Buscando una bruja (Ben, Arlette, Gus, Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Ninguno tenía demasiadas ganas de hablar así que casi que nos pasamos en silencio todo el viaje. Solamente Arlette iba diciendo tonterías y daban muchas ganas de matarla porque parecía que estaba en un condenado viaje de egresados por lo animada que se la veía.

Llegamos a los pocos minutos a uno de los más cercanos, era el mejor sitio para empezar a buscar. Ben aparcó enseguida y nos bajamos del coche. Luego de que me hubiera devuelto la petaca ya no habíamos vuelto a dirigirnos la palabra y la verdad es que todo eso no me gustaba para nada, pero por raro que pudiera parecer no podía controlar mi falta de entusiasmo para todo. Sería además bastante impactante porque yo era precisamente de las personas más habladoras del mundo, pero no podía hacer nada al respecto. -Es aquí.- les dije como si no fuera obvio, aunque en realidad era una puerta estrecha que, salvo por un par de vampiros en la puerta a modo de seguridad, ni siquiera daba la impresión de ser un bar.

Nos acercamos a la puerta enseguida y crucé dos palabras con esos vampiros antes de que nos dejaran entrar. Apenas cruzar la puerta había una escalera hacia abajo porque la única entrada de todo el bar (que tenía en realidad varios pisos y estaba montado sobre una enorme casa antigua y maltrecha) comenzaba en el primer subsuelo. Se oía música electrónica muy fuerte que ocultaba (apenas) los gritos de los vampiros y humanos, a veces de dolor, a veces de cualquier otra cosa... porque ese sitio daba para todo. Pensé en la cantidad de veces que había ido nomás que por divertirme y ahora me parecía que había sido hacía mil años. -No sé cómo quieres que nos dividamos y por dónde empezamos a buscar....- le dije a Gus mientras íbamos bajando las escaleras. De alguna manera había depositado cierto "liderazgo" en él y era mucho más cómodo desde ya seguirle tirando la responsabilidad que decir a las claras que no me interesaba estar allí y que, sobre todo, no quería estar cerca de Ben ni de Arlette por nada del mundo.

Gus sabía que de pronto todo dependía de él por difíciles que se pusieran las cosas así que no perdió más tiempo. Con él se habían quedado dos vampiro, el irlandés y el otro que al principio había coqueteado con él y ahora le ponía cara de pocos amigos. -Y nosotros que hacemos mientras esperamos el licántropo ese?.- preguntó con cara de aburrimiento mientras cogía la quincuagésima copa.
El irlandés, que se había quedado un rato enimismado en sus propios pensamientos, respondió: -Cierto... No sé, la verdad, esto está aburrido...- dijo echándole una mirada a Arlette. -Podríamos jugar a algo entre nosotros...- propuso sin ideas. Arlette no estaba muy al tanto de nada, pero Gus había alcanzado a "avisarle" que les tocaba encontrar a un tío del que apenas tenían datos mientras Ben hacía tiempo, y no pensaba quedarse sin protagonismo mientras todos estaban arriegando sus vidas. -O podrías llevarme a recorrer bien de cerca cada rincón de este bar.- apuntó por fin coqueteando un poco con el irlandés tras notar cómo la miraba.
El irlandés la miró sorprendido. -¿Tan poco te importa tu chico?.- le preguntó enseguida. -Vendrá en un rato con el licántropo ese y perderé protagonismo, le encanta llamar la atención con tonterías como esas... Ya estoy un poco harta de estar en segundo plano para él, si tienes miedo que ponga sobre tí mis preciosos colmillos puedo decirle a él ¿Por cierto cómo te llamas?.- le dijo a Gus con su mejor sonrisa. -Gus, encantado.- susurró por su parte sonriendo y viendo como el irlandés empezaba a interesarse.

Miré a Alma según caminábamos. Más tiempo pasaba y más claro me parecía que Pauline había querido jodernos de verdad, casi que me podía imaginar su plan ahora que yo estaba fuera de la influencia del oso y que podía sentir con tanta claridad su odio... Seguro que había querido que la propia Alma me matara. Joder... 

Como fuera, ahora mismo el estar vivo más allá de mañana me parecía casi un milagro, si no era Alma me matarían los vampiros esos, así que estaba jodido. Aunque... Si había algo que quería Alma más que nada era a si misma, siempre lo había dicho, así que por un instante me intenté agarrar a eso. -"Mira sé que hoy no nos estamos entendiendo para nada pero si queremos salir de esta será mejor que trabajemos en equipo"- la solté mentalmente jugando un poco la carta de la "supervivencia" para que me hiciera caso- "Nos conocemos el bosque de memoria así que partimos con ventaja"- comenté, habíamos recorrido esos bosques mil veces, tanto juntos como separados. "Vayamos hacía el puente, con un poco de suerte el agua les debilitara y podremos librarnos de ellos"- dije trazando un "plan" y dejando en claro que en un punto tendríamos que luchar por nuestras vidas.

Escuché con claridad los "mensajes" de Ben, no podía dejar de sentir un odio horrible hacia él, más aún cuando tenía en claro que estábamos metidos en este lío, como siempre, por su culpa. Me hubiera largado si no fuera porque ahora mismo me daba pena dejar a Gus a merced de esos vampiros y en parte también porque me había cabreado mucho la forma en la que Finn y el otro habían hablado antes así que no perdía esperanzas de desquitarme con ellos. "Vale, no es mal plan... vayamos para allá" pensé en parte para avisarle a Ben que estaba de acuerdo. Era cierto que nos conocíamos el bosque de memoria, no era mal plan llevarlos al puente... de hecho, con un poco de suerte, hasta cabía la posibilidad de que lograra quitarme también a Ben de encima de una condenada vez. Sonreí sin poder evitarlo mientra comenzaba a tomar fuerza dentro mío esa idea, librarme de Ben de una vez y para siempre.

***

Al irlandés no le gustó que Arlette se fijara en Gus, quizá fuera porque primero había coqueteado con él y ahora empezaba a sentir que el otro le estaba robando la posibilidad de liarse con una chica guapa. Pensó un segundo, no era mal plan después de todo, Finn había salido hacía ya un rato, daba igual si encontraban o no el licántropo, ya había tenido oportunidad de ver alguno de cerca y lo tenía sin cuidado... si había permanecido allí era por no comprarse problemas pero ahora Finn estaba lejos y nadie podía recriminarle que ocupara parte de su tiempo liándose con una vampira que estaba más que bien. ¿No era acaso su deber vigilarla de cerca?
-Está bien.- dijo aunque posiblemente nadie sabía a qué se refería porque había estado solo metido en sus pensamientos. -Te mostraré algunos rincones de este sitio bien de cerca...- murmuró haciéndole un guiño a Arlette con un gesto de galán que hacía rato no utilizaba. Gus lo miró mal y Arlette sonrió volviéndole a prestarle atención. "Tranquilo, es la mejor forma de aventurarme un poco por ahí" le dijo a Gus mentalmente. Gus suspiró sin estar de acuerdo, no sólo tendría que preocuparse por Ben y Alma sólos por ahí (y la posibilidad de que Alma incluso se pusiera contra Ben), sino que ahora le tocaba también preocuparse por Arlette, no le hacía nada de gracia dejarla sola con ese vampiro.
-Vamos linda.- le dijo el irlandés poniéndose de pié y cogiendo la botella que había quedado a medio tomar. -Encárgate del tío, no tardaremos... o sí.- murmuró con picardía al final mirando a Arlette. El otro no estuvo de acuerdo, pero igual el irlandés y Arlette se largaron por los pasillos dejando a Gus sólo con el vampiro que antes había estado interesado en él y ahora practicamente lo odiaba. -Bueno, parece que nos quedamos solos... Te diría también de perdernos por ahí, pero me parece que ahora mismo no soy tu persona favorita.- arriesgó Gus mirando a los ojos al vampiro que quedaba. Nada era creíble a estas alturas, pero peor era quedarse allí bebiendo de brazos cruzados mientras todos estaban arriesgando la vida.

No estábamos lejos del puente y de hecho tras tener ese plan en la cabeza solo pude acelerar un poco. Sabía que el plan me podía salir por la culata, que tenía muchas cosas en mi contra pero buuueno que ya tenía todo en mi contra y si no probaba nada si que moriría así que al menos intentaríamos eso.

Fuimos llegando y miré de reojo a Alma, no sabía ni en que estaría pensando ni si estaba tan concentrada en el plan como yo, pero bueno, como fuera, no podíamos seguir dando vueltas por el bosque- ¿Hay que pasar por el puente?- dijo Finn con cierto tono de desconfianza en la voz- Venga hombre, solo es un poco de agua- me quejé como si fuera un blandengue. Me miró mal, muy mal de hecho y comenzó a andar el primero para demostrar que podía con eso y mucho más... Y ahí vi mi oportunidad, el efecto sorpresa era muy importante. Me lancé hacía él así desde su espalda y le partí el cuello antes de lanzarle por el puente hacía el río... Sabía que eso no le había matado, pero al menos estaría fuera de juego por un buen rato. Le había pillado de improviso así que había sido fácil, pero el otro tío empezó a reaccionar por fin tras contemplar toda la escena y olvidandose un poco de Alma gritó alguna cosa que ni alcancé a entender antes de golpearme con fuerza y lanzarme contra el duro suelo de ese condenado puente. Joder... Había dolido.
 
****
 
Gus se había quedado a solas con el tío que llevaba interesado en él toda la condenada noche pero hacía un par de minutos que ambos estaban callados como idiotas y se empezaba a desesperar. ¿Cómo estaría Arlette? ¿Y Ben y Alma?. No se tendrían que haber separado, lo veía claro, separados eran vulnerables, y ahora no había modo de juntarse y mucho menos veía como podría salir de ese condenado bar de vampiros. Arggg...

-¿En serio no piensas decir nada?- dijo Gus intentando volver a "congeniar" con el vampiro ese- Me llevas dando largas toda la noche, no sé porque ahora te quieres hacer mi amiguito- soltó el vampiro de malas formas mientras se terminaba su copa de un trago.-Venga no te cabrees, no sabía que te gustarán tan poco los retos, pensaba que te esmerarías un poco más- dijo coqueteando con él, ya que de hecho sabía que el plan de Arlette era el mejor de todos. Ligar y que les llevaran a recorrer el bar.. Al menos saldrían de ese VIP y verían cosas por ahí, lo mismo si él también ligaba con este tío conseguía que le sacara de allí y localizar al condenado brujo/a que podría ayudar a Alma.

Tras dar todas las vueltas que pudismos empezamos a ir hacia el puente. Sabía el camino de memoria y era curioso porque ese sitio siempre había tenido para mí muchos recuerdos pero ahora mismo era confuso lo que sentía, sobre todo estaba empezando a desear acabar con esos vampiros de una vez... y de paso quitarme a Ben de en medio.
Llegamos y escuché el dialogo entre Ben y Finn, no alcancé a pensar que ya había ocurrido de todo... Finn estaba en el río con el cuello partido y el otro vampiro acababa de golpear a Ben hasta dejarlo tumbado. No dudé, fui corriendo a velocidad vampírica cogiendo a ese vampiro por detrás... podía odiar a Ben pero ese vampiro era todo lo desagradable que podía, sus palabras de antes y sus amenazas habían bastado para que me precipitara sobre él sin reflexionar dos veces. Crucé el puente sintiendo como me debilitaba pero lo mismo alcancé a quebrar su cuello y arrojarlo. Ben estaba allí tumbado en el suelo todavía, apenas había pasado una fracción de segundo...
Todo mi cuerpo me impulsaba a deshacerme de una vez de él pero de pronto el sentirme tan débil en ese puente me hizo olvidar mi odio... sobre todo necesitaba salir de ese puente de una vez, pero me sentía aturdida. -No sé lo que me pasa... quiero largarme de aquí, pero apenas puedo moverme...- dije hablando un poco conmigo misma. Sabía que los vampiros volverían antes o después y si nos encontraban estábamos fritos, pero no podía moverme de allí. -Joder Ben, lárgate... Sólo quiero hacerte daño...- suspiré logrando ser sincera con él. Quizá el agua estaba consiguiendo debilitarme y también la intencidad de mi odio. -No me busques... Lo digo en serio, no responderé de mí si te cruzo otra vez.- murmuré dejándolo allí tumbado antes de intentar volverme para salir del puente.

****

Gus estaba haciendo todo lo que podía y al menos consiguió quitarle un poco de mal humor al vampiro. -No me gustan los tíos que dan vueltas.- dijo un poco seco pero sin poder disimular el tono de juego, evidentemente había picado y estaba otra vez interesado en Gus. -Así que es tu última oportunidad, dime qué quieres de mí de una condenada vez...- murmuró apurando un trago.

El irlandés cogió a Arlette de la mano y la fue llevando por unos pasillos, abriendo y cerrando puertas hasta que Arlette no supo realmente en qué parte de la casa estaba. -No sabía que esta casa tenía tantos rincones...- susurró un poco retomando lo de antes. -Ni te imaginas, puedo ponerte a pasear toda la noche guapa- murmuró ya volviéndose hacia ella y acorralándola contra una de las paredes. -Pero ya estoy poniéndome impaciente y aquí estamos bien...- dijo mirándola a los ojos luego de chequear que no hubiera nadie a los lados. -Porqué aquí?.- murmuró ella coqueta. -Qué lugar más raro! Traes a todas aquí, acaso? Algún tipo de fetiche?.- dijo provocándolo. -Nah, sólo a algunas... Pero ahora mismo prefiero no irme tan lejos, cuestiones del trabajo, acaso no te gusta este precioso pasillo?.- dijo enarcando una ceja con una sonrisa pícara. Y ya bajó una mano por su cintura comenzando a meterla por dentro de su pantalón mientras con la otra la tomaba del cuello y acariciaba con su pulgar un poco sus labios.

Cuando me levanté pude ver como Alma se había deshecho del otro tío sin perder el tiempo y suspiré algo más tranquilo aunque sin dejar de estar alerta. Es que con Alma ahora mismo no se sabía... Y de hecho no estaba muy desencaminado porque enseguida comenzó a hablar diciendo todo eso de que solo quería hacerme daño. -Alma venga... Si te vas no podré ayudarte-murmuré acercándome a ella a pesar de que ella ya estaba por salir del puente. Sabía que no teníamos mucho tiempo por los vampiros esos ero es que no podía irme sin más... Al menos tenía que intentarlo, ¿no?- Ven conmigo, te ayudaremos te lo prometo-murmuré mientras la tomaba del brazo para que dejara de andar y me escuchara-Déjame ayudarte por favor- casi que la supliqué como un imbécil, pero es que sabía que estaba en esa situación por mi culpa y joder me sentía pésimo no era justo que la mujer que amaba ahora mismo solo me odiara... 

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Gus miró al tío, seguía algo seco pero al parecer había entrado al trapo. Fue directo y el bebió también un poco de su copa por ganar tiempo. Es que él nunca había sido el mejor del mundo a la hora de ligar y mucho menos con chicos... Maldita sea, en menudos líos se metía.- Quiero todo- dijo directamente intentando sonar picaro-Venga, vamos antes de que vuelva mi chica, que no creo que le hiciera mucha gracia- dijo caminando hacía el ascensor y en tono de juego como si se tuvieran que apurar ante la llegada de Alma.

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Por su parte a Arlette casi le da algo cuando el vampiro ese comenzó a meter la mano por dentro de sus pantalones.-Ya lo noto...-murmuró en plan coqueto porque si que se le empezaba a notar impaciente. El tío siguió un poco jugando también con sus manos y se lo mordió despacito mientras pensaba en alguna forma de escape. Puag que asco, apenas podía tolerar que ese tío le tocara... Tenía que salir de allí como fuera, así que fue subiendo su mano por la espalda despacito, le acarició por allí y subió más y más hasta su cuello. Allí le tomó con determinación y se lo giró con un brusco movimiento antes de que pudiese decir nada.
Demasiado dramático teniendo en cuenta que estaba en un lugar lleno de vampiros pero no había tenido elección, así que dejó caer al tío inconsciente al suelo y comenzó a buscar por entre la ropa del vampiro alguna llave, al final encontró una y fue probandola por el pasillo ese hasta conseguir abrir una de las puertas. 

Y no supo si por suerte o por el destino pero de pronto se encontraba en una sala totalmente vacía, a excepción de un chico que se encontraba parado en mitad de la sala rodeado por un círculo de piedras. No hacía falta ser muy listo para imaginarse que esas piedras le retenían de alguna manera mágica y que él era un prisionero.
Ambos se miraron por unos instantes y Arlette al final caminó un poco hacía el circulo ese- Prométeme que me ayudarás, hazlo y te juro que te sacaré de aquí- soltó sin perder el tiempo e intentando negociar con el brujo ese.

Ben me cogió de brazo apenas se puso de pié y en vez de lograr conmoverme, más ganas me dieron de matarlo. ¿Porqué se creía con derecho a tocarme? Joder, era mi esposo, no era cierto? Ahora mismo estaba tan confundida que no podía dejar de pensar en el odio que sentía hacia él, ni siquiera era capáz de racionalizar la situación concreta que nos había llevado hasta allí... la discusión, el oso, el evento del bar, el malentendido con Gus y Arlette... era como si todo hubiera ocurrido hacía años.
-Suéltame.- le ordené mirándolo a los ojos. Y de un movimiento brusco me "liberé" antes de salir del puente y echar a correr lo más rápido que podía en el último atisbo de decisión que tuve, "Joder Alma, tienes que perderte en el condenado bosque..." pensé, solo quería desaparecer de allí.

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Gus estaba haciendo lo mejor podía pero sabía que no podía disimular la preocupación así que lo mejor era no andarse con vueltas. Llevó al vampiro al ascensor intentando no darle demasiada vuelta a la cosa, apenas salieran de la vista de los demás y pudieran quedarse a solas no pensaba que fuera a ser complicado quebrarle el cuello. No sabía al final cuándo había sido convertido ni a qué se dedicaba siendo humano, pero confiaba en ser más antiguo que él.

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Arlette había conseguido en un golpe de suerte dar con el único capáz de sacarnos de este embrollo. -Qué más da! No es como si tuviera opción.- dijo el joven mirándola. No era maleducado, nunca había sido de contestarle mal a nadie, pero ahora mismo no sabía ni en quien confiar. Hacía días que estaba encerrado allí, pasando hambre, siendo mordido a placer y con la estúpida consigna de evitar que dentro de ese estúpido bar se pudiera llevar a cabo cualquier otro hechizo. Sabía que tenían prisioneras a sus hermanas, sabía que habían "eliminado" a la menor hacía unas pocas horas y que era su culpa... pero sobre todo sabía que ya no convenía tener esperanzas.
Arlette no tenía tiempo y no estaba preparada para andar consolando a nadie, pero de pronto se sintió un poco torpe por abordarlo así y quiso recomponer la situación. -Oye, siento ser tan directa pero mis amigos corren peligro y de verdad no tenemos tiempo.- le dijo apurándolo y acercándose al círculo. -¿Cómo te libero?¿Qué tengo que hacer?.- le preguntó más ¿cordial?.

Lo peor es que ni siquiera me tomó por sopresa, de hecho según estaban las cosas que se fuera corriendo era lo mejor que podía haber pasado... Suspiré un segundo indeciso pero no tenía caso seguirla... Así que apenas escuché un pequeño ruido procedente del río decidí salir corriendo yo también. No faltaría mucho para que se levantarán esos vampiros... ¿Pero donde ir? Ir a casa era casi un suicidio, puede que nos buscarán allí... Como fuera, la cuestión es que empecé a correr sin rumbo, lo importante era salir del bosque. Ya les mandaría un mensaje a Gus y Arlette para ver donde nos encontrábamos. Solo esperaba que ellos hubiesen tenido mejor suerte que yo.

*********

El brujo dudó pero al final lo cierto es que esa parecía ser una de las pocas posibilidad que tenía de salir de aquí en un espacio corto de tiempo. Así que decidió arriesgarse, de hecho podría salvar a sus hermanas si esa condenada vampira decía la verdad y le sacaba de allí- Encárgate de las pierdas, solo tienes que cogerlas y romperlas una a una para que pueda salir de aquí- dijo él sin perderla de vista. Arlette asintió sintiéndose todavía un poco mal por todo lo de antes y cogió la primera piedra. Le miró indecisa pero hizo lo que le había dicho. La estampó contra el suelo y se rompió. El resto de piedras brillaron por un momento antes de volver a su color habitual. Eso sería una buena señal, ¿no?. No perdió el tiempo y siguió rompiendo una piedra tras otra. Debían darse prisa porque estaba segura de que como les pillaran no saldría ninguno de los dos de allí con vida.

Corrí internándome en el bosque cada vez más, no podía detenerme a pensar siquiera porqué lo hacía. Pero a cada minuto estaba más entusiasmada, más frenética, más embriagada en mi propia carrera contra todo, contra mi vida, contra mis amigos, contra Ben. Ya era de noche cuando decidí descansar... llegué a un claro iluminado por la luna y me dejé caer en la tierra. Cerré los ojos intentando concentrarme, aunque fuera en una idea, un solo pensamiento que me arrancara de ese estado automático que me hacía alejarme de todo lo que quería.
Recordaba el bosque, por la mañana, despertarme en el suelo y pensar en Pauline. La discusión con Ben, la conversación con Gus... como habían acabado todos metidos en un plan imposible para romper un supuesto hechizo que no acababa de comprender. Odiaba a Ben, pero siempre lo había odiado de una forma o de la otra, lo odiaba tanto como lo amaba y eso me dolía. No podía dejar de sentirme herida, no podía descansar mis pensamientos... necesitaba destruirlo, arrancarlo de mi vida, volver a la normalidad. Pero ya no. Ahora estaba bien, tranquila, lejos... bien lejos. Y cada vez me iría más lejos hasta que fuera sólo un recuerdo o ni siquiera eso. Eso necesitaba, que me diera igual su condenada existencia.

****

Arlette empezó a quitar esas piedras y enseguida que acabó se apagó toda la luz del sitio antes de volverse a encender. -Tienen a todo el mundo prisionero, pero apenas mis hermanas sepan que ya no están hechizadas, van a encargarse.- dijo el joven brujo un poco queriendo recuperar la esperanza. -Sí, claro... seguro que ellas se encargan.- dijo Arlette intentando mostrarse interesada en esa cuestión que le tenía en verdad bastante sin cuidado. -Pero nosotros salgamos de aquí, le avisaré a mis amigos que estás conmigo, necesitamos romper un hechizo demasiado poderoso.- dijo dándole algún dato y cogiendo al chico del brazo antes de acercarse a la puerta intentando agudizar el oído para ver si en el pasillo había alguien. El irlandés no tardaría en volver en sí, y tampoco sabía la suerte que había corrido Gus... pero mejor no pensar ahora en ellos. Con suerte podrían encontrarse con Gus y largarse de ese bar con el brujo. El móvil de Arlette sonó. Era Gus. "Estoy en el último piso, hay una azotea... Ya lo tienes?" dijo enseguida sin dar tiempo a nada.

-"Le tengo, le tengo!"- gritó Arlette por el teléfono casi eufórica. Vio la cara del brujo e intentó mentalizarse para no llamar tanto la atención.- "Salgamos de aquí, te espero fuera"- dijo antes de colgar.
 
Yo por mi parte había decidido volver a por mi coche que estaba aparcado a las puertas del bar ese. Apenas sería cogerlo y largarme, no llamaría la atención ya que esperaba que los otros no hubieran vuelto todavía. En eso estaba cuando de pronto vi salir a Arlette del bar con alguien. Estaba tan sonriendo que casi me da algo- ¿Es él?- pregunté por un momento sin preocuparme en como habrían escapado de allí y demás. Ella asintió y no me lo pude creer.-Oh Arlette te quiero, en serio- dije casi riendo mientras la abrazaba en seguida por toda la tensión acumulada. Por fin empezaba a ver un poco de luz al final del túnel- Lo sé, soy genial- dijo ella creída mientras nos apartábamos. En ello estábamos cuando una sombra paso a nuestro lado a velocidad vampirica y nos sobresaltábamos poniéndonos a la defensiva –Vayámonos, rápido- dijo Gus que parecía estar huyendo de “algo”. Ni si quiera nos paramos a preguntar, nos montamos los cuatro en mi coche y arranqué a toda velocidad para salir de allí.  
 
No dijimos nada por unos instantes, tensos como estábamos en esa huida pero fue el brujo en primero en romper el hielo- No siento ningún hechizo en nadie del coche- dijo desorientado- ¿En qué queréis que os ayude?- dijo empezando a desconfiar. Demasiadas cosas le habían pasado .-Es complicado- dijo Arlette que ahora mismo parecía la única que tenía cierta confianza con él. El brujo suspiró- Soy un brujo, no un mago- dijo con burla- No puedo hacer las cosas por telequinesis, necesito que la persona hechizada este presente- dijo intuyendo por donde iban los tiros.-Maldita sea- maldije mientras aparcaba a un lado en el arcen y golpeaba con fuerza el volante. Ni si quiera sabía porque me cabreaba, en el fondo ya lo sabía, habían sido demasiados años con Pauline como para que algo tan elemental en los brujos se me pasara por alto. Pero es que tenía tanta rabia… Suspiré y nadie dijo nada por un instante, todos pensando a más no poder, pues teníamos claro que no sería fácil atraer a Alma a nuestro lado. –Llámala y que venga- dijo finalmente Arlette, y yo la miré como si estuviese loca porque estaba claro que con todo lo que me odiaba no me haría caso ni en un millón de años. Pero para mi sorpresa no me estaba mirando a mi, sino a Gus…- A ti te hará caso-dijo como si fuese obvio- ¿Qué dices? Sabrá que estoy con Ben- dijo él negando con la cabeza- O no… Esa será su duda, y ahora mismo le odia demasiado, estoy segura de que se acostaría contigo solo por joderle-dijo ganándose una mala mirada de ambos- ¿Qué? Venga por intentarlo no perdemos nada y no tenemos un plan mejor- y por triste que sonara era verdad- Tu conduce hacía un hotel cercano, allí la esperaremos- me ordenó- Y tu- dijo mirando ahora a Gus- Llámala y cítala allí… y coquetea un poco- apuntilló mientras le pasaba el móvil – Esto no va a acabar bien…-se lamentó Gus según se llevaba el móvil a la oreja esperando ya a ver si Alma contestaba.
 
[off: Adelanté! Que ya veía que no salían del bar en la vida ]

Acomodé mis pensamientos, la noche ayudaba a que la mente se me aclarara y era lo que necesitaba. Tras correr como una desesperada por primera vez reparé en mi ropa. Estaba hambrienta y sucia, tenía el cabello hecho un lío... eso no me gustaba, siempre había cuidado mi aspecto y por muy salvajes que se pusieran las cosas, esa no era yo. Lo más importante era alimentarme y no sentía que hubiera humanos cerca. Acabé cazando unos pocos animalitos y aunque odiaba esa sangre era mejor que nada. Busqué agua hasta dar con una especie de pequeño lago y me quité la ropa antes de sumergirme un rato y limpiarme. Estuve unos minutos nadando y luego ya salí tumbándome por allí tranquila. Estaba cansada pero me sentía mucho mejor... al menos me vería mejor. Me vestí y mientras me acomodaba el cabello sonó el móvil. Lo miré, era Gus. No atendí. No pensaba hacerlo, nada que tuviera que ver con ellos ahora me ayudaba a alejarme.
Suspiré y continué con mi cabello pero el móvil siguió sonando, luché con la tentación de revolearlo por los aires. Pero no podía, finalmente tenía una vida con la que no podía cortar así como así. Y Gus siempre había sido impecable conmigo, lo sabía... si estaba en problemas no podía dejar de ayudarlo, ahora mismo era la persona en la que más confiaba.
Tras unos minutos sonó por cuarta vez. "Qué ocurre?" le pregunté atendiendo de una vez.

[off: jajaja, sí era hora !!! ]

-No contesta- comentó Gus mientras colgaba tras llamarla la primera vez- Insiste- insistí yo mismo mientras conducía a toda velocidad por la carretera. Gus llamó un par de veces más y por fin a la cuarta se lo cogió. Se hizo por completo el silencio en el coche ni bien escuchamos la voz de Alma- "Alma, ¿dónde estáis? Acabo de salir del bar"-empezó a decir Gus como si realmente no supiera nada de ninguno de nosotros-"He llamado a Ben y no me lo coge y Arlette... se ha "perdido" por el bar con uno de los vampiros esos y ya no sé si ella también sigue con alguna especie de hechizo o simplemente le importo una mierda..."-fue diciendo mientras miraba por la ventanilla del coche para no tener que mirarnos a los demás. Estaba seguro de que se le terminaría notando así que tenía que medir muy bien sus palabras- "Y para colmo no me cogías tu tampoco el teléfono, estaba ya por volverme loco"- dijo medio bromeando. Suspiró- "¿Dónde estas? Tenemos que vernos"- dejó caer por fin, pero en parte era lógico, ¿no?. Tras todo lo que había pasado habría que reunirse. Joder, yo apreté un poco el volante mientras esperaba la respuesta de Alma y a mi lado Arlette negaba con la cabeza: ¿a eso le llamaba Gus coquetear? Bah... 

Gus empezó a hablar soltando una idea atrás de la otra y sin darme mucho tiempo ni a responde y menos a pensar. "Estoy lejos" dije cortante antes que nada sin intenciones de andar dándole mi paradero. De hecho, nada me aseguraba que no estuviera allí Ben... y tampoco entendía que hubiera dejado a Arlette sola en ese bar por muy hechizada que pudiera estar. "Si no necesitas mi ayuda pues seguiré a lo mío... lo siento, pero no creo que realmente "tengamos que vernos"... de hecho no tengo ganas de ver a nadie" dije sin la menor anestesia. "Porqué no buscas a Arlette? Si sigue en el bar es más fácil que la encuentres a ella... De Ben no sé nada, ni quiero saber. Es lo mejor, estuve a punto de hacerle daño... si lo veo no le daré otra oportunidad. Lo siento, pero lo mejor es que tú y yo tampoco nos veamos" murmuré sin intenciones de continuar demasiado la conversación. Pero algo me había inquietado ¿Porqué me llamaba a mí?¿Porqué no iba directamente a buscar a Arlette? "Y tampoco entiendo porqué te molestas en hablarme... tienes esposa, encárgate de ella. Sé cuidarme sola, lo he hecho siempre y estoy mejor así" solté un poco desanimada, pero creyéndolo de verdad.

Según escuchaba me quería dar de cabezazos contra la pared, la cosa estaba yendo fatal y encima Alma era super cabezota. Iba a ser realmente complicado ayudarla. Por su parte Gus negó con la cabeza sin poderse creer  lo que le estaba diciendo. Se había esperado que fuera algo más fácil y en parte sus palabras le molestaban.-"Bueno pues enhorabuena pero yo no soy así, llevo dos siglos sin hacer este tipo de cosas solo y necesito el apoyo de la gente"- dijo mucho más sincero de lo que hubiese querido, pero es que era cierto, siempre  nos había tenido a nosotros y que ahora Alma se mostrara tan pasota cuando ya la consideraba  parte de esa "familia" le tocaba mucho la moral- "Hubiese hecho lo que fuera por ti, o por ayudar a Ben con tu condenado hechizo y no sé porque tuve la loca idea de que tu harías lo mismo conmigo"- dijo borde intentando que reaccionara y pidiéndola ayuda con el supuesto hechizo de Arlette. Yo le lancé una  mirada de advertencia, joder, es que la conocía, no le gustaba que la presionaran, si no le colgaba el teléfono a estas alturas sería un milagro. Gus suspiró intentando ser menos duro al notar mi mirada- "Joder Alma te juro que si pudiese localizar a Ben serías la última persona del mundo a la que acudiría pero... no le encuentro y necesito sacar a Arlette de ese bar"- dijo en un intento desesperado y sintiéndose fatal. Sabía que estaba jugando con su confianza y no le hacía gracia pero no veía otra manera de atraerla hacía nosotros- "Necesito tu ayuda, por favor... sabes que no la puedo sacar de allí solo..."-murmuró

Gus se ofendió apenas acabé de hablar y ya estaba empezando a enfadarme. ¿Qué me importaba a mí que llevara años sin vérselas solo? Era su problema, no el mío. "Tu lo has dicho, es una idea loca... Ya has visto lo bien que salen las cosas cuando se meten los demás" dije con sarcasmo un poco molesta aunque también exagerando, tampoco es que no me importara pero ¿Quién demonios se creía? Para empezar había sido él quien nos había reunido a todos con esa tontería de que había que mantener a la supueta "familia" junta. Y en cuanto a mi hechizo... en fin, que tampoco era como si los demás hubieran ayudado demasiado, de hecho según más lo pensaba más me parecía que habían acabado complicando las cosas. Al menos Arlette y Ben con su estúpida apuesta. Gus continuó y me mordí un labio con algo de bronca y otro poco de impaciencia, es que estaba diciendo justo lo que no quería escuchar... algo de conciencia me quedaba y sabía que era para problemas, desde que había sonado el móvil lo había sabido. "Mejor que Ben esté lejos, no ha hecho más que entorpecer las cosas con sus tonterías..." aclaré como si fuera necesario. Pero es que era un maldito, ya veía que también había huido tras todo lo del puente y había dejado colgado a Gus con Arlette, si sería jodido... Suspiré, es que no podía dejarlo colgado también yo. Me tomé unos segundos para responder y al final lo hice. "Gus, escúchame bien. Esta es la última" dije por fín. "Te ayudaré con Arlette, pero luego me esfumo... Prométeme que no me buscarán y tampoco le contarás nada a Ben. Sé que eres de palabra y respeto eso. Prométemelo." le dije sinceramente.

Alma se alteró enseguida como yo había supuesto pero Gus esperó pacientemente a que acabara de hablar, esperando de verdad no haber echado todo a perder. Al final por lo que parecía, Alma había picado el anzuelo, aunque odiaba tener que volver a mentirla- "Te lo prometo"-dijo muy a su pesar. Yo por mi parte ya había aparcado el coche así que él miro por la ventanilla y miró la dirección- "Te espero entonces en el Hotel Paradise para acordar un plan, no tardes"- dijo un poco precipitadamente antes de colgar para no darle tiempo a quejarse y también para no seguir mintiendo... 

[off: Wow, cambio de look! jaja Por cierto, abrí post! https://vampirediaries-rol.forosactivos.net/t2406-recuperando-a-alma-alma-gus-arlette#114674 ]