Mesa del fondo

Entre en el local y me dirigí a una de las mesas más alejadas de la puerta. Acababa de llegar a Fell´s Church y todavía tenía que arreglar un par de cosas.

Me senté y saque un par de papeles mientras le hacia un gesto a la camarera para que se acercara, tenía que pedir algo de beber aunque fuera puro atrezo.

Un chico entro en el cafe. Era nuevo en el pueblo o eso creia porque nunca lo habia visto. Cuando se sento me hizo una seña y yo me hacerque.
-Buenas tardes,¿Que desea?-le dije amblemente cuando estaba junto a el.

Sonreí cuando la vi acercarse, era guapa y tenía una bonita voz. Este pueblo cada vez me gustaba más.
-Una cerveza, por favor- la dije sin dejar de sonreír.

-Ok-le dije mientras me dirijia a la barra. Coji una cerveza y un platito con una pequeña racion de frutos secos y los puse en una bandeja.
Le puse la cerveza y el platito en la mesa y abrace la bandeja como solia abrazar los libros del colegio.
-Aquí tienes. Oye, perdona si te molesto pero ¿eres nuevo verdad?-le dije agarrando con mas fuerza la bandeja

-Sí, soy nuevo, y ahora que lo dices necesito algo de ayuda- dije señalando el montón de mapas que había encima de la mesa- ¿podrías ayudarme? –murmuré mientras echaba la silla que estaba a mi lado un poco hacia atrás para invitarla a sentarse.- Por cierto, soy Benjamin Lebeau, ¿y tú eres?

-Claro que si-le respondi con una sonrisa amable. Puse la bandeja en la mese y me sente en la silla que me abia apartado Benjamin tan amblemente-Soy Artemissa Danvers, pero si preguntas en Fell's Church no hay ninguna Artemissa, todos me llaman Missa-le dije riendo-Ah! y encantada. Aver, ¿Cual es tu problema?-le dije con una gran sonrisa

-Pues Missa, entonces- le digo con una sonrisa, luego saco un papel de mi bolsillo de la chaqueta y se lo enseño- tengo varios problemas, pero uno de los mas importantes es que he alquilado una casa y no sé donde esta- le digo encogiéndome de hombros- aquí está la dirección.

-Yoo... Sabes, yo conozco perfectamente esta calle-le dije mientras inspeccionaba el papel-La verdad es que... es mi calle, y esta casa es la que esta enfrente de la mia. Si justo, esta es la gran casa roja-le dije sonriendo. Coji un mapa y empece a buscar, luego le señale el camino para ir desde el Cafe hasta la casa.

-Que grata casualidad- dije sonriendo mientras miraba como señalaba el camino en el mapa- seremos vecinos, me alegra porque pareces muy simpática- la dije mirándola de reojo para ver su reacción- también necesito saber dónde está el instituto, tengo que ir pronto a matricularme.

Todavia seguia sonriendo cuando nombro lo de matricularse. En ese momento la sonrisa se me borro de los labios. ¿Esque acaso con menos de 18 iba a vivir solo en aquella casa? ¿No se encontraria demasiado solo?
-Oye ¿cuantos años tienes?-le pregunte mientras buscaba el instituto en el mapa

Levanté una ceja al ver como Missa había cambiado su expresión de repente.
-Tengo 18 años- la dije sonriendo mientras cogía la cerveza y daba un pequeño trago para guardar las apariencias- puedo preguntarte, si no es mucha indiscreción, ¿cuántos tienes tú?

-19, Oye ¿no te sentiras muy solo en esa casa? Porque es una casa bastante grande. ¿Y no tendrias que haber acabado ya el instituto?-le dije mientras cogia la bandeja. Me expresion seguia seria con un pequeño toque de tristeza.

-Sí, es una casa bastante grande, pero me apañare- le dije sonriendo- te invitaría a que vinieras a vivir conmigo pero seguramente no confíes lo suficientemente en mi todavía, nos acabamos de conocer, así que me conformaré con que vengas a visitarme de vez en cuando, para algo eres mi vecina- dije mientras volvía a mirar el mapa- y si tengo que ir al instituto es simplemente porque soy un desastre, me queda sacarme 2 asignaturas para poder ir a la universidad, ¿te puedes creer que una de esas asignaturas es el francés? Me dormí el día del examen- dije mientras recordaba que había faltado más bien por estar bebiendo sangre que por dormir- son un desastre…- la termine de explicar sin dejar de sonreír.

-Si mi hermana Diana te oyera te estamparia la bandeja en la cabeza-le dije mientras me levantaba y sonrei al recordar a mi hermana insistiendome en que debia estudiar-Y eso de vivir contigo... es una oferta interesante, pero le prometia mi hermana que cuidaria la casa ahora que ella tampoco esta.

-Que lastima…otra vez será- dije sonriendo- ¿Ya te vas? – Pregunte al ver que se levantaba- todavía tienes que decirme donde está el instituto y decirme si quieres cenar esta noche conmigo- la propuse de repente con mi mejor acento francés, sabía que eso a la chicas las encantaba.

Me di la vuelta para verle. ¿En serio acababa de ablar con acento francés? y lo mas importante ¿De verdad habia suspendido? Me acerque a el y me apoye en su hombro para señalar en el mapa.
-Aver, si este es el Cafe y este el instituto creo que no es muy dificil saber que si vas por estas calles llegaras sin ningun problemas ¿no crees?

Sonreí mientras miraba por encima de mi hombro para poder mirarla a la cara- en realidad esto último era una excusa barata para invitarte a cenar esta noche,-la dije con una pequeña sonrisa- y todavía no me has contestado, ¿Qué me dices?

-Ah!, me parece eso muy bien ¿Es que no te han enseñado que esta muy feo mentir?-le dije y le eche un poco la lengua- Cierro sobre las 10:30.

-Entonces a esa hora pasare a recogerte- la dije sonriendo mientras comenzaba a recoger los mapas de encima de la mesa- ¿me cobras?- dije señalando la cerveza todavía llena- tengo que irme.

Me levante de encima de su hombro y coloque alado.
-No te preocupes, invito yo-le dije con una pequeña sonrisa.

-Gracias, eres un encanto- le dije yo también con una pequeña sonrisa- nos vemos entonces esta noche- le dije mientras me levantaba- ¡Au revoir!

Le despedi con la mano cuando estaba saliendo. Recogi la mesa y fui a la barra.

Pasadas unas horas volví a ir a la cafetería en la que había estado por la mañana. Entre por la puerta y vi a Missa terminando de recoger un par de mesas, no parecía haberse fijado en mi, seguramente yo fuera demasiado silencioso para su oído humano.
-¿Lista para irnos?- la pregunte sonriendo mientras me apoyaba en el marco de la puerta.

Todo estaba muy tranquilo en el Cafe por lo que me sobresalte cuando oi la voz de Benjamin
-Oh! Hola, no te en oido entrar... Dame dos minutos-le dije mientras entraba detras de la barra. Deje la bandeja y los vasos en el fregadero, ya me ocuparia de ellos mañana, y entre por la puerta que habia por detras de la barra. Cogi mi chaqueta y mi bolso y sali junto a Benjamin.

-¿Dónde te apetecería ir a cenar?- la dije mientras abría educadamente la puerta del copiloto de mi coche para que se montara- ten en cuenta que soy nuevo en el pueblo, así que si dices que ese lugar es bueno me fiare de ti- le dije con una sonrisa. Total a mi me daba lo mismo, no iba a poder saborear nada de la comida.