caminando sin rumbo fijo (Charlotte)

Aquel día estaba despejado el viento era calmado y golpeteaba a un ritmo uniforme contra mi piel estaba caminando y de repente vi una pequeña plaza y pensé en sentarme en uno de sus bancos a pasar el rato ya que no tenía nada más que hacer, la plaza estaba sola solo se podía observar una pequeña pareja sola en uno de los bancos del alrededor comencé a mirar mas pero lo que veía eran solo arboles y bancos vacios.

Observaba todo desde un frondoso arbol, del cual fijandomé si alguien me vigilaba desendí de un solo movimiento. Caminé hacia la jovencita que acababa de sentarce en el banco.
Vestía pantalones de Jean azules, y una remera roja la cual tapaba con una chaquetita de cuero negra igual que mis zapatillas.

- Hola... - Le dije sin escrupulos mientras me sentaba a su lado, las ordenes de Klaus habían sido muy especificas... - ¿Eres nueva, no?... Me refiero al pueblo... - Me sonreí levemente mientras clavaba mis grisaseos ojos en ella.

-si soy nueva- respondió la chica de rubios cabellos -Anna Crowley- se presento educadamente la chica y luego se retiro el cabello de los hombros y lo coloco detrás de estos - de donde has salido hace un rato mire a todo mi alrededor y no logre ver a nadie acercándose- culmino y espero paciente a que la chica respondiera

Me sonreí, habían muchas personas recien llegadas en el pueblo... Me afirme en el respaldar de la banca de plaza y le dí una pispeada a los alrededores. - La verdad que no se vé nadie... - Me sonreí divertida. - Mi nombre es Charlotte D' Betancourt. Tambien soy nueva por aquí. - La miré y me sonreí con la malicia que caracterizaba a la raza.

- Que pregunta tan... - no encontraba las palabras que quería- Tan absurda. ¿No has notado que soy un vampiro?. Tu lo eres, yo también y somos demaciados para un pueblo tan pequeño. - Me volvía a sonreir, pero esta vez misteriosa mientras miraba hacia enfrente, sin obserbar nada. - Me bajé de aquel arbol... - Terminé por explicar mientras dirigía mi mirada al frondoso arbol.

-claro que lo note pero eso no significa que te aparezcas de repente- contesto la chica calmada y pausadamente mientras miraba fijamente a aquella chica, no le parecía muy confiable pero era alguien con quien podía conversar sin tener que esconder cosas y eso le encantaba -y.... que tal es el pueblo?- le pregunte ya que todavía estaba recién llegada y quería saber si era tan bueno como pensaba (mi definición de bueno : sin tantas personas)

La miré raro, como era posible.... - Si eres un vampiro, siempre tendrás la oportunidad de aparecer de repente....... - Dejé de hablar. - Óyeme, ¿nadie te ayudó en tus inicios?... -

Y para rematar, el pueblo... Uff, como detestaba los pueblos. - Aburrido, como cualquier pueblo. Pero, vine aqui por los vampiros. - Y me sonreó maliciosa.

-no, nadie me ayudo- afirmo la chica y comenzó a hablar de nuevo- yo también vine al pueblo por eso porque trataba de encontrar a otros como yo, es mas acabo de llegar y ya he encontrado a dos-.
-Es primera vez que trato con otros que me comprendan sabes me siento muy libre al hablar contigo y eso que te acabo de conocer-

Me sonreí simpaticamente. - Esta bien sientete en comodidad... Pero debo decirte, que no soy un vampiro común y corriente. - La miré de reojo mientras sonreía con picardía, quería darle un buen susto.

- Yo me bebo la sangre de otros vampiros... Y los los elimino. - Me rio por lo bajo. - Me ahorro años de cazería a los humanos. Pero, no te preocupes, veo que eres un vampiro joven, y yo los prefiero mas antiguos. No es la sangre lo que me interesa, si no el poder que te concede... - La miré con curiosidad, yquería cambiar de tema ya...

- ¿A quién otro te has conocido por aquí?. Aunque para serte sincera, en fell's Church somos la peste... - Finalicé mientras me apoyaba en el banco de la plaza y admiraba la soledad de la plaza.

-Conocí a Damon Salvatore- respondió a la pregunta de la chica y se la quedo viento un buen rato hasta que me canse de esperar y hable de otra cosa – oye y te satisface la sangre de los otros vampiros, aunque bueno no soy nadie para juzgar la alimentación de los demás ya que yo bebo la de animales… y dime cuántos años tienes?-me sentí extraña preguntando esto ya que no se lo había preguntado a nadie antes y no sé si se ofendería.

Me quedé pensativa ante el nombre de Damon, quizás la sorpresa se hacia ver en mi rostro... Ese Damon...

- Si, satisface, aunque no voy a mentirte que tambien recurro a la sangre humana cada tanto. - Sonreí de costado sin muchos animos. - ¿Cuantos años?... Pues... - Pensé y calculé mentalmente mi edad... - Estoy sobre los dulce 545 años. - bajé la mirada, vaya que los años se habían pasado rapido...

- woo debes saber mucho sobre lo vampiros entonces yo solo tengo 60- me pareció extraño que se quedara callada un momento cuando mencione a Damon yo no sabía nada de él solo que era uno de esos chicos mujeriegos que por lo visto le ofrecía ayuda a todas las que pasaban por su frente-oye me puedes hablar de tu experiencia después de tu transformación ?-pregunte pero no sabía si se acordaría de eso ya que por lo visto fue hace mucho tiempo.

Me reí divertida por su ultima pregunta. - Mi experiencia.... - Navegué entre mis recuerdos por un momento. - Mi madre me transformó, y fue ella quien me introdució en la dieta de vampiros. - Me encogí de hombros. - No me quejo, sin embargo, no tengo mucho que contarte de mi transformación, esto era lo que quería... Aunque no sabía que la existencia se volvería tan... Miserable en ocaciones. - La miré con curiosidad. - ¿No te arrepientes de ser un vampiro?.-

-sí y me arrepiento demasiado ya que yo no quería ser inmortal lo que quería era morir-conteste la pregunta de la chica con la voz un poco alterada ya que recordar el por qué quería morir me dolía todavía

-sabes, al menos tú querías esto pero yo no tuve tu misma elección ojala y algún día encontrara al que me hiso esto-

Escuché su respuesta y me sentí tocada por sus sentimientos de tristeza, yo tambien me lamentaba de ser lo que ya era, y que no tenía mas vuelta atrás. - Cuando lo encuentres... - Pausé y sonreí con cierta amabilidad. - Si asi lo deseas lo eliminaremos. - Respiré profundo dirigiendo mi mirada hacia el parque denuevo.

- Total un vampiro mas uno menos... - Dijé con desdenvuelta mientras me encogía entre hombros.

-ok, sabes ya me canse de estar sentada aquí caminamos?- pregunte y me levante del banco y espere su respuesta pacientemente, mire a la luna un segundo y luego volví a mirar a la chica

- Claro, no me molesta. - Le dije levantandomé yo tambien para empezar a caminar. - Ademas, por mas chico que sea el pueblo, aun no termino de conocerlo. - Me crucé de brazos, mientras comenzaba a caminar a paso lento esperando a que siguiera el paso.

Seguí a la chica a paso lento, y después de colocarme a su lado le pregunte -oye y...como fueron tus primeros años o sea como te adaptaste - pregunte ya que tenia muchísimas dudas de si había sido igual para mí que a los demás

Me quedé pensando... - ¿Adaptación? - La miré extrañada. - ¿Que es eso? o ¿a qué te quieres referieres con "Adaptación"? -

No tenía mucha idea de lo que se estaba refiriendo. Pero, quizás si me explicaba de que estaba hablando podría entenderlo... Mientras tanto me quedé con la palabra colgando... - Mis primeros años fueron a lo que puedo llamar "sensillos". Mi madre me ayudo con la caza, sobre todo de otros vampiros, mas que la de humanos. - Dije sin darle mucha importancia. - No me negué jamás al vampirísmo. Supongo que eso lo hizo fácil, además fuí preparada... - Sonreí con desdén mirando al piso. - Como si ser vampiro, tuviera algo realmente especial. - Resoplé y levanté la mirada. - Pero, no comprendo que es eso de la "adaptación" - Le dirigí la mirada mientras seguíamos caminando

-como te adaptaste a comer vampiro, a oler a los humanos y a no desearlos en cada momento como te adaptaste a ser quien eres quisiera saber...es que quiero comprender como es esto porque a pesar de que ya tengo 60 años así aun no sé nada sobre mi misma y esperaba que alguien como tu llegara un día y me comprendiera y explicara- termine de hablar esperando a que ella comprendiera todo lo que quería decirle.

- Aha, pues... - Me esforcé por recordar. - Antes de ser un vampiro, ya era una niña bastante maldita. - Me sonreí con picardía.

- Verás yo nací antes de la revolución Francesa, donde las cosas eran realmente diferentes a como lo son ahora. - La miré espectante y proseguí respirando ondo. - Cuando tenía ocho años mi madre desapareció. Y no volví a verla hasta que pasaron dos años. Yo quedé al cuidado de mi nodriza, que había sido criada junto conmigo. Sólo que ella era mucho mayor que yo. - Recogí mi cabellos entre mis manos para luego correrlo hacia un lado.

- Ella deseaba a mi padre, y se alegró por la desaparición de mi madre, a razón por la cual, comencé a odiarla, y hacer cosas para molestarla. Mataba pollos por las noches, y dejaba la sangre regada por la casa para después dejar un charco en la puerta de su habitación... Hacía otras maldades como dejar las partes en sus delantales y cosas así. - Me sonreí divertída ymientras soltaba una risita.

- Mi padre se ausentaba todos los años durante 9 meses, el viajaba a París, porque era parte del parlamento. Encuanto a mí, vivía en Nueva Orleans, muy alejada de la gente, en una finca... - Miré a Anna. - En fin, cuando reapareció mi madre estuvo durante un tiempo, hasta que le fué posible, sobre todo porque no enejecía. Luego volvió a desaparecer. Pero, se mantenía al tanto del hogar. - Pausé puesto que venia la parte que mas me interesaba de la historia.

- Cuando ella se enteró que la nodriza estaba embarazada de mi padre, cuestión que a mi me molestó bastante... Me comentó lo que haría, y yo la ayudé. Tenía 20 años cuando sucedió todo eso. Asesinamos a la mujer en el sótano. - La miré con las pupilas dilatadas, a razón de las imágenes que volvían a mí. - No te voy a mentir, lo disfruté aun siendo humana. - Me sonreí macabra.

- Cuando cumplí 22 años, mi madre volvió, pero para transformarme en lo que soy ahora. - Pensé durante un momento. - Recuerdo que mi primer comida fueron un par de vampiros mas fuertes que yo, claro está. Mi madre los había atrapado para mi. - Me sonreí satisfecha. - Luego de eso continué con ella hasta que gané mis propias fuerzas para la cazería. - Patée delicadamente un piedrilla que estaba en el piso.

- Nunca tuve problemas con mi sed, porque, no era a los humanos a los que deseaba - Le devolví la mirada. - Si no, que la sangre de los vampiros. De todas formas mi madre me controlaba mentalmente para todo ello. No me quedan dudas. - Finalicé contado todo aquello como si le contara la vez que había ido al mercado por una leche.

-woo que buena memoria tienes, pero ya me canse de preguntarte cosas ahora creo que te toca a ti preguntarme a mi- le dije ya que ella había repuesto todas las preguntas que le había hecho así que era hora de que ella también me conociera

La miré, en realidad mi curiosidad por la vida ajena era núla, pero me esforzaría. - Bueno, y ¿tu transformación? ¿Como fue?... - La miré, ahora que lo veía de otro modo, me empezaba a dar curiosidad. - ¿Como era tu familia? -

Me quedé pensando en su historia. - ¿No viste su rostro? - Sospechaba de Damon, o quizás Klaus... Pero, no podía quedarme entre ellos dos, realmente... habian muchos vampiros en el mundo.

-no en realidad tenia una capucha azul pero no vi nada mas conoces a alguien que use capucha azul?- respondi sin nada mas que decir