Reencuentro después del viaje en el tiempo (Ben, Arlette, Gus) +18

Recuerdo del primer mensaje :

El el hechizo se rompió y apenas me había levantado que allí estaba Arlette echándome una mano. -Joder! Era eso al final... No puedo creer que lo haya hecho... Donde le ponga una mano encima a Pauline no contará el cuento... dije enseguida con bronca, estaba harta de que jugará así con nosotros y nuestros sentimientos. -Vamos a casa! Ben y Gus deben estar ahí... Joder Arlette...- dije todavía conmocionada antes de abrazarla en un arranque de sentimentalismo, pero es que no acababa de procesar lo que nos había pasado. Ya me aparté y la mire un instante, al final podían darme ganas de matarla pero lo más parecido a una hermana que había tenido y ahora mismo no me imaginaba estar enfada con ella por tonterías.

-Venga, vamos... No nos demoremos más.- dije ya cogiendola del brazo para empezar a caminar. Estábamos con las pintas de ropa interior más barones raros que se usaban en el siglo XVIII con lo cual el cuadro era un poco gracioso.

-Mejor así, ya nos hemos llevado demasiadas sorpresas por un dia- dije porque desde ya que no era nada decepcionante el hecho de que no tuviese algo taaaan nuevo como lo mio para contar - Si venga, cuentamelo todo- la pedí mientras tiraba un poco de su mano para que se sentara a mi lado. Quería saber mas sobre como había sido su viaje, saber lo que pensaba sobre todo lo que había pasado y sobre todo escucharla. Ya había sido bastante egoísta por hoy, ahora solo quería que fuese su momento.

Ben fue diciendo eso y accedi a sentarme en la cama otra vez, yendo de paso algo más al centro de la cama y acomodándome mejor. -Pues... Aparecimos en el medio de un bosque y a lo lejos esabas tú y Sebastián a caballo, se acercaron cuando nos vieron, pero principalmente fue complicado que no sospecharan de mí porque la ropa que llevábamos con Arlette no era muy apropiada y además se ve que se sentían amenazados porque todo el tiempo hablaban de eso, que andar era peligroso, esas cosas... dije empezando a recordar un poco toda la historia. -Arlette les dijo que nos habían robado y que se habían quedado con nuestra ropa, que yo era una amiga suya... emparentada con los Polignac, lo que de alguna manera cambió absolutamente el trato que tuvieron con nosotras.- murmuré. -Tú dijiste que no podían dejarnos allí que mejor llevarnos a su casa y apenas quisimos montar en los caballos no pudimos así que tocó ir a pié.- dije recordando eso y mirándolo a los ojos. -Apenas hablábamos, yo ni siquiera me atrevía demasiado porque mi francés era muy diferente al de vosotros y no habíamos montado una historia ni nada así... con Arlette intentábamos comunicarnos mentalmente pero era dificil, caminamos bastante tiempo hasta que llegamos a tu casa.- murmuré. -Eso fue bastante increíble, quiero decir el ver a lo lejos el castillo... algo que no pensé que iba a ver nunca en la vida.- murmuré mirándolo a los ojos.

Comenzó a hablar y me acomodé algo más también hacía el centro de la cama según la escuchaba y me iba metiendo en la historia- ¿Una Polignac? Vaya si que apuntabas algo- dije riendo levemente, era obvio que la acogeríamos en nuestra casa por muy desconocida que era si estaba relacionada con ellos. Sonreí al imaginarme la escena de los caballos y la miré según iba describiendo la llegada al castillo- ¿Podrías abrirme tu mente por un rato? Prometo no mirar más de la cuenta- la pedí mirándola a los ojos por un instante. Jamás hablaba mucho de mi vida humana, no me gustaba hablar de ello pero hacía siglos que no veía ni mi casa, ni a mi hermano... Y los recuerdos se volvían confusos, ver algo de eso en su mente de primera mano sería una buena forma de recordar todo con más claridad.- ¿Y te gustó? Es decir, ¿te imaginabas mi vida así?- dije después por saber que le había parecido el castillo y bueno no sé, mi vida en general.- ¿Qué pasó después? ¿Fue cuando te intenté emparejar con mi hermano?- dije medio riendo y para que siguiera con su historia.

Sonreí cuando dijo eso de apuntar alto. -Oye, a mí no me digas nada que fue cosa de Arlette... Yo ni siquiera sé quiénes son, lo bueno es que todavía hay una zona en Francia que se llama así y mi familia efectivamente es de esa parte así que la conozco bastante bien, aunque dudo que sea tan antigua o haya tenido algo que ver con los Polignac. Y sí, ahí fue cuando empezaste a intentar emparejarme con Sebastián... En realidad no fue una mala decisión de Arlette, la idea de que pudiera casarme con tu hermano te enseguecio un poco y dejaste bastante de sospechar y de indagar para saber realmente quién era.- dije riendo in poco. Ya dijo lo de abrirle la mente y al verdad es que ni siquiera lo había pensado. -Claro! Ven, a ver si puedo enfocarme... Es que ni siquiera lo había pensado...- dije ya quitando mis barreras para que pudiera meterse en mi mente. Le mostré como habíamos llegado, a Sebastián y a él con los caballos, la entrada en el castillo. La primera conversación que tuvimos a solas con Ben de esa época cuando nos dejó Arlette para ir a buscarnos vestidos, sus dudas, sus miradas, el miedo que yo tenía a que se notara que ni quería hablar. Todo iba un poco rápido, no sabía bien que estaba viendo luego ya algo de mi conversación con Sebastián antes de que apareciera otra vez Arlette y ya nos fuéramos a preparar... Suspiré haciendo una pausa y cortando un instante esos recuerdos que le mostraba. -Es como lo recuerdas?.- le pregunte curiosa por sus impresiones.

Sonreí cuando me fue contando todo eso-Ya me imagino... Es que hubiese sido un bombazo que mi hermano acabase con una Polignac- dije medio sonriendo todavía. Nuestro hermano mayor había conseguido un buen matrimonio pero nosotros... Vamos que yo había salido hasta bien parado porque la familia de Arlette estaba bien y obviamente era también "de confianza" al ser familia pero mi hermano Sebastian no había tenido tanta suerte. Ya fui entrando en su mente y fui viendo lo que me mostraba, me vi a mi mismo, diferente en un punto a como era ahora, con algo más de cara de niño ya algo más "rellenito", pero lo impactante para mi fue ver de nuevo a Sebastían. Mis recuerdos seguían intactos, le recordaba tal cual en aspecto fisico, era igual excepto por la voz, la recordaba algo más aguda... -Vaya... Si, más o menos lo recuerdo así, aunque las voces... Son diferentes-murmuré sin saber como definirlo. Eso era algo que el tiempo no conservaba la voz. Suspiré intentando memorizar yo mismo ahora esa voz de mi hermano mientras me interesaba también por las imágenes del castillo. Era tan triste y tan bonito al mismo tiempo... Sentí como mis ojos se llenaban un poco de lágrimas y parpadeé enseguida. Yo no era conocido por ser un sentimental con las cosas humanas y por tonto que pareciese no quería ahora quedar al descubierto con algo tan "tonto" como mi familia.-Dirás lo que quieras pero no puedes negar que aparentamos muy bien- dije con una pequeña sonrisa intentando centrarme en eso. No teníamos apenas dinero comparado al resto de familias nobles de la zona pero jamás nadie que viese ese castillo pensaría otra cosa, y al parecer Alma solo había visto las estancias que estaban precisamente preparadas para cuando había visita, así que... Había signos de riqueza por todas partes.

Ben dijo eso al principio sobre qué hubiera sido un bombazo lo de las Polignac y sonreí pero es que ni tiempo había tenido como para googlear algo y ver de quienes hablábamos, lo importante es que había servido como pantalla y lo había tenido entretenido y sin hacer más averiguaciones.

Con Luego ya le abrí mi mente y cuando nos detuvimos lo miré. Dijo eso d la voz y estaba por soltar un comentario un poco metiéndome con él cuando era más chico pero enseguida noté que estaba realmente emocionado... A un punto que no conocía, cogí su mano automáticamente acariciandola un poco entre mis manos y lo miré a los ojos ¿Los tenía con lágrimas?! No recordaba haberlo visto así nunca. -Oye, lo siento... Es decir, es obvio que todo esto es fuerte para ti... Seguramente te hubiera gustado ir y echar un vistazo por tu lado...- dije porque en parte ese hubiera sido mi sentimiento, casi que un poco de envidia. Yo me la había pasado criticando (un poco en broma, un poco en serio) "su" tiempo.... Y ahora ahi estaba Ben, echando de menos su familia y las cosas que eran suyas. -Siempre es difícil recordar las voces.- murmuré porque era algo que se decía... Pero un poco lo había vivenciado también. Y si, aparentaban bien... Todo parecía lujoso en esa casa, la sala, las habitaciones... Recuerdo que me llamó la atención la cantidad de gente que había venido en solo un par de horas de organización d ella recepcion y Sebastián me dijo que era cosa tuya, que tenias esa virtud, que sabias atraer a la gente, o eras carismático... Ahora no recuerdo bien la palabra que uso, pero que siempre conseguías convencer a los demás. Ves, en eso no has cambiado tanto tampoco...- murmuré con una pequeña sonrisa mirándolo y acariciando todavía un poco su mano y su brazo. -Ven. Concéntrate, te mostraré la recepción... A lo mejor pues identificar a los que fueron o no se.... Echa un vistazo... murmuré sintiendo en parte que le debía esa posibilidad. Ahora que sabía a qué punto le daba nostalgia no podía quedarme con esos recuerdos sin compartirse los del todo. Abrí mi mente y le mostré la recepción... El momento en el que baje de la escalera, debajo ya estaba Arlette con él y Sebastián. La gente hablando alrededor, comentando cosas... Quería con todo el corazón que viera esa sala vestida de fiesta una vez más.

-No, en serio no pasa nada- dije enseguida un poco a la defensiva porque no me gustaba quedar taaan expuesto por algo que yo consideraba tan tonto como la vida humana. No tenía sentido... No quería que se compadeciese de mi por mucho que en el fondo si que me hubiese conmovido todo ese tema. Siguió hablando y asentí, es verdad que en eso no había cambiado tanto, siempre se me había dado bien eso de encandilar a la gente, sobre todo a las chicas... de ahí muchos de mis problemas- Siempre he sido irresistible que le vamos a hacer- me burlé un poco sonriendo porque algo de eso había... Ni si quiera sabía porqué, yo no era conocido por ser la persona más simpática ni más agradable del planeta (mucho menos hoy en día con los humanos) peeero cuando me daba la gana si que era capaz de llevarme a la gente hacía mi terreno. A saber.
Me siguió abriendo su mente y a pesar de haberme cerrado un poco en banda para no quedar tan expuesto fui mirando todo con interés. No reconocía a casi nadie de la fiesta, habían pasado siglos y habían sido gente insignificante para mi pero era bonito ver el castillo en todo su esplendor en una fiesta y por supuesto observar algo más a mi hermano.- Vaya... Estabas realmente preciosa... Y realmente sabíamos montar bailes, ¿eh?- murmuré todavía un poco perdido en sus pensamientos. Esa imagen de ella bajando las escaleras de mi casa con aquel vestido era realmente embriagadora. -No me extraña que fueras el centro de atención- dije sonriendo volviendo ya a mirarla. Entre su supuesto apellido, lo exótica que parecía y lo guapa que estaba... No me sorprendía que nada de nada.-Dime como no anulé mi compromiso ahí mismo- la vacilé ya del todo mientras me acomodaba algo mejor sobre los almohadones.

No dije nada a lo primero, era obvio que se había cortado un poco y tampoco había querido dejarlo así de expuesto así que lo pase un poco por alto para no insistir... Yo era muy reservada con mi familia y mis asuntos así que entendía bien que no quisiera mostrarse tan vulnerable por una cosa así... A estas alturas ni era necesario, sabía de sobra a qué punto le importaba todo aquello, por muchos años que hubieran pasado seguía siendo ese muchacho que había conocido hacía apenas unas horas y tenía más en común con él de lo que suponía.
Sonreí cuando dijo que siempre había sido irresistible, es que ya ni lo contradecía en eso... No se que era, pero la verdad es que muchas veces lo había visto meterse a la gente en el bolsillo con cuatro palabras. Ya dijo lo demás sobre la fiesta y que estaba preciosa y sonreí con lo de anular el compromiso. -Dímelo tú! Era lo más lógico... Que largaras a tu prima y que te vinieras conmigo... dije riendo un poco creída y mirándolo después. -Pero se ve que todavía estabas muy enamorado de Arlette... O no sé, pero no dijiste nada de nada, ni una mirada ni un pensamiento que me alimentará el orgullo. Una pena.- murmuré en broma mirándolo a los ojos. -Igual fue extraño.- dije pensando ya más en serio y recordando en el último momento que habíamos vivido antes de romper el hechizo. -Cuando concluimos en que había que acabar contigo para romper el hechizo, le dije a Arlette que yo lo haría, pero que no pensaba apresurarme. Necesitaba algo de alcohol y también ella así que luego de la recepción nos escabullimos a la cocina, nunca llegamos.- dije mientras ya me tumbaba en la cama mirando el techo y comenzando a recordar. -Tu estabas en la biblioteca leyendo y te escuchamos toser... Nos llegó el olor de la sangre, ni estabas bien. Por un momento pensé que si no lo hacía podía correr el riesgo de quedarme allí para siempre y supongo que el pánico hizo que le dijera a Arlette que no podíamos demorarnos más, que iba a hacerlo ahí mismo.- murmuré cerrando un instante los ojos. -Entre en la habitación y casi te da algo al verme así con esa ropa de cama. Ahí fue que te ordené que te quedaras allí y que no te asustarás. Luego te dije que sabía lo que te pasaba, lo de la enfermedad... Estabas asustado, nervioso... Creíste que era una bruja, eso es un poco paradójico ahora en perspectiva, pero te dije que si, que era una bruja y tras cortarme la mano y que se me curara enseguida te interesaste... Querías saber si podía curarte.- murmuré suspirando. -Entonces te dije que te quedaba todavía mucho por vivir, que confiaras en mi... Qué había venido del futuro y te mostré algunas cosas... Alucinaste bastante pero te alivio en cierto modo, te gustó lo que t mostré. Por eso digo que fue extraño, no me preguntaste más nada, ni sobre Arlette o el futuro de tu familia. Te dije que vivirías largos años, que ibas a encontrar el modo de engañar a la muerte y que un día te iba a conocer y me iba a enamorar de ti. Que necesitaba volver porque no sabía qué tan mal o bien estaba el Ben del futuro, eso me preocupaba... dije con una sonrisa. -Dijiste que sonaba a historia amor de los libros y cuando menos lo esperaba me tomaste por sorpresa y me besaste, me deje llevar un poco y tú también... Sabía que si no lo hacía en ese instante ya no me animaría a hacerlo.- murmuré ya abriendo los ojos y girándome s mirarlo un poco.

No me insistió con lo primero y se lo agradecía de verdad, no me gustaba quedar tan expuesto. Ya con lo demás reí levemente sin poder evitarlo.- ¿Por quién me has tomado? Siempre he sido una persona muy fiel, no le haría algo así a mi prometida, mucho menos tendría pensamientos impuros con otras- dije entornando los ojos sin poder evitar sonreír porque sonaba muy bizarro, ya no solo por mi historial sino por nuestro propio historial juntos! Nuestra relación había nacido precisamente de una infidelidad a otros así que... Era muy bizarro.
Alma siguió hablando pero no había cerrado en ningún momento su mente así que yo mismo fui viendo lo que me contaba a medida que ella lo recordaba. -Ya me imagino...-no hacía falta ver más que mi cara (o bueno la del Ben del pasado) para darse cuenta como le había fascinado el hecho de que Alma se pudiese curar ella sola. Un poco me había pasado lo mismo a mi en su momento- Supongo que así visto si puede ser raro que no te preguntara ni una vez por mi futuro por Arlette... No lo sé, sinceramente creo que estaba tan desesperado que no había nada que me importara más en el mundo que mi propia supervivencia-así había sido por mucho tiempo, incluso siendo vampiro... De ahí que mis relaciones durarán menos que una parada de metro o que me importase tan poco la vida humana.- Siempre ha sido así, sé que se suena egoísta pero... no sabes hasta que punto me aterrorizaba la muerte.-le confié, aunque seguramente ya lo supiese- Siempre me había dado miedo pero una vez caí enfermo fue mucho peor, el dolor, la soledad, el miedo a lo desconocido... todo se juntaba-desde luego que mis últimos momentos como humano no habían sido nada buenos, seguramente por eso me gustase tan poco recordar aquella época y demás. -Quiero imaginarme que saber que iba a estar vivo y bien en el futuro era lo único que le importó a ese Ben-dije encogiéndome levemente de hombros porque un poco era lo que me había llevado a ser vampiro- Aunque sigo diciendo que me parece una buena forma de morir esa que tuve-murmuré de broma clavando  mis ojos en los suyos. Morirme besándola no sonaba en realidad mal para mi... - ¿Quieres que te abra ahora yo mi mente?- la pregunté mientras tomaba sus manos. Ya la había contado más o menos todo lo que había pasado en su tiempo pero tal vez quería ver bien como había pasado eso de "despertar" sus poderes y demás.

Sonreí cuando dijo lo primero porque a estas alturas sabíamos que no era precisamente el caso. -Ya, si... Disculpa si te he afectado el honor.- dije en broma porque los dos nos conocíamos lo suficiente y aunque (había que reconocerlo) hacía ya largo tiempo que no teníamos ningún tropiezo lo cierto es que nuestra propia relación había comenzado siendo infieles y luego ya a nosotros mismos cantidad de veces hasta que lloramos superar un poco las cosas... Pero nunca se sabía.
Fue diciendo lo das sobre su miedo a morir y asentí, lo había visto con mis propios ojos. -Lo sé, te hubieras agarrado de cualquier cosa que diera algo e esperanza... O al menos esa sensación me dió. No sé porque habrás pensado que era una bruja tan enseguida, no sé si sabias algo sobre ellas o de tanto leer historias... Pero no te costó nada convencerte de que podía ayudarte.- murmuré pensando en eso. Seguramente me hubiera pasado lo mismo. Dijo eso sobre la forma de morir y sonreí levemente. -No quería que sufrieras ni que te asustarás... Pensaba pedirte que cerraras los ojos y ya, pero cuando me besaste me di cuenta que era el momento perfecto.- murmuré.
Ben dijo que si quería podía abrirme su mente pero negué enseguida. No, está bien así... No sé si va a gustarme lo que vea.- dije más que nada pensando en lo de ser bruja. -Bueno... No se, podría ver a los vampiros esos de la reunión a ver si los reconozco... Aunque no se...- dije, es que me confundía y no sabía que sentir, hasta me daba todavía algo de ¿miedo? El estarme metiendo con los recuerdos de él y a eso sumarle el ver otra vez a Zack. Venga, si quieres muéstrame lo que te parezca...No sé porque me da miedo o inseguridad eso. No sé si va a gustarme ver esas escenas de Berlín, es como si hubiera sido en otra vida.- dije ya cambiando otra vez de opinión como solía hacer.

Reí levemente cuando mencionó lo de las brujas- No lo sé, supongo que antes había más supersticiones y si, supongo que las historias que leía también tenían que ver- siempre había sido un gran lector (hoy en día lo seguía siendo y ella lo sabía) y por aquella época la novela de aventuras o fantasiosa era lo que llamaba mi atención.
-Buscaste un buen momento, creo que fue hasta bonito- dije sonriendo porque según había visto en su mente la manera de “morirme” había sido hasta dulce- Lo tuyo no fue tan así, fue más frío-dije pensando en ello. Según parecía en mi pasado ese Ben se había dejado llevar un poco por lo que Alma le había contado de su futuro juntos y había acabado besándola, pero en cambio en el pasado de Alma había pasado todo lo contrario, nos habíamos comido a besos en la fiesta pero después todo se había vuelto más frío.- Supongo que el hecho de que minutos antes hubiese intentado asesinar a tu novio no ayudó precisamente- dije medio bromeando, pero bueno que era lógico y la verdad es que Alma era muy de entrar en estado de shock así que no me sorprendía tanto, menos tras enterarse que era bruja.
Ya dudó y esperé a que aclarará sus ideas, ya me la conocía de memoria y sabía que cambiaba mis veces de parecer así que al final sonreí y la tomé del rostro acercando su cara a la mía- Eres una tonta… Iremos poco a poco, solo lo que quieras ver- dije mientras iba abriendo ya mi mente. Al contrario que ella yo lo fui “retransmitiendo”, al contrario, me quedé callado según mi mente le iba enseñando como nos habíamos “conocido”. Le enseñé como nos habían invitado a la fiesta de su piso, como ella se había cortado con un vaso y como yo tapado la herida enseguida con un pañuelo, lo que había llevado a nuestra primera charla y nuestro primer coqueteo antes de que Gus dijese que era mi marido… Me centré en la cara de los vampiros para ver si recordaba alguno y le fui mostrando como Zack estaba pendiente de ella a cada rato, como al rato vinieron más humanos , como ella se fumaba algún que otro porro… Y como manteníamos también alguna breve charla entre bromas ante la atenta mirada de Zack. Ya me detuve y la dí un pequeño beso- ¿Quieres que siga?-murmuré contra sus labios sin saber si quería seguir viendo cosas de ese pasado o no.

Asentí cuando dijo eso de que podía ser algo supersticioso. En verdad no lo había pensado en aquel momento pero ahora sí que me había parecido algo llamativo. Luego ya dijo eso sobre su "final" y que el mío había sido algo diferente. -Y no, me imagino que eso no ayudó.- dije entornando los ojos por lo de Zack, no sabía aún como es que se habían dado las cosas pero seguía pareciéndome totalmente extremo por su parte que hubiera desplegado violencia nomas que por ver si conseguía "despertar" la magia que podía llegar a tener. Al final ya me cogio un poco para comenzar a abrirme su mente y acceso convenciéndome de que era lo mejor, es que en realidad sí que tenia mucha curiosidad pero de alguna forma me cortaba lo que pudiera llegar a ver.

Lo que vi fue dándome alguna nostalgia, bah... No sé si nostalgia, pero si que sentía que eso había ocurrido hacia mil años. Era una escena típica de Berlín, recordé el apartamento... Me gustaba, hubiera querido quedarme allí más tiempo. Sonreí al ver como al instant de conocer a Ben habíamos coqueteado un poco y como Gus había acabado poniendo límites con eso de que era su marido. Fui viendo la dinámica con Zack y recordé algunas cosas más. -Me acuerdo de alguno de ellos, uno era muy amigo o no sé... Estaba con Zack cuando fuimos a Ámsterdam luego de perderlos de vista a ti y a Gus, la noche que pasó todo.- dije refiriéndome a la redada que le habían dado a Zack y finalmente su muerte. -Zack estaba súper celoso, me acuerdo de esa época... Me molestaba que se pusiera territorial cuando también él cada poco acababa a los besos con alguna otra y yo no me mosqueaba. Recuerdo que intentaba ser abierta con el, decirle de frente cuando me gustaba alguien... Y está claro que tú me gustaste.- murmuré mirándolo a los ojos porque no lo había disimulado ni un poco. -Lo enloquecía un poco al pobre...- reconocí porque era un poco cierto visto a la lejanía, aunque por otro lado me encantaba estar con él, me parecía guapísimo y eso de que los demás le hicieran tanto caso.. No sé, me gustaban muchas cosas de vivir con Zack, aunque en el fondo supiera que era raro. -Venga, sigue...nle dije al final.

-Veo que tienes un claro prototipo de chico- dije entornando los ojos porque Zack también era vampiro y celoso. No es que me encantara la idea pero no era yo tampoco el más apropiado para hablar, que como ella misma había dicho antes parecía que tenía algo con las brujas...- No sabía que fue uno de esos amigos, no lo reconocí- murmuré pensando en esa noche de Ámsterdam. Tal vez ni lo hubiese visto, no estuve demasiado en aquella fiesta antes de intentar también cargarme a Zack... Aunque en aquella ocasión salió mal.
 
Me pidió que siguiera y seguí por donde lo había dejado, dejé que viera como había tenido una pequeña "bronca" con un vampiro antes de irse cabreada hacía la cocina y como yo la había seguido con la excusa de la camisa manchada. Le mostré como no se callaba al ir fumada y como me prestaba una camisa de Zack entre explicaciones de su vida y algún que otro coqueteo antes de comenzar todos con el juego de la botella en el salón.

Le mostré como empezaron los besos, Julia con Gus, Gus también con Zack, después yo con Zack en un beso muy corto y realmente sin nada de entusiasmo y así hasta que fue nuestro turno. -No puedes decirme que no fue patético- murmuré mientras la enseñaba como yo le había hecho algún que otro comentario sobre los humanos antes de levantarme decidido a besarla, beso que ella cortó enseguida. Chasqueé la lengua ante el recuerdo y seguí hacia delante sin detenerme más en eso. - Después llegó el juego del yo nunca, ahora llega lo bueno- murmuré medio de broma sin poder evitar acordarme de Arlette y de como había estado pesada con el asunto de los colmillos. La mostré todos los retos, parándome en algunos más que en otros, le mostré con detenimiento como Gus había arañado su cuello y como ella se había ido excitando... Le mostré también como ya nos habíamos dado un beso más decente y como después la habían vendado los ojos y todos habíamos hecho con ella un poco lo que nos daba la gana: pasando por más besos, lametones e incluso mostrándola como Julia le había tirado una copa por encima. Y ya para acabar le mostré ese arrebato que había tenido en la cocina, donde nos habíamos besado sin cortarnos al tiempo que ella me quitaba la camisa. -Eso si que fue sexy-murmuré mientras mis pensamientos iban acabando en como ella volvía a la sala y veía a Zack y a Julia fuera de control para intentar molestarla.- Apartir de aquí ya viene lo de tus poderes- la avisé sin saber si quería seguir. Prefería irla preguntando así de a poco que hacer algo con lo que después no estuviese cómoda.

Dijo eso primero sobre el prototipo de chico y entorné los ojos. -No, venga... tampoco es tan así.- me quejé con una pequeña sonrisa. En realidad puede que ahora, tras todo lo que había vivido en su "viaje" a Berlín encotrase más simitudes entre él y Zack que las que le hubiera gustado encontrar, pero tampoco es que se parecían tanto... y tampoco era cierto que yo me lo pasara con tíos celosos porque no era el caso... además tenía que reconocer que yo misma les había dado suficientes motivos siempre así que tampoco me podía andar quejando.
Dijo eso del amigo y asentí. Era uno que siempre andaba con Zack, parecía más su "secuáz" que su amigo, pero a saber... Ya fue mostrándome un poco lo demás, hasta llegar al beso ese del que se había quejado. -Ya sabía que te lo merecías... Es que estabas buscándome.- dije con una sonrisa. No tenía idea de qué cosas habrían pasado por la mente de la Alma de aquel momento. Pero a juzgar por el coqueteo inicial y cómo poco a poco (confesión de que era gay de por medio) había intentado dejar en claro que en realidad no le interesaba yo en lo más mínimo... era un poco lógico que me sintiera algo herida en el orgullo.

Ya siguió mostrándome un poco lo que pasaba y me detuve cuando llegó el momento en el que lo había desafiado a besarme. -Ya vez... Moría de ganas de besarte, es que te metiste con mi orgullo... Parece mentira que me conozcas.- dije riendo un poco pero pensando en lo descarada de verdad que había sido. -Igual Zack se aguantó demasiado... Pensaba que nos habíamos besado porque otro lo había dicho, pero yo misma te desafié... Ahora está dándome pena el pobre Zack, me tenía paciencia...- dije con una pequeña sonrisa mientras ya iba escuchando mi diálogo con Zack y cómo le había dicho a las claras que no estaba del todo"satisfecha", como si le avisara algo. Al final iba a acabar reconociendo que Ben era irresistible para mí... Me quedaba en claro que me había despertado una curiosidad especial y era bastante terca cuando me ocurría eso.
Ya fue transcurriendo lo demás. Ese desafío en el que todos me habían hecho mil cosas... Era tan sexy que no se podía creer que hubiera acabado metida en esa situación así sin más. Era una imagen más fuerte que la otra. -Te costará creerlo, pero de verdad que no estábamos habituados a estas cosas... Influyeron más de lo que creeis. No recuerdo haber pasado algo así nunca con Zack, supongo que se le fue realmente de las manos y que quizá al verme tan, no sé, curiosa con todo, no quiso detenerlo o algo... Pero de verdad que es un poco insólito.- dije pensando en eso. Ya dijo si queria que continúe pero es que todavía estaba pensando en lo anterior. -Nunca estuve tan expuesta en una fiesta con Zack... si jugaban a algo más, digamos sexual, yo no me pasaba o directamente ni jugaba o me iba o no sé... A lo mejor ayudó que fuera taaan fumada.- dije porque no me había pasado desapercibido eso. Lo miré un segundo. -En Berlín probé más drogas, sólo coqueteaba con eso, nunca acabé mal ni nada así... Sólo seguí fumando maría. Cuando llegué a Fell's... no se dió, no sé... No seguí con eso, pero claramente esa noche iba más fumada de lo habitual.- dije con una sonrisa contándole un poco, nunca habíamos hablado de eso y sólo me había visto fumar tabaco, pero es que en Fell's ya no se había dado la ocasión y nunca había tenido el vicio ni nada así, o eso parecía.

- Puede ser... Es que en un primer momento pensé que te pondría más que te desafiara o no sé... Esta claro que no salió tal cual lo había calculado- dije encogiéndome de hombros. Estaba claro que esa Alma no había sido la Alma que yo conocía... O bueno si, pero simplemente se me había olvidado porque siempre la había jodido que la subestimara, eso era un hecho.- Sinceramente pensé que Zack en cualquier momento nos sacaría de su casa a patadas- dije medio sonriendo. Era verdad que se había aguantado demasiado para como era él...
 
-¿En serio?- susurré por eso de que habíamos influido demasiado- La verdad es que me pareció un poco raro, siempre habías dicho que te había llevado por el mal camino y que te había "enseñado" muchas cosas así que me parecía un tanto peculiar que ya hubieses hecho esas cosas y después me dijeses lo otro...-comenté pensando en eso. Me detuve en volver a recordar aquel dichoso juego, en como la habían acariciado, en como Gus había besado y lamido su hombro sin cortarse, en como habían acariciado el contorno de sus pechos... Joder, es que lo recordaba y era sexy. De pronto recordé que seguía con la mente abierta y me "escondí" un poco en su cuello dando por hecho que habría cotilleado un poco- Estoy enfermo, ¿verdad?-murmuré riendo levemente contra la piel de su cuello porque la gente no vería muy normal que me excitara que tocaran a mi mujer de ese modo, ¿no?. Pero para que mentir, en ese tema siempre habíamos sido abiertos de mente y saber que esa tía al final del día era completamente mía me daba un placer inimaginable- Pero era sexy... Desearía que lo hiciéramos un día- casi que la confesé así contra su cuello, ese juego me había gustado completamente- Es más... si me dejarás desearía mucho más- no quería decir demasiado por todo el lío que se había montado la otra noche y no sabía si era porque Arlette no había parado de joder, o por esa imagen que me había ido teniendo que aguantar durante toda la fiesta de Gus con Alma, o directamente porque era algo que no habíamos tenido oportunidad de hacer en Brasil pero lo cierto es que me encantaría hacerla el amor delante de ellos, con Alma, que viesen que a pesar de todo nos compenetrábamos y nos deseábamos como nadie.

Me quedé así besando un poco su cuello intentando cortar esos pensamientos cuando me confesó aquello de haber probado drogas. Me aparté y la miré a los ojos interesado en eso.- ¿Si? ¿Qué clase de drogas? ¿Qué se siente?-murmuré realmente interesado sin juzgarla ni un poco. Yo estaba completamente seguro que de haber sido humano las hubiese probado y era una sensación que no había tenido nunca así que me interesaba realmente saber si era tan buena como decían.- Me di cuenta que esa noche ibas bastante fumada, de hecho me quedé un buen rato observándote solo por eso, era algo nuevo- dije porque desde ya que era un estado en el que nunca la había visto. Es verdad que seguramente el haber estado así hubiese tenido que ver para que se metiese tan fácil en esos juegos.

Ben dijo eso al principio, sobre sus verdaderas intenciones al provocarme un poco y también sobre Zack y cómo le parecía una locura que no hubiera sacado a todo el mundo a patadas. 
Luego ya hablamos un poco de lo que le había dicho y asentí a eso de que era él quien me había "enseñado" unas cuántas cosas. -Es que es así... Ya te digo que evidentemente la velada se le fue a Zack de las manos y también a mí... Quizá fueran varias cosas a la vez.- dije en parte pensando en Julia y en los demás vampiros que parecían también haber encontrado la manera de quitarse las ganas de hacer cosas que hacía tiempo querían hacer. Ben volvió a recordar algunas cosas lo que me hizo gracia porque ahora mismo estaba "viendo" sus pensamientos y sentía que sin querer lo había pillado. -Un poco.- respondí a eso de que estaba enfermo pero sonriendo, no lo pensaba de verdad. -A mí también me pasa y lo sábes... Sólo me da un poco de temor no saber cuándo detener las cosas.- susurré aprovechando que estaba así abrazado a mí y que estaba un poco reconociendo lo que le pasaba. Siguió hablando y me dió algo que dijera tan a las claras que teníamos que hacer ese juego un día. -No sé, podría ser. No sé...- murmuré un poco pensando en mis miedos más que en otra cosa, no es que no me interesara la idea, es que ya nos conocía y no me daba tranquilidad ponernos en esas situaciones. Siguió hablando y sentí que me iba a dar algo... -Qué harías? Qué te gustaría hacer?...- le pregunté en un susurré porque además de la lógica curiosidad de pronto tenía muchas ganas de satisfacerlo, de que se quitara las ganas de hacer lo que fuera que le pasaba por la mente. Fui viendo algunas cosas pero no acababa de entender qué era lo que quería. -Venga, dímelo. Sábes que haría cualquier cosa por tí... Dime.- murmuré sin mirarlo y acariciándolo un poco aprovechando que seguí un poco por mi cuello. 
Preguntó lo de las drogas y sonreí mirándolo pero esperando todavía sus respuestas. -Puedo mostrarte lo que se siente. Pero en realidad depende de cada uno, de la situación... No es siempre igual.- dije mirándolo. -He probado cocaína y pastillas... Nunca me enganché a ninguna y además tampoco era siempre genial. A veces sí. Algunas noches estando de fiesta las cosas se ponían más interesantes o más intensas, me gustaban esas sensaciones... Pero luego me deprimía mucho y tenía que estar tomando algo de alcohol para volver a la normalidad. Es mejor en grupo, Zack no las usaba y tampoco sus amigos vampiros... y con mis amigas humanas tampoco salía demasiado. En fin, no tuve buenas experiencias pero estuvo bien probar todo eso. Si hubieras sido humano, no sé, habría sido interesante usarlas contigo.- dije con una pequeña sonrisa mirándolo, pero era lo que pensaba, con Ben habría sido genial eso. Ahora no tenía mucho sentido. -Y ahora dime... qué harías si "te dejara"?.- le volví a preguntar recordando lo que había dicho sobre hacer "Mucho más" si lo dejara.

Asentí levemente. Ya me había comentado que ese era su temor cuando Arlette había propuesto ayer tan a las claras el "juego" ese pero lo que no había esperado es que me contestara de forma tan insegura a eso de mi propuesta de hacer el juego de su pasado algún día... Así que después no pude menos que reír entre dientes- No te lo diré ni de broma después de ese "No sé, podría ser. No sé..."- la imité de manera bastante lamentable antes de reír otro poco porque desde ya que no había imitado su voz nada bien. Pero de verdad que ahora no me veía con cara de soltarla lo demás, ya veía que se ponía más insegura o directamente me trataba de loco. De hecho me aseguré de cerrar ya mis pensamientos de una vez. Dijo que haría cualquier cosa por mi y dudé un poco pero al final no me terminé de animar y ya estaba con el tema de las drogas así que enseguida me enganché a eso.- Si, muéstrame- había visto a gente colocada y demás pero verlo desde dentro de su perspectiva me daría mejor una idea. - Vaya... No puedo decir que no sea lo típico que haría una chica típica y pija adicta al café- murmuré de broma porque cuando la había conocido siempre me había metido con ella por parecer muy típica. Es verdad que parecía algo típico de adolescentes con dinero pero aún así me intrigaba.- Así que cocaína y pastillas... Hubiese estado bien probarlo- dije pensando un poco en voz alta y asintiendo a eso de que hubiese sido interesante usarlas juntos. Normalmente hacíamos bastante locuras, y ya con alcohol nos pasábamos... Seguramente hubiésemos sido imparables colocados y pensarlo daba una mezcla de emoción y miedo que paralizaba. Una pena, no me gustaba quedarme con cosas por probar.- Que pena, hay tantas cosas que no podremos hacer- murmuré en voz alta solo por picarla en referencia a eso que no la había contado antes mientras la miraba a los ojos y sonreía un poco sin poder evitarlo.

Iba a ser con eso de las drogas pero es que enseguida se metió conmigo por la forma en la que le había respondido a lo demás y entorne los ojos sin poder evitar cabrearme un poco. -En serio quieres que me cabree ahora?.- le dije con una pequeña sonrisa sin "amenazarlo" del todo pero pensándolo realmente. Es que por cómo lo planteaba la única respuesta que aceptaba era que estuviese totalmente de acuerdo con él y ni siquiera sabía si me animaría a algo así... -Haber... Voy a ser más clara, no me importaría jugar a ese juego con otros, vale? Y seré igual de enferma que tú pero la verdad es que seguramente me excitaría mucho verte incluso a ti en esa situación con otra persona. Lo que no quiero es que esa "otra persona" sea Arlette.- dije mirándolo a los ojos, es que seguramente jugar a eso de que cada uno pudiera hacerle otras cosas a los demás no me joderia... Pero Arlette era un caso especial para mí parecía que se empeñaba en llamar la atención de Ben y probarme que todavía podía hacer con él lo que le diera la gana, eso me desquiciaba. -Se las ingenia para acabar siempre contigo y me dan ganas de acuchillarla... Ya ha estado en el medio de vosotros dos, le parece de lo mas normal, sabe que a ambos les puede tener en un puño si se le antoja y no tiene nada que perder. Pero yo no... Yo tengo mucho que perder y nada que ganar. Yo no me pondría a coquetear con Gus descaradamente solo para joderla a ella y a ti, entiendes? Si se da algo con él es porque todo el mundo está de acuerdo, pero no lo voy buscando cada vez que se da la ocasión... No me hubiera importado que Gus hiciera eso en mi cuello, pero no lo hubiera hecho sin saber antes si realmente a ti te jodía, a Arlette eso parece que ya le da igual.- dije intentando explicarselo mejor. -Pero no quiero que dejes de decirme si hay algo que quieres hacer... Incluso con Arlettr, no quiero que te lo guardes, no me importaría de verdad hacer cualquier cosa por ti. Lo que no quiero es que acabemos los cuatro cumpliéndole las fantasías a ella sin siquiera saber a dónde pretende llegar... Eso me enoja y me da bronca y me saca las ganas de arriesgarme, porque ya hemos probado y siempre encuentra el modo de meterse en el medio y llevar agua para su molino. Y encima ya lo hable con Arlette y a ella le parece que son puras tonterías de mi parte, que me persigo y que nada que ver... Así que no se, dime tu, ¿me estoy persiguiendo? Que quieres Ben, realmente tú, que es lo que quieres?.- le pregunte mirándolo a los ojos lo suficientemente sería como para que no evadiera la respuesta y me dijera de una vez lo que pensaba, si eran todas tonterías mías era el momento de decirlo. Pero no podíamos evadir estas conversaciones y ver qué acuerdos teníamos nosotros, menos cuando Gus y Arlette seguían estando en casa y ya había vuelto a ocurrir que Arlette proponía cosas algo subidas de tono, daba la impresión de que siempre lo haría.

Si algo tenía claro es que hoy no me estaba entendiendo del todo con Alma. Ni con esta, ni con la del pasado... Al menos a la hora de picarla. Me lo podía esperar de la otra que no me conocía pero de ella? ¿Es que no sabía a estas alturas que me gustaba picarla siempre que podía? ¿por qué se tomaba a mal algo dicho solo en broma?

Suspiré -Joder Alma sabes que no es eso, si no quieres hacer el juego ese ya esta, obviamente no te voy a obligar, solo te estaba contestando en broma- dije entornando los ojos porque me parecía obvio. No pasaba nada si no quería hacerlo (aunque ahora dijese lo contrario) solo que es cierto que si eso no lo quería hacer era normal que yo tuviese reparos en decirla lo otro si era más fuerte, ¿no?.- ¿Y quién ha hablado de Arlette?- ahora si que suspiré y dejé caer mi espalda del todo en el colchón, quedando tumbado mirando al techo. Joder no me podía creer que volviésemos a eso. - En ningún momento he dicho que ese juego tuviese que ser con ella, no sé que película te estás montando- aclaré innecesariamente. Giré mi cabeza hacía ella según iba hablando, no me lo quería tomar a la ligera sabía que era un tema para ella y no la culpaba, es que Arlette había estado siendo muy pesada con el tema. Suspiré- Ese es el punto, que no quiero que hagas cualquier cosa por mi, ya sé que lo harías- dije enseguida que aclaró eso- Pero no me vale si no estas cómoda o simplemente no te gusta la idea- dije pensando más en el juego que la había propuesto antes que en otra cosa.- Las cosas no funcionan así, ya sabemos como acaban- dije porque esas cosas no acababan nada bien- Y que consté que no me estoy refiriendo a nada con Arlette, y no sé, tal vez no te estes persiguiendo, sé que Arlette es muy jodida y no esta parando de molestar pero es que estas haciendo una montaña de nada porque en ningún momento te he dicho que quisiese hacer nada con ella- dije de un tirón sin dejar de mirarla. Ya ni sabía como había llegado Arlette a su mente, tal vez había sido a través de la mía, a lo mejor habría visto algo de mi "fantasía" en mi cabeza cuando me leía la cabeza y no había sabido interpretarlo o yo que sé...

- ¡Joder! ¿Quieres saber realmente lo que quería? Pensaba que me gustaría hacerte el amor delante de ellos, pensaba que me quedé con las ganas de hacer eso en Brasil, en estar juntos delante de ellos- murmuré de una vez porque no quería callarme esa tontería; al final sabía que sería para peor porque Alma odiaba los secretos, y esa era el tipo de cosas que después la molestarían más si no se las contaba, eso sin contar con las películas que se podría hacer ella sola.- ¿Pero sabes que quiero ahora?-murmuré girándome hacía ella a velocidad vampirica poniéndome un poco sobre ella y dejándola aprisionada entre mi cuerpo y el colchón- Ahora querría hacerte el amor en su cama, una, dos, tres veces... Fuerte, lento... -fui diciendo mientras sujetaba sus manos por encima de su cabeza impidiéndola moverse, dejándola a mi merced- Querría acabar en tu interior, en tu vientre, en tus pechos... -susurré despacito contra su oído sin soltarla ni un milímetro- Querría morderte, desesperarte... Querría todo eso mientras Gus se pierde en tu boca, en tus pechos... mientras se muere por hacerte suya- seguí diciendo mordiendo el lóbulo de su oreja- ¿pero sabes lo mejor? Que no querría que Arlette hiciese nada, querría que se quedase a un lado, quietecita, mirando... atada y sin poder hacer nada- susurré casi que excitado de toda esa imagen mental que me había montado en un momento- Joder Alma, querría eso, ¿entiendes?- murmuré partiéndola ya la boca de un beso sin soltar sus brazos- Quiero que dejes de sentirte inferior respecto a Arlette porque no la necesito, no la necesitamos- dije totalmente desesperado de ella tras ese beso, perdiéndome en su cuello estampándola un beso tras otro. Necesitaba que dejase de sentirse inferior a Arlette, que dejase de temelarla a cada rato porque era una soberana estupidez. Alma era mi mejor amiga, mi esposa, mi amante... La amaba, la deseaba, no había nadie más para mi y no haría ninguna estupidez con mi prima que pudiese poner en riesgo todo eso.

Ben empezó aclarando que era broma y vale... sabía que era broma, pero eso no quitaba que me picara un poco porque... no sé, evidentemente estaba sensible con ese tema. No habían pasado ni 24 horas de la conversación con Arlette, tampoco era tan raro...
Ya empezó a decir lo demás sobre Arlette, que en ningún momento había hablado de ella ni nada de eso. En realidad era cierto, pero es que últimamente estábamos todo el rato con ellos, sumado a que algo de su imagen mental había visto así que no podía decir que no tenía nada que ver... Le iba a contestar algo de eso cuando se decidió a soltarme lo que había querido decir al principio.

Nada más escuchar,o me dio un subidon, es que no había imaginado por dónde iba lo que quería y me había pillado por sorpresa. Lo miré enarcando una ceja y sonriendo enseguida con picardía porque en realidad no era mala idea, más bien todo lo contrario. De hecho, habia sido en Brasil que Arlette se había metido descaradamente entre nosotros y todavía me daba bronca pensar eso porque me había quedado totalmente con las ganas. Como ni siquiera había podido estar con él cuando era lo que había querido desde el principio. No había borrado la sonrisa de mi cara pero tampoco había podido responderle todavía cuando giró a velocidad vampírica aprisionándome contra el colchón y comenzando a decir una cosa más fuerte que la anterior. No quité mis ojos de los suyos, es que cada segundo me excitaba más lo que decía... -Joder Ben... Joder....- dije despacito haciéndome sin poder evitarlo una imagen mental de todo eso. Es que parecía que se había metido en mi condenada mente... era algo que no habíamos hecho y... claro que me encantaría una cosa así. Dijo que había que atar a Arlette y negué con la cabeza sonriendo con malicia, vamos... tampoco tanto... pero sí que lo que quería era poder estar con él de una condenada vez sin que hubieran más dudas. Eso quería, que me hiciera el amor mil veces, que me hiciera suya. No dejaba de mirarlo totalmente encendida cuando me besó haciendo que todo mi cuerpo se encendiera si podía todavía màs, continué el beso como una desquiciada queriendo que no se fuera más y ya cuando dijo lo demás separándose un segundo de mí, volví a mirarlo devorándolo con la mirada. tenía toda la razón del mundo, estaba dándole vueltas a las cosas como una idiota... Arlette podía pensar o sentir lo que le diera la regalada gana, lo que yo no podía hacer era estar dudando de lo que Ben sentía por mí, de lo que nosotros éramos juntos, más allá de ella. -Quiero eso... Todo eso, cada palabra.- murmuré entre beso y beso. -Pero es que te quiero a tí, te amo... Quiero cada pedacito de tu cuerpo, cada pedacito de tu historia... Eres mío, quiero... joder! Necesito que todo el mundo lo entienda.- mumuré besándolo otra vez, no podía mover mis manos ahora mismo. Lo miré otra vez a los ojos. -Joder Ben, me descolocas, me emocionas y me haces temblar... No puedo imaginarme sin tí, nada tendría ningún sentido.- murmuré sintiendo que todo mi cuerpo lo deseaba, es que de verdad que tenía razón. Era hora de que dejara de pensar idioteces y volviera a disfrutar confiando en nosotros, sin dar tantas vueltas.

Escuché cada una de sus palabras y me dio tal sacudón de placer que casi me da algo. Ni si quiera me  lo podía tomar a broma. Otras veces la hubiese picado por el tema de estar "celosa" o por el simple hecho de que le diera tantas vueltas a las continuas insinuaciones y provocaciones de Arlette pero es que la entendía, joder claro que lo hacía, más ahora que acababa de volver de ese viaje en el tiempo. Arlette no era cualquiera, había sido alguien importante en mi pasado (y no tan pasado) y bastante se estaba aguantando, a saber cómo habría reaccionado yo mismo en una situación igual pero con Zack. Seguramente horrorosamente mal.
 
Solté sus manos de una vez porque no quería privarla de tocarme si la daba la gana y aproveché enseguida para arrancarla la toalla que llevaba envuelta al cuerpo antes de hacer lo propio con la mía dejándonos desnudos al instante. No quería detenerme, nos habíamos excitado en un segundo y la necesitaba con urgencia así que no me corté, tomé sus caderas con fuerza atrayéndola más hacía mi y la obligué a abrir las piernas a los lados de mi cuerpo- Estoy haciendo algo realmente mal si todavía no sabes que soy completamente tuyo- susurré por esas frases tan arrebatadoras que me había soltado sobre los pedacitos de mi cuerpo y de mi historia. De golpe me asustó el hecho de poder estarla descuidando, ¿lo estaba haciendo?, la verdad es que nuestra vida durante estos días había sido un caos con Pauline y la llegada de Arlette y Gus al pueblo pero en si era el caso en ningún momento había sido mi intención.
Aproveché que la tenía así bajo mi cuerpo totalmente a mi merced y me hundí en ella sin esfuerzo. Habíamos conseguido excitarnos en apenas unos segundos y no pensaba desaprovecharlo. Me fui hundiendo en ella intentando marcar un ritmo pausado pero profundo, de hecho no tardó en escaparse un suspiró de mis labios- Eres mi mundo- susurré tomando su cuello con una de mis manos mientras la otra seguía fija en sus caderas para marcar el ritmo. Es que tampoco podría imaginarme sin ella... no quería ni pensarlo- Ninguna mujer podrá suplirte jamás joder... ¿por qué no lo tienes claro?- susurré casi con rabia hundiendo mis labios en su cuello, besándola por allí mientras seguía con el ritmo profundo de mis estocadas.- No necesito a nadie más y lo sabes...-dije refiriéndome realmente más a Arlette que otra cosa porque era el tema que la preocupaba. Joder, si proponía yo esos juegos de "enfermo" como el de antes de su pasado que no la había hecho gracia era porque me parecían sexys y tonterías así pero no porque realmente los necesitara. El sexo con Alma jamás se había vuelto monótono y algo me decía que jamás en la vida me podría cansar de ella.

Me soltó las manos y no tarde nada en tomarlo del cuello sin dejar de mirarlo a los ojos. Se libró d nuestras toallas y suspiré apenas sentí el contacto de mi piel con la suya. Lo deseaba... Desde siempre, ya en la ducha le había advertido que pensaba desquitarme, pero tanto conversar nos había desviado un poco. Escuche lo que decía y me mordí un labio, no había estado haciendo nada mal... Sabía que era "mío", pero algo opaca a mi seguridad... había subestimado la influencia de Arlette, sino en él evidentemente en mi. Como fuera, las cosas iban a ser distintas a partir de ahora, algo dentro mío había tocado fondo luego de sus palabras de recién... No sabía si era la imagen fuerte que todavía tenía en mi mente de lo que "el quería hacer", una imagen que no iba a poder quitarme fácilmente; o si era que venía de experimentar una cosa más densa que la anterior, sus recuerdos, mis recuerdos: Arras, Berlin, la magia, el amor, la muerte. Demasiadas cosas para un mismo instante. Pero tenía en claro que no pensaba seguir sintiéndome inferior. Era una tontería y le había puesto un punto final.

Nos besamos y no tardó nada en hundirse en mi, íbamos totalmente excitador así que comenzó con un ritmo lento, profundizando las estocadas y haciendo que perdiera ya el hilo de mis pensamientos. Dijo que era su mundo y mordí sus labios aceptando esa respuesta antes de que siguiera diciendo más y más cosas, cada cual más intensa que la anterior. -Vale. Ya está... Lo tengo claro, pero no dejes de decirme estas cosas.- le pedí cuando se hundió en mi cuello al tiempo que lo abrazaba más. -Quiero que seas feliz... Joder Ben, quiero que no tengamos límites... De verdad.- suspiré entre gemidos pensando en todo eso. -Olvidémonos de todo, concéntrate en mi, me sientes? susurre aprovechando que seguía en mi cuello. -Sientes como me muero por ti.... Como me enloqueces? fui diciendo sin poder evitarlo mientras no dejaba de embestir haciendo que cada vez me costará más controlarme.

Alma me fue contestando entre gemidos y yo estaba para que me diera algo porque era de las cosas más sexys que me podrían pasar de la vida. Saber que estaba en ese estado por mi culpa me daba un placer inimaginable. Asentí porque jamás la dejaría de decir esas cosas y la di un lento beso sin cortarme, abriendo su boca con la mía... Suspiré- Ya soy feliz Alma-murmuré según seguía entrando una y otra vez en ella. Claro que lo era, jamás en la vida nadie me había hecho tan feliz como ella. Siguió hablando y casi me da algo.-No, no te siento... Necesito más, siempre voy a necesitar más de ti Alma- susurré desquiciado contra sus labios. Necesitaba cada parte de su cuerpo, de su alma... Quería que fuera mía de todas las maneras posibles, para siempre- Dime que me amas, dime que jamás serás de otro- fui diciendo estampando pequeños besos por su cuello y alguna que otra lamida. Dios estaba loco por ella, es que no podía con ella, era mi perdición totalmente, siempre lo sería- Joder Alma, es que te juro que como te vayas con otro me muero- susurré desbordado mientras me aferraba más a su cintura al tiempo que nuestros cuerpos se buscaban sin demora una y otra vez- Joder...- es que solo de pensarlo se me nublaba la mente de rabia. Desenfundé mis colmillos y arañé su cuello levemente su cuello antes de hincarlos con fuerza para beber de ella. Sentía si la había hecho daño pero es que de verdad que ahora mismo la necesitaba con todo mi ser... Comencé a beber de ella bajando un poco el ritmo de mis estocadas sin poder evitarlo y llevé yo mismo mi muñeca hacía su boca por si quería morderme también. Ahora mismo intercambiar sangre con ella me parecía el mayor placer del mundo.

Me besó lentamente y solté un tímido gemido porque ese cambio de ritmo me había encantado. Dijo que ya era feliz y sonreí en su boca. Joder, también yo lo era, no era explicable... Pero era un hecho. Hacía minutos había estado dando explicaciones y un rato antes todavía algo enfadada y todavía antes habíamos estado teniendo sexo bajo la ducha y así... Cada minuto no se sabía lo que pasaba, lo que podía pasar. Vivíamos al borde y por alguna razón eso mantenía una intensidad que era imposible de cortar. Fue diciendo que no, que no me sentía, que no le alcanzaba... Y lo cogí del cuello bajando ya mis manos por su espalda y llegando a su trasero para cogerlo de allí y ayudarlo a no dejar de moverse, abrí mis piernas aún más... Flexionándolas y cruzando una sobre su trasero al tiempo que con la otra ya iba acariciando su costado, su cintura.
Escuche sus palabras otra vez y sonreí. -Te amo, obvio que te amo... Joder Ben... No tengo pensado irme con nadie. Me aburriría a los tres segundos, no ves que me enloqueces?!.- fui soltando antes de que ya fuera hacia mi cuello.
Sentí sus colmillos por allí estremeciéndome de placer... Sabía que iba a morderme, no se lo había pedido pero lo deseaba. Cuando hinco con fuerza sus colmillos me estremecí, me había dolido pero enseguida me recompuse, todo era tan condenadamente excitante que hasta el dolor se me hacía placentero a esas alturas... Puso su muñeca en mi boca y no tarde nada en beber enseguida su sangre. Lo mordí con fuerza, dejándome llevar por la sed de esa sangre y sintiendo otra vez a que punto estábamos compenetrados en el otro.
Bebí un instante y baje mis defensas abriéndole mi mente... No sé porque lo hice, quizá porque hoy hacia un rato lo había hecho y ahora quería que viera un poco más... Es que no dejaba de pensar en él y deseaba que viera eso. De pronto vino a mi mente la imagen de hacía mil años, en esta misma casa, cuando al pie de la escalera me largue tras decirle que me tenía miedo... Él estaba con Aitana y yo ya no podía quitármelo de la mente. Pensé en eso, pensé en una de tantas noches en el bosque, laforma en la que él me había hecho el amor contra un árbol cualquiera, pensé en el reservado del bar en el que nos habíamos "despedido", amándonos entre lágrimas que no me explicaba hasta ahora... No sabía ni porque ahora venían esos pensamientos a mi mente, pero bebí sin detenerme y sin cerrar mi mente. Quería que por un instante supiera lo que pensaba, lo que sentía, quería todo de mí... Vale, ahí estaba mi alma al desnudo.

Enrolló sus piernas a mi cintura ayudándome a continuar y suspiré porque solo hacía que todo se volviese más intenso y profundo. Pero ya dijo aquello y no pude menos que sonreír internamente. Seguramente tuviese razón y era un poco lo que me había pasado a mi durante todos estos años... Había estado metido en miles de relaciones que habían acabado en fracaso (muchas de ellas con engaño incluido) seguramente fruto del aburrimiento. Pero con Alma jamás me había pasado nada de eso, nunca me había aburrido, no nos daba tiempo en realidad a aburrirnos que siempre nos pasaba algo! Vale que es cierto que al principio a ambos nos había costado más controlarnos pero desde hacía tiempo estábamos mejor, no sabía si era porque realmente nos conocíamos mejor o porque habíamos aprendido a "jugar" juntos estando en mil situaciones pero lo cierto es que sabía que tenía razón, yo mismo me aburriría mortalmente con cualquier otra persona y hoy por hoy solo podía imaginarme sin ella.
Mordió también mi muñeca con fuerza y aunque me dolió en un punto apenas el dí importancia porque enseguida volví a sentir esa mezcla de sensaciones tan genial que se producía con el intercambio de sangre. Era una conexión brutal, la sentía totalmente parte de mi y yo mismo me sentía parte de ella... Era lo más bonito e intenso que me podría pasar en la vida. Seguí bebiendo de ella y ya casi me da algo cuando abrió su mente y me fue mostrando todo lo que pensaba. El puente, el árbol, nuestra despedida... Parecía que habían pasado mil vidas desde aquello y sin embargo me acordaba como si fuera ayer y me estremecía sentirla a ella misma tan emocionado con todos esos recuerdos. No me podría creer que se hubiese abierto tanto a mi en un segundo, era perfecto sentirla de ese modo. - Joder Alma- susurré apenas dejé de morderla cuando noté que era suficiente totalmente superado por toda la situación. Me aferré más a ella aumentando el ritmo de mis estocadas sin poderlo ni evitar y todavía sentía su condenada sangre en mi garganta cuando estallamos llegando al orgasmo- Joder Alma no puedes ser de verdad- susurré apoyando mi frente contra la suya mientras sentía todavía todo mi cuerpo arder. Besé lentamente sus labios quedándome así todavía un instante en su interior porque a estas alturas la conocía perfectamente y sabía que la gustaba sentirme así por unos instantes.