Recuperando fuerzas (Alma, Arlette, Gus) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Nada más llegar a la casa Alma subió a darse una ducha y yo fui a preparla un poco de sangre como me había pedido. Por su parte Arlette se quedó por la sala sin saber muy bien que hacer hasta que se fijó en la mesita, la habíamos dejado antes llena de botellas. Que desastre...
Las recogió por hacer algo y no quedarse parada y se metió a la cocina conmigo. Intercambiamos una mirada y sonrió levemente mientras dejaba las botellas sobre la encimera- Debería haber acompañado a Gus, estoy algo inquieta- reconoció suspirando- No le va a pasar nada, tranquila- dije mientras terminaba de servir sangre en una taza- ¿Quieres?- la ofrecí antes de guardarla por si la servía también otra taza- No, gracias... Voy a subir con Alma, a ver si la ayudo a armar algo- dijo mientras iba hacía la puerta. Prefería ayudarla que quedarse sin hacer nada.

Así que yo me quedé calentando la taza de Alma y la mía (que ya de paso me había servido algo también para mi) y Arlette subió las escaleras. Miró primero en la habitación de huéspedes pero no había nadie así que se asomó también un poco a la nuestra, podía escuchar el ruido de la ducha- Alma ¿Dónde tenéis las sábanas? Que voy armando yo la habitación no te preocupes.-le dijo sin atreverse tampoco a entrar demasiado en la habitación por si se pensaba que iría a cotillear nuestras cosas- También te quería pedir si nos podías dejar algo de ropa para dormir- la pidió sin alzar demasiado la voz. Sabía que la escucharía a pesar del agua y todo.

Saludé y comencé a beber mi sangre antes de que entrara en la cocina también Arlette... quien de paso soltó eso sobre el silencio. -Ya ves... Nos haces falta.- murmuré de broma guiñándole un ojo. -Bueno, como han dormido... Tienen algún plan para hoy?.- dije con una pequeña sonrisa intentando sonar lo más natural posible, no quería seguir llamando la atención con lo de Gus. Finalmente, tampoco tenía que estar hablando con él ni nada, nomás con mantener conversaciones más o menos superfluas y pasar el rato haciendo algo entretenido, ya se me pasaría el enojo, no? -Por mi parte ayer me enteré que me he quedado sin trabajo, asi que no tengo nada para hacer hoy... bueno, buscar trabajo no sería mal plan.- dije al final enarcando las cejas y ya me callé la boca y bebí un poco de mi taza.

-Costó dormirse pero la cama es cómoda así que no me quejo- se río Arlette enseñando los dientes sin disimulo. Se estaba burlando de nosotros por el ruido de anoche pero de nuevo me volvía a dar lo mismo. Al menos ella se lo tomaba con más humor que Gus. Ya Alma preguntó sobre los planes para hoy y Gus y Arlette intercambiaron una mirada. Con eso de que Gus se levantara antes no habían tenido tiempo de hablar de nada, algo raro en ellos la verdad.- Supongo que el primer paso es saber cuanto tiempo nos quedaremos-dijo mirandole- Tampoco queremos molestaros más de la cuenta -dijo Arlette mirándonos. Habían venido por todo lo del hechizo y demás pero no sabían si molestarían ni el tiempo que se podían quedar, ni nada.

-No molestan para nada, pueden quedarse lo que quieran... podemos hacer algún plan para la tarde.- me apuré a responder porque no quería malos entendidos y más allá de que las cosas no estuvieran tan genial con Gus, no pensaba quedar mal con ellos. -Pero antes pienso dedicar un rato a hacer algunas llamadas...- dije ya acabándome la taza y poniéndola en el fregadero. No me importaba que se quedaran pero ahora mismo tenía que volver a la realidad y lo cierto es que la prioridad era ver cómo íbamos a ganarnos la vida, cada vez teníamos menos dineron... a Ben no le duraban los trabajos más que unos pocos días y sabía que antes o después gastaríamos los ahorros. -Si me disculpan...- dije con una pequeña sonrisa y ya salí de la cocina dejándolos desayunando. Me fui hasta el sofá y empezar con mis llamadas, algo tenía que conseguir.

-Si, vale, supongo que lo hablaremos- dijo Arlette mirando a Gus sin insistir demasiado porque antes de darnos cuenta Alma ya se había largado de la cocina. -Qué tía, parece que le encanta trabajar- dijo Arlette de broma por el impetu con el que había largado de la cocina. -Si, no como a otros- soltó Gus mirándome descaradamente a mi. Le ignoré. No es que no me gustara trabajar (que tampoco) pero es que por estos pueblos perdidos tampoco es que hubiera nada demasiado bueno ni que durara demasiado. Me acabé mi taza y salí tras ella. Total les debía un poco de tiempo a solas a Gus y Arlette para que "aclararan" su futuro más próximo con nosotros.
La encontré en el sofá y por detrás puse las manos en sus hombros tras fijarme en que todavía no estaba hablando- ¿Por qué no te relajas? No se va a acabar el mundo porque empieces a buscar trabajo mañana y no hoy- dije sonriendo mientras la daba un beso en el cuello así desde detrás del sofá.

Me tumbé en el sofá y comencé a revisar mi agenda marcando números y anotando posibilidades, estaba realmente ocupada en eso cuando apareció Ben. Sonreí alzando algo la mirada y dando vuelta la cabeza para mirarlo. Estoy relajda, hacer cosas útiles me relaja.- dije con una pequeña sonrisa pero era cierto. -Ya sé que podemos esperar a mañana... pero quisiera tener al menos un plan, ya me quedaré tranquila solo con eso...- le expliqué antes de volver mi vista a la agenda en la que iba anotando cosas. -He pensado en el fideicomiso... pero venga, es el reaseguro que tengo, si lo gastamos ahora qué nos queda para después! La eternnidad es demasiado tiempo y sábes que me gusta vivir bien.- dije encogiéndome de hombros. Sabía que no estaba pensando como vampira sino como humana, pero no podía evitarlo. Me gustaba comprarme cosas a la moda, ir a los lugares que me diera la gana, en fin... no tener que estar pensando en el dinero y Ben apenas se interesaba en trabajar así que no me quedaba otra que preocuparme un poco.

No dije nada. Era una tontería pero supongo que a mi "mente antigua" no lo gustaba la idea de que ella quedara como la trabajadora y yo, que era el hombre, como el vago. Tampoco quería ser un mantenido, ¿no?. Vale que lo había sido durante algún tiempo pero que ella no se pudiese permitir ni un segundo de hacer también el vago... Bah, ya estaba de mala leche. Solté sus hombros y me incorporé justo para ver como Arlette salía de la cocina con pasos saltarines.- ¿Qué te pasa?- pregunté enarcando una ceja. - ¡Ven, ven!- dijo entusiasmada y tomándome de la mano para salir de allí y no molestar a Alma con sus llamadas. Tiró de mi y desaparecimos a velocidad vampirica escaleras arriba. Algo de entusiasmo para comenzar la mañana. ¡Eso me gustaba más!.

Sabía que a Ben no le gustó mi respuesta porque enseguida quitó sus manos de mis hombros... Negué con la cabeza pero la verdad es que me daba igual si le molestaba. Vivía manteniéndome desde los 16 años, me había largado de casa y había sabido rebuscarme la vida haciendo lo que fuera, no iba a cambiar de postura nomás que por no herir su orgullo o lo que demonios fuera que le pasaba. En otro momento me hubiera sentido mal por dejar colgados a Arlette y Gus que eran nuestros invitados, pero si tan familia éramos entendía que no podían molestarse porque me ausentara 15 condenados minutos para ocuparme de mis cosas, no?
Apareció Arlette con su mejor sonrisa y enseguida se llevó a Ben con cualquier pretexto dejándome a mí en el sofá con mis cosas. Mejor así, que lo entretuviera un rato, sino luego se daba el lujo de tomárselas conmigo y no tenía ganas de aguantarme eso. Apareció enseguida Gus en la sala y por un instante pensé que lo mismo era una excusa para dejarme a solas con él... -Ey!.- dije alzando la vista. -Ponte cómodo, son dos llamadas y estoy con vosotros.- murmuré un poco escapándome y yendo hacia una de las ventanas para empezar a hablar con mi antiguo agente, algo tenía que encontrar.

Gus se sentó en uno de los sofás y esperó pacientemente mientras miraba alrededor. No se sentía del todo cómoda pero no podía hacerle nada, Alma fingía que todo estaba más o menos bien aunque sabía que no era así. Debería aprender a vivir con ello por mucho que le jodiese, tal vez Ben estuviese en lo cierto y fuera solo cosa de tiempo.
Alma acabó de hablar tras un buen rato pero no la preguntó nada, no había querido cotillear y tenía claro que ya no le contaría gran cosa.
-Mañana es mi cumpleaños, o bueno, lo sería- dijo casi suspirando. Que pereza le daba todo eso- Creo que Arlette me quiere montar una fiesta sorpresa o quiere que me traigan mañana algún regalo super especial, o yo que sé- tantas llamadas no eran normales y se la conocía de memoría-Le entusiasman estan cosas por más que hayan pasado siglos- fue diciendo intentando entablar una conversación normal con Alma sin darle vueltas a lo de ayer.

Acabé de hablar y volví al sofá. Enseguida Gus empezó a hablar. -Vaya, no tenía idea... - dije con una pequeña sonrisa curiosa cuando dijo eso de su cumpleaños, no me había esperado para nada que saliera con algo así de modo que de pronto estuve interesada en el tema. -Bueno, no puedo decir nada, no soy muy de festejar mis cumpleaños pero me gusta festejarle a los demás... Y venga, no te quejes, que los dos sabemos que es lindo saber que piensa en tí y te quiere dar una sorpresa.- dije después porque aunque pusiera cara de que le daba lo mismo al final siempre era bonito que tuvieran detalles con uno. -Y cuántos años cumplirás? Si es que se puede saber...- dije ya pensando de repente en que no tenía idea de los años que tenía Gus.

Sonrió sin poder evitarlo porque algo de razón tenía- Supongo que tienes razón, los regalos están bien y más si son de alguien que te quiere- dijo porque más allá de que el cumpleaños le diese pereza lo cierto es que el saber que Arlette tras tantos años se seguía preocupando de esas cosas le gustaba de verdad.-302 creo-dijo tras dudar un poco y echar algunas cuentas- Estoy muy viejo- dijo obviamente de broma porque se seguía conservando como un veinteañero.

Asentí cuando dijo eso. -Sí, bueno... en lo que a mi respecta los regalos están bien en general, vengan de quien vengan...- dije ya sonriendo un poco en broma. Me respondió y me quedé sacando cuentas... -Vaya, sí que eres viejo... En realidad nunca hablamos de tí, ni siquiera sé quién eras cuando vivías, donde naciste... Es raro.- dije pensando en eso y en que justo ayer a raíz del juego ese en el bar tenía algo de miedo que me preguntaran sobre él, ya que no sabía nada de nada. -Aunque no a todos los vampiros les gusta hablar mucho de su vida... No sé, será que se aburren, ya me enteraré en 300 años...- dije con una pequeña sonrisa mientras sacaba un cigarro para encenderlo. Seguía enfadada con él, pero no me costaba nada continuar como si tal cosa hablando de lo que fuera, siempre había sido bien cerrada para algunos sentimientos.

-Supongo que es porque la vida de antes no es tan buena como la de ahora- dijo a eso último de que a los vampiros no les gustaba hablar de sus vidas pasadas. No iba con dobles intenciones pero Alma era joven, se había criado en pleno siglo XXI con todas las comodidades, libertades y derechos que eso conllevaba. La vida de hacía siglos no había sido taaan genial por así decirlo.
-Oh, oh, ¿estamos recordando cosas del pasado?- preguntó Arlette entusiasmada al entrar en la sala. Había escuchado el último intercambio de frases y eso le había parecido.-Es bonito recordar, me da nostalgia- dijo ella sonriendo. De los tres era a la que más le gustaba hablar del pasado. Se sentó al lado de Gus y dobló sus piernas- Recordemos, hace mucho que no lo hacemos- Gus entornó los ojos y yo que había bajado tras ella tampoco daba mucho crédito a lo que escuchaba- Debes estar de broma...-me quejé- Shhh-nos calló- Venga Alma empieza tú, nosotros tampoco sabemos demasiado de tu pasado- dijo por ella y Gus.

Enarqué una ceja apenas dijo que la vida de antes no era tan buena como la de ahora... pues sobre eso yo apenas podía juzgar, es que no hacía nada que me había convertido. Enseguida entró Arlette y empezó a hablar entusiasmada como siempre, se sentaron con nosotros y la seguí con la vista hasta que acabó por centrarse en mí. Suspiré bastante poco entusiasmada con la idea de hablarles sobre mí pero la conocía lo suficiente como para saber que no aceptaría un no como respuesta... le dí una calada al cigarro antes de responder. -Sólo he sido la típica niña guapa, pija y caprichosa.- dije encogiéndome de hombros. -Al menos así me definió Ben desde me conoció...- murmuré sin más. -No sé qué les interesa saber... nací en Bélgica, pero viví siempre en París hasta que me largué de casa, anduve un poco en cada lado hasta que llegué a Fell's.- dije sin muchos ánimos. No me gustaba mucho hablar de mi vida porque implicaba hablar de mi familia y odiaba hablar de mi familia.

Todos pudimos apreciar como contestaba sin nada de entusiasmo y casi que por compromiso-Vaya... parece que tu también vas a ser de los vampiros que no les gusta hablar mucho de su vida-dijo Arlette con sarcasmo y sonriendo con burla. No insistió, si no quería entrar al juego pues nada. Arlette pasaba ya, ya les había dado esquinazo en la cocina y ahora no iba a seguir tras ella- ¿Qué te parece si vamos a dar una vuelta?- le dijo enseguida a Gus sonriendo para desaparecer un rato los dos solos. Él asintió y subieron arriba a por los abrigos. No sentían el frío pero al menos cuando salieran después a la calle debían parecer humanos.

Les vi subir y miré un segundo a Alma sin comprender. Llevaba toda la mañana super rara, empezaba hasta a dudar de que el hechizo se hubiese ido realmente de su mente... O tal vez simplemente es que no aguantaba a Gus y a Arlette y odiaba tenerles de invitados, seguro que no se atrevía ni a decírmelo... Joder. - ¿Ya has hecho esas llamadas?- dije esta vez yo sin nada de entusiasmo y más por cortesía que otra cosa mientras me paseaba por la sala hacía las ventanas. -Si quieres irte, vete- dije sin más. Lo mismo la habían llamado ya para alguna entrevista/reunión o algo y por eso andaba con ese humor de perros.

Arlette enseguida dijo todo eso y ni siquiera me dió tiempo a contestarle nada que ya había dejado de lado su plan y estaba subiendo con Gus para salir a dar una vuelta. Me encogí de hombros y no dije nada porque bueno, que ya había demostrado que tampoco es que estuviera realmente interesada en mi vida ni nada así sólo hablaba por hablar, como siempre...
Cuando nos quedamos a solas, Ben empezó a dar vueltas y me preguntó eso. -Sí, ya hice las llamadas... Ahora toca esperar.- dije mirándolo un segundo. Sabía que llevaba de pronto mal humor y no entendía bien si era a causa de Gus o es que me sentía un poco falsa o qué. -No tengo que ir a ninguna parte, sólo he hablado con mi anterior agente y un tío que tiene contactos y conoce más gente... Si me precisan, me llamarán.- murmuré sin más. -Qué les pasa a todos?.- pregunté después. -Porqué se ha largado así Arlette? Es cierto lo que dijo Gus, quería organizarle una fiesta de cumpleaños?.- le pregunté a Ben ya sentándome otra vez en el sofá. -No entiendo porqué están tan raros todos, sólo fueron dos llamadas por teléfono! No es que los estaba evitando ni nada así... y realmente no necesito que me haga preguntas personales para demostrarme lo interesadísima que está en mi vida.- dije al final con algo de sarcasmo dándome cuenta al abrir la boca que realmente no estaba de tan buen humor como lo había supuesto al despertar.

Esperar... ya, lo que yo decía, que no hubiese pasado nada si hubiese llamado mañana y no hoy. Siguió hablando y no me lo podía creer-¿¡Quieres bajar la voz!?- espeté enseguida. ¿Estaba loca? Estábamos en una casa llena de vampiros, nos escucharían sin ningún problema y que fuera así de prepotente y de sarcástica no ayudaría precisamente.-No sé que diablos te pasa... Arlette es así, no estaba siendo amable ni te estaba mostrando compasión o lo que sea que se te este pasando por la cabeza-la solté entre susurros, intentando que la "discusión" se notara lo menos posible en la casa. Fue diciendo lo del cumpleaños de Gus y demás pero ni la contesté, no creía que realmente ahora mismo la interesara- No voy a discutir, cuando se te pase la locura me avisas- llevábamos días discutiendo por el oso, el hechizo... Y ahora que creía que todo había pasado tras una noche bastante buena volvíamos a eso. Ni de coña me iba a quedar en esa habitación discutiendo con ella. Salí del salón y subí también las escaleras.

Ben empezó a hablar y supe que tenía razón, me había pasado un poco... pero es que luego del rollo del oso había recordado todo lo de perder el trabajo y no era algo que me hiciera sentir bien, además a todo el mundo parecía pasar por completo de eso, como si vivieran de vacaciones eternamente... -Vale, te aviso.- dije como toda respuesta y Ben se largó escaleras arriba. Suspiré, quizá lo mejor fuera salir a caminar un rato y ver si se me acomodaban las ideas, y de paso hacer algo de tiempo, con suerte me llamaban con buenas noticias.

Me puse de pié para coger el saco y justo bajaron Gus y Arlette. -Siento el poco ánimo de antes.- le dije enseguida a Arlette. -Me pone un poco ansiosa lo de no tener trabajo... No me hagas caso.- murmuré mientras cogía las llaves y salíamos. -Mi vida no ha sido muy interesante que digamos pero si quieren luego, con un poco de alcohol, se las puedo contar.- dije ya un poco sonriendo e intentando recomponer las cosas, no quería problemas y era una tontería cuando todo estaba solucionado supuestamente. Salieron primero ellos, por mi parte esperé, a lo mejor pasaba a ver a Ben antes de largarme.

Arlette y Gus bajaron tras notar que las cosas se habían calmado y para su sorpresa se encontraron con una Alma bastante más receptiva de lo que esperaban. -No te preocupes- dijo Gus cortesmente como siempre- Además así te soltarás y contarás cosas más interesantes- dijo Arlette sin poder evitar volver al tono de juego- Y os debo unas botellas de alcohol... ¿podríamos comprarlas ahora, no?- le dijo Arlette más a Gus que otra cosa. Todavía se sentía algo culpable por las botellas que ayer se había bebido con Ben, habían arrasado casi con todo, así que sentía que lo justo era que las repusiera ella misma. -Genial, nuestro paseo ya tiene un objetivo- dijo entusiasmada mientras se despedía de Alma con un movimiento de la mano y ya seguían ambos su propio camino por las calles del pueblo.

Sonreí cuando Arlette dijo eso de la culpa por haberse acabado todo el alcohol, ya le había dicho a Ben por la noche que era lo más probable que hiciera, valerme de su culpa para que nos repusiera el "stock". -Vale, así me gusta... Nada mejor que la culpa productiva.- dije riendo un poco antes de que ya se fueran.
Al final decidí volver sobre mis pasos y aunque ya tenía el saco puesto, entré otra vez en casa para chequear como estaba Ben. Subí las escaleras y entré en la habitación, estaba tumbado en la cama con el portatil. -Oye, se han ido a pasear un rato... Iba a salir también.- dije desde la puerta para llamar su atención antes de entrar. -No sé si se me ha pasado la locura... Pero si quieres podemos hablar.- murmuré entrando en la habitación y quedándome de pie al lado de la cama. -Me pone ansiosa no tener trabajo... No ha sido bonito el modo en que me dejaron sin contrato. Pero además... No sé, no me molesta que estén Arlette y Gus, pero siento que lo de Gus me ha afectado.- le dije directamente. Por la noche había dado evasivas sobre el tema pero ahora necesitaba decirle las cosas con claridad un poco para aclarármelas también yo. -Ayer, mientras te odiaba con todo mi corazón y tu escenita con Arlette seguía dándome vueltas en la cabeza... no dejé de observar vuestra complicidad y me encontré, sin planearlo, poniendo toda mi confianza en Gus.- fui diciéndole un poco mientras lo pensaba. -De algun modo fue importante para mí, vital diría... para que no me desmoronara y me largara del bar cada cinco segundos.- murmuré. -Supongo que me sentí más unida a él, sentí que me entendía , que se ponía en mi lugar y... de pronto. Sé que es estúpido pero es como si me hubiera traicionado o algo. Él estaba en MI equipo, entiendes? Cuando vosotros dos se fueron por ahí a tontear con apuestas, él se quedó conmigo... y luego de hablarme sobre la familia y que no me dejaría sola y que haría todo por ayudarme... pues, me tendió una trampa.- solté sin cortarme. -No sé porqué te digo esto, creo que necesito descargarme... No tienes la culpa y no tengo que tomármela contigo, pero... sólo necesitaba pensar en voz alta, no sé.- murmuré todavía de pie junto a la cama.

Había decidido subir a la habitación y poner el portátil. No si quiera quería hacer nada en especial con él, pero era mejor eso que estar sin hacer nada y pensando... En ello estaba cuando Alma entró en la habitación con el abrigo puesto. La miré temiendo que quisiera seguir discutiendo... Pero en cambio se largó con un discurso que no había esperado. -Alma no te vas a morir por estar un día sin trabajar, no te entiendo has estado meses sin preocuparte por esto- dije ya que había estado perdida por Ámsterdam y después por Brasil y ni se había acordado de su trabajo- Y ahora vuelves, te despiden y parece un drama.-no me terminaba de cerrar- Y sobre Gus... -suspiré y dejé el portátil a un lado incorporándome un poco mientras la escuchaba. Se estaba desahogando y en parte podía entender lo que decía- Has dicho que haría todo por ayudarte... y fue precisamente lo que hizo- la miré- ¿Hubieses preferido acaso seguir con el hechizo ese? ¿preferirías seguir odiándome?-dije para que pensara- Te "traicionó" ,como tu dices, por una buena razón, para ayudarte... Además fue muy bueno, Arlette incluso le dijo que coqueteara y no lo hizo... -comenté- No sé porque eres tan dura, si lo piensas realmente solo te ayudó en todo momento y dentro de lo malo fue bastante de frente- podría haberla atraído hacía la habitación con otros pretextos.

Dijo lo primero sobre el trabajo y enarqué una ceja. -No, no es así... He estado sin preocuparme porque siempre he tenido trabajo y era yo quien lo dejaba pasar... o no. Pero ahora ha sido mi agente el que mudó todo a LA y me ha dejado en claro que mejor me busco otra cosa que podía conseguir mil chicas como yo y punto... Nunca me habían "despedido" de tan mala manera y no sé, fue raro, cuando vine a contártelo ya enseguida llegó el oso de Pauline y apenas tuve tiempo de detenerme a pensar qué podría hacer en Fells'...- dije a toda respuesta, no era un drama, pero tampoco era una tontería.
Ya dijo lo demás sobre Gus y me sorprendió lo de Arlette y lo que fue diciéndome. -No sabía nada de eso.- dije enseguida aunque era obvio que no podía saberlo. -¿Y qué pensaba Arlette? Qué me arrojaría a sus brazos así sin más? Vaya concepto.- dije un poco molesta porque realmente no me entusiasmaba que pensara eso de mí y que encima hubiese estado dispuesta a "ponerme a prueba" para luego sorprenderme con que realmente Gus no quería estar conmigo. Sólo imaginarme la situación y me daba algo. Pensé en Gus y en lo que Ben decía, vale... en ese contexto sí tenía que reconocerle que había sido todo lo sincero que había podido. -Me alegra que Gus no le hiciera caso.- dije al final pensando en eso.

No dije nada enseguida, no dejaba de darle vueltas al asunto de su despido pero según habló fui entendiendo algo más. A estas alturas no me pasaba desapercibido que el comentario de que "podrían conseguir a mil chicas como ella" sería lo peor que la podían haber dicho. Alma adoraba ser el centro de atención y sentirse especial.- Anda ven-murmuré mientras me ponía en pie y la tomaba de la mano acercándola más a mi, casi que abrazandola un poco sin darla tiempo a quejarse. Tal vez el que había planteado mal todo el asunto era yo... Era su marido y joder, debería ser algo más empatico con ella, ¿no?. -Vas a encontrar algo enseguida, y lo sabes- murmuré en su oído-Hay miles de agentes más, puedes empezar por Virginia y después ya se verá- en el pueblo no pero la ciudad más cercana era Virginia, allí estaba la universidad y había más movimiento. Seguramente habría decenas de agentes y de agencias de publicidad, podría empezar buscando por ahí, después sino ya vería como seguir.
Comentó también lo de Arlette y no comenté nada sobre lo de "arrojarse a sus brazos". Lo que me faltaba es que ahora se cabreara también con ella.- Pues no, Gus no le hizo caso... Así que relajate y en serio, dale algo de tregua, lo ha hecho lo mejor posible- dije por todo el tema del cabreo con Gus.

Para mi sorpresa, apenas acabé de hablar Ben se puso de pié y cogiéndome de la mano me acercó un poco a él dándome ánimo. Lo miré un poco sin darle crédito al principio, es que hasta ahora había sentido un poco que pasaba de todo lo que le decía en relación al trabajo así que me alegró que empezara a darle algo de importancia al tema. -Vale, sí... he empezado por Virginia de hecho, pero no sé... de todos modos ahora toca esperar.- dije al final con una leve sonrisa porque era lo que había que hacer. Pero me reconfortaba de verdad que al menos intentara animarme un poco en vez de tratar de mostrarme que era una tontería preocuparse por eso... para mí no era una tontería.
Ya dijo lo demás sobre Gus y me encogí de hombros. -Está bien, creo que se merece algo de tregua... ya veremos.- dije un poco en broma sonriendo. Seguía jodiéndome un poco lo de Arlette, pero vamos... que a estas alturas la conocía lo suficiente como para saber que era totalmente posible que propusiera cosas como esas sin pensarlo dos veces y sin malas intenciones en el fondo... ya lo hablaría con ella llegado el caso, era lo bueno con Arlette, tras tanto tiempo en Ámsterdam y tanto drama, habíamos aprendido a decirnos de frente cualquier cosa y eso era mejor que andarme guardando rencores.

-Vale... -igualmente no insistí ni nada parecido, ella vería que hacía. Alma había subido con el abrigo puesto y no tardó en irse. Tampoco insistí en ir con ella, tal vez querría espacio para lo del trabajo o simplemente necesitaba estar sola. Quien sabe... de hecho yo mismo quería estar un rato solo. Habían pasado demasiadas cosas y necesitaba tranquilidad.
Salí a cazar y estuve dando una pequeña vuelta por el bosque hasta que comenzó a oscureces. Aún así cuando abrí la puerta comprobé que no había nadie. Había sido el primero en volver a casa. Fui encendiendo las luces y tras quitarme la chaqueta me tiré sobre el sofá. Ays, esto era vida.

Salí de casa enseguida, no tenía rumbo definido... simplemente necesitaba algo de tiempo a solas para pensar y estar tranquila tras tanto lío. Empezó a anochecer y me hizo algo de gracia porque últimamente nos la pasábamos durmiendo de día y viviendo sólo de noche, si esto no era vida de vampiros yo ya ni sabía lo que era.

Caminé hasta el parque, saludando a una persona y otra, el problema de Fell's era que todos nos conocíamos y los rumores iban corriendo todo el tiempo. A estas alturas no me sorprendería cruzarme con alguno que se hubiera enterado de la muerte de Ben en Ámsterdam o algo así. Fuí hasta el Ipswich y me pedí un café, lo bebí contenta y luego volví a salir, el invierno estaba ya muy instalado pero no sentía frío así que no importaba, de hecho se podría decir que echaba algo de menos eso de sentir frío y calor. Finalmente en un callejón conseguí alimentarme y luego de andar un poco más ya sentí que se me hacía tarde. Había dejado el móvil en casa a propósito, sabía que la ansiedad acabaría haciendo que sólo pensara en recibir una llamada por lo del trabajo y el plan era despreocuparme un rato.

Se me fue haciendo tarde así que decidí volver, cuando llegué estaba todo en silencio... sólo Ben tumbado en el sofá y nadie más. -Ey.- murmuré apenas entrar, me saqué las botas y el saco... adoraba andar descalza por la casa, desde que era humana tenía la costumbre y la había mantenido.