Visitas inesperadas (Santiago)

Estaba reacomodando todo, desde que había vuelto a casa era un lío... no había tocado nada desde la escapada a Roma con Stefan y hacía ya meses que nadie limpiaba... en eso estaba cuando llamaron a la puerta. Era Santiago.

-Hola...- dije mirándolo extrañada. -Cómo estás?.- dije sin invitarlo aún a entrar... no era por nada pero siempre lo pensaba dos veces.

-pensaba que esta casa estaba abandonada, pero ahora te encuentro a ti, vaya sorpresa- Había escuchado rumores de ruptura con su novio y pensé que necesitaría un amigo la verdad no eramos muy apegados pero nos conocíamos a nuestro modo

-Pues parece abandona... venga, entra.- dije sonriendo e invitándolo a entrar.
-No te asustes pero no he estado aquí en meses y la verdad es que apenas me han dado ganas de acomodar las cosas...- dije, era un lío de libros desparramados, cajas a medio deshacer, maletas abiertas con cosas revueltas y el sofá cubierto de ropa... pasé esquivando los libros, varios pares de zapatos y algunas botellas vacías... no estaba en el mejor de mis días.

-se así veo-le dije mirando meticulosamente el lugar
-pero todos tenemos días así si quieres te hecho una mano con la limpieza total no tengo nada que hacer, era mi día libre en el hospital

-Vale, me vendrá bien compañía...- le dije con una sonrisa y nos pusimos a acomodar un poco. -Lo he dejado con Ben... seguro te has enterado...- murmuré mientras me sentaba en el sofá y ordenaba algunas pilas de libros. -Quería que me convirtiera... y yo... no quiero hacerlo.- dije resumiendo ese final inevitable.

-elena ha roto con Stefan y Klaus la ha vuelto ha hacer humana- le dije suspirado y colocándome al lado de ella- y que puedo hacer también tengo miedo como Ben de perder a mi humana- le sonreí

Escuché lo que dijo y por una vez sentí que alguien de todos los que habían hablado conmigo me entendía, nos entendía... Suspiré. -Smos dos cobardes, él no se atreve a pasar su vida viéndome envejecer... y morir... y yo no me atrevo a dejar mi vida tal y como la conozco sólo por seguirlo...- le comenté en un murmullo, era jodidamente duro.

-yo no quiero perder a elena ni tampoco deseo condenarla a esto-suspiré- y que haremos nosotros? le sonreí mostrando dos cervezas que había encontrado en su refrigerador y todavía estaban buenas-salud por eso -me bufé

Sonreí cuando me mostró las cervezas... -Salud por nosotros.- dije con una sonrisa ya poniéndome de pie y acercándome para tomar una de ellas.

-que harás ahora? te vas del pueblo?-la miré perplejo recordando que aveces ella optaba por escapar y liberarse

-No lo sé, pero conociéndome creo que es lo más probable... me iré unas semanas... necesito pensar sin la presencia de Ben, sin tener miedo a cruzármelo a cada rato y no saber reaccionar...- le comenté. -Aún lo quiero y saber que ya nuestra historia no podrá ser... no lo sé... es triste. Necesito salir de aquí, ya veré qué hacer luego...- le dije bebiendo un poco.
-Y ya dejemos de hablar de esto, si? Qué necesito no pensar, emborráchame... no sé, pero dejemos el tema...- le dije con una sonrisa pequeña mirándolo.

-pero solo veo que tienes estas cervezas necesitamos algo más fuerte-le guiñé un ojo

-¿Sólo cervezas?.- dije mirándolo entrecerrando los ojos. -Creo que no has mirado bien...- dije con una sonrisa pícara señalándole el mueble bar... tenía whisky, vodka, tequila... aunque quizá ya no me quedara tanto... es que había tomado mucho los últimos días.

-el vodka me recuerda mis tiempos de humano-le sonreí- en Alemania mi papá era fanático del vodka y del whisky

-Busca... debe quedar algo...- le dije sonrriendo. -Qué más te recuerda tus tiempos de humano?.- le pregunté sin ocultar del todo la picardía.

off: me voy ya!

-no lo se, antes de ser transformado era un señorito así que no conocía los placeres de este mundo-le dije pícaramente

Sonreí con eso de "señorito" y negando con la cabeza en broma me acerqué a él y ya me puse a buscar yo hasta que encontré una botella de vodka, serví dos vasos.
-Por los placeres de este mundo.- dije alzando mi copa para brindar con él.

-brindemos por quienes nunca dejamos de cometer errores- le sonreí

Asentí con una sonrisa y brindamos. -Brindo por eso.- dije y ya luego comenzamos beber.
Era un tío raro, pero me caía bien... y casi ya le había perdonado esa vez que me borró la memoria.

-sabes que terminé con elena e intenté matarla y también a Mirian -brindemos por eso

Bebí de un trago el vaso. -¿Qué dices?.- dije algo congelada por lo que había dicho. -Porqué hiciste eso??.- le pregunté mirándolo... lo decía tan tranquilo que parecía psicópata o algo.

-por el bien de elena y por Mirian era solo un juego -le sonreí y volví a beber

-No... Santiago, tendrás que darme más detalles...- le dije mirándolo.
-El bien de Elena? Es que has querido asustarla para apartarla de tí o alguna de esas tonterías?.- le dije porque sabía que la quería y sonaba a eso. Lo de Miriam seguía sin comprenderlo... no me parecía un "juego" eso de intentar matarla.

-si la quiero y es mejor que este lejos de mi para su protección. YA lo solucionamos todo. seremos grandes amigos puedes creerlo?. Por lo de Mirian ella me afrontó por lo de elena y no estaba muy controlado así que la asusté un poco, casi la maté pero en verdad no fue tanto se supone que ella es vampiro debería recuperarse de una mano en su corazón-dije lo ultimo tomando mi trago y sin ponerle atención de verdad quería olvidar todo

-Una mano en su corazón?.- joder, casí podía imaginarme la escena... era para entrar en pánico.
-No tienes derecho a hacer eso Santiago...- le dije mirándolo. -Entiendo que estés herido por lo de Elena, creeme que te entiendo... sé lo que es querer a alguien y no poder tenerlo... pero no te da derecho a joder a otros... Debes hacer algo para compensar a Miriam.- dije mirándolo, en el fondo me daba cuenta de que estaba simplemente dolido y ni sabía cómo afrontarlo... pero por su propio bien y el de todos tendría que buscar mejores métodos.