+18 De limpieza (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegué a casa y nada más entrar me di cuenta de que Alma no estaba, ya estaría cazando... En fin... Subí a la planta de arriba para ir a cambiarme, pero no llegué a llegar a mi habitación porque pase por una de las puertas cerradas y no pude resistirme a abrirla. Era la habitación de Aitana, aunque incluso había sido "mia" cuando andábamos juntos. Aitana había vivido allí incluso después de dejarlo pero yo no había vuelto a pisarla desde que me dejara por lo de Alma. Entré y miré un poco, se había dejado muchas cosas por lo que vi cuando se había ido de viaje y luego había vuelto para vivir con Miriam. Dudé un poco, pero tenía que pasar página de una vez, Alma se había convertido y si no lo hacia ahora no lo haría nunca. Entré dentro y empecé a abrir cajones y demás para ir echando las cosas en bolsas de basura. Mejor dejar la habitación libre y vacía para que fuera la de "invitados" como había sido hasta que Aitana se había venido a vivir conmigo.

Se acercó a mi cuello y no tardó demasiado en morderme. Lo hizo bien, demasiado bien si se tenían en cuenta mis expectativas, no me había dolido apenas, solo lo justo como pasaba cada vez que alguien mordía. No perdió tampoco el control por el momento ni nada así y ya me relajé del todo, todavía con los ojos cerrados y dejandola beber, disfrutando de eso, de su necesidad por beber de mi, disfrutando de la sangre, y disfrutando del hecho de que me estuviera mordiendo, hacia bastante que no intercambiaba de verdad sangre con una vampira.

Continué bebiendo sintiendo como Ben se relajaba, podía tener una percepción de él tan perfecta que me encantaba. Disfruté de cada gota de sangre, sintiendo como iba entrando en mi organismo, sintiendo como él deseaba que lo hiciera, como quería entrar de ese modo en mi cuerpo. La sensación era sexy y a la vez arrolladora, era tan intensa que todo mi cuerpo vibraba de placer... bebí hasta que fue suficiente y me aparté enseguida escondiendo los colmillos al tiempo que miraba como se cerraban sus pequeñas heridas. No podía ni hablar, estaba extasiada. Su sangre era tan placentera que no podía ni decir nada, solo pensar en eso.

Me relajé disfrutando de todo eso, disfrutando de como bebía de mi sangre y la unión que eso conllevaba. Podía sentir como disfrutaba de todo eso y me encantaba sentirla tan extasiada. Se apartó cuando bebió lo suficiente y abrí los ojos para mirarla clavandolos en los suyos. Sonreí un instante pero no dije nada por no romper el momento. Tomé su barbilla y la hice estirar un poco el cuello, antes de inclinarme sobre ella y desenfundar mis colmillos para morderla después.

Lo miré a los ojos un segundo cuando me aparté ya de su cuello. No dijimos nada, pero ni falta hacía... estaba totalmente enamorada de él y sentirlo tan unido a mí me encantaba, era sin dudas la mejor sensación que recordaba haber tenido en la vida. Ya cogió mi brabilla y estiré un poco mi cuello dejándolo liberado para que pudiera morderme ahora él.

Comencé a beber de ella y probé su sangre por primera vez desde que era vampira. Era distinta pero al mismo tiempo seguía siendo un poco como su antigua sangre. Era una sensación extraña pero me encantaba sentirme así de unido a ella. Bebí de ella disfrutando de todo eso, de sentir su sangre en mi garganta y disfrutando de la sensación de renovar ese vinculo que ahora también podría sentir ella.

Ben comenzó a beber de mí y me entregué por completo dejando que lo hiciera con comodidad. Ahora podía sentir ese vínculo del que me hablaba... era realmente extraño y perfecto a la vez, como si no fuera necesario verlo para sentirlo. Podía darme cuenta de como estaba disfrutando, no hacía falta que dijera nada, casi sentía su cuerpo disfrutando de eso como si fuera yo misma... Era totalmente genial, mucho mejor de lo que me lo hubiera imaginado en la vida. No quería tener ese vínculo con nadie más, era sólo él... era suya.

Podía darme cuenta de como lo estaba disfrutando y me encantaba, yo mismo lo estaba disfrutando mucho, podría pasarme la vida bebiendo de ella y disfrutando de esa sensación. Me aparté cuando supe que era suficiente y enseguida se cerraron las pequeñas heridas, cosa que me hizo sonreir un poco porque antes esonunca pasaba, echaria de menos un poco que se la quedaran las marcas pero bueno.

Pasé mi mano por mi cuello por el sitio en el que estarían las heridas y noté como se cerraban, era extraño. -Es increíble.- murmuré mirándolo y pasando a tomarlo con ambas manos a los lados de su cuello. -Ben, nunca había sentido algo así en la vida... te siento tan cerca...- murmuré emocionada y conmovida por eso.

- Lo sé...-susurré sonriendo cuando dijo todo eso, adoraba que ahora pudiera sentirme de la misma forma que yo la sentía, incluso ahora que eramos ambos vampiros podía sentirla incluso con más nitidez, era genial- Te siento tanto... y te quiero tanto...-suspiré mirandola- Haría lo que fuera por ti...-murmuré llevando los labios hacia su cuello y repartiendo pequeños besos por donde la acababa de morder.

Sonreí escuchándolo decirme todo eso. -¿Lo que fuera?.- volví a preguntar con algo de picardía mientras me besaba el cuello. Sentía que ahora no teníamos límites... Y me llenaba de adrenalina esa sensación.

- Lo que fuera...-repetí contra su cuello- Solo pidemelo...-susurré yendo hacia sus labios. Besandola enseguida a mi antojo mientras acariciaba ligeramente su cintura con mis manos.

Suspiré cuando dijo eso contra mi cuello, no podía ser más condenadamente sexy. -Acaba lo que empezaste...- le pedí por lo que había comenzado hoy cuando pretendía "negociar" conmigo y luego había dejado a la mitad. -Y luego... larguémonos de aquí, vayamos a otra parte... Viajemos, un día, dos... Joder Ben, tengo muchos años por delante... Podemos hacer lo que queramos...- dije como si después de todos estos días de irme "adaptando" de pronto comenzara a ser consciente de lo genial que podía resultar nuestra nueva vida juntos.

Sonreí contra su cuello cuando me pidió que acabara lo que había empezado antes. La miré por un instante cuando dijo todo lo demás y asentí enseguida- Vale, me gusta...-murmuré mirandola por un instante, no podía negarme a viajara cuando me lo pedía con tanta pasión. Sonreí un poco metiendo las manos bajo su falda de nuevo y comenzaba a quitarla la ropa interior como antes.

Asintió y lo miré con una sonrisa antes de que comenzara a meter sus manos bajo mi falda para llegar otra vez hasta mi ropa interior. -¿A dónde quieres ir? Elige tú.- murmuré con picardía mientras lo sentía tocarme y me encendía poco a poco.

-¿Por qué yo?- dije sonriendo- Me dará igual el sitio, no pienso dejarte salir de la cama de todas formas...-murmuré bromeando y con picardía mientras deslizaba la ropa interior lentamente por sus rodillas. Por fin se la terminé de quitar y la miré- Roma- dije al fin- Quiero volver a Roma contigo...-susurré sonriendo ligeramente porque allí había comenzado de verdad todo cuando la había ido a buscar.

Dijo que no pensaba dejarme salir de la cama de todos modos y mordí mi labio mirándolo porque sonaba realmente sexy todo eso. Ya eligió Roma y sonreí sintiendo como se libraba de mi ropa interior. -Vale. Me gusta Roma.- lo miré. -Y nos quedamos demasiado poco la última vez...- dije recordando que, luego de dos encuentros, me había ido a buscar... pero enseguida habíamos ido a París.

- Muy poco...-dije dandola la razón antes eso de la última vez. Metí mi mano bajo su falda y no me corté para nada comenzando a darla placer con mis dedos mientras no dejaba de mirarla- Lo pasaremos genial...-murmuré acariciando su clitoris con delicadeza.

DIjo eso y enseguida pasó a acariciarme por lo que suspiré. Murmuró que lo pasaríamos bien y ya no iba a ser tan sencillo responderle, me encantaba lo que hacía. -Sí... será genial..- murmuré estirando mis brazos a los lados de mi cabeza y quedándome en sus manos como cada vez.

Sonreí picaramente cuando se empezó a dejar hacer de esa manera- ¿Sabes? Sobre esta misma cama lo dejamos Aitana y yo... Y ahora vamos a comenzar una "nueva" vida tu y yo...-murmuré pensando en eso y en todo lo que la sentía ahora mismo- Me gusta- dije al fin- Mil veces volvería a hacerlo... Te iría a buscar hasta el fin del mundo Alma...-susurré mirandola y pasando a introducir un dedo en su interior nada más acabé de hablar.

Dijo eso de la cama y alcé una ceja porque el recuerdo de Aitana ahora no era lo más feliz del mundo... pero no me enojó, por el contrario... De pronto me sentí dueña de esa situación, había guardado siempre una sensación como de ser su segunda opción respecto de Aitana. Y por primera vez entendí que cuando decía "nueva vida" lo decía de verdad... me quería, por más que me negara a reconocerlo del todo, y me estaba eligiendo de verdad, poniéndome en primer lugar.
Ni siquiera sabía porqué me costaba tanto creerlo, pero ahora mismo allí sobre esa cama sabía que iba en serio. Lo sentí, ese vínculo de sangre me abría su corazón y podía descubrir en cada fibra de mi ser que no se estaba conformando conmigo... me quería profundamente. De verdad era mío. Dijo todo lo demás, que me iría a buscar al fin del mundo y sonreí encantada suspirando al tiempo que sentía que introducía uno de sus dedos en mi sexo excitándome totalmente.

No dijo nada y sonreí simplemente estampando pequeños besos por su cuello y continuando dandola placer con mis dedos. La quería con locura. La relación nunca había sido un camino de rosas, entre dudas, peleas, celos por mi parte y una ruptura de por medio, pero a pesar de todo ahí estábamos, se había convertido por mi y eso era lo más maravilloso que había hecho jamás nadie por mi... La sentía disfrutar bajo mis manos y continué dandola placer sin detenerme acariciando su clitoris por momentos y hundiendo otro dedo en su interior sin cortarme para nada.

Suspiré mientras sentía sus besos recorriendo mi cuello y me daba placer sin cortarse. Pasó a introducir otro dedo haciendo que jadeara levemente a medida que me daba placer. Ya subí mis manos para enredarlas en su cabello y jugar con su pelo mientras sentía sus besos y suspiraba por la manera que tenía de tocarme, siempre me había gustado como lo hacía, me conocía a la perfección.

Sonreí cuando enredó sus manso en mi pelo estrechándome más contra ella, era un gesto muy suyo que me encantaba. Seguí un poco así dándola placer con mis dedos pero sin ir demasiado acelerado, dejando que disfrutara de todo eso y dejándome también disfrutar de verla en ese estado.

Continuó dándome placer sin cortarse, haciendo que suspiraa debilmente mientras disfrutaba de lo que hacía. Sabía como acariciarme y me encantaba sentirlo, más ahora que de verdad pordía casi intuir lo bienq ue también se estaba sintiendo. Eché la cabeza más hacia atrás dejando mi cuello al descubierto para que tuviera más comodidad.

Seguía completamente vestida y me encantaba de verdad sentirla disfrutar bajo mis manos. Sonreí cuando estiró más su cuello y continué besandola y lamiendo la piel de esa zona a mi antojo, por mucho que fuera vampira me había encantado morderla de nuevo. Colé mi mano libre por debajo de su camiseta para acariciar un pcoo su piel según iba intensificiando poco a poco las caricias en su sexo.