Mesa del fondo

Recuerdo del primer mensaje :

Entre en el local y me dirigí a una de las mesas más alejadas de la puerta. Acababa de llegar a Fell´s Church y todavía tenía que arreglar un par de cosas.

Me senté y saque un par de papeles mientras le hacia un gesto a la camarera para que se acercara, tenía que pedir algo de beber aunque fuera puro atrezo.

-Pues la verdad no se... creo que el restaurante de la calle principal. No se si lo habras visto, es uno que hace esquina. Esta bastante bien.-le dije cuando el subio y mientras que me abrochaba el cinturon de seguridad.

[Off: te as dado cuenta de que no hay establecimiento en Fell's Church? Solo esta mi cafeteria...]

-Sí, creo que sé cual es- le dije mientras me ponía yo también el cinturón de seguridad aunque no lo necesitaba y arrancaba el coche-¿Y qué tal te ha ido el día?- la pregunte para hacer tiempo mientras esperábamos en un semáforo en rojo- ¿me has echado mucho de menos?-bromeé con una sonrisa.

[Off: si me he dado cuenta. Si quieres continuamos contestando aquí, aunque hagamos que estamos en otro sitio… porque sino lo veo complicado jaja]

-Oh, si, tu ausencia me afecto durante... 5 minutos-le dije sarcasticamente-Luego llegaron mis amigos y estube la mar de entretenida-me empece a reir

-Me alegra ver que mi presencia te afecta tan poco- murmuré con una sonrisa torcida. Llegamos al restaurante y aparque el coche en un sitio que había libre. Salí del coche y la abrí la puerta del copiloto para que pudiera salir- ¿Entramos?¿O prefieres irte a cenar con tu amigos?-dije bromeando haciéndome el ofendido.

-Oh, vamos, para cenar con mis amigos solo me hacen falta dos pizzas y una cocacolas y no vamos a apalancar a mi casa, ya te invitare algun dia-le dije mientras salia del coche

Sonreí ante lo que había dicho, estaba claro que sin invitación no podría entrar a su casa.- Mmmm… pizza y coca colas… suena bien- dije bromeando mientras entrabamos en el restaurante. Tras unos minutos un camarero nos acompaño a una mesa y nos sentamos.

-¿Qué desean tomar?-Nos preguntó el camarero.

La cena transcurrio tranquila charlando animadamente casi todo el rato. Benjamin apenas comio pero no le di mayor importancia porque yo tampoco comi demasiado. Cuando salimos Benjamin se dirigio hacia el coche para abrirme la puerta igual que habia hecho en el cafe.
-Oye, tienes prisa por ir a tu nueva, grande y fria casa?-le pregunte bromeando sin subir al coche.

-Depende-murmuré sonriendo todavía con la mano puesta en el tirador de la puerta del coche- si tienes algún plan mejor mi nueva, grande y fría casa puede esperar- la respondí en el mismo tono de broma.

-Jajaja, dentro de poco habra una especie de feria en un parque no muy lejos de aquí y esta todo decorado con farolillos y luces de colores. ¿Te apetece ir a dar una vuelta por alli?-le pregunte poniendo mi sonrisa mas dulce.

-Por supuesto- dije con una pequeña sonrisa cerrando definitivamente la puerta del coche-Vamos dando un paseo, ¿te parece?

-Piensa un poco en el planeta ¿quieres?-le dije de broma-El parque no queda muy lejos de aquí, vamos.-le dije mientras empece a andar.

-Eso es lo que estaba diciendo- la dije mientras la alcanzaba con un par de pasos- Pero reconócelo, lo que querías era pasear a la luz de la luna conmigo- bromeé con una sonrisa.

-O no, me as pillado-dramatice sarcasticamente-No seas bobo, es que nadie queria venir conmigo y eso de la luz de la luna... lo veo chungo-le dije con una mueca mientras señalaba al cielo que estaba cubierto de nuves y no se podia ver la luna

-Bueno pero aunque no la veas está ahí, ¿no?- bromeé-algún día lo reconocerás… pero de momento vayamos a divertirnos a la feria- dije con una pequeña sonrisa momentos antes de entrar en el parquecito donde habían montado la feria.

-Ya bueno... sera cuando este muy sedada o algo por el estilo me este delirando. ¿Te gustan las ferias?-le pregunte con una gran sonrisa

-Me encantan, sobre todo si voy acompañado de una chica guapa como ahora- la dije con una sonrisa mientras pasábamos entre diferentes puestos, había varios como: uno donde vendían algodón de azúcar, otro de tiro al blanco, también había una pequeña noria, y diversas atracciones.

Cuando pasamos por delante de un puesto de algodon de azucar pare en seco.
-Espera un momento-le dije cuando me empece a alejar.
Cuando volvi traia un algodon de azucar.
-¿Lo as probado alguna vez?-le pregunte mientras pellizcaba un trozo de algodon y me lo metia en la boca.

-Sinceramente… no- le dije con una pequeña sonrisa, cogí un pequeño trozo de algodón de azúcar y me lo metí en la boca. Por supuesto que para mí no sabía a nada, pero pude apreciar en mi boca la diferente textura que tenia respecto a la comida normal, esto se deshacía en la boca, era muy raro- mmm… esta rico- dije con una pequeña sonrisa a causa de la mentira.

Le puse una sonrisa adorable. Me encataba el algodon de azucar pero aun me gustaba mas cuando otra persona lo disfrutaba conmigo.
-Siempre le ago la misma pregunta a todo el mundo "¿Lo as probado alguna vez?" Porque mi mejor amiga y yo no lo probamos hasta los 15 años. Nuestras madres siempre decian que era demasiado azucar y que no nos hacia falta. Pero una noche ella y yo nos escapamos un dia que habia feria y lo probamos. Nos lo pasamos genial-le conte recordando aquellos tiempos en los que mama me obligaba a acostame temprano-Por supuesto cuando volvimos nuestras madres nos esperaban y estubimos castigadas mas de un mes pero no lo cambiaria por nada, ni siquiera el castigo...-le termine de contar con la voz un poco entristecida.

Sonreí ante la historia, era muy típico, las madres siempre se terminaban enterando de todo. Pero no quería que Missa se entristeciera por hablar de su madre, así que decidí cambiar de tema lo antes posible- ¿Montamos en la noria mientras te terminas de comer el algodón de azúcar?- le pregunté mientras la agarraba del brazo y la llevaba ante la noria sin esperar respuesta.

-¿Acaso esta esperando una respuesta despues de arrastrarme hasta aquí?-le pregunte una vez que se paro delante de la noria.

-Por supuesto, no te obligaría a montarte en la noria si eso te hace sentir incomoda- le dije completamente en serio.

Me quede mirandolo serio. Hacia nada me habia recordado a un niño pequeño tirando de su niñera para ir a algun sitio y ahora habia dado un cambio enorme a todo un hombre adulto. Eso me hizo reir. Lo agarre de la maga y tire de el hacia la puerta de la noria.
-Venga vamos ¿Es que acaso necesitas una invitacion?-le dije mientras reia y le echaba un poco la lengua para que piyara el chiste.

-Claro, me encantan las invitaciones, te abren muchas puertas- le dije “bromeando” . Pagué las entradas y nos sentamos en una de las cestitas.-Reconocerlo, esto sí que lo tenias planeado, querías montarte aquí conmigo a la luz de la luna- dije volviendo a mi tono bromista.

-Y yo te repito que eso esta dificil, que la luna... mierda-dije en voz baja cuando me di cuenta de que el cielo se habia despejado lo suficiente como para dejar ver la luna entre nube y nube que pasaba-Juro que no lo tenia planeado, yo solo queria un algodon-le dije poniendo mi mano derecha sobre mi corazon e intentando dejar clara mi inocencia chistosamente.