Recuperando la memoria (Ben) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Hizo todo en unos pocos minutos. Enseguida que se subió al coche lo puse en marcha y comenzamos a andar rumbo al aeropuerto, sin querer iba a mucha velocidad. Es que de verdad sentía que necesitaba escapar de Fell's Church, del país, de todas esas personas que se habían estado burlando de nosotros.
No había tenido tiempo de cambiarme de ropa en casa de modo que apenas llegar al aeropuerto le dije a Ben que fuera por los pasajes mientras me metía al baño a cambiarme la ropa y ponerme algo más cómodo para viajar.-

-Joder...- me quejé porque me hacía hablar pero tampoco iba a molestarme en quedarme callada. -Pues no puedo ya ni pensar de las ganas que tengo de que me hagas el amor... Quiero, que hagas conmigo lo que te de la gana ¿entiendes? Necesito sentir que eres mío y de nadie más, que esas tías que te has tirado se borren de tu cuerpo.-  murmuré con picardía mirándolo a los ojos al apartarme un segundo. -Te deseo tanto que podría correrme solo con tu mirada, joder... de verdad tendrás que tomarte una semana entera.- musité después por lo que habíamos dicho antes.

Fue diciendo una cosa tras otra y no sabría decir que fue lo que me puso más de todo- Joder Alma-susurré antes de besarla sin ningún control, sabía que estaba exagerando con eso de correrse con solo mirarme pero igualmente era totalmente sexy- No sabes la cantidad de cosas que me han hecho esas tías... Vas a necesitar mucho para borrarlas de mi cuerpo- dije con picardía picandola un poco más que nada para darle algo de juego a todo el asunto sabiendo. Giré a velocidad vampirica y la dejé estaba vez a ella contra el colchón- Vamos a necesitar sin duda esa semana entera...-susurré comenzando a hundirme en su interior poco a poco. Me había estado calentando durante toda la tarde así que disfrute de la sensación a más no poder.

Sonreí cuando me dijo eso de las "tías esas" y que necesitaría mucho para poderlas borrar. -Correré el riesgo.- murmuré sin cortarme mirándolo a los ojos y antes de que pudiera decir nada me dejó contra el colchón hundiéndose en mí de una vez. Gemí enseguida de placer, es que no podía ser que lo deseara tanto, de verdad que habíamos estado toda la tarde calentándonos y ahora no podía estar disfrutándolo más.

Sonreí levemente por su comentario. Era verdad que a veces me jodía pero también era gracioso en un punto como la daban igual esos comentarios... Era rara sin dudas. Gimió enseguida y enseguida sujete sus brazos por encima de su cabeza con fuerza, impidiendola moverse más de lo necesario- Eres mía, ¿entiendes?-susurré contra su oído según la penetraba aumentando un poco más el ritmo con cada estocada- Solo mía... Mía y de nadie más- fui susurrando sin poder evitar ser totalmente territorial con ella. Pero es que no podía evitarlo. Era pensar en la cantidad de tíos que se la habían tirado y me daba algo... Suspiré ante ese pensamiento y fui penetrándola con más fuerza y algo de bronca sin soltar sus brazos. Queriendo que de verdad fuese solo mía desde ahora.

Sujetó mis brazos por encima de mi cabeza pillándome por sorpresa y lo miré devorándolo con la mirada cuando comenzó a decirme todo aquello, que era suya, solamente suya... Me penetraba con fuerza y yo lo único que podía hacer era gemir de placer. -Eso crees? Que soy... tuya... murmuré provocándolo más, es que ahora mismo no me importaba que fuera tan territorial, lo estaba disfrutando demasiado. -Demuéstramelo... Vamos, sigue Ben, no te cortes... Quieres que sea más tuya que nadie? Más que esas tías, más que tu prima, que Gus... soy más tuya que todos los demás? Muéstramelo, joder... Demuéstralo, así... quiero sentirte como a nadie, eres mío, lo entiendes? De nadie más.- fui diciendo provocándolo sin poderme contener, entre el alcohol que llevábamos y las conversaciones de antes definitivamente no podía cortar ni un pelo.

- Si, si lo creo...-murmuré cuando me provocó con sus primeras palabras. Era una jodida poniéndolo en duda- Eres mía... por siempre...-fui susurrando según la penetraba cierta bronca contenida- Jamás... Jamás seras de otro, ¿entiendes? Haré contigo lo que me de la gana por siglos- susurré como si la estuviese lanzando una maldición o algo así entre algunos pequeños jadeos. Escuché el resto de lo que decía del resto de chicas, de mi prima, de Gus... Y casi me da algo de lo sexy que era escucharla provocarme de esa manera- ¿Eso crees?- la imité con una sonrisa burlona cuando acabó de hablar- ¿Crees que soy más tuyo que lo que he sido de ellos? ¿y si no lo fuera... que harías?-susurré siempre en plan juego para provocarla como había hecho ella antes según la penetraba cada vez más intensamente . Escuchaba sus jadeos entremezclados con los míos y me sentía derretir. De verdad que era suyo, era condenadamente suyo por mucho que ahora mismo no se lo estuviese diciendo abiertamente.

Dijo eso al principio y me derretí en sus brazos, cómo podía soltarme esas cosas en esta situación? Joder, claro que quería eso, que hiciera conmigo lo que se le antojara... por siglos. Fue diciendo lo demás, provocándome y sonreí en su boca, mordiéndolo como me daba la gana y desquitándome un poco también. -Claro que eres más mío que de nadie... Joder, no lo ves? Estás condenado a amarme Ben, joder... soy inevitable, no puedes conmigo, no puedes.- murmuré respondiéndole a eso segura de mí misma como nunca, pero es que podía sentir ahora mismo eso, el vínculo de sangre no mentía... Estaba deshaciéndose sobre mí, podía hasta olerlo. Me preguntó qué haría y sonreí mordiendo otra vez su labio inferior como protestando. -Me metería en tu camino, en tu casa, en tu coche, en tu cama... me convertiría en una acosadora en toda ley, te seduciría hasta que cayeras, lo haría una y mil veces, por siglos lo haría...- fui soltando mientras iba gimiendo de placer porque no dejaba de intensificar las estocadas.

Me estremecí cuando me soltó eso contra mis labios... Realmente estaba condenado a amarla, había quedado en claro con todo esto de la perdida de memoria- No, no puedo contigo... Siempre has sido una perdición para mi... Joder.... Jamás podré contigo- susurré soltando sus brazos de una vez para que me tocara, necesitaba sentir sus manos por todo mi condenado cuerpo. Mordió mi labio inferior a modo de queja y sonreí mientras la escuchaba decir todo lo demás- Joder, suena tan sexy- dije realmente mientras una de mis manos tomaba uno de sus muslos y la ayudaba a abrir más las piernas mientras la otra viajaba por sus pechos estrujandoselos con un deseo que no podía ni contener- Joder Alma... Joder... Voy a correrme- susurré totalmente desesperado contra sus labios y sintiendo como cada vez iba más al limite. Es que habíamos estado de verdad toda la tarde calentandonos y ahora escucharla decir esas cosas y a ese ritmo tan elevado no me había dejado muchas opciones. Estaba totalmente excitado y al límite.

Lo escuché decir que siempre había sido para él una perdición, que no podía conmigo y seguí gimiendo de placer... Cuando soltó mis manos lo abracé, acariciándolo, hundiendo las yemas de mis dedos en su espalda con desesperación. Volvimos a besarnos antes de ya sentir sus manos estrujando mis pechos, mis nalgas... -Yo también voy a correrme... Ben, te amo... estoy... estoy loca por tí.- murmuré entrecortada mientras ya íbamos llegando al orgasmo, realmente no podían con él. Nunca podría, era todo para mí, y a la vez era... lo único que necesita para ser feliz.

Llegamos al orgasmos entre gemidos y pequeños jadeos de placer y suspiré un instante apoyando mi frente contra la suya- También te amo- susurré por un momento todavía dentro de ella queriendo contentar a eso por mucho que durante el polvo no me hubiese dado tiempo. Suspiré un instante y la robé un último beso sin cortarme para nada antes de apartarme ya de encima suyo y tumbarme a su lado en la cama. Había sido un polvo increíble sin lugar a dudas. La espera había merecido la pena.

Soltó eso cuando aún estaba en mi interior y no pude ni responderle, de hecho apenas podía pensar. Todo el cuerpo me temblaba de placer. Me robo un beso apresurado y se tumbó a mi lado con una sonrisa. Tampoco yo podía quitarme la sonrisa de la cara. -Vaya... Ha sido increíble...- murmuré girándome para buscar cigarros, pero a saber dónde los tenía. -No quiero dormir Ben, no quiero dejar que esta noche se nos vaya... Venga, levántate... Vamos a la ducha?.- murmuré apenas unos minutos después incorporándome en la cama.

Sonreí- Lo sé, ha sido el mejor polvo que hemos echado en meses- murmuré sonriendo- Que no digo que los otros estuvieran mal pero este... Los ha superado sin dudas- dije con picardía girándome un poco a mirarla. Seguramente tuviese mucho que ver el vinculo de sangre y todas las cosas que habíamos soltado, pero es que había sido increible. Me hizo gracia como se incorporó después enseguida totalmente activa- Me gusta eso de la ducha- dije enseguida con una sonrisa sin nada de ganas de que se nos escapara la noche tampoco, no tenía ganas de dormir para nada. Me incorporé enseguida y la cogí de la mano tirando de ella hacía el baño.

Asentí a lo que dijo, claro que era el mejor polvo de meses... quizá fuese que recordábamos, o lo del vínculo de sangre o la cantidad de cosas que habíamso hablado por la tarde... como fuera, el punto es que había sido completamente genial.
Aceptó lo de la ducha y se puso en pié. Enseguida hice lo mismo cogiéndolo de la mano y dejando que me guiara así desnuda por la casa. Era una suerte que Gus y Arlette estuvieran de viaje por unos días, porque a este ritmo no me daban nada de ganas de salir de esa casa.

Entramos al baño y sonreí al verla tan callada- ¿Ahora te has quedado sin palabras?-la piqué un poco por todo lo que me había soltado en la cama. Abrí el grifo y dejé que saliera un poco de agua caliente antes de meterme dentro- Anda ven...-dije sonriendo mientras tiraba de su mano para que entrara conmigo a la ducha. El agua comenzó a caer sobre mi y suspiré sonriendo, sentaba genial una ducha tras un polvo.

-Eres tú, que me dejas sin palabras.- susurré en broma mientras ya nos metíamos en la ducha. -No, vale... qué quieres que te diga? No te ha bastado con todo lo que te he dicho antes?.- susurré mirándolo a los ojos y abrazándolo un poco mientras ya iba sintiendo el agua caer sobre los dos. -Mejor dime algo tú, qué piensas?.- susurré mirándolo a los ojos y peinándolo con mis dedos.

Sonreí, bueno de hecho es que la sonrisa no se me había ido de la cara desde lo de la cama- No, no me ha bastado para nada, quiero escucharte una y mil veces- dije sonriendo con picardia mientras la tomaba de la cintura cuando me abrazó un poco bajo la ducha- Pienso que te he echado de menos aún sin saberlo- murmuré sonriendo levemente, puedo que sin la memoria no hubiese sabido que la echaba de menos pero una parte de mi siempre se había sentido vació. Ahora esa sensación se había ido por completo- Y pienso que realmente no te voy a dejar salir de mi casa en una semana- dije con picardia dándola un pequeño beso en los labios- O en un mes tal vez- susurré de broma como si una semana no fuera a ser suficiente.

Dijo eso primero pero no me dió tiempo a cumplirle el deseo y decir algo porque ya estaba hablando él. Lo escuché mientras sentía como me abrazaba y no podía dejar de sonreir. -También pienso eso... Te lo he dicho antes, sentía que las cosas no estaban bien, de verdad que lo sentía...- murmuré recordando que había ido a su casa y le había planteado incluso que lo de Erik tenía "fecha de vencimiento". -Y está bien un mes para mí... me da lo mismo, mientras no nos pillen Gus y Arlette por mi me instalo aquí contigo toda la vida.- murmuré mirándolo a los ojos.

Asentí, era verdad que me lo había dicho más de una vez- Yo también lo sentía, pero no te lo podía reconocer- dije porque realmente me había intentado aferrar a Martha y reconocer en voz alta que sentía ese vacío o que las cosas no iban bien hubiese sido como mandar al diablo todo con Martha... Y no sabía querido eso.-Suena condenadamente bien, lo tendré en cuenta- la garanticé sonriendo mientras la abrazaba un poco más. No quería soltarla por nada del mundo. Adoraba estar así con ella.

-Pues me alegra que al final lo reconociéramos.- dije con una sonrisa mientras sentía como me abrazaba, de verdad que era lo más bonito del mundo. -Lo eres todo para mí Ben, ¿lo sábes no? Tú... Es que estoy sola en el mundo, de verdad que eres lo único que tengo y no quisiera perderte nunca.- murmuré mirándolo a los ojos. Sabía que ese estado "emocional" tenía que ver con el alcohol, pero ya no me importaba evitar decirle nada...

Me dijo todo eso y me dio mucha ternura. No me gustaba que pensara que estaba sola en el mundo pero tampoco encontré nada para decirla lo contario- Lo sé, tu también eres todo para mi Alma- murmuré sin apartar mi mirada de la suya- Y no vas a perderme nunca, da igual lo que pase... Te molestaré siempre- murmuré sonriendo levemente queriendo darla algo de confianza en todo ese asunto.

-No eres molestia.- le dije un poco en broma y un poco en serio cuando me dijo aquello. De verdad que contaba con él como con nadie, de hecho... nunca me había sentido tan perdida como este tiempo sin recuerdos. -Venga, bésame... pero como un esposo, que es lo que eres.- murmuré después un poco de broma porque me había besado mucho este último tiempo, pero no era lo mismo ahora que recordaba todo.

Sonreí- Lo intentaré, pero no sé si recordaré como dan besos los esposos-dije con tono de drama de broma mientras tomaba su rostro con una pequeña sonrisa. La miré a los ojos y acorté la distancia de una vez entre nuestros labios para besarla. Y no sabía si eso sería un beso de esposo pero la di un condenado beso sentido, de esos que hacía tiempo que no nos dabamos... Besandola lentamente, degustando su boca y recorriendola sin nada de prisa, queriendo que de verdad supiera todo lo que la amaba.

Sonreí cuando me dijo eso de que no sabía si lo recordaría. -Te tengo fé.- murmuré solamente antes de que comenzara a besarme. Y claro que sabía lo que hacía porque ese beso fue diferente, lo sentí mucho más sentido y suspiré suavemente en sus labios, degustándolos sin prisas, dejando que jugara con mis labios mientras lo hacía con los suyos. Lo adoraba, como a nadie en la vida.

La apoyé suavemente contra la pared de la ducha y suspiré un instante cuando separamos nuestros labios- Me encantan tus labios, en serio- dije sonriendo dejandome llevar un poco por la borrachera. Mordí su labio inferior y ya me aparté de una vez de su boca- ¿Qué tal lo he hecho?- murmuré por lo del beso y demás.

Sï?.- le dije como insegura mientras yo misma me los tocaba. Dijo lo demás y sonreí. -Ha estado genial... Mejor de lo que creía.- dije mientras lo miraba a los ojos. -Sábes qué me gusta? Cuando me estampas en la pared así sorprendiéndome un poco, o en la cama... es tan, sexy.- susurré mirando ahora sus labios sin poder evitarlo.