+18 Cambiando de aires (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Luego de todo lo de la comisaría y de rescatar las fotos que Paul había sacado y que nos comprometían, decidimos ir al bosque a cambiar un poco el aire.
Mientras Ben esperaba en el coche entré a casa a buscar alguna botella. Traje una de tequila, una de whisky y algo de vodka que quedaba, pero estaba ya abierta. Luego busqué fósforos para quemar luego las fotos y salí otra vez de casa.

Spoiler:

-Lista ¿Crees que con esto andaremos bien?.- le dije con una sonrisa subiéndome al coche y tratando de cambiar un poco el chip.

- Vale, es verdad...-dije por eso de que era el peor tema del mundo- Pero no fue nada... Sino te lo hubiera dicho...-murmuré queriendo dejar eso claro. Pero ya no dije nada más sobre el tema. La tomé de la cintura así de lado como estábamos y me apoyé un poco en su cuello con mis labios, repartiendo algún leve beso por allí.

-Ya, lo sé...- dije porque por más que le diera vueltas y a veces fuera bastante cobarde cuando le tocaba reconocer alguna cosa, la verdad es que por lo que sabía siempre acababa contándome las cosas y suponía que me lo habría dicho, más aún cuando Miriam se había vuelto realmente un tema "sensible" antes de que acabara con Sam y se tranquilizara un poco. -Pero ya ves que tengo razón... No sé porqué se te enamoran... Eso me da desconfianza, que una chica enamorada es mucho más peligrosa que una chica con un calentón.- dije riendo. Pero es que precisamente por esa razón sabía que él ni tenía que preocuparse por mí.

Estaba dando algunos besos todavía por su cuello cuando dijo eso y reí un poco contra su piel- No sé, dímelo tu...-dije de broma por eso de que "no sabía porque se me enamoraban" porque a ella misma la había pasado.- No sé, yo creo que las dos son igual de "peligrosas"... -dije encogiendome de hombros simplemente.

-Nah... nada parecidas.- dije mientras estiraba un poco el cuello para que continuara besándome por allí. -Es que tienes eso de misterioso, de parco... no sé, creo que somos raras la mujeres que cuanto menos importancia nos dan más nos interesamos.- dije pensando en eso. -En cambio con nosotras es diferente... Cualquier tío que se enamore de mí sabe que le voy a dar problemas, lo sabe desde el principio, es un hecho... Y a los chicos no les gustan las chicas que dan problemas, les gustana quietecitas, calladitas, que les digan todo que sí...- dije pensando en que por estereotipado que sonara algo de eso había y yo no era precisamente de esas chicas.

Iba a hacer una broma con eso de que no me gustaban calladitas, pero justo antes la había hecho callar así que preferí callarme. Escuché todo lo que dijo y dudé- No sé, puede ser... Aunque siempre había entendido que las chicas preferían chicos tiernes que las entendieran y eso-dije enarcando una ceja y sonriendo como si yo entrara en ese grupo por todo lo que había descrito ella antes- Y no creo que a todos los chicos les gusten ese tipo de chicas... Sino no sé que podría haber visto en ti...-dije sonriendo y continuando con mis besos por su cuello al ver como lo estiraba.

-Y no sé, yo no nunca tuve preferencias especiales... Me han gustado chicos muy diferentes.- dije pensando en eso, realmente no lo tenía en claro. -Pero eso de que me comprendan te aseguro que hace mucho rato que ya dejé de buscarlo... Es imposible.- dije riendo. Ya dijo eso de que no sabía que podia haber visto en mí y respondí sonriendo. -Ya... pero está claro que tú no eres normal.-

Sonreí cuando dijo todo eso, es que de verdad que a veces eso de comprenderla era complicado pero bueno... Que suponía que era parte de su encanto. Mordí su cuello después como si me quejara por eso de que yo no era normal- Que mala...-dije apartandome ya de su cuello y tumbandome a su lado.

-Nah, no soy mala... O vas a decirme que eres muy nomral?.- dije sonreindo cuando ya me mordió así de broma como quejándose. -Igual normal es aburrido, mejor no ser tan normal.- dije sonriendo porque a esta altura era un hecho que éramos de todo menos normales y no me iba a quejar, que estábamos bien así.

-Puede que normal no sea, pero desde luego si que soy mucho mas normal que tu...-dije enarcando una ceja y mirandola como si de verdad fuera muuucho mas normal que ella.

-Ey.- dije quejándome de lo que decía. -Soy bastante más normal que tú que tienes doscientos años... eso es ser muy anormal.- murmuré metiéndome en broma con él. -Además ¿Qué te hace pensar eso de que soy anormal?.- murmuré entrecerrando los ojos en broma.

- Ya me lo dirás cuando tengas doscientos años...-dije mirandola mal de broma pero bastante seguro de que aún así ella se vería normal. Dijo lo demás y entorné los ojos- Pues lo pasota que eres, o lo alocada que eres... o lo poco que piensas antes de hacer las cosas...-dije como si definiera eso de que no era muy normal.

Sonreí a lo primero y ya presté atención cuando fué diciéndome lo demás sin poder evitar reirme un poco por la descripción que hacía. -De verdad que no sé qué haces conmigo...- dije divertida un poco dándole la razon a lo que había dicho un rato antes, porque no era la mejor de las descripciones del mundo... pero tenía bastante razón por mucho que me pesara.

- Eso me pregunto yo todas las mañanas cuando me despierto y te veo a mi lado en la cama...-dije bromeando por picarla y sonriendo. Puede que fuera todas esas cosas pero en parte suponía que era una de las tantas cosas que me habían enamorado de ella. Era claro que no era como las demás y eso me encantaba.

-Joder Ben... eres de lo peor.- le dije quejándome en broma por lo que había dicho que al final parecía que era una carga para él o algo. -Bueno, ya sábes... estás a tiempo de echarme de tu cama si un día te molesto demasiado.- dije en broma picándolo un poco. -Aunque con las cosas feas que me estás diciendo me parece que eres tú el que merece dormir en el sofá.- dije poniendo cara seria en broma.

- La vieja habitación de Aitana esta libre...-dije sonriendo de broma como si no me tuviera que ir a dormir al sofá porque allí tenía otra cama- Venga, si sabes que lo digo de broma, si me encanta ver como duermes...-dije sonriendo con mi mejor voz coqueta mientras la tomaba de la cintura y la acercaba del todo a mi.

Me cogió por la cintura y suspiré cuando lo escuché decir eso. -Ya... es lógico, que cuando duermo estoy quietecita, calladita y además no te contradigo en nada...- dije entrecerrando los ojos y metiéndome un poco con él en broma por la definición que habia dado antes. -Si es que los chicos sois todos iguales...- me quejé mirándolo.

- Que tonta eres...-dije entornando los ojos- No me gustan calladitas... Aunque si me gusta que no contradigan-dije solo por molestar-Y algo quietecitas no estan mal...-dije como si pensara en eso de ligar con chicos, los besos y demás- En fin, que si, que puede que los chicos nos parezcamos un poco- dije ya dandola la razón para que no siguiera con eso.

-Ya... No hace falta que me dés la razón, ya sé que la tengo de todos modos.- dije haciéndome la creída y riendo un poco después de que fue pensando en cada una de esas cosas y acabó diciendo un poco que tenía razón. -A diferencia de lo que te ocurre a tí, a mí me encanta que me contradigan.- murmuré picándolo por eso de que no hacía falta que me diera la razón.

- Ya... No sé porque me lo imaginaba...-dije sonriendo cuando dijo que la gustaba que la contradigan. La miré y suspiré- Tal vez deberíamos irnos ya a casa..-dije porque llevábamos mucho allí, seguro que era tarde.

-Sí, me parece bien.- dije ya incorporándome de una vez y aprovechando para acomodarme los vaqueros porque él ni me los había prendido. -Esperemos tener mejor suerte con eso de Paul y la policía... Y también esperemos que lo del alcalde quede así.- dije recordando eso por un instante al mirar las cenizas de las fotos. Mejor volver a casa y mañana sería otro día.

Me hizo gracia ver como se abrochaba los vaqueros pero me devolvió a la realidad de golpe cuando me recordó lo de Paul y el alcalde...-Esperamos... Seguro que todo ira bien, no hay de que preocuparse...-dije poniendome de pie con ella y cogiendola de la mano para empezar a andar.

Asentí y cuando me cogió la mano comenzamos a andar para salir ya del bosque. Habían pasado demasiadas cosas en unas pocas horas, pero no podía quejarme... la vida con Ben era de todo menos aburrida.