Necesitando algo con lo que entretenerme (Klaus)

Ya hacía bastante tiempo que no lo hacía, pero se me antojó dar un paseo por el cementerio, comencé a leer nombres entre las tumbas y sin darme cuenta me fui acercando a un extremo del cementerio dónde estaba situado cerca del bosque, en ese lado el bosque parecía más tétrico, me quedé mirando entre los oscuros árboles pensando en mis cosas.

Estaba algo centrado en mi nuevo plan contra de Santiago después de todo si quería matar a Katherine mataba a Elena cosa que no me agradaba mucho que digamos, cuando sentí el eflubio de un vampiro; unoo no muy viejo ni tampoco tan nuevo me acerque hacia donde el olor era mas fuerte y encontre con un chico muy atractivo con la mente dibagando.

Rápidamente noté la presencia de un vampiro, uno que no conocía, me giré en redondo y con velocidad vampirica me puse enfrente suya y alcé una ceja.ç

-Vaya, no te conozco..., soy Leo.

Un recien nacido me dije riendo y lo mire.-te hubiera coonvenido nunca haberme conocido, pero te dire mi nombre y espero te suene conocido, si no es que creador Santiago no me ha. presentado- le dije y lo mire fijamente.-soy Klaus- le dije mirandolo

No pude evitar abrir los ojos.

-Sé quién eres, y créeme que no te tengo miedo...

Dije desafiante.

-no debes de tenero, ya he disfrutado mucho haciendo sufrir a varias personas, entre ellos a vampiros, ¿que te hace creer tan especial para querer hacerte algo?- Le dije sin mas riendo por lo bajo ante mis palabras, eso me gustaba mi viejo y loco y malvado Klaus justo lo que ya necesitaba.

-Averígualo.

Dije imponente mientras alzaba una ceja y daba un paso hacia adelante.

-Eres un crio, no quiero hacele daño al hijo de Santiago- Le dije mirandolo dando al igual que el el paso adelante estando muy juntos sonriendole con picardia y egosentrismo.

-¿Quién te ha dicho que vayas a hacérmelo?, además a lo mejor mi papi no se entera...

Dije pasando mi lengua por mis labios.

No me moví para nada, -¿no te arrependiras de lamberme los labios?-Le pregunte mirandolo

-Nunca me suelo arrepentir de nada...

Le contesté ahora mordiéndome el labio inferior.

-Claro eso ya lo vermos-Le comete acrcandome al para mirarle.

-No entiendo por qué hay que tenerte miedo...

Dije con una sonrisa mientras apoyaba mi mano en su pecho.