+18 Luego de París sorprendiendo a Ben

Recuerdo del primer mensaje :

Llegué de París por la tarde y me tumbé enseguida en la cama, pero cuando me desperté y empecé a ordenar un poco todo, descubrí que mis plantas no estaban en casa.
El jazmín japonés que le había encargado a Miriam aún seguiría en casa de Ben... durante la temporada en Europa había trabajado y salido de fiesta sin pensar demasiado y estaba funcionando, pero de pronto pensar en el jazmín me hizo volver a ver en un segundo todos los recuerdos y me sentí una tonta.

Me puse unas botas, un vestido corto negro y me fuí a beber a algún bar... hacía rato que sabía que no era solución pero tampoco encontraba el modo de sacarme a Ben de la cabeza, lo mejor seguía siendo no pensar. Estuve un par de horas hasta que ya cerraban así que me fuí caminando a casa. Pasé por la casa de Ben y ni siquiera era del todo consciente de ello cuando me encontré llamando a su puerta.

Me senté a esperar que abriera mientras me encendía un cigarro.

Spoiler:

-Tienes razón... ya no tenemos nada que ver, nunca tuviste obligación de decirme nada, menos ahora.- le dije dejando a un lado el café algo picada. -Pero que te quede claro que no te pedí "explicaciones" sólo quería saber qué era de tu vida, si no ibas a decirme nada te hubieras ahorrado lo de los "cambios" ¿para qué lo dijiste? ¿para que me diera intriga?... joder Ben, no estoy jugando contigo, me fuí a París porque no soportaba caminar las mismas calles que tú y aquí estoy otra vez, teniendo mi primera "parada" en tu jodido sofá...- le dije mirándolo.

- Y yo te dije que no te fueras...-dije enseguida cuando terminó de hablar por lo último que dijo- Eras tu la que quería que fuéramos amigos, y te dije que lo seríamos si aparecías por la universidad... Cosa que no hiciste, así que ahora ni si quiera somos amigos... Me da igual si piensas que lo otro lo he dicho solo para dejarte con la intriga, solo te he respodido a lo que he querido y ya esta- dije secamente poniéndome en pie. Era mucho más fácil estar molesto, hacía que estar con ella no fuera tan difícil.

Lo miré ponerse de pié y estaba tan molesta como él, pero en el fondo sabía que lo que me molestaba no era lo de "sus cambios", era la sensación amarga de que quizá no fuera a funcionar de verdad esto de ser "amigos"... pero no quería enojarme del todo o no encontraría un modo de volver.

-Ben... no aparecí por la Universidad porque no podía hacerlo.- le dije simplemente y bajando el tono, era evidente que me dolería verlo y no había que ser demasiado listo para darse cuenta de eso. -Me fuí a París porque... no sé... había estado bien allí contigo, era un buen sitio para volver a empezar... aunque a todas luces no lo logré, lo que nos trae de nuevo al hecho de que estoy aquí en tu sofá y ni siquiera hace un día que estoy en Fell's.- le dije y ya volví al café porque había dicho más de lo que quería decir.

Negué con la cabeza suspirando mientras iba hacía la ventana. La entendia pero a mi mismo también me había costado y había ido a la universidad... Suspiré de nuevo y me apoyé un poco en la pared mientras miraba por la ventaba para no tener que mirarla- Esta bien... Ya esta, no quiero seguir discutiendo... Siempre lo hemos conseguido, pero me parece que esta vez si que no conseguiremos lo de ser amigos...

Fué hacia la ventana y se paró allí sin mirarme para decir todo eso... sus palabras fueron como piedras y me cayeron una a una en la cabeza.
Por eso estaba en su jodida casa, porque necesitaba que él me dijera con esa certeza que no funcionaría... y sin embargo, yo sabía que lo quería... lo tenía demasiado claro. Era tan absurdo que no podía entenderlo, pero nunca había entendido lo que tenía con Ben. Me puse de pie sin decir nada y me acerqué por la espalda... continué hasta que mis labios llegaron a su cuello y allí lo besé sin pensar en nada, sintiendo su aroma otra vez.

Escuché como se levantaba y somo se acercaba poco a poco. Sentí sus labios en mi cuello y suspiré cerrando momentáneamente los ojos- Alma no...-murmuré sin girarme todavía, esto era demasiado, sentir sus labios de nuevo solo había conseguido que me estremeciera ligeramente.

Lo escuché, pero no me aparté enseguida estaba volviendo a disfrutar de eso.
Suspiré tras unos besos y ya me giré poniéndome entre él y la ventana. -Creo que necesitamos hablar.- le dije mirándolo. -Estoy dolida y supongo que tú también... pero no quiero que echemos a perder todo, sé que tu vida es diferente a la mía... pero....- lo miré un instante a los ojos. -No paro de repasar en mi cabeza esa noche en el parque, cada palabra... cada detalle...- suspiré, me arrepentía todo el tiempo y ahora mismo teniéndolo tan cerca... seguía siendo inevitable para mí.

No sé aparto enseguida y suspiré de nuevo antes de ver como se ponía entre la ventana y yo- ¿Y crees que yo no?-murmuré ante eso de repasar ese día una y otra vez- Pero por más que lo piense seguimos estando en un callejón sin salida Alma, es...-suspiré- No lo sé, pero por más que hablemos no creo que lleguemos a... algo.

-No podrías esperarme ni siquiera un año, dos...- dije mirándolo, sabía que era un callejón sin salida, pero también sentía que todo había sido demasiado apresurado... tomé una de sus manos.
-Podríamos terminar por otras cosas, jodernos la paciencia, enojarnos, odiarnos incluso... ¿porque dejar todos esos finales tristes sin usar?.- le dije porque era la idea que no se me iba de la cabeza.

Suspiré- ¿Y qué diferencia hay de dejarlo ahora a dejarlo dentro de unos meses con alguno de esos "tristes finales"?- dije enarcando una ceja y suspirando de nuevo mientras miraba nuestras manos y apretaba ligeramente la suya- Podría esperarte un año... o dos... Pero nunca vas a estar preparada...-murmuré más para mi mismo que para ella.

Asentí cuando dijo lo primero, pero tenía razón... no sé si había mucha diferencia.
Luego escuché lo de que me esperaría uno o dos años... -Quizá sí.- le dije mirándolo, lo había pensado mucho... casi todo el tiempo en París me había dedicado a pensar en eso... No tenía una vida muy normal, ni siquiera tenía realmente familia o amigos humanos, o una carrera que me "atara"...
-Leo me visitó en París, supe que se había convertido... nunca lo entendí del todo... pero... no sé, quizá sí esté preparada dentro de un tiempo.- dije mirando nuestras manos.

Suspiré y alcé ya la mirada para poder mirarla a la cara cuando dijo todo eso- Supongo que... todo es cosa del tiempo...-murmuré porque era imposible saber si lo que decia de estar preparada en un tiempo era verdad o no- Pero sería de tontos no admitir que lo he pasado bastante mal este tiempo sin ti...-dije al fin- Y estoy cansado de ser un cobarde- dije soltando ya su mano para tomar su rostro y besarla de una vez.

Escuché atenta lo que decía sobre el tiempo y asentí porque era así. Luego dijo lo otro y lo miré ya a los ojos prestándole atención a cada palabra, sonreí cuando acabó de hablar pero no alcancé a decir nada porque enseguida me tomó del rostro y me besó. Subí mis manos para tomar su rostro entre mis manos también y hundir mis labios en los suyos profundizando el beso... de pronto el alma me volvía al cuerpo, mis ojos se llenaron de lágrimas y comenzaron a rodar por mis mejillas la tensión del momento, no sé... pero continué besándolo sin parar ya no quería tener que dejar de hacerlo nunca más.

Sentí sus manos en mi rostro y baje ya las mías hasta su cintura para poder acercarla más a mi para sentirla cerca de nuevo. Pude sentir otra vez el aroma de sus labios, recorriendolos y besándolos como tantas veces ya. La había extrañado, claro que lo había hecho y ahora no podía detener ese beso.

Nos besamos sin detenernos, casi sin respirar... noté sus manos en mi cintura y me acerqué a él sintiéndolo pegado a mí. Jugué con sus labios, con mi lengua, irrumpiendo en su boca y recoriendo cada sitio redescubriendo su aroma, su gusto... lo había extrañado más de lo que creía, lo había necesitado.

Continuamos besándonos casi con desesperación hasta que se quedó sin aire. Suspiré abandonando sus labios y apoyé mi frente contra la suya todavía sin apartarme demasiado mientras apartaba mis manos de su cintura para poder limpiar su cara por las lágrimas que había tenido antes. La quería tanto que era de tontos negarmelo a mi mismo como para seguir sin ella.

Sentí sus dedos recorriendo mis mejillas y limpiando mis lágrimas...
-Te quiero, y ya te dije que siempre te querré.- murmuré con mi frente aún contra la suya, había intentado liarme con todo el mundo y pasar de mis problemas... pero era realmente la única persona con la que de verdad quería estar, no importa cuánto lo ocultara, sabía que era cierto.

- Y yo a ti... Te quiero, más que nada...-murmuré abrazándola y estrechándola contra mi cuando dijo todo eso. Suspiré y me quedé así por unos instantes, disfrutando de todo, de tenerla de nuevo entre mis brazos, de poder sentir de nuevo su aroma, el sonido de su respiración, de su corazón... Simplemente disfrutando de ella.

Lo escuché con una sonrisa, era exactamente lo que había querido escuchar... lo que había casi escuchado en sueños, lo que me había llevado a su puerta una vez más.
Me abrazó y continué abrazándolo, estrechándolo más contra mí, sintiéndome protegida como nunca en la vida, adoraba cada segundo que pasaba al lado suyo y no me interesaba ya negarlo, era de tontos no hacerse cargo de eso.

- Pero también te odio... quiero que quede claro...-murmuré como tantas veces ya mientras continuaba abrazándola sin separarme demasiado, podía ser un poco tonto, pero no me daban nada de ganas de apartarme de ella después del horrible mes que había pasado.

Sonreí cuando dijo eso. -Ya... yo también te odio... y es bueno que quede bien claro.- susurré aún en el abrazo y son soltarlo porque no me daban ganas de separarme para nada de él.

- Vale...-susurré con una pequeña sonrisa mientras la iba llevando poco hacía el sofá para poder sentarnos, a mi me daba igual pero sabía que los humanos se incomodaban más al estar tanto tiempo parados de pie sin moverse. Nos sentamos y enseguida la atraje hacía- ¿Me vas a contar ya qué tal por París?-murmuré acariciando y brazo como si necesitara acariciarla a cada rato para ver que era real.

-Pensé como una loca... todo el tiempo...- dije luego de que me preguntara eso ya en el sofá. -Fuí con un amigo, un modelo que conocía de París y luego reencontré aquí en Fell's, estaba en la fiesta de Leo, no sé si lo recuerdas... se llama Corey, bueno la cuestión es que me puse en contacto con la agencia y aproveché para hacer unas fotos... pero era pura distracción... lo que más quería era pensar...- murmuré acomodándome contra él y recostándome.
-Volví a mi piso, hacía 4 años que no entraba... eso fué raro...- le dije recordando el momento en que llegué.

Negué con la cabeza cuando me preguntó si recordaba al chico de la fiesta de Leo y luego escuché lo demás- Normal que fuera raro...-murmuré por lo de su piso- ¿Y no te encontraste con tu familia ni con ningún conocido?- pregunté enarcando una ceja porque siempre había sido lo que más miedo la daba.

-No, no me encontré con nadie... y me cuidé de ir del trabajo a casa y de casa al trabajo...- dije con una leve sonrisa. -Aunque sospecho que mis padres sabrán que estuve en el piso, y un poco se enfadarán porque no haya ido a verlos pero paso de ellos, no me da ganas de hablarles aún.- le dije encogiéndome de hombros.
-Y tú? Me dirás de que van esos "cambios"? En qué andas Benjamin Lebeau?.- le dije mirándolo con una sonrisa.