+18 Por fin en Francia (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Habían sido muuchas horas de avión así que cuando llegamos y debido al cambio horario ya era bastante bien entrada la mañana, casi era ya la hora de la comida. Ya solo caminar por el aeropuerto y escuchar a la gente hablar francés mientras caminabamos hacia la salida me encantaba la verdad, para que negarlo.

- ¿Te enterarías? Lo dudo mucho...-dije entornando los ojos como si no la creyera demasiado y pensando por un momento en mi otro día con Miriam, no era exactamente lo mismo pero bueno.- Y ya, eso ya lo sé...-dije sonriendo porque era algo que siempre habíamos dejado claro desde el principio.

-Claro que me enteraría, tú mismo me lo contarías...- le dije encogiéndome de hombros, nunca había tenido problema con saber sus cosas, lo que más odiaba era la idea de que me ocultase algo... porque no creía que tuviera realmente necesidad de hacerlo ya que no era de hacerle líos ni nada. -A no ser que te entrara miedo y eso... pero no creo, que yo soy un amor, soy muy accesible.- le dije ya al final en broma con carita de buena, porque tampoco era cierto que sieeempre fuese taan accesible.

Enarque una ceja ante eso de que se lo contaría, casi era como un jodido desafio y si no hubiera sido por lo otro ni hubiera abierto la boca, pero eso de "que me entrara miedo" no había sonado muy bien y nunca me había gustado sentirme como un cobarde...- Ya... Pues en ese caso tengo algo que contarte- dije al final.

Alcé una ceja cuando dijo eso porque hasta ahí todo era en plan hipotético y la verdad no me esperaba que tuviera realmente "algo" que contarme... no sonaba bien y menos todavía considerando que era obvio que, sea lo que fuera, ni me lo había contado en su momento ni había tenido realmente intensiones de hacerlo hasta que entráramos en esa conversación. -Vaya... soy toda oídos.- dije simplemente mientras miraba un poco más la luna porque no sabía con qué me saldría y no me gustaba ni un poco esa sensación.

- Bueno... No es el mejor momento del mundo teniendo en cuenta que estamos en mitad de una cita...-dije sonriendo ligeramente para quitarle un poco de tensión a la cosa- Pero bueno ya estamos en ello así que ahí va... El otro dia, cuando falte a la universidad, fue porque me fui a Chicago con Miriam... A un bar de vampiros que no estaba nada mal- reconocí pensando en ese día- La cuestión es que nos besamos.

Comenzó a hablar diciendo que no era lo mejor en medio de una cita y ya estaba bastante convencida de que había alguna infidelidad en el medio y me ponía los pelos de punta. Pero luego comenzó a decir eso de Chicago y el bar de vampiros... nombró a Miriam y me dió algo, ya cuando dijo lo del beso no me lo pude creer... -¿Se besaron?¿Por qué?.- le pregunté como una tonta quedándome allí detenida bajo la luz de la luna y volviendo a él mis ojos para mirarlo con atención. -Joder, Ben... ¿por qué?¿por qué ella?.- murmuré sin dejar de mirarlo. Sentía que mi corazón se aceleraba en una mezcla de bronca y decepción.

- Porque estábamos de fiesta en un bar de vampiros, con mucha sangre y coqueteando- dije cuando se detuvo y cogiéndola casi enseguida de la cintura para acercarla a mi intentando suavizar todo- No fue nada...-dije sin apartar mis ojos de los suyos.

Me costó caer en la cuenta de lo que decía, pero con su forma de minimizar las cosas sólo logró alterarme más. -Sí que fué.- lo contradije enseguida que me cogió de la cintura y me miró a los ojos. Ya bajé la mirada apartándome un poco... -No entiendes? Es Miriam... te quiere.- murmuré, me sentía una tonta, de verdad había creído que no iría a caer justo con ella... en ese instante la odiaba, pero más lo odiaba a él. -O acaba sufriendo ella porque le das estúpidas esperanzas... O acabaré sufriendo yo porque te vas con ella a divertirte y te enrollas, un día te enamorarás... Y cuándo voy a enterarme Ben? Cuándo? Cuándo ibas a decirmelo, joder...- dije ya apartándome del todo. -Y yo aquí, disfrazada como una idiota.- dije mirándome el vestido... -¿Porqué no me lo dijiste?.- murmuré bajando la mirada una vez más, acababa de arruinarme la mejor cita de mi vida y aunque en parte no quería enojarme lo cierto es que me sentía una tonta y no me gustaba para nada sentirme una tonta.

Se apartó de mi y suspiré cuando comenzó a decir esas cosas, con muchas chicas eso simplemente hubiera servido, pero claramente Alma no era cualquier chica.- No te lo dije precisamente por esto... Sabía que te lo tomarias mal y se joderia la cita... Se me lanzó y me besó, ¿qué querías que hiciera? Joder Alma, la he dejado claro mil veces que no siento nada por ella, no la estoy dando estúpidas esperanzas...-dije enarcando una ceja- Ten un estúpido beso con quien te de la gana- dije ya como si negociara con ella como tantas otras veces y como si así solo fuera a refutar mi idea de que no había sido nada.

Escuché eso de que se le había lanzado y casi ni importancia le dí... estaba en Chicago, con ella, en un bar de vampiros... él solito se había puesto en ese lugar por más que ahora quisiera endilgarle a Miriam la responsabilidad. -Miriam irá a por tí, me lo ha dejado en claro... es decir, no hace falta que lo diga. La respeto por eso.- le dije porque en parte lo único que me jodía de ella era su falsedad, pero luego ya que se hubiera enamorado de Ben no era su culpa y que luchara por él... no sé... hasta me parecía respetable. -Y tú... no sé, tú sabrás... sólo me entristece saber que me alejas de tí, porque eso es lo que haces con estas tonterías... me pones distancia.- le dije ya mirándolo a los ojos nuevamente. -Nunca nos engañamos Ben, eso es lo que nos hace diferentes... si crees que no funcionará el rollo de la exclusividad, dilo. Pero no vuelvas a engañarme, no vuelvas a guardarte un secreto así conmigo.- le dije después. -Y por su puesto que me cobraré ese beso.- dije ya un poco por picarlo, porque no era que me dieran precisamente ganas de salir a besar a nadie por el momento.

- Si te alejas es porque quieres...-dije totalmente borde sin poder evitarlo porque me sentía como un crío al que sus padres echaban la bronca. Sabía que no había manejado el asunto bien y que había hecho cosas mal pero no necesitaba que nadie me lo recordara.... Suspiré ya para cambiar mi tono de voz- Si no te lo dije fue para evitar precisamente esto...-dije refieriendo a la "bronca" que estábamos teniendo- Joder Alma, solo fue un estúpido beso, es que no es nada...-dije sin saber ni que decirla porque no me parecia para tanto y sin decir nada de lo otro porque tenía muy claro que se cobraria el beso... Siempre habíamos sido muy de buscarnos los limites...

-Vale.- dije como si cerrara el tema cuando dijo que era sólo un beso una vez más. En parte era cierto y lo sabía, lo que más me jodía era que no me lo hubiese contado. -Está bien, olvídalo... al diablo con Miriam y sus besos, sólo prométeme que me lo contarás si ocurriera de nuevo...- le dije mirándolo algo más seria. -Y ahora... pues...- dije ya mirándolo con una leve sonrisa maliciosa. -Ahora estoy ofendida, así que de verdad tendrás que cortejarme si quieres que termine esta cita contigo.- le dije ya con una leve sonrisa un poco pasando del asunto y para sacar algo de "provecho" de todo ese rollo. No éramos muy normales, pero que más da... nos entendíamos a nuestro modo.

- Vale- dije únicamente ante eso de que se lo contara si volvía a pasar. Escuché el resto y suspiré ligeramente- Cortejarte... ya- dije sin hacerla demasiado caso antes de acortar la distancia entre nosotros y tomar su rostro antes de besarla. Sabía que no tenía que hacerlo en la cita pero me daba absolutamente igual, siempre había necesitado después un beso cuando discutíamos para asegurarme de que estábamos bien y no iba a quedarme sin hacerlo ahora tampoco.

Enseguida me besó y no me dió tiempo a recordarle nada sobre las "reglas" de la cita y todo el rollo porque se hundió en mis labios sin cortarse, claro que no pude evitarlo tampoco y correspondí su beso con suavidad antes de separarme de su boca. -Eres pésimo.- dije enseguida mirándolo con una leve sonrisa, ni siquiera se había esforzado en decirme nada "bonito". -De verdad creo que te quedarás sin besos si no empiezas a decirme cosas bonitas ya mismo.- le dije un poco en juego mirándolo a los ojos.

La besé algo acelerado pero enseguida ella me besó con suavidad ante lo único que pude hacer fue sonreír ligeramente y amoldarme a su ritmo. Ya nos separamos y sonreí cuando dijo eso- Eres preciosa, divertida, simpática...-fui diciendo bajando mis manos desde su rostro hasta su cuello- Hoy en cuanto lleguemos a tu casa pienso pedirle tu mano a tu padre- dije ya bromeando como si realmente estuviéramos en el pasado y estuviera intentando "embaucarla" para que confiara en mi y demás.

Sonreí mordiéndome el labio cuando dijo todo eso. Y ya cuando continuó bajando sus manos por mi cuello y murmuró eso de pedir mi mano no pude evitar sonreir. -Eso significa que puedo confiar en tí?.- pregunté fingiendo ingenuidad y siguiéndole un poco el juego mientras ya sentía sus manos en mi cuello. -Por cierto...- suspiré poniendo mis manos sobre las suyas y retirándolas delicádamente. -Quizá me equivoque... pero entiendo que no es "estrictamente necesario".- murmuré mordiéndome el labio y mirándolo.

Sonreí cuando apartó mis manos de su cuello y tras suspirar ligeramente asentí con la cabeza- Claro que puedes confiar en mi, nunca te haría nada malo...- dije sonriendo mientras la hacia un pequeño gesto con la cabeza para que andaramos ya de vuelta porque era tarde y nos habíamos alejado bastante.

Sonreí cuando suspiró y ya luego cuando dijo eso de que podía confiar en él. Al fin y al cabo, era un jodido vampiro que siempre me tendría en jaque, no había modo de que pudiera con él, se me hacía completamente irresistible y lo tenía muy claro.
Asentí a su gesto y ya lo cogí del brazo para volver a caminar poniendo rumbo otra vez y desandando el camino que habíamos emprendido al comienzo del paseo.

Sonreí cuando me cogió del brazo una vez más y enseguida comenzamos a caminar de vuelta.- Te debo todavía un baile, ¿no?- dije sonriendo por hablar de algo porque no aguantaba los silencios demasiado.

-Sí, me lo debes.- asentí sonriendo cuando dijo eso. -Y no me olvido de ninguna de las cosas que me debes, así que no te preocupes que te lo recordaré.- le dije con una sonrisa ya luego volviendo a mirar un poco alrededor, la verdad es que la luna estaba realmente bonita.

- No creo que te deba nada más...-dije enarcando una ceja y sonriendo mientras seguiamos así caminando de vuelta.

-Mmm... no sé, ya lo veremos.- dije con una sonrisa dejándole un poco abierto el asunto mientras íbamos caminando. -¿Cómo es que fueron a Chicago? ¿Qué hay allí? ¿Algo interesante?.- le pregunté volviendo al asunto de Miriam pero ya sin bronca ni nada, que me había quitado las ganas de regañarlo por eso.

Sonreí ante lo primero hasta que dijo lo de Chicago- Pues el bar de vampiros... Era genial, caía sangre del techo y eso- dije medio ilusionado y sin percatarme de que podía darla asco o algo así.

-Sangre del techo?.- dije poniendo cara de asco, la verdad es que sonaba espantoso. -Pues en cierto modo me alegra que te quitaras las ganas de ir con Miriam... no te acompañaría a un sitio así ni drogada.- le dije riendo un poco, la verdad es que solo imaginarme la escena parecía sacada de una peli de ciencia ficción. -Y de quién es toda esa sangre?.- pregunté después intrigada.

- Lo mismo drogada si...-dije sonriendo y picandola. Escuché lo de la sangre y enarqué una ceja- Pues no sé Alma, de humanos... No me puse a pensar precisamente eso...