Un whiskey con soda, por favor +18 (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Como era habitual, Erik salió aquella noche para ver el panorama, y ver si podía encontrar a alguna jovencita guapa para llevarse a la cama. Como no quería emborracharse, pidió un whiskey con soda. Se quedó mirando un rato el panorama cuando entró por la puerta Alma. Cambio de planes. Sonrió al verla y se dio la vuelta, esperando que fuera ella quien lo saludara.

Nos acomodamos ya en los asientos y cuando la azafata nos ofreció algo de beber Erik se pidió un whisky y yo vodka con lima.
Me pregunto si estaba nerviosa y sonreí cuando dijo todo eso de escaparse con un chico guapo. -Ya...- dije quitándole importancia en broma cuando tomó mi mano. -No vas a creer que eres el primer chico guapo con el que me voy, ¿verdad?.- sonreí mientras me quitaba el cárdigan y ya me quedaba con camisa, jean y botas planas. Me acomodé el pelo, dejando al descubierto mi cuello del lado que estaba Erik.
Me giré ya a mirarlo. -Tú sólo asegúrate de que valga la pena.- sonreí con picardía. Era raro eso de irme de Fell's aunque más no fuera un día con otro que no sea Ben... pero había tenido muchas ganas de hacerlo y sabía que Ben muy pronto estaría haciendo las suyas... Además con Erik no tenía riesgos, los dos sabíamos a qué íbamos sin fingir nada y eso lo hacía divertido.

La verdad es que Erik estaba disfrutando bastante de la compañía de Alma; sin duda, era una buena chica, y le tenía bastante cariño, pero era solo eso, cariño... No hizo mucho caso a lo que decía porque estaba más atento a mirarla, se tendría que acostumbrar, ya que se estaban yendo de viaje (aunque solo por un día) juntos.
-Ya, bueno, lo que sea.-dijo intentando borrar todos sus últimos pensamientos de la cabeza; no le gustaba atarse demasiado a las personas, y menos a las chicas.-Si estás conmigo, valdrá la pena.

-Cuento con eso.- dije sonriendo cuando murmuró que valdría la pena con sólo estar con él.
El viaje era de un par de horas y al cabo de un rato ya iba bastante aburrida. -Tienes que saber hacer algo divertido... me estoy aburriendo y la peli que pasan es un desastre completo.- le dije luego de intentar mirarla pero ya desistiendo del todo porque como habíamos llegado sobre la hora no viajábamos en primera como estaba acostumbrada así que había que amoldarse a algunas cosas.

Erik la miró y rió a carcajadas, ¿qué significaba eso de entretenme? Él, en cambio, había estado pensando, leyendo los folletos y escuchando algo de música en su ipod.
-Oye tú, ¿qué te crees? ¿qué soy el payaso de la corte?-dijo sacándose el cinturón y levantándose.-Voy al baño, toca dos veces seguidas y luego toca otra vez, así sabré que eres tú.-dijo dirigiéndose al baño. Cerró con pestillo y esperó sentado en la taza del váter a que Alma llegara.

Sonreí cuando dijo eso del payaso de la corte, la verdad es que había estado intentando entretenerme sin molestar a Erik pero era demasiado hiperquinética y me aburría enseguida.
Luego dijo lo otro y sonreí ya más interesada... Hice lo que dijo. Esperé que se fuera y al rato ya fui hacia el baño. Toqué dos veces seguidas y luego una tercera vez esperando a que abriera... y sin poder evitar morderme el labio porque ya esa tontería tenía su punto.

Erik se quedó esperándola en el váter y de repente alguien tocó como él le había ordenado. Abrió el pestillo para que Alma entrase. Entró, y él cerró el pestillo, besándola como un loco. La levantó y la apoyó en el lavamanos mientras le quitaba la camiseta. Besaba su cuello mientras en el reflejo del espejo se veía a sí mismo.

Apenas abrió la puerta Erik me hizo pasar y comenzó a besarme como loco haciéndome temblar enseguida lo que me encantó. Me colocó sobre el lavamanos quitando al instante mi camiseta y besándome mientras me dedicaba a enredar mis dedos en su cabello y ayudarlo a que continuara a ello jalando su cabeza más hacia mí. No sé que tenía con él pero en un segundo me había logrado encender a tope.

Erik siguió besándola sin parar mientras seguía mirándose al espejo, y sonrió. Si analizaba bien la situación, era la primera vez (sin contar a la única novia que tuvo) que llegaba tan lejos con una chica, lo que hizo que se cortara durante un par de segundos, pero luego siguió, intentando no pensar en ello. Erik tenía pánico a enamorarse, por eso si se acostaba con una chica, probablemente no la volvía a ver.
Siguió besándola y bajó hacia sus pechos, que tocó por encima del sostén. Para hacerlo más rápido, bajó sus pantalones sin quitarle los zapatos y se colocó entre sus piernas. Se bajó los pantalones (no hasta abajo) y se apretó contra ella. Él ya estaba erecto pero quería disfrutar un poquito antes. No le gustaba mucho el sexo sin preliminares.

Lo abracé con mis piernas enseguida que se apoyó contra mí, podía sentir que su miembro estaba ya erecto lo que me excitó más aún. Continué besándolo mientras iba sintiendo lo que hacía en mis pechos. Y ya luego cuando se bajó los pantalones pude ver lo excitado que también estaba sin evitar morderme el labio al mirarlo directamente y sin cortarme...

Aproveché la situación para comenzar a besar su cuello con dedicación, degustando cada centímetro, lamiéndolo y succionando con pasión mientras él iba subiendo y bajando por encima de mi sostén.

Alma le abrazó con sus piernas y después siguió besándole. Erik se excitó aún más y empezó a masturbarla por encima de sus braguitas. Se las bajó y empezó a lamerle de arriba a abajo, pero no le dio mucho tiempo, ya que se excitó demasiado y se bajó los calzoncillos y comenzó a embestirla fuertemente mientras gemía en bajito, para que no se enteraran los demás pasajeros.

Comenzó a darme placer con sus manos y ya luego bajó comenzando a lamerme lo que me hacía estallar... pero estábamos demasiado excitados, el sitio era muy pequeño y no podíamos demorarnos mucho así que se deshizo de su propia ropa interior y comenzó a embestir hundiéndose en mí con intensidad. Lo hacía tan fuerte que ya no podía ni respirar, tuve que hundir mis labios en su hombro y morder mis propios labios para no gemir, lo que me estaba costando mucho porque cada vez se ponía mejor.

[off: te mandé un mp, pero creo que no te llega ]

Erik siguió dándole envestidas, y poniendo un poco de su parte para acabar antes, comenzó a decirle cochinadas al oído pero en bajito, ya que no quería que les pillaran, pese a todo, aún quedaba algo de moral en él.
La abrazó fuertemente y cogiéndola del pelo, apoyó la cabeza de Alma en su hombro mientras él seguía mirándose al espejo.

Continuó embistiendo y antes de que fuera capáz de nada estaba diciéndome al oído una cosa más descarada que la otra... a pesar de que no era lo que más me gustaba en el mundo no pude evitar excitarme más aún, de algún modo lograba eso siendo tan directo. Eso nunca había funcionado tanto como con él.
Mis ojos se entrecerraban y ya cuando cogió mi pelo y embistió algunas veces más supe que estábamos al borde de acabar. Tuve que esforzarme mucho por no gemir y llegamos al fin al climax.

Después de embestirla un buen rato, Alma estaba ya llegando al clímax y él también. La agarró más fuerte y besó su cuello, acabó dentro de ella.
Le puso las bragas, se subió los calzoncillos y los pantalones y se lavó la cara con agua.
-Ha estado bien, ¿eh?

Acabó dentro mío y rogué que mis respiraciones no se hubiesen escuchado. Enseguida me ayudó a ponerme la ropa interior y también me puse la camisa y me subí el jean mientras él también se acomodaba.
-¿Tú que crees?...- lo miré con una gran sonrisa a través del espejo luego de pasar mi mano para desempañarlo un poco ya que con todo lo que había ocurrido hasta el espejo se había empañado, lo corrí un poco en broma para que me dejara ahora refrescarme un poco a mí... -De pronto le tengo mucha fe a este viaje...- sonreí y ya me lavé las manos y un poco la cara para luego acomodarme el cabello atándomelo porque hasta había transpirado y tenía la nuca casi mojada.

Erik sonrió a Alma.
-Yo también creo lo mismo.-dijo mirándola a los ojos, le colocó el pelo.-Oye, salgo primero yo del baño y luego tu, ¿vale? No te cantees.-dijo. Abrió el pestillo y salió. Se volvió a sentar en su asiento y empezó a hojear una revista sobre tecnología que había comprado en el aeropuerto.

Sonreí cuando dijo eso y ya salió del baño. Me quedé un momento más acomodándome la camisa y el jean... tenía las botas planas de caña alta así que me las puse por encima de los jeans pitillos. Me mojé la cara, estaba totalmente colorada y los ojos me brillaban... no hacía falta ser muy lúcido para adivinar lo que acababa de ocurrir, sin contar que la jodida sonrisa no se me borraba de la cara.
Esperé un poco y ya salí del baño como si nada, volví al asiento y me acomodé al lado del Erik que leía una revista. -¿Algo interesante?.- le pregunté como si nada hubiera ocurrido mientras me ponía a buscar algún juego en el móvil o algo para hacer.

Cuando Alma empezó a hablar, Erik guardó la revista.
-Nada interesante, eres más interesante tú.-dijo con una sonrisa en los labios. En un momento, se oyó al piloto diciendo que se pusieran los cinturones y que apagaran los objetos electrónicos porque iban a empezar a despegar, quedaría media hora o así para que llegaran a su destino. Erik miró fijamente a Alma.-Bueno... ¿dispuesta a una aventura con Erik van der Berg? Nos lo vamos a pasar genial...

Sonreí cuando dijo eso de que era más interesante y luego cuando oí al piloto ya apagué el móvil y me puse el cinturón de seguridad.
Luego dijo lo otro y lo miré sonriendo. -Por supuesto, a eso he venido.- dije en un susurro sonriendo y ya luego nos preparamos para el aterrizaje.

El avión iba cada vez bajando más y más y eso daba una especie de sensación rara en el estómago. Erik miró a Alma sonriente y cuando aterrizaron el piloto dijo la temperatura y todo ese tipo de cosas.
Al no tener equipaje, Alma y Erik pasaron directamente y salieron del aeropuerto. Erik alzó la mano para coger un taxi.
-Y bien... ¿dónde vamos? ¿quieres cambiarte de ropa? Puedo comprarte algo...

El día estaba soleado y la verdad es que hacía calor... toda la gente iba con poca ropa y vestida de colores... me sentí bien ni bien pisar la calle.

-Pues, sí... tengo calor.- dije pensando en ello mientras ya Erik frenaba un taxi y nos subíamos. -Me compraré algo más cómodo y un bikini también... tú también deberías comprarte un traje de baño...- le dije mirándolo mientras ya le decíamos al taxista que nos lleve a un centro comercial.

Alma le dijo algo de comprarse un bikini. Del hecho de pensar en ella con ropa ligera se estaba comenzando a excitar, entre el calor y todas esos factores...
-Bueno, lo que quieras. Invito yo.-dijo con una sonrisa. El taxi paró en frente de un centro comercial y Erik lo pagó. Se bajaron y entraron, subieron por las escaleras mecánicas y entraron en una tienda Carolina Herrera.-Coge lo que quieras.

-No dejaré que invites...- le advertí porque tenía mi dinero y no era cuestión de que me pagara todo. Igual bajamos del coche y entramos a una tienda de Carolina Herrera.
Enseguida empecé a mirar ropa, era bastante fanática de la moda así que no me tardé demasiado en comenzar a escoger una cantidad de cosas... claro que no haría que Erik las pagara así que no me corté para nada. Elegí unas minifaldas, otras faldas tubo y luego algunas camisas ligeras.. Luego ya fuí a buscar trajes de baño y también escogí dos bikinis.

Erik sonrió al ver que Alma dijo que pagaría ella.
-Ni hablar, yo soy el macho aquí.-dijo colocándose el pelo. Alma cogió varias prendas y Erik se quedó mirándola detrás de ella. Cogió todas sus cosas de sus manos.-Pago yo. A mí me sobra el dinero.-dijo mirándola sonriente. La cajera se rió y le dijo a Alma:
-Oye, deberías dejar que te invite. Si yo tuviera un novio tan guapo que se ofreciera a pagarme cosas tan caras yo aceptaría sin pensármelo dos veces.
Erik sonrió y miró a Alma con cara de manipulador.

Lo miré quitarme las cosas de la mano y cuando dijo eso de que era "el macho" eché a reir por como sonaba... más considerando que había sabido valerme por mí misma desde que tenía uso de razón.

Iba a protestar cuando se metió la cajera echándole flores y diciendo todo eso, encima Erik se complotó con ella mirándome. -A sí? A ver... mmm... Vicky.- le dije con sarcasmo luego de mirar su identificación y con cierto aire de grandeza que no podía evitar. -Ya que te estás tan interesada ¿podrías decirme qué más harías si fuera tu novio?.- le dije divertida por meterme con ella y porque sabía que la incomodaría. A veces no podía evitar actuar con malicia, no era mala siempre pero bueno... a veces sí. Enseguida le sonreí a Erik con mi mejor cara de niña buena y saqué mis targetas dispuesta a hacerme cargo de mis gastos.