+18 Luego de París sorprendiendo a Ben

Recuerdo del primer mensaje :

Llegué de París por la tarde y me tumbé enseguida en la cama, pero cuando me desperté y empecé a ordenar un poco todo, descubrí que mis plantas no estaban en casa.
El jazmín japonés que le había encargado a Miriam aún seguiría en casa de Ben... durante la temporada en Europa había trabajado y salido de fiesta sin pensar demasiado y estaba funcionando, pero de pronto pensar en el jazmín me hizo volver a ver en un segundo todos los recuerdos y me sentí una tonta.

Me puse unas botas, un vestido corto negro y me fuí a beber a algún bar... hacía rato que sabía que no era solución pero tampoco encontraba el modo de sacarme a Ben de la cabeza, lo mejor seguía siendo no pensar. Estuve un par de horas hasta que ya cerraban así que me fuí caminando a casa. Pasé por la casa de Ben y ni siquiera era del todo consciente de ello cuando me encontré llamando a su puerta.

Me senté a esperar que abriera mientras me encendía un cigarro.

Spoiler:

Besé sus labios cuando los acercó a los míos pero sin demasiada profundidad porque la verdad es que ni yo mismo podía continuarlo debido a la mezcla de sensaciones que tenía ahora mismo. Mordí ligeramente sus labios antes de bajar ya mis labios hasta su cuello repartiendo algún que otro beso por allí y alguna que otra caricia por su cuerpo sintiendonos cada vez más cerca del orgasmo.

]off: Pon el +18!]

Sentía los leves roces de sus caricias y sus labios, pero sus embestidas eran el punto de mi concentración, todo mi cuerpo estaba desbordado por el placer y cada vez me sentía más cerca de estallar.
Llegamos al climax entre gemidos. No dejé de abrazarlo... tenía la sensación de no querer ya soltarlo nunca más.

Llegamos al clímax y suspiré apoyando mi frente contra la suya, la besé una vez más antes de apartarme de sus labios para dejarla recuperar bien la respiración. Sonreí un poco al ver que no dejaba de abrazarme pero me pusé a un lado como pude para no seguir aplastandola antes de cogerla de la cintura y acercarla a mi como hacía siempre.

Quedé tumbada a su lado y lo abracé mientras sentía que me acercaba a él como siempre. Me acurruqué enseguida, como si no quisiera irme de allí, estaba protegida con Ben, casi podía sentir como desaparecía esa sensación agobiante de soledad y falta de rumbo que siempre sentía que traía conmigo...

- Te quiero...-susurré de nuevo contra su oído mientras la sentía acurrucarse contra mi. Era como si necesitara decirselo después de todo lo que había pasado y la verdad es que no me avergonzaba para nada poder decirselo con total libertad.

Sonreí al escucharlo y continué casi sin moverme, sólo respirando... -Y yo...- susurré. -Eres el vampiro más jodido que conocí en la vida... y aún así, no necesito nada más, sólo quédate conmigo y estaré bien.- dije cerrando los ojos, no quería dormir... sólo quería disfrutar de ese instante de no tener una sóla preocupación en mi cabeza.

Suspiré y cerré los ojos momentáneamente cuando dijo lo último- No voy a volver a... decir nada de eso- dije por no decir claramente "lo del tema de ser convertida"- Si algún día estas preparada pues simplemente dimelo y ya...-susurré sin soltarla- Y si nunca lo estas pues... No lo sé, supongo que seguiremos hasta que se haga demasiado duro o no sé... Tampoco hay que darle vueltas a eso ahora, puede que se nos crucen los cables y cortemos antes- dije intentando bromear un poco, pero dejando claro que no iba a sacar más el tema, no quería más líos como los que habíamos tenido.

Lo escuché atenta. -Vale. Me parece justo.- le dije pensando en ello. Ya me daría cuenta realmente qué quería, ahora resultaba duro pensarlo o incluso planearlo, pero de algún modo sabía que llegado el momento sabría qué elegir... -Pero igual llegado el momento tendrás que prepararte para que te batalle a preguntas... crees que puedas con eso?.- le dije en parte en broma y en parte en serio.

- Podré con eso...-aseguré con una pequeña sonrisa acercándome a sus labios y besandola una vez más sin prisas ni presiones ni nada, simplemente disfrutando de ella.

Sonreí con su respuesta y enseguida sentí cómo me besaba... le correspondí dejándome llevar por ese beso pausado y sentido. Disfrutando cada instante.
Iba a seguirle hablando de eso, de lo que Leo me había contado sobre su experiencia... pero no quería ahora volver sobre el tema, no era necesario... ya habría tiempo.

Continuamos un rato ahí tirados en el sofá besándonos sin prisa pero sin descanso hasta que me aparté ya un poco de sus labios- Deberíamos irnos vistiendo... No puedo asegurar que no entre en casa nadie en cualquier momento...-susurré suspirando sin soltarla todavía. Era uno de los grandes inconvenientes de no vivir solo.

Continuamos sin decir nada hasta que murmuró eso de vestirnos, lo miré con carita de pena, de pronto me daba cuenta de que sería complicado eso de no tener un sitio y ya. Por suerte aún tenía mi casa.
-Vale...- asentí y me incorporé para comenzar a cambiarme.

Sonreí ligeramente al ver su cara de pena pero ya nos incorporamos porque no quedaba otro remedio. Así que me levanté y fui buscando mi ropa por el suelo para comenzar a ponérmela después.

Cogí mi ropa interior y me la puse, luego busqué mi vestido y me lo coloqué girándome para que me subiera la cremallera mientras colocaba mi cabello a un lado para que no estorbara.
-Muero de hambre...- susurré, ni tenía idea de la hora. Pero había pasado sobre su sofá la noche y entre una cosa y otra era probable que ya fuese el mediodía.

Sonreí y me terminé de vestir y de abrochar la camisa antes de subirla la cremallera y darla un pequeño beso en el cuello- Tendremos que salir entonces a algún lado- dije porque obviamente en casa no había nada para ella.

-Ya... descuida que me ha quedado en claro que es mejor no estar mucho rato en tu casa. Aprecio mi vida, no te preocupes.- le dije en broma por eso de que era probable que tanto Leo como Aitana quisieran matarme.

Entorné los ojos y sonreí- No lo decía por eso, lo decía por la comida mal pensada...-dije riendo y dandola un pequeño beso- Venga, salgamos a la calle y hagamos que la gente murmure- dije medio bromeando y sonriendo mientras la cogí de la mano para ir a la puerta, porque la gente en el pueblo era bastante cotilla.

Sonreí cuando dijo todo lo primero mientras acababa de ponerme las botas. Luego dijo lo de la gente y me cogió de la mano para salir ya. -Vale. Me gusta darles de qué hablar... así no se aburren.- sonrei en broma, aunque claramente la casa de Ben y en particular el triángulo de él, Aitana y yo había sido un tema de conversación y me hacía gracia lo desconcertados que seguirían estando.

- Que considerada, tu siempre pesando en los demás...-dije sonriendo y bromeando un poco mientras salíamos ya de mi casa.

-Sí, lo sé... es que no puedo evitarlo soy un alma caritativa, está en mi naturaleza.- le dije con una sonrisa poniendo mi mejor cara de niña buena mientras cogía la cartera y el saco.

Sonreí pero ya no dije nada más mientras esperaba a que cogiera sus cosas y cerrar la puerta después. Era extraño estar así con ella después de todo lo que había pasado, tenía un punto cotidiano como si el último mes no hubiera existido y no estaba mal.

Cerré la puerta detrás nuestro. -Tengo que comprarme un coche.- le dije ni bien salimos de la entrada. -Me encontré con Wanda pero ni sabe qué ocurrió con el coche y Mery... pues tampoco supo decirme a dónde se fue... una lástima porque era bonito y me gustaba...- dije recordando que era color anaranjado y muy cómodo.

- No sé lo tendrías que haber dejado a nadie- dije entornando los ojos y sonriendo mientras caminabamos ya por la calle.

-El viaje a Roma se precipitó y contenta le hubiese encargado el coche a mis dos amigos, pero estaban casándose en algún lugar remoto y desconocido...- dije entrecerrando los ojos son una sonrisa porque precisamente se trataba de él y Aitana.

- No es cierto... Te ví antes de que te fueras... me lo podías haber dejado- dije bromeando y enarcando una ceja ante lo que había dicho.