Incidente en Ámsterdam (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Arlette le estaba contando todo lo que había pasado con Alma cuando escucharon la puerta abrirse. Todo paso muy rápido, unos tíos entraron y fueron a por ellos. Pelearon pero estaban en clara desventaja y se llevaron a Gus, y Arlette se ganó tal golpe en la cabeza que quedó inconsciente en el suelo de la habitación durante un buen rato. Cuando se despertó estaba sola y toda la habitación estaba revuelta de la pelea de antes. ¡Maldita sea!

Apenas se estaba levantando tocándose la cabeza, que todavía la dolía del golpe cuando escuchó la puerta. Se asustó casi enseguida pero vio a Alma y... Se acercó a ella y sin darla tiempo a nada la dio tal bofetada que resonó en toda la habitación mientras ella iba gritando-¡TU! TODO HA SIDO POR TU CULPA, TU LOS TRAJISTE AQUÍ- gritó llena de rabia pensando que ayer la habrían seguido o algo. Joder, era tan injusto, no estaba siendo justa y lo sabía, era su dolor y su pena por Gus  lo que la había llevado a todo eso-  Se han llevado a Gus-susurró siendo totalmente bipolar y bajando el tono casi enseguida mientras se dejaba caer y se arrodillaba en el suelo entre lágrimas. No debía haberla pegado, había sido más la impotencia que otra cosa- Lo siento- susurró como pudo entre lágrimas.

Arlette no pudo evitar respirar más tranquila cuando el padre de Alma corroboro eso de que existía otro sitio al que iban los seres sobrenaturales. De verdad que admiraba la tranquilidad de Alma, no sabía como lo lograba, si por ella fuera ya se había tirado sobre el hombre pidiéndole y suplicándole que la ayudara. Estaba visto que había hecho bien en dejar que fuera Alma la que hablase.
-Si, eso... Queríamos saber si podríamos ayudarnos a traerlos de vuelta- murmuró Arlette sin poderlo evitar y dejando más en claro él motivo por el cual habían querido verle. A lo mejor era demasiado precipitado pero según estaban las cosas no veía sentido el ir demasiado por las ramas.

Arlette terminó de completar el relato y mi padre no dijo nada enseguida, continuó caminando logrando que me pusiera algo nerviosa por su falta de respuesta. No sabía si me trataría de loca o qué, pero necesitara que me dijera algo... aunque fuera una pista. -Entonces?.-  dije sin poder contenerme. -Entonces tenéis un problema grave.- dijo mi padre respondiendo. -Porque lo que pedís va contra todo lo que los brujos tenemos el deber de defender.- dijo sin más. -El equilibrio, el orden natural, Alma... ¿Porqué crees que no mantengo un contacto tan cercano contigo? Es que ahora eres vampira, eso podría ser visto muy mal en nuestro aquelarre.- dijo explicándome. -Es imposible.- dijo sin más. -No es imposible, acabas de decirlo.- dije mirándolo más seria. -Y no estamos hablando de cualquiera, estamos hablando de mi esposo... joder, es lo único que me ha importado, ha estado conmigo cuidándome cuando nadie lo ha hecho... Me lo debes, al menos prométeme que averiguarás el modo de traerlo de vuelta.- dije mirándolo ahora. Mi padre me miró con una mezcla de ternura y gravedad que no entendí. -Déjame ver qué puedo pensar... No puedo garantizarte nada, pero averiguaré qué puedo hacer y contactaré contigo.- dijo enseguida sin dejar de mirarme. -Pero tienes que saber que es un terreno muy complicado, que si pasamos esos límites todo puede ocurrir... Me refiero a que nada es gratis, y los costos suelen ser muy altos.- dijo con algo de tristeza al final. Por un momento pensé que se refería a mí, a eso de haberme tenido que dejar de pequeña... pero nada era tan sencillo de entender con mi familia.

-Este tío es tonto, y un mentiroso-dije ganándome un manotazo enseguida de Gus. Hacía un rato que nos habíamos vuelto a acercar a las chicas solo para ver que tramaban- Shhh…-dijo como si por decir eso ya el aquelarre no fuera a ayudar- ¿¡Qué!?-dije medio ofendido- Solo digo la verdad, le esta diciendo a Alma que no tiene contacto con ella porque al ser vampira estaría mal visto.. ¿pero y su mujer? También lo es! Solo la esta mintiendo- dije todavía indignado. En fin, ¿qué podía decir? Ni muerto me gustaba que jugaran así con los sentimientos de Alma… Me hubiese encantado poder gritarle a Alma de alguna manera que no confiara nada en él.

Igualmente no seguí porque Arlette ya estaba hablando- ¿Qué quiere decir?- dijo ella antes de que el hombre se marchara- ¿Podría pasarnos algo? ¿o… podrían volver diferentes?- dijo casi que controlando un escalofrío. Estaba claro que había visto muchas película porque ya casi que se estaba imaginando que volveríamos de zombies o algo así.

Definitivamente me daba mala espina todo lo que mi padre decía, nada en relación a ellos tenía lógica. Ni esa "guerra" que supuestamente había hecho que quedara fuera de sus vida, ni la conversión forzada de mi madre, ni las excusas que ponía siempre para no ayudarme cuando lo necesitaba... Pero ahora no tenía opción, o le creía a el o no le creía a nadie.
Arlette empezó a hacer preguntas. -No creo que vuelvan diferentes... No se sí vuelvan, pero si lo pudieran hacer serían los mismos.- dijo mi padre un poco riéndose por la imaginación de Arlette. -Pero el brujo que este dispuesto a hacer un hechizo de esa gravedad corre el riesgo de perder la magia, como mínimo... O incluso más.- dijo sin inmutarse. -Y tu no? Verdad? No arriesgarías tanto... Aunque fuera por mi... dije resignada. -No me presiones Alma, haré lo que pueda, me contactare contigo cuando tenga respuestas... cuídense.- murmuro ya mirándome antes de largarse. Simplemente empezó a caminar más de prisa, alejándose y dejándonos con mas dudas que certezas.