo excitada por su culpa y que para colmo Gus y yo no podíamos dejar de mirarlas la estaba volviendo loca, la excitaba mucho también. Aprovechando que Alma la había instado a seguir no se pudo contener y la tomó también del cuello, volviendo a sus labios y besándola como si tuviera todo el derecho a hacerlo- Quiero seguir... Déjame besarte los pechos- susurró mordiendo su labio inferior con picardia antes de volver a besarla por el cuello mientras sus manos se colaban un poco bajo su camiseta.

Yo ya tenía la mente en cualquier parte, definitivamente Arlette estaba quitándose las ganas y yo ya no podía ni disimular lo encendida que estaba... un poco por ella y otro poco por la situación. Antes de que me diera cuenta fue a mis labios besándome sin cortarse para nada, recorrí su boca con mi lengua devolviéndole el beso mientras la mantenía cogida por la nuca y sentía como también ella me tomaba del cuello. Me pidió eso y abrí bien los ojos mirándola entre intrigada y sorprendida. -Cómo es eso? Tú has puesto las reglas del juego y ahora te las quieres saltar?.- le pregunté con picardía sin acabar de responderle y casi que coqueteando con ella sin poder evitarlo. Sentí sus manos por debajo de mi camiseta pero no la detuve. Suspiré y enseguida volví a besarla, hundiéndome en sus labios sin intenciones de contenerme, es que ahora mismo no podía echarme para atrás... estaba demasiado al borde.

Arlette rió contra sus labios- Podemos sacar una carta, pero ahora mismo creo que cualquiera de los cuatro pediría que te besara los pechos- susurró muy segura de si misma. Y no sabía si iba en plan creída pero yo ahora mismo lo pediría sin lugar a dudas... Así que tal vez no fuera tan desencaminada. 
Alma la volvió a besar de todas formas así que Arlette no lo vio realmente como una negativa. Siguió con el beso descargándose en sus labios y sus manos acariciaron un poco su cintura por debajo de la camiseta- Les encantara, te lo aseguro- murmuró sonriendo metiéndonos a mi y a Gus en el tema antes de morder su labio inferior en plan coqueto y separarse. La quitó enseguida la camiseta sacándola por su cabeza y se inclinó volviendo a su cuello, bajando levemente por su cuello hasta llegar a lo que quería... Comenzando a besar lentamente sus pechos por encima de la tela del sujetador.

Sonreí cuando dijo eso tan segura de sí misma, estaba claro que algo de razón traía... y yo, en fin, es que ya no podía echarme atrás. Lo estaba disfrutando demasiado y cada poco recordar que esa tía era precisamente Arlette y que mirando estaban Ben y Gus! En fin, no sabía cómo habíamos llegado hasta ahí, pero no podía quejarme por nada del mundo. -Sospecho que sí.- le respondí a eso de que les encantaría y enseguida pasó de besar mis labios a quitarme directamente la camiseta dejándome en sujetador antes de comenzar a bajar por allí, repartiendo besos y acariciándome a cada paso. Miré un segundo y tanto Ben como Gus estaban congelados. Sonreí mordiéndome un labio y ya cerré otra vez los ojos y recosté mi cabeza en el respaldo del sofá, un poco abandonándome del todo. -Y a tí?.- le pregunté cuando la sentí esmerarse en eso de besarme los pechos. -A tí te gusta?.- le pregunté con picardía un poco porque siempre me había encendido eso de hablar y otro poco porque me resultaba la mejor forma de no pensar y acabar cortándome justo ahora.

Noté como Alma se abandonaba sobre ese sofá y como Arlette iba besando sus pechos por encima de la tela, cogiéndolos con sus manos y acariciando sus pezones con sus pulgares. -Me gusta mucho- susurró- Es muy sexy todo- dijo con picardia mientras ya le quitaba el sujetador. La miró a los ojos con picardia antes de comenzar a lamer sus pechos sin cortarse a pocos centímetros de mi, pasando su lengua por sus pezones, chupándolos y mordiendo cada tanto- Joder- susurré acercándome más a ella. Era imposible seguir ya allí a tan poca distancia sin hacer nada- Bésame- le dije a Alma tomándola de la nuca, aunque ni tiempo la di que antes de que se diera cuenta ya la estaba besando.

Arlette me respondió y sonreí todavía con los ojos cerrados. Sentí como se deshacía de mi sujetador y pensé que Gus estaba mirando todo... joder, él nunca me había visto así, de alguna manera siempre había sido tan ¿correcto? conmigo. Quité ese pensamiento de mi mente porque definitivamente no me ayudaba a relajarme pero sobre todo porque sentí la humedad de la lengua de Arlette en mis pezones y solté un suspiro enseguida. Joder... es que no podía concentrarme en nada, estaba siendo totalmente desquiciante. Me mordí un labio mientras con mi mano, aún en la nuca de Arlette, la incitaba a continuar y escuché a Ben enseguida pedirme eso. No pude responder que ya me estaba besando. Sonreí en su boca, sintiendo su gusto otra vez y metiendo mi lengua allí hasta encontrarme con la suya, mordí sus labios descargándome un poco por lo mucho que me ponía todo eso. Me sentía casi como atacada ahora mismo y era una sensación tan perturbadora como excitante.

La respiración de Alma iba cada vez más agitada y me daba algo de solo notarla así de excitada. Bajé un instante la mirada y casi me da algo al ver como incitaba a Arlette de la nuca a que siguiera con los pechos- Joder Alma, joder...-susurré otra vez soltando cosas sin sentidos mientras abandonaba sus labios y bajaba un poco por su cuello quedándome por allí mientras Arlette continuaba- ¿Y a ti te gusta Alma?- susurró Arlette encantada con la situación mientras seguía por su pecho como ella quería- ¿Quieres que siga?- susurró con picardia mordiendo su pezón levemente.
Gus estaba algo apartado e indeciso, aunque se puso en pie y se acercó al sofá con nosotros no queriendo quedarse tan apartado.- Alma... ¿puedo?- preguntó tomándola de la barbilla y con toda la corrección del mundo siendo realmente el único que la pedía permiso para besarla o simplemente para hacer algo... Aunque fuera mirar!. Siempre había sido el más correcto de los tres estaba claro.


[off: Ya me voy, bye! ]

Escuché a Ben soltar esos "joder" y sonreí sin poder evitar ya nada. Arlette empezó a preguntarme y asentí. -Sí, me gusta y más te vale no detenerte.- murmuré con una sonrisa porque de verdad que me daría algo si se detenía. Suspiré totalmente excitada, sintiéndome rodeada de verdad y a la vez, es que no podía pararme a pensar... de un instante al otro eso se estaba convirtiendo en una locura de la que no tenía intenciones de salir.
Escuché como Gus se ponía de pié y no sabía si estaba por largarse de allí o qué. Pero en cambio se acercó y me cogió por la barbilla haciendo que abriera los ojos y lo mirara prestándole atención. Ben seguía besando mi cuello y Arlette no dejaba de morder y besar mis pezones, acariciándome con sus dos manos, estrujándolos y moviéndose como se le antojaba. Lo miré a los ojos con profundidad cuando me pidió permiso, joder... es que no podía ser. -Sí, puedes.- dije sintiéndome una chiquilina ante la corrección de su mirada y sin poder ni entender lo mucho que me había costado soltar esa respuesta, o mejor dicho sí... lo entendía, siempre había tenido ganas de, al menos, poder besar a Gus... pero es que no sabía si eso podía joderle a Ben... De todos modos, ahora mismo lo veía demasiado entusiasmado como para andarse quejando.

[off: Ok! Bye ]

Gus asintió pero contra todo pronóstico se sentó a su lado y centró su mirada en ella sin besarla ni tocarla, mirándola todo el rato con intensidad, resultando su mirada incluso más intimidante que un simple beso... Y es que de pronto Alma se había vuelto en centro de atención (supongo que por la novedad, al fin y al cabo los tres nos teníamos muy vistos...). Pero Arlette no estaba acostumbrada a ser ignorada tan fácil así que en apenas unos segundos se sentó sobre Alma con las piernas abiertas, quedando de cara hacía ella antes de tomarla de la nuca y besarla en los labios con cierta pasión- ¿No quieres que pare? Entonces tendrás que tocarme-susurró mientras tomaba la mano de Alma y la llevaba hacía sus pechos por debajo de la camiseta- Y besarme... Solo entonces no pararé- la dijo con picardia mordiendo su labio antes de hundirse de nuevo en sus labios instandola a tomar algo más de acción y dejar de estar tan pasiva.

Gus se sentó a mi lado mirándome con intensidad pero sin tocarme ni un pelo y me sentí totalmente intimidada, es que... joder! no podía hacerme esto, no mientras Ben y Arlette se desquiciaban de esa forma. No dije nada pero apenas un segundo después Arlette se sentó sobre mí sin cortarse para nada y me besó mirándome a los ojos y diciendo todo eso de manera tremendamente provocadora. Abrí bien los ojos mirándola cuando tomó mis manos llevándolas a sus pechos, pero ahora mismo me sentía tan cortada que no podía ni continuar... sobre todo por Gus y por el modo en que se había quedado allí al lado quietecito sin decir nada. Arlette no esperó respuesta y volvió a besarme... Mi mente estaba ya en cualquier lado, es que no podía creer que esa chica que tenía ahora sobre mí era la misma con la que había estado conviviendo las últimas semanas. Estuve a punto de largarme pero en cambio la cogí de la nuca con delicadeza, agarrándola del cabello y la separé de mis labios suavemente. -Tendrás que decirme si voy bien, nunca toqué a otra mujer.- susurré mirándola a los ojos mientras iba acariciando algo sus pechos por sobre el sujetador. -¿Y tú?.- le pregunté un poco dándole el protagonismo que quería y sabiendo que Gus y Ben estaban interesados ahora en cada cosa que hacíamos.

Arlette asintió ante lo primero con una sonrisa algo tímida y ante lo siguiente la miró un instante- Digamos que si he tocado a alguna mujer... Pero nunca llegué demasiado lejos- reconoció mirando un segundo a Gus con picardía recordando alguna que otra experiencia... A saber.-Ven quitate eso- le dijo Gus tomando algo de participación. Tomó la camiseta de Arlette por los bordes y se la quitó con un ágil movimiento dejando a la vista como Alma se encargaba ahora mismo de sus pechos.
Escuché y vi como se habían ido sucediendo los acontecimientos y me aparté un poco para tomar mi copa y dar otro trago. Ya iba algo borracho pero lo mismo me daba, igual necesitaba el alcohol, la situación ahora mismo era tan fuerte como excitante... Era una locura-Vamos Ben, no te alejes-murmuró Arlette tomándome de la nuca para que volviese a acercarme a ella, me llevó hacía su cuello y sonreí levemente antes de ir repartiendo algún pequeño beso por allí al tiempo que sentía como ella volvía a los labios de Alma otra vez.

Arlette dijo eso respondiéndome y ya no dije nada mientras sentía como Gus se dignaba participar y le quitaba un poco la camiseta... entiendo que para poder ver mejor. Ben se alejó un segundo y lo miré beber un poco desquiciado antes de que Arlette lo cogiera del cuello llevándolo a su propio cuello. Empezó a besarla y suspiré apretando un poco más los pechos de Arlette, quizá porque esa imagen de Ben en su cuello no dejaba de perturbarme... Arlette volvió a mis labios y la besé mordiéndola un poco. -Joder Ben, quiero un trago.- murmuré pidiéndole más alcohol de verdad. Miré a Arlette un segundo más y volví a cogerla de la nuca besándola otra vez mientras desplazaba mis manos hacia atrás para desabrochar su sujetador. Lo hice rápido y luego se lo quité más despacio. Acariciando ahora sus pezones con mis pulgares mientras esperaba que Ben me diera de verdad un trago... joder, lo necesitaba para no pensar demasiado y acabar largándome de allí.

Apenas había comenzado a besar a Arlette por el cuello cuando Alma me pidió una copa. La miré un segundo y me aparté mientras veía por el rabillo del ojo como volvía a besar a Arlette y la quitaba descaradamente el sujetador... Joder, era totalmente contradictoria, por momentos como los de ahora que me pedía la copa me parecía que la estabamos forzando demasiado pero luego hacía cosas tan descarada que parecía todo lo contrario. Y es que la condenada imagen de las dos con el torso desnudo, besándose y acariciándose los pechos mutuamente era tan sexy que no me dejaba ni pensar con claridad... Si es que era el sueño de cualquier tío! La serví la copa y se la acerqué mientras veía como Arlette abandonaba sus labios y volvía hacía el cuello de Alma, lamiéndola por allí con frenesí-Aquí tienes...-susurré mientras acariciaba levemente su brazo y la daba un pequeño beso en el hombro esperando que estuviese bien.

Ben me hizo caso, alcanzándome enseguida la copa que le había pedido mientras Arlette pasaba a besarme el cuello. Me aparté un segundo de ella cuando él tocó mi hombro con suavidad y cogí la copa mirándolo a los ojos. No sabía ni qué decir... sabía que estaba siendo contradictoria, pero así era yo! Nunca había sabido lo que quería hasta encontrarme de narices con las cosas. -Gracias,.- murmuré sin dejar de mirarlo a los ojos con intencidad y me bebí la copa enseguida, la necesitaba en serio. Miré a Arlete que había quedado allí mirándome beber. Y ya no me callé, mejor hablar que callarme, siempre me había ayudado eso. -Dime... Y sé sincera que me lo debes ¿Tenían esto pensado cuando nos propusieron el juego?¿O es que de verdad se nos ha ido de las manos?...- murmuré con picardía mirándola a los ojos al tiempo que le devolvía a Ben la copa y lo incitaba con mis manos a volver al cuello de Arlette.

Alma bebió sin apartar demasiado su mirada de mi y sonreí levemente antes de tomar su copa vacía de las manos rozándola sin cortarme antes de dejar la copa sobre la mesita... Alma preguntó eso y Arlette la miró abriendo bien los ojos- No, dios, no tenía pensado nada...-murmuró negando con la cabeza y llevandose las manos a la cara un instante. No había planificado nada... Las cosas se le habían ido de las manos... No era la primera vez en realidad que se le iban de las manos.-No hablemos de esto...-murmuró mientras Alma me guiaba hacía su cuello. -No hablemos nunca de esto- susurró mientras nos mirábamos ambos un instante. Joder... ¿Cuántas veces había escuchado esa condenada frase? Me besó y la tomé de la nunca un segundo besándola también antes de comenzar a bajar poco a poco hacía su cuello- Solo...Disfrutemos del momento- le dijo a Alma mordiéndose un instante el labio volviendo a ir hacía sus labios, introducción la lengua en su boca con cierto descaro.

Arlette se tapó la cara con algo de ¿vergüenza? y entorné los ojos como si no le creyera... Claro que le creía, pero joder... No era tan fácil no hablar y ya! Miró a Ben y apenas cruzaron las miradas la besó sin cortarse cogiéndola del cuello. Los miré sin acabar de entender qué sentía... si era deseo, si era adrenalina, si era miedo... Acabaron de besarse y mientras Ben volvía a su cuello, ella me besó. Me recargué en el respaldo del sofá, sintiendo como me aprisionaba, hundiendo su lengua en mi boca con descaro. La aparté otra vez cogiéndola suavemente de su cabello. -Yo no puedo no hablar.- sonreí mirándola y mordiéndole levemente el labio inferior. -Además... sería una pena, me encanta hablar de estas cosas.- murmuré ya con picardía mirando de paso de reojo a Ben. Él lo sabía perfectamente, si es que le había pedido descripciones detalladas de cada cosa, incluso cuando llevábamos una relación abierta.

Miré a Alma sonriendo cuando dio todo eso, es que eso de hablar era taaan típico de ella que era hasta gracioso. Arlette la miró con cierto interés enarcando una ceja y sonrió cuando Alma mordió su labio inferior- Pues hablemos todo lo que quieras hoy... Quien sabe que nos deparara el mañana-murmuró medio sonriendo, haciéndome sonreír a mi también. Es que en el fondo dudaba que nadie quisiera hablar de eso mañana... ¿en qué lugar nos dejaba a los cuatro cuando eramos dos parejas casadas? Mejor ni pensarlo. Miré un segundo a Gus y sonreí al ver que el también estaba medio sonriendo por todo el intercambio de palabras, es que era tan sexy como gracioso.

Sonreí cuando Arlette me dijo eso, vete a saber mañana qué pasaría... ahora mismo me importaba bien poco. -Vale, entonces hablemos ahora todo lo que quiero...- susurré con picardía mientras iba bajando mis manos por su cuello suavemente y me mordí un labio enseguida. -Hablemos de porqué Gus ni siquiera me ha rozado, siempre he tenido cierta... mmm... curiosidad.- susurré con picardía tras buscar un segundo la palabra adecuada. Estaba claro que el alcohol me ayudaba a soltarme, era mucho mejor así. -Ben me ha hablado tanto de tí... tan correcto, tan perfecto.- susurré mirándolo un segundo a Gus, joder... no podía ser lo mucho que me intimidaba, quizá eso era lo que me venía cortando un poco. Continué ya bajando con mis manos para volver a acariciar los pechos de Arlette mientras me centraba en Gus, enfrentando de una vez su mirada. -Pero ahora estás ahí mientras miras como estoy acariciando a tu mujer... joder, nadie me ha desconcertado tanto en la vida.- murmuré sin cortarme sintiéndome de pronto totalmente habilitada para decir cualquier cosa que me diera en gana.

De pronto se podría decir que el centro de atención paso a ser Gus. Era verdad que estaba algo apartado, casi en un plano secundario. Él no dijo nada enseguida, es más, se tomó todo el tiempo del mundo mientras bebía él también un poco de la copa al tiempo que Arlette y Alma se acariciaban- A lo mejor es que me gusta mirar, ¿no lo has pensado?- murmuró a media voz pero claramente vacilandola un poco mientras Arlette seguía acariciando los pechos de Alma como le daba la gana y le iba besando por el cuello, al tiempo que yo hacía lo propio con ella.-Digamos que... No me gusta apresurarme, me gusta mirar, evaluar la situación-dijo claramente, en parte era eso, no quería meterse en medio hasta saber que no iba a molestar a nadie- ¿Acaso quieres que te toqué Alma?- dijo al final con cierto tono picaro solo mirandola a ella por los planteos que le había hecho.

[off: Uff... Con tanto personaje voy a sufrir algún síndrome bipolar Espero que sepas que puedes "usar" a Gus o Arlette cuando quieras! jajja]

Gus tardó en responder, pero lo hizo. Sonreí cuando dijo eso de que le gustaba mirar y no le dije nada hasta que acabó de hablar y ya me formuló directamente a mí la pregunta, si quería que me tocara. -Sólo si tienes ganas.- le respondí mirándolo a los ojos y mordiéndome un labio sin poder evitarlo. Me tenía totalmente intrigada. -Pero no quiero apresurarte, es decir, me encantaría que me toques pero sólo si has evaluado bien la... situación.- murmuré repitiendo sus palabras con absoluto descaro. Deseo, eso era exactamente lo que sentía ahora mismo. Arlette no dejaba de besarme el cuello y acariciar mis pechos como se le antojaba... yo, por mi parte, repetía un poco sus propios movimientos mientras cada tanto me quedaba mirando la devoción con la que Ben le besaba el cuello. Joder, vete a saber las veces que habían acabado así los tres... pensar esas cosas no me ayudaba a liberarme.

[off: jajajjaa, bueeeeno... pero es que me cuesta, no me animo a usarlos así sin más, les tengo demasiado respeto! ]

Gus la miró en cierta manera impresionado por su descaro pero sonrió- Esperaré entonces por el momento... No sé si la he evaluado bien- dijo en plan juego- Y dicen que lo bueno se hace esperar- dijo sin poder evitar coquetear con ella. Al final es que Alma conseguía coquetear hasta con el mismísimo diablo, no tenía remedio. Arlette ya se cansó de seguir esperando en medio de esa conversación y comenzó a bajar por su cuello y sus hombros, volviendo de nuevo a los pechos de Alma, lamiendo y mordiendo sus pezones mientras sus manos viajaban por su cintura... Yo me aparté ya del cuello de Arlette y tomé a Alma por la barbilla, haciendo que dejara de mirar a Gus y me mirara a mi antes de besarla de una condenada vez. Ya iba teniendo ganas de probar sus labios otra vez... Abrí su boca con la mía y mordí su labio inferior antes de volver a besarla con pasión. Estaba totalmente encendido por muy de locos que fuera la situación.

[off: Lo imaginaba ]