Incidente en Ámsterdam (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Arlette le estaba contando todo lo que había pasado con Alma cuando escucharon la puerta abrirse. Todo paso muy rápido, unos tíos entraron y fueron a por ellos. Pelearon pero estaban en clara desventaja y se llevaron a Gus, y Arlette se ganó tal golpe en la cabeza que quedó inconsciente en el suelo de la habitación durante un buen rato. Cuando se despertó estaba sola y toda la habitación estaba revuelta de la pelea de antes. ¡Maldita sea!

Apenas se estaba levantando tocándose la cabeza, que todavía la dolía del golpe cuando escuchó la puerta. Se asustó casi enseguida pero vio a Alma y... Se acercó a ella y sin darla tiempo a nada la dio tal bofetada que resonó en toda la habitación mientras ella iba gritando-¡TU! TODO HA SIDO POR TU CULPA, TU LOS TRAJISTE AQUÍ- gritó llena de rabia pensando que ayer la habrían seguido o algo. Joder, era tan injusto, no estaba siendo justa y lo sabía, era su dolor y su pena por Gus  lo que la había llevado a todo eso-  Se han llevado a Gus-susurró siendo totalmente bipolar y bajando el tono casi enseguida mientras se dejaba caer y se arrodillaba en el suelo entre lágrimas. No debía haberla pegado, había sido más la impotencia que otra cosa- Lo siento- susurró como pudo entre lágrimas.

Fue diciendo eso y la escuché sin saber cómo tomármelo... pero vamos que yo misma era una vampira! Ser excéptica era ahora mismo una estupidéz, menos cuando Arlette acababa de darme una esperanza. Vale, una esperanza bastante rara, incierta y poco probable... pero esperanza al fin y no estaba en situación de andar eligiendo. -Un brujo...- dije. -No me caen bien... nunca me he llevado bien con ellos... Pero, yo misma vengo de una familia de brujos.- dije mirándola, no sabía si conocía o no la historia. -Nunca lo supe, me adoptaron de pequeña y para cuando me enteré ya era vampira... Pero supongo que podría intentar contactar a mi padre biológico.- dije pensando en ello. -No nos hablamos y la última vez que lo necesité no cogió el teléfono... pero supongo que puedo intentarlo de nuevo.- dije recordando lo de la memoria. El que más contacto tenía con ellos era Zachary pero ahora mismo sabía que de verlo lo único que querría sería matarlo. Bebí más del vodka dejándome caer otra vez tumbada de espaldas. Suspiré entonces largamente... quizá si había esperanzas.

Arlette la miro con cierta curiosidad, ¿había sido bruja? ¡Que pena que Ben la convirtiera habría sido de gran ayuda ahora!. Pero era una gran noticia que su familia lo fuera, al menos pensó eso hasta que vio que la relación no era muy buena- Inténtalo ahora- dijo pasándola enseguida a Alma su bolso para que cogiera el bolso y llamara- Contra antes sepamos si podemos contar con él mejor, y sino ya insistimos mañana- dijo por si ahora no le cogía el teléfono.-Por favor...-casi que la suplicó para que no siguiera tumbada y se pusiese manos a la obra.

Arlette empezó a decirme que probara ahora mismo, insistiendo hasta que consiguió que me levantara, no me hacía nada de gracia llamar a mi padre pero ahora mismo si había una mínima chance de que Ben volviera entonces lo intentaría. Cogí el bolso y el móvil estaba allí... por un momento había sospechado que había quedado olvidado en el bar. Busqué el número de mi padre y llamé... como había ocurrido todas las veces anteriores no contestaba nadie, pero esta vez al menos saltó un contestador automático. "Soy Alma, necesito que te comuniques conmigo cuanto antes, estoy en problemas" dije antes de colgar y mirar a Arlette. -No sé si llamará... No lo ha hecho antes.- dije encogiéndome de hombros. -Pero a lo mejor tenemos suerte, de todos modos si no es él... alguien vamos a conseguir, venga brindemos por eso.- dije mirándola con una pequeña sonrisa y una luz de esperanzas en los ojos. Siempre había sido de cambiar más que el viento y ahora, tan borracha como estaba... ese sólo sentimiento de esperanza empezaba a invadirme por todas partes. Alcé la botella. -Por nosotras, porque traeremos a nuestros chicos de el mismísimo infierno si hace falta...- dije con una leve sonrisa antes de darle un trago y le pasé la botella.

Lamentablemente no lo cogió. ¿No podía ser nada fácil de verdad?. Alma parecía más animada y Arlette no sabía que pensar. Una parte de ella estaba contenta pero la otra... -Alma nada es seguro, ¿vale?. Vamos a intentarlo, nada más- dijo intentado que pusiese los pies sobre el suelo. Igualmente no pudo con su genial y al final le quitó la botella para beber ella misma un buen trago como si realmente brindara con ella.

Arlette dijo eso y supe que no quería que me ilusionara, pero era tarde... porque ya no sentía tan fuerte el dolor en el pecho, de alguna manera estaba intentando agarrarme desesperadamente de esa posibilidad y me servía para no caerme, así que lo haría. Bebió de todos modos y sonreí cuando me devolvió la botella, entre una cosa y otra la habíamos casi terminado entre las dos. -Estoy muy borracha, tampoco me hagas tanto caso... Pero no me importa si nada es seguro... Lo seguro es apesta, así que todo lo que no sea seguro es lo mejor que nos puede pasar.- dije antes de beber un poco más.

Arlette asintió, podía entenderla, claro que si... Siguieron bebiendo y Arlette pensó que jamás podría volver a dormir pero estaba muy pasada de alcohol y según hablaban de tonterías (más porque iban borrachas que porque realmente tuviera ganas y estuviese de humor) se fue tumbando más y más sobre la cama y el cansancio psicologico la llevó a dormirse sin si quiera planearlo.

Seguimos hablando y bebiendo hasta que nos quedamos sin alcohol. Arlette se tumbó en la cama a mi lado y al rato se acabó quedando dormida... yo estaba contando no sé qué tontería de mi vida y me interrumpí cuando noté que al fin se había dormido. Era de locos todo lo que nos había pasado, pero ya no estaba tan triste... La tapé con la sábana y me fui a quitar la ropa porque no pensaba dormirme con el jean y la camisa... Iba algo torpe a causa del alcohol cuando se me ocurrió que si Ben no estaba en el cielo lo mismo era un fantasma que podía vernos. Sonreí pensando en esa tontería y negué con la cabeza, pero la idea no se me iba... y la borrachera no ayudaba tampoco. -Ben....- lo llamé sintiéndome un poco tonta. -Es verdad que estás ahí? O sólo soy una idiota borracha...- susurré procurando no despertar a Arlette. Negué con la cabeza, seguro que no estaba allí... era triste no sentirlo.

Desde que había muerto todo había sido muy extraño. ¿Pero que esperaba?. Había tenido que pasar a través de una chica que era una especie de "ancla" y después había vuelto al mismo sitio. Aunque estaba solo... ¿Eso era el "cielo" de que tanto hablaban los humanos?. Sin ofender, pero era una mierda morir para estar en la misma habitación en la que habías muerto... Averigüé que podía andar por donde quisiera y tras un rato incluso descubrí que si me concentraba podía ver también lo que pasaba en "el mundo real". Vaya... Fue fuerte ver a Alma y a Arlette huyendo de ese piso y llorando...

Y sin saber ni porque las seguí. Tampoco había nada mejor que hacer allí, ¿no?. Estábamos en el bar ese y juró que casi muero (de nuevo) al ver a Gus de pronto a mi lado- Joder...-me lamenté- ¿Esto es el cielo?- murmuró desconcertado- ¿A ti te lo parece? Suena más a un infierno esto de ver a tus seres queridos y no poder hacer más- dije enarcando una ceja.
Miramos un rato a las chicas y suspiré- Pobre Arlette...- dije por todo lo que había perdido en un día- Es más fuerte de lo que piensas, la irá bien- dijo seguro- ¿Estamos aquí solos? Es triste, es decir... No sé que me esperaba- dijo sinceramente. Divagamos un poco sobre lo que podía significar estar ahí y si eso era definitivo, y si había más gente y demás hasta que las chicas se largaron.

No las seguimos esta vez, supongo que necesitábamos investigar y ver que cojones de "cielo" o de "Infierno" era aquello... Yo volví al cabo de un rato a la habitación y suspiré mirando a Alma beber y beber... lo sentí tanto por ella... Bastante bien lo estaba llevando, yo no sé como habría reaccionado en su lugar...
De pronto me llamó y me quedé congelado. ¿Pero que!?. Dudé pero al parecer hablaba para ella misma. Miré una lámpara y la "golpeé" como autoreflejo intentando hacerme notar, pero no paso nada, mi mano la atravesó.... Lo intenté otra vez y nada tampoco. Demasiado de película hubiese sido si hubiese pasado algo... Una pena no poder darla alguna seguridad o algo.

Esperé un instante como una verdadera idiota pero lógicamente no ocurrió nada. -Vale, mira... da igual si estás o no porque lo mismo estoy borracha y hablar sola se me da bien...- dije acabando de quitarme los pantalones y quedándome con una camiseta de tirantes. Me dejé caer en el suelo, resbalando por la pared hasta sentarme y agarré mi cabeza entre mis manos. -No voy a dejar que te quedes en ese sitio, entiendes? Arlette tiene un plan que involucra a brujos y ya sábes que no confío en ellos así que probablemente mañana me parezca estúpido... pero ahora mismo tengo que tener algo a lo que aferrarme y tienes demasiadas explicaciones para darme. No voy a dejar que te fugues de mi vida así...- fui soltando despacito. Era raro, pero decir esas cosas en voz alta de algún modo me tranquilizaba. -No es justo... Me pediste que me convirtiera para luego morirte? Te das cuenta que es muy injusto? Joder Ben, al menos hubiera tenido nietos o vete a saber... pero ahora qué? Se supone que tengo que ser una viuda inmortal, hay algo más patético?.- dije negando con la cabeza. Me sentía desvariar, el alcohol me estaba afectando y mucho. -Bueno mira, no es culpa tuya... siempre supe que eras un cabrón, me basta con que tengas en claro que no voy a dejarte en donde demonios sea que estés.... tengo tiempo mucho tiempo y encontrare la forma.- dije pensando en eso. -Te quiero sabes... y te odio porque nos metiste en este lío. Pero cuidaré de Arlette y volveré a verte, lo sé.- susurré alzando ya la mirada. Arlette se movió en la cama, pero parecía que seguía durmiendo.

Yo estaba mirando todavía la lámpara con algo de rabia por no poder hacer nada cuando Alma empezó a hablar. La miré sin estar del todo seguro de si hablaba con Arlette o qué pero no, me estaba hablando a mi... Era tan raro todo eso... ¿Sabría que estaba allí?. Caminé hasta ella según hablaba y me senté a su lado contra la pared como hubiese hecho seguramente si la notara así de mal en cualquier otro momento. La miré. ¿Un plan? ¿qué clase de plan? Estaban dejándose llevarse por la locura después de todo lo que había pasado, ¡estaba muerto, no había nada que hacer! No deje de mirarla sin poderme creer ni lo que decía hasta que siguió y me fui sintiendo fatal, ¿cómo era capaz de hacerme sentir mal incluso muerto? ¿No daban ganas de matarla? Pero tenía razón, no era justo... Pero tampoco esperaba que se quedara como una "viuda inmortal", esperaba que fuera capaz de rehacer su vida con alguien y que fuera feliz antes o después... Acabó de hablar y se quedó en silencio y yo no podía dejar de mirarla... -Joder Alma estas loca...-murmuré para mi mismo con una pequeña sonrisa por eso de su "plan" y de como había soltado todas esas cosas al aire como si tal cosa-Pero también te quiero, lo siento tanto... Jamás quise hacerte daño-murmuré acercando la mano hasta su mejilla en un impulso, pero ni bien la "toqué" me di cuenta de que no podía tocarla, ni si quiera podía sentir su piel... Suspiré y dejé caer la mano. Esperaba que al menos en el fondo lo supiese, que supiese que la había querido (y quería) más que nadie en el mundo.

Me quedé todavía un rato allí sentada, esperaba sentir una presencia, un movimiento... algo que me indicara que Ben estaba ahí, que había escuchado cada una de mis palabras. Pero nada, no había nada que me indicara que estaba cerca. Suspiré y cuando ya me sentí demasiado patética me puse de pié. Fui hasta la cama intentando no despertar a Arlette, solía dormirme fácil y aunque pensé que no lo lograría al final concilié el sueño demasiado rápido... Quizá fuera que a estas alturas estaba realmente agotada, o quizá eso de "hablar" mentalmente con Ben me había hecho ordenar mis sentimientos: tenía un objetivo, era loco y poco probable, pero era algo y sabía que me aferraría a eso con todas mis fuerzas.

Me quedé allí un buen rato mientras ambas dormían hasta que Gus vino diciendo que le acompaña, que había visto a "alguien". Lo dijo con tal tono que a pesar de la situación me hizo gracia así que salí de allí de la habitación con él rápidamente.

Horas después un móvil comenzó a sonar y Arlette suspiró por despertarse de modo tan brusco. Le costó un instante reaccionar y darse cuenta de que todo lo vivido allí no era un mal sueño por desgracia. Y justo al percatarse de eso se agitó algo más al darse cuenta de que el móvil que sonaba era el de Alma- Alma, Alma!- dijo agitándola del hombro un poco- Coge el teléfono, venga...-dijo para que espabilara rezando para que fuera el brujo ese.

Había caído en un sueño profundo, evidentemente el agotamiento del día no se hacía esperar... así que no escuché ningún sonido hasta que Arlette me sacudió en la cama pidiéndome que atendiera el teléfono. Me costó ponerme alerta y descubrir que, lamentablemente, todo lo que había vivido el día anterior había sido cierto. Me dió el teléfono y miré la pantalla, era mi padre biológico. "Hola" dije un poco seca porque hacía mucho que no hablábamos y además acababa de despertarme. "Alma, qué ocurre? Puedes hablar" dijo enseguida en tono serio. Recordé que le había dicho que estaba en problemas antes para incitarlo a que me llamara, bueno... en realidad sí que estaba en problemas en cierto modo. "Es Ben, lo han asesinado. Mejor si nos encontramos en otra parte para hablar más tranquilos, estoy en Ámsterdam" dije porque no que quería que me tomara por loca y me colgara el teléfono a la primera. "Lo siento, Alma, lo siento mucho" dijo enseguida pero con el mismo tono neutro de siempre. "Vale, encontrémonos, puedo llegar por la tarde ¿Te parece bien el Gaasperplas Park?" me preguntó. "Sí, estoy con una amiga... mataron a su esposo también... ¿Cómo te encontramos?" dije enseguida. "Yo te encontraré, a las 6 está bien" dijo y colgó. Miré a Arlette y me encogí de hombros, sabía que había escuchado todo el diálogo.

Arlette miró el reloj, era ya casi la tarde, ayer habían llegado tarde y se habían quedado buena parte de la mañana durmiendo así que no quedaba mucho para esa cita.- ¿Crees de verdad que ayudara? ¿no conocías a más brujos?- preguntó algo escéptica sin poder evitarlo, es que por la conversación se notaba que no eran los más allegados del mundo y para esta misión era lo que necesitaban, nadie que no estuviera muy ligado a nosotras querría correr el riesgo de hacer algo de esto. De verdad que lo veía muy complicado según la conversación que había escuchado. Maldita sea!

La miré con algo de pena cuando dijo eso, era evidente que el "tono" de mi padre no ayudaba a confiar en él. -No me caen bien los brujos, he tenido algún amigo antes... pero ahora mismo a la única que recuerdo es a una tal Arianne que acabó enamorándose de Ben y se ha metido conmigo siempre que pudo.- dije recordándolo con bronca. No era mala idea contactarla, sabía que Ben le interesaba y al fin y al cabo ahora necesitaba eso... pero no tenía modo de encontrarla, hacía ya mucho que no se la veía por Fell's Church. -Y mi padre no es tan malo, seguramente no ha querido hablar por teléfono pero bueno, siempre podemos intentarlo. No hay nada que perder.- dije ya incorporándome de la cama, era entrada la tarde, se nos estaba pasando el día entre una cosa y la otra.

Arlette hizo una mueca pero después asintió.- Si, tampoco tenemos nada que perder- dijo sin más mientras se ponía en pie. -Voy a darme una ducha.-Se había dormido con la ropa puesta así que necesitaba una buena ducha y fue lo que hizo. Cogió algo de ropa de la maleta (otra vez ropa cómoda por si había que salir corriendo o algo) y se fue a la ducha. Fue rápida, no quería pensar demasiado y suponía que Alma también se ducharía y no había mucho tiempo que perder, que el día se les había ido de las manos sin hacer gran cosa.

Ropa:

-Ya estoy lista- comento mientras se iba secando un poco el pelo con la toalla y se sentaba un poco para ponerse los zapatos.

Arlette fue a darse una ducha y mientras la esperaba encendí un cigarro. Me asomé por primera vez a la ventana del Hotel, no era la mejor zona del mundo pero la vista tampoco estaba tan mal. Acabé el cigarro al tiempo que Arlette ya salía de la ducha, entré detrás de ella y fui dejando el agua correr... realmente hubiera pagado por un buen baño de inmersión pero no teníamos tiempo para eso. Acabé a los minutos, me cambié y ya busqué a Arlette.

Spoiler:

-Lista, vamos si quieres... No tengo muy en claro que tan lejos queda ese parque, pero tomamos un taxi y ya ¿No?.- dije encogiéndome de hombros mientras volvía a pensar en el nombre del parque que me había soltado mi padre.

Arlette asintió y salieron del hotel para ir al parque ese donde habían quedado. Pararon coche y Alma le dio la dirección al conductor. No hablaron mucho, desde lo pasado ayer por la noche parecía que se habían quedado sin temas de conversación. Estaba claro que sus pensamientos no eran los mejores del mundo ahora mismo.
El taxista paró y le pagaron antes de bajarse y comenzar a caminar por allí sin tener muy en claro todavía ni hacía donde caminaban.

Al cabo de caminar un poco sin demasiado rumbo ya comencé a cansarme. -Oye, sentémonos por alguna parte, dijo que él nos encontraría, pues que lo haga.- dije con una pequeña sonrisa. No quería ponerme en contra de mi padre contra justo hoy, pero estaba claro que teníamos muchas heridas sin sanar. Buscamos un banco en una especie de colina y nos sentamos. -Quizá es mejor que le expliques tú, yo no sé en realidad bien de qué se trata... Supongo que habrá sentido hablar de lo que me has dicho sobre el ancla y el limbo ese para seres sobrenaturales.- dije porque eran las únicas dos cosas que recordaba del relato de Arlette... por la noche había estado muy borracha y prácticamente no habíamos vuelto a hablar más que un par de palabras desde que nos habíamos levantado.

Se sentaron y enarcó una ceja-No hay mucho más que sepa, de hecho creo que tu sabes más que yo, porque jamás he escuchado nada de un ancla- dijo mirándola con cierta curiosidad porque ella apenas había escuchado eso del "limbo" y poco más. Ayer estaba borracha pero no podía haberla dicho algo que ella no conocía. -Y es tu padre, tu le darás más pena, y es lo que necesitamos, lo que yo diga le va a dar bastante igual -comentó encogiéndose de hombros y pensandolo de veras.

Arlette dijo eso y me encogí de hombros, ni siquiera sabía cómo había venido eso del "ancla" a mi cabeza... quizá si que había escuchado más de lo que creía, tantos años con vampiros... o a lo mejor por mi abuela y las cosas que ella me contaba cuando aún era pequeña, pero es que jamás había creído una sola de sus historias, siempre me habían parecido inventadas y ella tampoco me decía que fueran ciertas. -Sí, no sé... bueno, veamos cómo nos va cuando llegue.- dije porque a estas alturas estábamos muy jugadas con todo. -Joder Arlette, apenas puedo creer todo lo que pasó... si mi padre no nos ayuda, no tengo idea de por dónde buscar.- dije mirándola un instante y siendo sincera con ella. Estaba totalmente perdida, pero lo peor era que ahora me negaba a aceptar la muerte de Ben y ya.

[off: uff, tienes razón eso no lo dijo Arlette lo dijo Ben y me quedó dando vueltas... ]

Arlette suspiró- Pues yo tampoco lo sé y aún si él quisiera ayudarnos... Ni si quiera sé si las historias que he escuchado son ciertas, ¿entiendes?-dijo mirándola porque algo la decía que tenía demasiadas esperanzas puertas en algo que no era nada seguro-A lo mejor no hay nada que se pueda hacer, y también tenemos que estar preparadas para eso- dije encogiéndose levemente de hombros mientras miraba su reloj. Eran las 6. O llegaba pronto o moriría de los nervios.

[off: Lo imaginaba pero tenía que ponerlo ya que Alma metió la pata ]

Me dijo eso y supe que lo hacía en parte para que no me ilusionara inutilmente, pero es que ya era tarde... cuando algo se me metía en la cabeza no cambiaba de parecer fácil y menos en una cosa así, cuando se trataba de que Ben volviera de donde fuera que estaba. Sabía que iba a hacer lo que fuera. -Sí, lo sé tranquila... haremos lo que podamos.- le dije de todos modos para que se calmara un poco. Tampoco tenía que arrastrar a ella con mi locura ni tenía intenciones de hacerlo.
Ya eran las 6 de la tarde pasadas cuando se nos apareció un poco viniendo de la nada mi padre. -Alma.- dijo con una sonrisa poniéndose de pié ante nosotras, no me había dado tiempo a reaccionar, ni supe que había llegado hasta tenerlo delante mío. -Hola, cómo estás?.- murmuré de pié dándole dos besos. -Te presento a Arlette, una amiga y prima de Ben.- dije después dándome más información. -Encantado Arlette.- dijo con una sonrisa sincera. -Alma, cómo has estado? Siento de verdad muchísimo lo de Ben... Tu madre te manda cariños, no sé qué podemos hacer por tí.- dijo muy sinceramente lo que me impresionó. Mi padre era un hombre alto y moreno, de unos cuarenta y cinco años. Yo me parecía más a mi madre pero era indudable viéndonos que éramos familia.

Un hombre se acercó un poco pasadas las 6 y Arlette asintió cuando la presentó. No se parecían mucho pero si que tenían algunos rasgos de la cara parecidos, se notaba que eran familia. Fueron hablando y ella se quedó un poco apartada dejando que ellos llevaran el peso de la conversación, después de todo eran familia y de verdad ella pensaba que si alguien podría conseguir que ese hombre las ayudara sería Alma y no ella que era una completa desconocida. Fue directo al grano y Arlette miró a Alma esperando que comenzara a exponerle la situación.

Mi padre me preguntó eso y suspiré. -Nos han dicho que hay un modo...- dije antes que nada porque es que ni sabía cómo explicarle algo que apenas y comprendía. -Que los seres sobrenaturales no vamos al mismo sitio que todos lo demás...- dije esperando que entendiera de qué hablara. -Sí, eso es cierto.- dijo mi padre mientras nos hacía señas de que camináramos un poco con él.
Comenzamos a andar por uno de los senderos de ese parque lleno de árboles y sin tanta gente. -Los seres sobrenaturales vamos a otro lugar, sé poco de eso pero simplemente le llamamos "el otro lado".- dijo con una breve sonrisa. -Los brujos intentamos mantenernos lo más al margen posible de ese "otro lado", nuestros ancestros están allí y de alguna forma custodian el lugar.- fue contando. Suspiré otra vez. -En algún lado escuché que hay una especie de ancla que te lleva o te deja pasar... no sé, el punto es que nos han dicho que podríamos hacer que vuelvan... Que no están muertos del todo como cualquier otra persona.- dije mirándolo. -Por eso queríamos tu ayuda.- me sinceré al final.