Recuperando fuerzas (Alma, Arlette, Gus) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Nada más llegar a la casa Alma subió a darse una ducha y yo fui a preparla un poco de sangre como me había pedido. Por su parte Arlette se quedó por la sala sin saber muy bien que hacer hasta que se fijó en la mesita, la habíamos dejado antes llena de botellas. Que desastre...
Las recogió por hacer algo y no quedarse parada y se metió a la cocina conmigo. Intercambiamos una mirada y sonrió levemente mientras dejaba las botellas sobre la encimera- Debería haber acompañado a Gus, estoy algo inquieta- reconoció suspirando- No le va a pasar nada, tranquila- dije mientras terminaba de servir sangre en una taza- ¿Quieres?- la ofrecí antes de guardarla por si la servía también otra taza- No, gracias... Voy a subir con Alma, a ver si la ayudo a armar algo- dijo mientras iba hacía la puerta. Prefería ayudarla que quedarse sin hacer nada.

Así que yo me quedé calentando la taza de Alma y la mía (que ya de paso me había servido algo también para mi) y Arlette subió las escaleras. Miró primero en la habitación de huéspedes pero no había nadie así que se asomó también un poco a la nuestra, podía escuchar el ruido de la ducha- Alma ¿Dónde tenéis las sábanas? Que voy armando yo la habitación no te preocupes.-le dijo sin atreverse tampoco a entrar demasiado en la habitación por si se pensaba que iría a cotillear nuestras cosas- También te quería pedir si nos podías dejar algo de ropa para dormir- la pidió sin alzar demasiado la voz. Sabía que la escucharía a pesar del agua y todo.

No pude evitar sonreír, sabía que tenía razón, hacía un rato que habíamos estado recordando ambos toda nuestra historia y lo cierto es que la podía llevar la contraría en muchas cosas pero eso era cierto. Seguramente si no hubiese sido tan cabezota respecto a nosotros ahora mismo cada uno estaría por su lado.-Ya... supongo que en eso te tengo que dar la razón-dije sin ocultar mi sonrisa. Siguió con todo lo demás y la miré, sabía que tenía razón y que no podía obligarla a sentir algo que no sentía... Y en realidad ya bastante la habían obligado a sentir hoy cosas que no sentían no?-Vale tienes razón, no puedes sentir algo que no sientes- dije suspirando sin seguir con eso y cambiando el chip- Así que... Tienes una fila de tíos esperando por ser tu juguete sexual, ¿no?- dije de broma y con picardia mientras me giraba de nuevo hacía ella- ¿Y cómo es eso? ¿No sé cansan de esperar? Esta claro que solo me deseas a mi...-dije sin cortarme mientras la miraba.

Sonreí cuando acabó diciendo que tenía que darme la razón en eso de seer cabezota ¡Es que la tenía! Luego ya fue diciendo que tenía derecho a sentir lo que quisiera y sonreí levemente, la verdad es que últimamente me habían manipulado tanto que quería estar un poco en paz conmigo y sentir de verdad lo que me diera la gana. Acabó ya diciéndome todo lo demás sobre los supuestos tíos que estaban esperándome y girándose hacia mí. -Mmm... sí, no sé, supongo que alguno se habrá cansado, no tengo armada una lista ni nada así.- dije con una sonrisa respondiéndole apenas me miró de ese modo. -Y ya te decía yo que era una pena que me rechazaras... un desperdicio de energía por mi parte.- murmuré con el mismo tono mientras volvía a acariciar levemente su brazo y tampoco dejaba de mirarlo a los ojos.

-Es que eres un desastre...-me lamenté como si realmente fuera una locura que no tuviese una lista de esos chicos imaginarios ni nada así. Cambió el chip enseguida conmigo y sonreí cuando volvió a acariciarme el brazo-Y dime... ¿has pensado ya como quieres utilizar mi culpa?-susurré un poco por todo lo que me había dicho antes- ¿Qué quieres que te haga Alma?-murmuré sin llegar a tocarla pero mirandola con total picardia. Haría lo que me pidiera, solo quería recompensarla por todo y más.

Me dijo que me dijo que era un desastre y sonreí negando con la cabeza. -Ya, vale... Necesitaría un poco de organización, es cierto, es una pena estar perdiendo tantas posibilidades por no planificar como se debe.- murmuré en broma antes de que ya se me quedara mirando y acabará diciendo todo lo demás. -Wow... Mmm, no se, déjame ver.. dije pensando un poco y mordiéndome el labio inferior con picardía en los ojos. Ahora mismo se me ocurrían muchas cosas... Podía estar cansada pero luego tanto lío la verdad es que lo que más quería era estar así con Ben, nada me daba más sosiego que poder dejarme llevar como lo hacía cuando estaba con él. -Sabes? Me gustaría devolverte el favor... Eso quiero, quiero darte placer con mis labios hasta que no des más y cuando estás por correrte en mi boca, quiero que me muerdas, ya sabes dónde me gusta.. susurre mientes ya comenzaba a acariciar su abdomen y me acercaba soltando algún beso aquí y allá.

Me reí sin poder evitarlo por eso de la "organización" porque era bastante bizarro de pensar que realmente pudiese organizar algo en ese tema y ya la miré mientras pensaba... No sabía que esperarme pero realmente lo último que me hubiese esperado era lo que dijo al final. Y la miré. La miré por un instante sin ser capaz de decir nada, simplemente con un subidon de mil demonios. ¿Cómo podía decirme esas cosas y quedarse tan tranquila?-Vaya... pensaba que usarías mi culpa en tu propio beneficio...-reconocí como un imbécil sin saber muy bien que decir pero pensando realmente que me haría "recompensarla" de alguna manera- Joder Alma...-dije totalmente excitado por sus palabras sin poder evitar un suspiro cuando ya comenzó a besarme un poco.

Escuché lo que dijo y negué con la cabeza. -Siempre es mi propio beneficio, siempre...- susurré con picardía contra su abdomen mientras comenzaba a besarlo. Fui acercándome más a él bajando de a poco mientras me tendía en la cama acomodándome un poco sobre él mientras no dejaba de acariciarlo. Fui girando un poco porque quería que llegado el momento me mordiera en la ingle, siempre había adorado que hiciera eso y ahora mismo sólo pensarlo y me desquiciaba. Bajé más y llegué por fin a su sexo, lo tomé entre mis manos y comencé a besar y chupar mientras empezaba a acariciar sus piernas tomándome todo el tiempo del mundo. Como siguiéramos así nos agarraría la mañana, pero no pensaba detenerme.

Me mordí un labio cuando dijo aquello y vi como no perdía el tiempo y comenzaba a bajar por mi cuerpo... Nos iban a dar las mil pero no me podía quejar, unicamente me preocupaba que ahora tendríamos que tener mucho más cuidado que antes, si desde la cocina se nos oía ya desde una habitación que estabw en el mismo pasillo que la de invitados no me lo quería imaginar... Suspiré saliendo de esos pensamientos cuando sentí la boca de Alma sobre mi miembro. La dejé hacer y suspiré como un tonto mientras besaba un poco sus muslos por estar un poco ocupado. Ya era de pensar que la mordería por allí y me ponía mucho más si era posible.

Seguí besándolo sin intenciones de detenerme, acariciando su miembro cada vez con mayor intenciadad mientras me ayudaba con mi boca buscando desesperarlo. A estas alturas m  parecía que todo lo que había ocurrido era casi un sueño, ni siquiera recordaba demasiado a Gus y Arlette, sabía que estaban cerca pero me daba igual... Por otra parte lo más probable es que ya estuvieran durmiendo, así que ni se enterarían... 
Seguí dándole placer con mi boca, sintiendo como su miembro crecía poco a poco a medida que aumentaba la intensidad, no me corte, dejando allí todo y buscando que realmente no pudiera ya pensar en ninguna otra cosa. Antes había dicho que siempre era en mi provecho y era cierto, porque darle placer me gustaba y sentir que estaba totalmente desbordado, como ahora, absolutamente en mis manos era algo que me excitaba mucho.

Alma fue aumentando cada vez más y más la intensidad y yo ya no podía evitar suspirar como un tonto a medida que iba estando más y más excitado. A estas alturas Alma me conocía a la perfección y sabía lo que me gustaba, así que me estaba volviendo totalmente loco. En poco tiempo ya estaba que no daba más, totalmente excitado y suspirando entre sus manos como tantas otras veces. La adoraba de verdad. Suspiré una vez más y besé un poco sus muslos, estaba seguro de que tendría que morderla ya pronto.

Entre unas cosas y otras se nos estaba pasando la noche, el estrés mental que había tenido al llegar a casa ahora mismo ni siquiera se hacía notar y a pesar de estar cansándome a lo loco lo cierto es que tener sexo con Ben, como ocurría siempre, estaba consiguiendo hacer que me relaje y recuperara cierta perdida normalidad.
Era evidente que Ben ya no aguantaría mucho más, de modo que continué intensificando todo y apretándolo un poco por descargarme y otro poco por "avisarle" que estaba lista para que me mordiera... ni recordaba cuándo había sido la primera vez que me había mordido por allí, pero desde aquel momento había sido una debilidad y de lo más sexy que me había pasado en la vida.

Estaba ya prácticamente que no daba más cuando sentí como me "apretaba" un poco para avisarme, aunque no hacía ni falta, yo estaba bastante al límite y no estaba en condiciones de esperar mucho más. Así que no me corté, desenfundé mis colmillos y tras separar un poco sus piernas para tener espacio la mordí en ese sitio que tanto la gustaba. Empecé a beber y disfruté de su sangre totalmente desquiciado mientras sentía como yo mismo iba hacía el orgasmo.

No se hizo esperar y me mordió haciendo que delirara de placer. Siempre había adorado eso y ahora no dejaba de disfrutarlo. Sobre todo porque estaba totalmente al límite y darme cuenta a qué punto lo ponía era algo que me encantaba. Estaba tan excitado que ya terminó de una vez corriéndose en mi boca al mismo tiempo que sentía como otra vez el vínculo de sangre nos unía llevándome a otra condenada dimensión. Porque esa era la única explicación, estar con Ben de este modo era una locura, me desquiciaba y me exaltaba, me encendía y hacía que perdiera todo punto de referencia al tiempo. Hasta la habitación se había transformado y lo único que queríamos era seguir mezclándonos hasta desaparecer.

Fui bebiendo de ella poco a poco, disfrutando de como nuestro vínculo de sangre se volvía a formar. Era de las mejores cosas que se podía sentir, y después de todo lo que había pasado volver a sentirlo con Alma me daba tal paz que no se podía ni explicar.
Dejé de morderla cuando sentí que era demasiado y suspiré un segundo por todo lo de recién mientras me quedaba un poco besando su herida hasta que se cerró por completo. Había sido fabuloso de verdad.- Joder Alma... -murmuré medio sonriendo sin saber ni que decirla pero totalmente satisfecho.

Estaba exhausta pero feliz y podía sentir que Ben estaba exactamente igual. Ya quedamos tumbados sobre la cama y me acerqué apenas dijo eso tan suyo. -¿Qué?.- le pregunté con una pequeña sonrisa un poco por hacerlo hablar y sabiendo por el vínculo de sangre que estaba encantado de la vida. Pero no dejé que respondiera enseguida porque ya me acerqué a sus labios y con mibo cabrí la suya, besándolo otra vez con suavidad, jugando apenas con mi lengua un segundo antes de separarme. -Venga, dilo... Soy tan genial que no puedes creer que esté casada contigo.- murmuré de broma mirándolo a los ojos todavía exaltada por lo de recién y sin acabar de dejar que el cansancio me venciera.

Sonreí negando con la cabeza cuando dijo eso al tiempo que se acercaba y me besaba.-Bueno, técnicamente sigues viuda así que... no puedo creer que alguien tan genial siga soltera-murmuré de broma por mi supuesta muerte y por todo lo que había dicho mientras volvía a sus labios y la besaba otro poco. -Eres genial, en serio-dije sonriendo contra sus labios mientras pasaba mis brazos por su espalda y la estrechaba más contra mí hasta abrazarla.-Te quiero-murmuré entre beso y beso, contento de tenerla así entre mis brazos tras el día loco de hoy.

Escuché lo que decía sobre mi "viudéz" y negué con la cabeza. -Y sí, no digo que haya sido fácil recuperar mi soltería... pero parece que lo he logrado al final.- murmuré de broma cuando ya me tomaba un poco entre sus brazos y acababa diciendo todo lo demás. Me acurruqué contra él y dije alguna tontería más antes de quedarme completamente dormida. A estas alturas estaba claro que el cansancio me iba a vencer apenas cediera y era lo que acababa de hacer.

Nadie se levantó hasta el mediodía y fue Gus el primero en hacerlo. De hecho, tampoco es que hubiera podido dormir mucho. En parte por los "ruidos" de la casa durante la noche y por otro lado porque seguía algo molesto por no poder reconciliarse conmigo como correspondía. No es que le jodiera que por fin estuviéramos bien Ben y yo, al contrario, eso lo ponía contento... pero no podía dejar de sentirse molesto ante el hecho de ser el único que no podía estar completamente en paz con los demás. Se levantó con algo de mal humor, algo que no solía pasarle, y como luego de un rato nadie parecía levantarse, decidió salir a tomar algo de fresco. Volvió pasada la media hora y todavía tanto Arlette como Ben y yo, seguíamos durmiendo. Se sentía mejor después de caminar un rato pero al ver que todos habían conciliado tan perfectamente el sueño menos él, volvió a llenarse de mal humor. Se fue a la cocina a preparse café o algo y ya no intentó disimular los ruidos, en parte buscando que alguno más se levantara de una condenada vez.

A la mañana siguiente me despertaron los ruidos en la cocina. Siempre había tenido el sueño mucho más ligero que Alma y apenas tuvieron que pasar unos segundos para recordar que no estábamos precisamente solos en casa. Suspiré un segundo mirando el reloj y después volví mi vista hacía Alma que estaba acurrucada contra mí totalmente desnuda. Ya era mediodía, sería hora de irse levantando-Hey dormilona-murmuré sin alzar demasiado la voz en un pequeño intento de despertarla- Hoy no te puedes quedar haciendo el vago en la cama, tenemos invitados-medio bromeé mientras depositaba un par de besos por su cuello, sintiendo como se iba despertando poco a poco. Odiaba de verdad no poder quedarme en esa cama con ella todo el día- Voy a darme una ducha antes de bajar, ¿vale?-sonreí y mordí su cuello un poco en broma para que no se aprovechara y siguiera durmiendo en mi ausencia. Ya me aparté un poco de ella y desaparecí por la puerta del baño de nuestra habitación para darme esa ducha que tanto necesitaba.

Ben me despertó a mi pesar... pero bueno, era cierto que teníamos gente en casa, tampoco podía quedarme allí tumbada durante demasiado tiempo sin aparecer. Se metió en la ducha sin darme tiempo a nada y entonces aproveché el tiempo que me restaba para quedarme un poco haciend el vago en la cama. Di un par de vueltas pero al final apenas oí que Ben había cerrado el grifo, ya me levanté dispuesta a bañarme también. Si hubiéramos estado solos quizá hasta me hubiera ido hasta la cocina para preparar algo para desayunar, pero no me daba la gana cruzarme ni con Arlette y menos con Gus llevando estas pintas y tras todo lo de la noche.
Cogí la ropa interior y una toalla y me afirmé en la puerta del baño. -Oye, sal rápido así me meto yo...- le dije a Ben golpeándole la puerta con intenciones claras de molestarlo un poco de broma.

Apenas había acabado de ducharme cuando escuché como Alma aporreaba la puerta. Entorné los ojos pero me tomé mi tiempo, secándome y después enrollandome la toalla a la cintura para salir e ir a por mi ropa- Si tanta prisa tenías podías haberme acompañado- murmuré sin evitar una mirada picara cuando abrí la puerta y pasé por su lado. Aunque con invitados no hubiese sido lo mejor... Así que así estaba bien.
Me metí al vestidor y tras vestirme y escuchar el ruido ya de la ducha con Alma salí de la habitación. Podía escuchar a Arlette parlotear por teléfono en la habitación de invitados así que deduje que era Gus el que estaba montando ese "escándalo" de ruido en la cocina. Bajé hacía allí y ni bien entre por la puerta vi como estaba sacando unas tazas de sangre del microondas- Hey ruidoso- le saludé de broma mientras cogía una de las tazas y me sentaba sobre la encimera para beberla.

Gus miró a Ben y enarcó una ceja un poco por el comentario y otro poco porque finalmente era Ben el primero en levantarse. No es que esperara a nadie en particular pero desde ya que hubiera preferido que la primera en aparecer fuera Arlette, se pondría hablar ella y le haría la vida un poco más fácil al menos hoy. -¿Ruidoso? Lo dices en serio?.- murmuró un poco de mala leche y sin poder evitarlo. Es que seguía con un humor de perros y era tan raro en él que ni sabía cómo disimularlo. -Lo siento.- dijo enseguida intentando volver a retomar el buen tino. -Es que, seré sincero, apenas he dormido.- dijo ya aclarando las cosas. -Supongo que Alma y tú habeis hecho las paces...- murmuró ya dando a entender que esa era la razón por la que apenas había dormido (si es que ya no había quedado claro) y se quedó en silencio esperando que el microondas acabara de recalentar su taza de leche.

- Oh vaya, ¿No pudiste conciliar bien el sueño?- alcancé a ver como Gus me fulminaba con la mirada y yo escondí mi sonrisa tras la taza según bebía. Seguramente debería avergonzarme por el hecho de que claramente nos había escuchado, pero la verdad es que estaba demasiado feliz por todo lo de noche como para que me importara una mierda. Aún así decidí que lo más sensato sería no seguir vacilandole, le conocía y estaba claro que hoy estaba de un humor de perros.-Si, estamos ya bien- dije finalmente contestando a su pregunta- Oye siento lo de anoche, no queríamos molestaros- dije disculpándome a mi pesar, pero bueno que no me apetecía que estuviese de mala leche todo el día por eso.- Pero venga, ¿qué te pasa?- le pregunté directamente sin rodeos antes de beber más. Es que había compartido piso con ellos durante años, me costaba creer que realmente estuviera molesto por eso de no haber dormido por "mis ruidos".

Gus asintió con una breve sonrisa a eso de que estábamos bien y ya comenzó a beber su sangre. -Eso, que apenas he dormido, me levanté temprano, me fui a caminar... volví y aún aquí todo el mundo durmiendo. Parece que reina la felicidad y yo me siento un poco fuera.- dijo siendo honesto con Ben. Ya bajó la voz porque en casa de vampiros no era lo mejor ser oído y aunque Arlette estaba hablando por teléfono y Alma en la ducha... nunca se sabía. Abrió el grifo para hablar más tranquilo. -Lo he pensado de todos lados y es injusto, Alma se la ha tomado conmigo y me molesta porque debería estar igual de enfadada con vosotros... que si fuera por Arlette hasta tendría que haber coqueteado con ella.- dijo poniendo claridad a las cosas. -Sólo intenté no defraudar a nadie y en cambio me llevo ser el único que no puede conciliar el sueño y sé que no me perdonará fácil.- murmuró había aprendido a conocer a Alma y sabía lo horriblemente cerrada que podía llegar a ser con algunos temas. -Oye, ya que estás tan de buenas con ella podrías decirle algo...- dijo después mirando a Ben a los ojos e intertando que intercediera. No sabía porqué le importaba, pero es que ahora había empezado a contar con Alma como parte de esa extraña familia y se lo tomaba en serio.

Le miré según hablaba. Debí haber supuesto que se trataba de algo de eso, no sabía porque no había caído antes- No seas tonto- dije a lo primero. Todos teníamos motivos para estar felices tras lo de ayer, y él también.- No te lo tomes tan a mal, sabes que no tienes la culpa de nada y yo te estoy enormemente agradecido por todo lo de ayer- dije mientras bebía algo más de mi taza antes de que dijese lo último- Ya he hablado un poco con ella...-comencé sin saber ni que decirle para que no se lo tomara a mal y pensara que no quería hacer nada- Pero ya sabes como es, es muy cabezota y ayer no me pareció lo mejor seguir presionandola, ya bastante había estado "sintiendo" cosas que realmente no sentía como obligarla a que te perdonase- comenté- Estoy convencido de que será cosa de tiempo, ella misma verá que todo lo hiciste por su bien y que es una tontería que se lo tome así- seguí diciendo- Solo dale tiempo, yo claro que volveré a hablar con ella... pero no te andes preocupando tanto por esto, no tiene sentido que lo hagas- dije mirándole.

Gus asintió a todo lo que Ben dijo, finalmente era así... tampoco era para tanto, ni entendía porqué le estaba dando importancia. Bah, es que le molestaba sentir que no estábamos todos perfectamente bien, pero en el fondo era una tontería y lo sabía. -Está bien, tampoco tienes que presionarla ni nada.- dijo ante eso de que ya me había dicho algo y que no quería "obligarme". -Tienes razón, es sólo tiempo, tú la conoces más... si dices que se le pasará, entonces así será.- dijo encogiéndose de hombros sin querer seguir demasiado con ese tema.

Mientras tanto yo había acabado de ducharme y estaba dando vueltas por la habitación decidiendo qué ponerle y haciendo algo de tiempo porque no me apetecía tanto bajar y encontrarme con nuestros invitados, seguía sintiéndome un poco rara después de todo lo de ayer y si con Ben estaba bien era porque teníamos nuestros "mecanismos" pero no era igual de fácil con todo el mundo. Me vestí y finalmente me decidí a bajar, Arlette seguía parloteando por teléfono ¿con quién demonios hablaba?

look de alma:

Enseguida fui a la cocina. -Buen díiiia.- dije con una sonrisa ya subiéndome a uno de los taburetes y mirando a Gus y a Ben.

Alma entró en la cocina y nuestra conversación acabó ahí. Gus cerró ya el grifo lo más disimuladamente posible- Buen día- saludó él también lo más normal posible mientras le pasaba una de las tazas de sangre que acababa de calentar. No pasó mucho tiempo más antes de que Arlette se dignara a aparecer también por la cocina.-Buenos días- saludó alegre y sonriendo- Se acercó a darle un beso a Guus y cogió la última taza que quedaba- Uy que silencio...-se burló por el ambiente medio raro que había en la cocina.